—Realmente quiero ayudarte, así como tú quieres ayudar a ese estudiante tuyo.
Fue solo en este momento que Chen Qiuwan finalmente entendió por qué Chen Mo estaba dispuesto a ayudarla.
Quizás antes de esto, ella realmente no lo entendía, porque sentía que Chen Mo y ella esencialmente no tenían relación.
Ahora sabía que no importaba cuán oscuro se volviera el mundo, siempre habría alguien protegiéndola, y este sentimiento era verdaderamente demasiado cálido.
Después de escuchar sus palabras, Chen Qiuwan finalmente abrió las puertas de su corazón por completo, hablando lentamente, palabra por palabra.
—Mi esposo trajo a otra mujer a casa. A los directores de la escuela les desagrada mi estilo agresivo, así que están planeando reemplazarme y están buscando problemas para quedarse tranquilos —dijo.
—Además, mi hijo es muy desobediente; siempre me contesta. Como mujer, con una familia así, un destino así, ¿qué hay realmente para estar feliz?