No Sola Nunca Más

El rostro de Morris se contorsionó en una mueca.

—¿Disculpe? —ladró—. ¿Cree que este es el momento para interrogar a los familiares? Mi hija está ahí dentro, luchando por su vida... apenas respirando... ¿y usted quiere interrogarnos?

El detective mantuvo la calma.

—Este es el protocolo en una investigación activa. Entendemos que es una situación delicada, pero el tiempo es crucial. Tenemos que descartar todas las posibilidades y recopilar todos los testimonios de primera mano.

—¿Cree que uno de nosotros intentó matarla? —espetó Morris, elevando la voz—. ¡Está perdiendo el tiempo! El culpable está ahí fuera, escapándose... ¿por qué no va a hacer su trabajo en vez de tratarnos como sospechosos?

—Tío... —dijo Jean en voz baja, tratando de calmar la situación—. Por favor. Déjales hacer lo que tienen que hacer. Emma querría justicia, ¿no es así?

Morris se volvió hacia ella bruscamente.

—No me hables como si supieras lo que ella quiere.