Interludio 4: Hinata y Hanabi (1)

[Día del Incidente: Anbu Stalker Hanabi-chan]

Luego de que Kurama trajera a Hanabi, ella caminó en dirección donde ella pensaba que estaría Hinata.

"¿Sucede algo, Hanabi-sama?" - preguntó una mujer Hyuga.

"No es nada, Sora-san... ¿sabes donde está Onee-chan?" - preguntó la pequeña Hyuga.

"¿Hinata-sama? Si recuerdo bien ella debe de estar en su campo de entrenamiento personal haciendo ejercicios de respiración" - respondió Sora con curiosidad. Sinceramente ella no creía que algo como eso fuera útil.

"¡Gracias, Sora-san!" - exclamó Hanabi mientras corría donde su hermana.

"Es bueno que ella quiera relacionarse más con su hermana" - dijo Sora con una sonrisa. Ella era una de las pocas personas de la Residencia que realmente se preocupó por Hinata cuando ella era tratada como una desgracia.

* * * * *

Hanabi continuó corriendo hasta que por fin llegó por fin al campo de entrenamiento de Hinata. Ella lo había conseguido luego de derrotar a unos idiotas que todavía pensaban que ella era la inútil de hace tantos años atrás.

"¿Hanabi-chan?" - Hinata estaba sorprendida de ver a su hermana menor, después de todo, ellas no se habían hablado en años.

"Onee-chan..." - murmuró Hanabi sin saber como continuar su conversación.

". . ." - las dos Hyuga quedaron en silencio mientras se miraban, solo para soltar una carcajada.

"Es bueno verte, Hanabi-chan" - sonrió Hinata.

"Onee-chan... lamento no haber hablando contigo..." - dijo Hanabi mientras caminaba donde su hermana y le daba un abrazo - "Lamento haber tomado las palabras de esos viejos decrépitos como verdad..."

"No te preocupes, ya nada de eso importa" - dijo Hinata mientras le devolvía el abrazo.

"Onee-chan... hay tanto que quiero decirte" - Hanabi no sabía de que hablar pero ya nada de eso importaba. Ella estaba nuevamente conversando con su Onee-chan como lo hacía cuando era solo una pequeña de 3 años.

"Hanabi-chan... yo también quise hablar contigo..." - dijo Hinata mientras la abrazaba con mayor fuerza - "Lamento haber sido una mala Onee-chan..."

Las dos hermanas Hyuga continuaron abrazándose en silencio.

* * * * *

Luego de un tiempo, las dos se separaron con una sonrisa en su rostro. Ellas sentían que por fin habían recuperado a su hermana, sin saber que alguien las estaba mirando en silencio.

Hiashi solo podía observarlas sin poder decir nada. Él siempre quiso que esto sucediera pero por su culpa nunca pasó.

Hiashi estaba consciente de que le estaba haciendo daño a sus hijas pero esta era la única manera de que ellas se fortalecieran y pudieran defenderse solas. Él no estaría en todo momento para protegerlas y sinceramente, él no quería experimentar nuevamente el dolor de perder a alguien cercano... su esposa y hermano era dolor más que suficiente.

Él les dio una última mirada y se retiró en silencio porque sentía que no debía meterse en medio de sus dos hijas, a pesar de lo mucho que quería hablar con ellas para poder enmendar su relación.

* * * * * *

Las dos hermanas continuaron conversando entre ellas hasta que Hanabi no pudo resistir más.

"Onee-chan, hay algo importante que quiero hablar contigo" - dijo Hanabi con seriedad.

"¿Qué sucede, Hanabi-chan?" - preguntó Hinata con una sonrisa.

"Kurama-san me contó sobre como te secuestraron" - dijo Hanabi con miedo porque no quería que su hermana se enfadara con ella.

". . ." - Hinata se quedó en silencio mientras miraba a su hermana pequeña con sorpresa. Ella nunca pensó que Kurama hablaría sobre eso, menos con su Imouto.

"¡No te enfades con Kurama-san!¡Él solo me lo contó porque así podríamos volver a ser como eramos antes!" - gritó Hanabi mientras se preparaba para la cólera de su hermana mayor.

"No estoy enojada, Hanabi-chan" - negó Hinata con calma - "Solo estoy sorprendida de que Kurama-kun hablara sobre eso..."

"Lo siento, Onee-chan" - murmuró Hanabi.

"No te preocupes" - sonrió Hinata - "Aunque estoy segura de que él no habló sobre todo... ¿verdad?"

"¿Cómo lo sabes?" - preguntó Hanabi con curiosidad.

"Porque conozco a Kurama-kun" - sonrió la mayor de las hermanas - "Estoy segura de que dijo algo como 'si quieres saber más, mejor habla con tu hermana'..."

". . ." - Hanabi solo se quedó en silencio porque esas eran las palabras exactas que él dijo.

"Lo sabía" - asintió Hinata - "Pero sabiendo que ya escuchaste sobre lo que me pasó cuando tenía 3 años... no veo motivo para ocultarlo..."

"Quiero saber más, Onee-chan" - dijo Hanabi al reunir el valor de hablar con su hermana - "Por favor... "

". . ." - Hinata se quedó en silencio unos segundos pero lentamente asintió. Ella podía ver como su Imouto quería enmendar su relación que se había destruido con el paso de los años - "¿Hasta que parte te dijo?"

"Él me contó hasta la parte donde tú empezaste a entrenar a los 4 años" - dijo Hanabi mientras miraba a su hermana.

"Ya veo..." - murmuró Hinata mientras le indicaba a su hermana que se sentara a su lado - "Supongo que empezaré desde ahí..."

[Flashback]

POV Hinata

Desde que mi hermana menor, Hanabi, vino al mundo, todo ha sido mucho peor. Tousan me ha estado haciendo entrenar con mucha mayor intensidad al punto que mis brazos y piernas terminan sangrando. Aunque intento hablar con él para que me deje descansar un poco, él sigue diciéndome que es por mi bien.

¿Por qué sufrir es por mi bien?¿Por qué tengo que seguir entrenando a pesar de que mi cuerpo me duele?¿A caso es por qué soy la heredera del clan Hyuga?¿A caso Otousan me odia?

Mientras más pensaba, más clara era la idea de que había hecho algo malo y Otousan solo me estaba castigando pero no sabía que era lo que hice exactamente. Muchas veces intenté disculparme pero Otousan seguía mirándome con frialdad.

Kaasan... tengo miedo...

* * * * *

"¡Bien Hinata-sama!" - dijo uno de mis maestros - "¡Hoy haremos 5 sesiones de 30 minutos de Juken!"

Había pasado un año y mi entrenamiento nuevamente había aumentado. Si antes era doloroso, ahora es simplemente una tortura.

Todos los días tenía que entrenar por más de 2 horas seguidas el estilo de nuestro Clan.

"¡H-Hai!" - dije con todo el animo que pude acumular pero por dentro solo quería que todo esto terminara.

¿Por qué no entienden que no puedo más?

Todos los días era lo mismo, entrenar el Juken, meditación, conocimientos básicos y entrenamiento físico.

¿Por qué cada vez es más difícil? ¿Cuantas veces he caído inconsciente?¿Por qué Otousan me hace esto?

* * * * *

Han pasado unos meses y el entrenamiento no cambia.

Okaasan ha estado en cama desde que Hanabi nació y hasta yo podía notar que algo malo estaba pasando. Ella estaba demasiado pálida y a penas podía comer.

"Okaasan..." - murmuré mientras me sentaba a su lado. Hoy mi entrenamiento había terminado pero no era nada de que alegrarse porque mañana sería peor, de eso estaba segura.

"Hinata...chan..." - dijo mi madre mientras me miraba con preocupación - "Lo siento..."

"¿Por qué te disculpas, Okaasan?" - preguntó mientras la miraba con preocupación.

". . ." - Kaasan iba a decir algo pero luego de un tiempo solo cerró la boca. Ella solo podía mirarme con tristeza sin yo saber el motivo.

¿A caso hice algo malo de nuevo?¿Por qué Kaasan me mira así?¿A caso tiene algún problema?

"Okaasan... ¿Estás bien?" - le pregunté mientras tomaba su mano, solo para sentir como ella estaba helada - "¡Okaasan!"

"Tranquila, Hinata-chan... solo tengo frío" - sonrió Okaasan pero podía notar que no era frío lo que realmente sentía porque empezó a toser sangre.

"¡Okaasan!" - grité con miedo - "¡Médico!¡Okaasan está tosiendo sangre!"

"Tranquila, Hinata-chan" - sonrió Okaasan - "Pronto estaré bien"

". . ." - yo solo pude guardar silencio mientras la miraba con miedo. Algo me decía que lo que ella me decía no era cierto pero aún así le creí porque Okaasan nunca me había mentido.

Ella estará bien porque ella me lo prometió y Okaasan nunca miente.

"Ve a descansar... Hinata-chan..." - dijo Okaasan mientras me miraba con una sonrisa en su rostro.

"Ok..." - asentí mientras le daba una última mirada - "Descansa... Okaasan"

"Nos vemos... Hinata-chan..." - sonrió Okaasan.

¿Por qué suena como una despedida?

No pienses en eso, Hinata. Okaasan está bien... no hay motivo para que ella se despida...

* * * * *

Mentirosa...

Al día siguiente, luego de terminar mi entrenamiento, fui donde Okaasan para ver como estaba porque dijo que estaría bien.

Mentirosa...

"Lo siento Hinata-sama pero Hiashi-sama dijo que no podía entrar..." - dijo un guardia que estaba frente de la habitación de Okaasan.

"¡¿Por qué no puedo visitar a Okaasan?!" - grité con molestia. Había entrenado sin descanso y visitar a Okaasan era lo que me ayudaba a continuar por un día más.

"Lo siento Hinata-sama pero órdenes, son órdenes" - dijo el Guardia mientras continuaba bloqueando mi camino.

"¡¿Le pasó algo a Okaasan?!" - exclamé con miedo. No, imposible, ella me prometió que estaría bien.

Mentirosa...

". . ." - el guardia solo guardó silencio sin siquiera mirarme.

"¡Okaasan!" -grité mientras intentaba meterme pero el guardia no quería dejarme pasar - "¡Déjame pasar!¡Algo le pasó a Okaasan!"

"Lo siento, Hinata-sama" - dijo el guardia pero en un descuido, logré pasar por mi tamaño.

"¡Okaasan!¡Okaasan!" - grité al llegar al lado de la cama de Okaasan pero ella no me respondía.

"Hinata-sama..." - dijo uno de los médicos pero no le presté atención.

"¡Despierta Okaasan!" - grité mientras le tomaba la mano pero esta vez no solo estaba fría sino un poco rígida - "¡Okaasan!"

Mentirosa...

"¡Me dijiste que estarías bien!" - grité con lágrimas en los ojos - "¡Me lo prometiste!"

Mentirosa...

"Hinata-sama por favor salga de la habitación..." - dijo uno de los guardias mientras me tomaba - "Son ordenes de Hiashi-sama..."

Mentirosa...

"¡Okaasan!" - grité mientras intentaba soltar el agarre del guardia - "¡ME LO PROMETISTE!"

Los presentes solo podían ver todo esto en silencio.

"¡MENTIROSA!" - grité mientras lloraba sin control - "¡TÚ ME LO PROMETISTE!"

"¡Suficiente, Hinata!" - escuché la voz de Otousan.

"Otousan..." - murmuré mientras lo miraba, solo para ver su mirada fría, la misma mirada que siempre me daba en los entrenamientos - "Por qué..."

". . ." - Otousan solo guardó silencio.

"¡¿Por qué le pasó esto a Okaasan?!" - grité mientras volvía a llorar - "¡¿Por qué me tienen que pasar tantas cosas malas?!"

Los presentes seguían en silencio mientras veían como todo se desarrollaba.

"¡¿A caso hice algo mal?!" - grité mientras miraba a Otousan - "¡¿Por qué me siguen castigando así?!"

Todos los días me hacían entrenar hasta que perdía la consciencia.

"¡¿Por qué?!" - grité nuevamente.

Todos los días me hacían pelear con niños mucho más grandes que yo.

"¡¿Por qué?!" - grité una vez más pero nadie me respondía.

Todos los días me hacían ejercitar hasta que todo mi cuerpo me dolía.

"¡¿Por qué?!" - grité una última vez mientras caía de rodillas al piso con lágrimas en mis ojos - "¡¿Por qué la única persona que me quería tenía que dejarme?!"

"Por qué me mentiste... Okaasan..." - dije mientras continuaba llorando.

"Hiashi-sama..." - murmuró uno de los ancianos pero a este punto ya nada me importaba - "No creo que Hinata-sama pueda resistir con el entrenamiento ahora que está en este estado..."

"No..." - negó Otousan - "Ella continuará entrenando y ahora será un 20% más duro que antes"

"Pero..." - el anciano intentó refutar pero una sola mirada de Otousan lo silenció - "Ok..."

Desde ese día todo empeoró...

Okaasan se había ido y con ello, la única persona que me quería por quien soy y no por lo que era. Todos me veían como la heredera del Clan Hyuga y por eso mismo tenía que esforzarme por ser la más fuerte del Clan pero a mi no me importa.

El entrenamiento como dijo Otousan, era mucho más duro que antes pero ya nada me importaba. Yo me había rendido.

¿Por qué debería seguir entrenando con tanto esfuerzo?

Mis maestros me respondieron que para ser la heredera del prestigioso Clan Hyuga.

¿Ser heredera era algo tan importante?

Si no lo eres estaría faltándole el respeto a tu Okaasan, esa fue la respuesta de los ancianos.

"Okaasan..." - murmuré mientras volvía a entrenar.

"Okaasan..." - me decía cada vez que era golpeada por niños mayores.

"Okaasan..." - era lo único que podía pensar cuando mi cuerpo me dolía.

"Si eres una buena heredera, tu Okaasan estará orgullosa"

Esas palabras siempre rondaban por mi cabeza cuando quería hacer algo pero por mucho que me esforzara, todo fue en vano.

El entrenamiento era cada vez peor y mi cuerpo ya no resistía como antes. Había veces donde ni siquiera la medicina de nuestro clan podía ayudarme pero yo seguí adelante, solo para enorgullecer a Okaasan.

"Okaasan... prometo que seré mucho más fuerte..." - me decía en las noches donde a penas podía moverme.

¿Por qué no me rindo?

Ese pensamiento siempre pasó por mi mente pero rápidamente desaparecía porque recordaba la sonrisa de Okaasan.

"Okaasan... lo voy a lograr... es una promesa que voy a cumplir" - dije mientras observaba la foto donde salía junto a ella - "Lo prometo..."

* * * * * *

Capítulo dividido en dos, reescrito y expandido.

Lamento los inconvenientes, pronto subiré la otra mitad