La Ceremonia de Subasta (Su Llegada)

Logan no dudó.

Asintió una vez y se deslizó bajo la manta junto a ella, cuidando de no tocarla a menos que ella lo pidiera. Solo se quedó allí... observándola.

Jean se volvió hacia él, con la cabeza descansando cerca de su pecho. No dijo nada más. No lo necesitaba.

Y cuando Logan le rodeó suavemente los hombros con un brazo, esta vez ella no se estremeció.

Exhaló.

A salvo.

No curada, aún no. Pero por primera vez en años, se permitió ser abrazada.

Y Logan la sostuvo como si fuera de cristal... frágil pero preciosa.

Esa noche, no hubo fuegos artificiales. Ni pasión. Ni calor.

Solo dos personas rotas, aferrándose una a la otra en la tranquila oscuridad.

Y de alguna manera, eso significó más.

____________________________

Los primeros rayos de sol se filtraban a través de las cortinas transparentes, proyectando suaves patrones dorados por toda la habitación. Pero dentro del dormitorio, el tiempo parecía haberse ralentizado.

Logan no había dormido.