"¡Inuyasha, Kagome!" - exclamó Kaede al ver el estado de los dos jóvenes mientras regresaban a la aldea.
"Estamos bien, anciana Kaede" - respondió Kagome con dificultad porque había estado ayudando a Inuyasha a regresar, el cual parecía estar hundido en sus pensamientos.
"¿Qué fue lo que pasó?" - preguntó Kaede con preocupación - "¿Dónde está Kurama-san y los demás?"
El cuerpo de Inuyasha tembló inconscientemente antes de morderse el labio.
"También me gustaría saberlo..." - dijo Yura mientras aparecía frente al grupo.
"¿Eh? ¿Qué haces aquí?" - preguntó Kagome con sorpresa porque pensaba que esta mujer se había ido junto a su maestro.
"De un momento a otro sentí que todo a mi alrededor se distorsionó, y cuando pude recuperar la consciencia, noté que no había nadie en el lugar" - respondió Yura con el ceño fruncido - "No entiendo qué es lo que sucede, así que los seguí para poder comprender la situación"
Kagome se quedó en silencio porque si era honesta consigo misma, ella tampoco tenía idea de lo que había sucedido, de hecho, el único que comprendía la situación, no era otro que Inuyasha, y él parecía que no quería hablar del tema.
"Inuyasha..." - dijo Kaede mientras miraba al chico de cabello plateado - "¿Qué fue lo que sucedió?"
"Y-Yo..." - murmuró Inuyasha con pesar, solo para soltar un grito de dolor cuando sintió como su cuerpo era atrapado por los cabellos de Yura - "Ugh..."
"¡¿Qué es lo que estás haciendo?!" - exclamó Kagome con sorpresa y furia al ver como esta Yokai estaba empezando a descontrolarse ahora que Kurama no estaba por ningún lado.
"Estoy harta de esperar, solo quiero saber dónde está mi maestro para poder ir con él y dejar de perder el tiempo con esta patética escusa de Yokai" - dijo Yura con neutralidad mientras levantaba a Inuyasha y lo miraba directamente a los ojos - "Ahora bien, espero que me digas qué mierda fue lo que pasó para poder seguir con mi camino"
Inuyasha se quedó en silencio antes de soltar un nuevo grito de dolor porque su cuerpo todavía estaba sufriendo por el sello que Kurama le había puesto.
"¡Habla de una maldita vez!" - rugió Yura mientras sentía como su Youki estaba empezando a descontrolarse. Ella por fin tenía todo lo que había pedido, poder, un objetivo que no estaba alineado con su deseo de cabello por culpa de su origen, y finalmente, un maestro que no solo la estaba protegiendo, sino que estaba ayudándola a evolucionar a un ser superior, pero todo esto había desaparecido como el polvo en el viento por un motivo que ella desconocía.
Yura estaba furiosa, asustada y desesperada porque podía sentir como todo sus esfuerzos estaban volviéndose inútiles.
Inuyasha apretó los dientes antes de contar todo lo que había sucedido.
Kaede se quedó en silencio mientras que Kagome no sabía qué decir.
Yura era la que peor reaccionó, ella rápidamente tomó la cabeza del chico de cabello plateado e impactó su cabeza contra el suelo - "¡Tienes que estar jodiéndome!"
"¡Yura-san!" - exclamó Kagome mientras intentaba detenerla, solo para sentir como el cabello de la mujer Yokai rodeaba su cuerpo, impidiendo sus movimientos.
"Pensé que eras inteligente, no, pensé que sabías lo que estabas haciendo, pero ahora veo que eres igual a los demás Yokai masculinos..." - dijo Yura con neutralidad mientras levantaba la cabeza del chico perro.
Inuyasha escupió sangre mientras miraba con furia a la demonio del cabello - "¡¿Por qué me estás atacando?! ¡Esto no tiene nada que ver contigo!"
"¡¿Nada que ver conmigo?!" - rugió Yura mientras golpeaba la cabeza del chico contra el suelo una vez más - "¡Escucha pedazo de mierda, esa chica que lastimaste, es la hija de mi maestro, ella es amable y considerada, incluso luego de todo el daño que le hiciste con tus acciones, ella le pidió a su padre que te perdonara la vida!"
Inuyasha nuevamente soltó un agudo de dolor mientras sentía como su frente se inflamaba por los continuos impactos que estaba recibiendo.
"¡Ella pensó que había encontrado a alguien similar, alguien que podría entenderla, hacerle sentir normal!" - continuó Yura con furia porque como mujer, ella comprendía cómo Izumi se sentía - "¡Ella pensó que tú sentías lo mismo!"
"Ugh" - Inuyasha soltó un agudo gemido de dolor mientras Kagome y Kaede agachaban la mirada porque podían entender la furia que Yura estaba demostrando.
Kaede estaba un poco acomplejada, después de todo, ella sabía que la relación entre su hermana e Inuyasha era especial, pero eso no significaba que no estaba disgustada con el chico que luego de ver como su antiguo amor había aparecido delante de él, él había abandonado todo lo que había conseguido en este corto tiempo. Ella podía ver lo feliz que era Izumi junto a Inuyasha, e incluso podía notar los cambios dentro del chico, aunque él lo dejó todo a un lado por su pasado.
"Tú no te la mereces..." - gruñó Yura mientras recordaba su pasado, y cómo había sido tratada por todas las personas que la usaron hasta que por fin tuvo suficiente y decidió tomar su propio camino. Ella rápidamente soltó a Inuyasha y se dio media vuelta.
"Q-Qué me hace diferente a Kurama" - murmuró Inuyasha mientras levantaba la cabeza con dificultad - "P-Por qué él puede hablar con tanta superioridad moral... cuando él es peor que yo..."
"Tú no sabes nada..." - murmuró Yura mientras sentía como su Youki empezaba a salirse de control - "Tú ni siquiera te dignaste a hablar con Izumi sobre su familia, si lo hubieras hecho, no habrías dicho algo tan estúpido..."
Inuyasha intentó levantarse, pero su cuerpo le dolía tanto que cuando intentó moverse, este cayó rendido al suelo.
"Tienes razón, Kurama tiene muchas mujeres" - murmuró Yura con neutralidad - "Aunque quiero hacerte una pregunta... ¿Sabes cuál es la diferencia entre tú y él?"
"P-Poder..." - murmuró Inuyasha, solo para escuchar como Yura se reía.
"No, la diferencia no tiene nada que ver con poder o las habilidades de mi maestro" - dijo Yura con frialdad - "Él nunca engañó a sus esposas, él no las ilusionó y luego las reemplazó con otra"
Inuyasha se quedó en silencio cuando escuchó esto mientras Kaede y Kagome se miraron entre ellas.
"Kurama-sama no lastimó sus corazones, él las aceptó por igual, las amó por igual a pesar de sus identidades" - dijo Yura mientras recordaba lo feliz que era Izumi al hablar sobre su familia, y cómo sus madres estaban felices y eran amigables entre ellas - "En cambio, tú la olvidaste, la dejaste a un lado cuando recuperaste a tu preciada sacerdotisa, eso te hace la escoria más baja del mundo, incluso en estándares de Yokai, quienes son unos bastardos de forma natural..."
Inuyasha apretó los dientes porque no había forma de defenderse ante estas palabras. Él sabía que esta mujer estaba hablando con la verdad, y eso lo hería mucho más que el sello que Kurama le había puesto - "¿A caso me equivoqué?"
"Desde tu punto de vista, no" - respondió Yura con neutralidad - "Pero para nosotros, eres basura..."
Eso fue lo último que Yura dijo antes de desaparecer del lugar.
Kagome soltó un suspiro mientras miraba a Inuyasha con emociones conflictivas. Una parte de ella estaba asqueada por lo que el chico había hecho, aunque al mismo tiempo ella comprendía que el corazón era algo que uno no podía controlar.
"Inuyasha..." - dijo Kaede mientras suspiraba.
"No digas nada..." - murmuró Inuyasha mientras agachaba la cabeza. Este era el momento más bajo de su vida, él no solo había perdido la compostura luego de ver a Kikyo, sino que en el proceso había lastimado a Izumi, la chica que había hecho que él sintiera que encajaba en el mundo. Ahora que todo había sucedido, él veía lo estúpido que había sido durante ese reencuentro, más cuando notó la mirada fría de Kikyo, y la mirada adolorida de Izumi antes de que Kurama se las llevara.
"Inuyasha, sé que tienes que sentirte mal, pero..." - dijo Kaede con preocupación.
"¡No tienes que decir nada, ya sé que la cagué, no necesito que ninguna de ustedes me lo repita una y otra vez!" - rugió Inuyasha con furia mientras sentía como estaba a punto de explotar.
"Yo..." - murmuró Kaede antes de suspirar - "Ok, no voy a decir nada más..."
Kaede le dio una última mirada a Inuyasha antes de retirarse en silencio, después de todo, ella no tenía por qué meterse en los asuntos de los demás.
"Ella solo intentaba ayudarte..." - dijo Kagome con el ceño fruncido.
"Me importa una mierda, no necesito de su ayuda, tampoco la tuya" - respondió Inuyasha con desdén - "Ahora, te pido amablemente que te vayas a la mierda, no necesito que una pseudo Kikyo me esté molestando en estos momentos"
La expresión de Kagome se oscureció cuando escuchó esto porque a ella no le gustaba que la compararan con la antigua sacerdotisa. Ella era Kagome Higurashi, no Kikyo, y tampoco quería serlo.
"Eres un idiota..." - murmuró Kagome mientras caminaba detrás de Kaede con una expresión fría en su rostro.
Inuyasha se quedó en silencio cuando vio que nuevamente estaba solo. Él lentamente se levantó con dificultad antes de caminar hacia el bosque para poder descansar un poco mientras pensaba en todo lo que había sucedido.