Comprender El Significado De La Desesperación

Desesperación

Una poderosa explosión sonó, destruyendo al menos dos o tres casas y dañando varias tiendas.

Poco después, se vio a dos sombras pasar corriendo, eran dos adolecentes, una chica, Saeko Busujima y un chico, Takashi Komuro.

Al paso de Takashi, una especie de bolsa, salió volando de sus manos, al siguiente minuto, exploto, y una niebla de sangre fresca, fue rociada, poco después de eso, se escucharon varios gruñidos y algunos sonidos parecidos a gritos guturales, mientras una multitud de Caminantes, con "expresiones", si es que podía llamárseles así, extremadamente enloquecidas, persiguieron a los chicos.

Antes de salir de la mansión Takagi, se hicieron varios planes, y entre ellos, era una forma de salir del problema que causaría el Destello Primario, pues era muy posible, que los cogiera desprevenidos, en medio del trayecto.

Eso llevo, a que se decidieran a llevar algunos congeladores portátiles, guardando dentro todo tipo de sangre, desde la de hospitales, hasta la recolectada por animales.

Esta sangre, si podía mantenerse ligeramente "fresca", podría servir para "tentar" a los Caminantes, y redirigirlos lejos de la mayoría del grupo.

Dicho trabajo fue tomado por Takashi, mientras Saeko lo respaldaba, dado que el primero era el mejor manejando su espiritualidad por el momento, haciendo el mejor uso de la sangre, y la segunda era la única capaz de seguir su ritmo, y de más confianza para el chico.

La forma febril de los Caminantes, después del Destello Primario, duraría entre 22 y 25 horas, después, entrarían en un periodo de completa inmovilidad, durante 45 o 75 minutos, lo cual provocaría que cuando regresaran a la normalidad, era poco probable que quedaran Caminantes de nivel 3 o por debajo, con la excepción, de los nuevos "integrantes".

Esto sería suficiente, para que Saeko y Takashi se reunieran con el grupo nuevamente, sin hablar, de que había comportamientos nuevos, que los Caminantes tomarían después, con sus cosas buenas y malas para tomar en consideración.

Takashi llevaba tres explosivos de dinamita, extremadamente potentes, arreglados por Rika, el primero, sirvió para abrirse paso, mientras que los otros dos, para crear caos y llamar la atención.

Saeko y Takashi, decidieron pasar por una calle algo estrecha, donde los coches se habían abandonado y abarrotaban el camino.

Para las personas normales, saltar sobre los carros, con separaciones de uno o dos metros, no era en realidad difícil, y para las expertas, saltar solo sobre los techos de estos, aun estaba entre lo aceptable.

Con las nuevas y viejas capacidades de los chicos, hacer esos movimientos, era sencillo, incluso podían saltar sobre las paredes, para impulsarse, así que aunque parecía "fantástico", dependiendo de la distancia y forma, era algo que rayaba entre el límite de lo humano y lo inhumano, claro, para los estándares de las personas comunes.

Mientras hacían explotar bolsas de sangre, hacían algunos disparos y destruían todo lo que se ponía en su camino, los chicos corrían con un objetivo, pero detrás de ellos, se veía una escena tan escalofriante, que podía derrumbar de miedo a una persona valerosa.

Como si fuera una ilusión, debido a la velocidad de muchos de los Caminantes, parecía que miles de muertos iban tras ellos, claro, más de doscientos o trescientos, era una cifra verdadera.

Pronto, un grupo de al menos treinta Caminantes, los "interceptaron", pero aparte de dos de ellos, que eran de nivel 5, los otros eran solo nivel 3 y 4.

Disparando a una ventana, de los pocos edificios que aun había a su alrededor, varios pedazos de vidrio cayeron, pero justo antes de chorar contra el piso, una especie de fuerza, los redirigió hacia los Caminantes del frente.

Este acto de Takashi, acabo con casi todos los Caminantes de nivel 3 y 4, pero dos, de los nivel 4, apenas si fueron "heridos", mientras que los nivel 5, solo avanzaban como si nada.

Con un poco de dificultad, pero de la manera más rápida que pudieron, se deshicieron de ellos, aunque los nivel 5 eran molestos, actualmente, se necesitaba un nivel 6, para ser el oponente de Saeko y Takashi.

Cuando terminaron, la multitud de Caminantes detrás de ellos, ya estaban muy cerca, así, Takashi uso otro de los explosivos, el cual hizo estallar la gasolina de varios coches, creando una mayor explosión.

Rociando más sangre, los chicos siguieron su trayecto.

Después de media hora, quizás un poco más, llegaron a el cauce de un rio o lago, y en el centro de este, había un banco de arena, que parecía más un islote.

- ¿De verdad las corrientes, impedirán que los Caminantes nos alcancen? –pregunto Saeko.

- Si, mira –cuando Saeko volteo, vio que había una pendiente antes de llegar al rio, todos los Caminantes que los siguieron, no pudieron bajar adecuadamente, pues solo caían y rodaban– a pesar de su fuerza y aptitudes, varias de sus facultades dejan mucho que desear, por lo que no podrán resistir o ir en contra de las corrientes, ahora vamos, se están amontonando.

- … de acuerdo –con eso, tanto Saeko como Takashi, hicieron algunos preparativos, para después, lanzarse al agua y nadar hacia el islote, luego de un buen rato, lograron llegar, y al salir del agua, Saeko comento– de verdad una corriente poderosa, no pensé que por un instante, tuviera que usar mi poder espiritual, para poder llegar más fácilmente.

- … te lo dije –contesto Takashi, mientras lanzaba varias bolsas de sangre.

Estas parecían explotar y dispersarse con el aire, al tiempo que otras caían al agua y se desplazaban con la corriente.

Varios Caminantes, entraron al agua con "expresiones" frenéticas, pero ninguno de ellos pudo llegar al islote, siendo arrastrados por la corriente.

Cuando Takashi dio la vuelta, miro el cuerpo de Saeko empapado, su ropa interior negra era visible y su figura lucia deliciosa, por un instante, el chico tuvo el impulso de lanzarse sobre ella.

Saeko hizo una expresión avergonzada y algo tímida.

- … voy a ponerme algo seco –con eso, se fue detrás de un árbol, mientras sentía la mirada lujuriosa de Takashi, sobre su cuerpo.

Las mochilas que traían eran impermeables, aunque no protegerían completamente su contenido, todavía, estaría más seco que lo que traían puesto.

Takashi miro el islote, a diferencia de la breve imagen de su mente en el sueño, según su memoria y lo que se veía, el lugar era muy diferente.

La separación entre el islote y la orilla, era de por lo menos, cuarenta y cinco o cincuenta y cinco metros, desde casi cualquier dirección, así, incluso si apareciera un Caminante de nivel 7, le sería imposible, saltar hasta ahí, se necesitaría un nivel 10, para lograr esa monstruosa hazaña.

El lugar era del tamaño de una calle o más exactamente, de una manzana, quizás una pequeña o la mitad de una, lo que hacía, que no fuera difícil rodearla, sin embargo, en algún momento, hace poco más o poco menos de un siglo, algunas personas hicieron un proyecto, y plantaron varios árboles, aunque no eran muy grandes, daban una imagen muy peculiar, y la gente podía esconderse entre ellos, pero debido al peligro de animales e insectos, sobre todo ahora, que había iniciado la Segunda Ola, Takashi no planeaba meterse entre esos árboles, a menos que fuera necesario.

Cuando Saeko termino de cambiarse, Takashi no pudo evitar mirarla varias veces, pues se puso una camisa floja, que tenía en su diseño, algo como tirantes muy delgados, que pasaban por sus hombros, pero dejaban ver la piel de estos, de su clavícula, espalda alta, y al mismo tiempo, dejaba al descubierto, un gran escote, lo que la hacía lucir, muy tentadora y sexy.

Lo mas "emocionante", es que obviamente, esa camisa era suya, lo que le daba, al menos a Takashi, una sensación muy sugerente y excitante, tal vez era solo, esa sensación machista de posesividad, que habita en cada hombre.

Parecía que Saeko, había logrado controlar sus emociones, y simplemente, se dispuso a ignorar, la mirada "hambrienta" del chico.

Desde que inicio el Destello Primario, habían pasado casi tres horas, ahora eran aproximadamente las siete de la noche y poco a poco, oscurecía más y más.

Gracias a los sentidos mejorados de los chicos, ver en la oscuridad, era relativamente fácil, en especial, si se apoyaban en la luz, que provenía de la luna, que esa noche, parecía brillar con gran fuerza, dando una imagen sub real y muy hermosa, a diferencia de la realidad.

Los adolecentes disidieron quedarse en las orillas del islote, se sentaron y se relajaron, a pesar de lo que pareciera, ninguno de ellos era bueno, para iniciar conversaciones o charlar, por lo que el silencio, fue envolviéndolos, poco a poco.

Alrededor de las once y media de la noche, Takashi, que ya había descansado un poco, se levanto y saco algunas cosas.

Las bolsas de sangre que les quedaban y el gran explosivo que les sobro, junto a explosivos más pequeños, aunque solo eran tres.

Había que decir, que para evitar que cualquiera de estas cosas fuese dañada, en lugar de pasarlas dentro de las mochilas al nadar, las pusieron en algunos pedazos de madera que encontraron, y las arrastraron, flotando, mientras nadaban.

Solo quedaban cuatro bolsas de sangre, así, el chico tomo dos de ellas y dos de los pequeños explosivos, y luego los lanzo.

Con el sonido de las explosiones, sobre el agua, los Caminantes parecían alertarse, y los que parecían empezar a retirarse, por haber percibido otras fuentes de sonido o comida, regresaron, mientras que cuando Takashi lanzo las dos bolsas de sangre, se pusieron frenéticos, y algunos empezaron a arrogarse al agua nuevamente.

Los chicos ya no contaron el numero de Caminantes, pero definitivamente habían superado los quinientos, siendo al menos, la mitad nivel 4, lo que haría, que si no hubiera un periodo de reposo e inactividad para esos monstruos, sería casi imposible, escapar de ahí, con las habilidades actuales de Saeko y Takashi.

Dejando sus pensamientos de lado, el chico volvió a sentarse, y esperar, quizás dormir un poco, hasta el amanecer.

Pero de pronto, pasos vinieron detrás de ellos, y cuando los chicos reaccionaron y voltearon a ver lo que se acercaba, dos hombres, con la total pinta de delincuentes, salieron de entre los árboles.

Cuando los hombres vieron a Takashi y Saeko, inmediatamente apuntaron con sus pistolas, mientras sus ojos, vagaban por el cuerpo de Saeko, de manera lujuriosa y escalofriante, ante lo que ambos chicos, fruncieron el ceño con disgusto.

- Ey, Hayato, mira lo que encontramos, esa hembra esta riquísima, podremos tener algo delicioso para comer en estos días… en muchas formas, jajaja –una de los hombres hablo y luego se rio, mientras que el otro, también hizo lo mismo, de manera estrepitosa y con una mirada loca.

- ¿Y qué hay del niño? –pregunto el segundo hombre, cuando se termino de reír.

- Traigámoslo, para algo servirá, quizás de postre, jajaja –contesto el primer hombre, luego, se acerco a Saeko y sin inhibiciones, barrio su cuerpo con la mirada, mientras decía– ahora le perteneces a nuestro grupo, zorrita, te entrenaremos bien por unos días, y te daremos el mayor deleite de tu vida, antes de morir, se que lo disfrutaras.

Pero cuando el hombre estuvo lo suficientemente cerca, la mano de Saeko, desenfundo su Katana rápidamente, y corto el brazo del hombre.

- ¿Pero qué… –cuando el otro hombre reacciono y quiso disparar a Saeko, en medio de los gritos de dolor de su compañero, Takashi ya se había acercado y colocado detrás de su espalda.

Sin la más mínima misericordia, clavo un cuchillo en su nuca, asesinándolo de inmediato.

Al ver esto, y recordar a Shidou, Saeko dejo de vacilar sobre sus reparos, y corto la cabeza del hombre, al que le había cortado el brazo.

Después de una pequeña charla, ambos chicos, estuvieron de acuerdo, en que esos hombres, tenían por lo menos, dos o tres hombres más, así, creyeron que era lo mejor buscarlos y deshacerse de gente como esa, pues ya que no se necesitaba ser expertos, para darse cuenta, de que eran solo basura sin valor.

Introduciéndose entre los árboles, no tardaron ni cinco minutos en llegar al centro del islote, y eso solo debido a que Takashi, estaba preocupado por cualquier insecto que hubiera mutado o evolucionado.

Sin embargo, cuando llegaron al lugar, donde obviamente, personas habían cortado algunos árboles y formado un campamento para establecerse; se sorprendieron enormemente.

Incluso Saeko, surco las cejas con disgusto y asco, como un pequeño shock.

Takashi tenía que aceptar, que no se esperaba una escena como esa, sobre todo, cuando el apocalipsis apenas llevaba unos veintitantos días.

Lo que los chicos vieron frente a ellos, fue a veinte personas, quince mujeres y cinco hombres.

Diez de esas mujeres, estaban en el suelo, completamente desnudas y con evidentes signos de violación, así mismo, tenían mutilaciones, en diferentes partes del cuerpo.

A algunas, les faltaba un pie y dedos, a otras les faltaban completamente los brazos, incluso había a la que le sacaron los ojos.

Respecto a los otros diez, estaban colgados de los arboles, muertos, mientras que varias partes de sus cuerpos, también faltaban, pero de forma más grotesca, y ninguno de los dos chicos, tenía que molestarse en investigar, para darse cuenta, de que esas partes faltantes, estaban en la olla, que ardía en el centro del campamento.

Pronto, un sonido los despertó de su ensimismamiento, y dos hombres aparecieron, pero antes de que se percataran de la presencia de Takashi y Saeko, el chico ya estaba delante de ellos, golpeándolos severamente en la cara.

Mientras se escuchaba el sonido de huesos rompiéndose, ambos hombres se estrellaron contra los arboles, quedando inconscientes, pero aun con vida.

- … aunque puedo estar equivocado, este grupo de escorias, ya hacian estas cosas, antes de la Era de la Muerte… de otra manera, no tiene sentido… … a mi parecer…

- … –escuchando las palabras de Takashi, Saeko asintió, ella también creía lo mismo, pero no quería perder más pensamientos, intentando entender a ese tipo de gente, así, mirando a las mujeres, que aun estaban vivas, pregunto– ¿Qué hacemos con ellas?

- … … … matarlas –respondió Takashi, después de una ligera vacilación.

- … … –Saeko no comento sobre ello y asintió.

Dejando de lado, la hipocresía de liberarlas de su dolor o sufrimiento, pues era obvio, que la mayoría ya ni siquiera se percataba de lo que sucedía a su alrededor, incluso si las salvaban, no tenía sentido, con lo mutiladas que estaban, no podrían sobrevivir por su cuenta, y ni Takashi, ni Saeko, podían hacerse responsables de ellas.

Así, Takashi y Saeko, empezaron a… matar a esas mujeres.

Takashi no se percato, que después de terminar con eso, Saeko se quedo mirando a los cadáveres de las mujeres y a su espada, de una forma pensativa, y muy extraña.

Sin embargo, en el siguiente segundo, se escucho un rugido feroz, y un Caminante salió de entre los árboles.

Era asqueroso, su piel tenía un tinte morado, mientras que una especie de granos, salía de cada parte de su cuerpo, aunque proporcional, pero parecía hinchado y más grande de lo normal, mientras que sus ojos, lanzaban destellos verdes, muy asquerosos y turbios.

- … … … debí suponerlo, una variable, Caminante, Carne De La Putrefacción, creado a partir de idiotas, que no solo se comen a otros humanos, sino cadáveres y Caminantes, que es casi lo mismo en estos tiempos –comento Takashi con un tono y cara de asco y desprecio– ten cuidado Saeko, como casi cualquier variable, su defensa es muy fuerte.

El Caminante tenia cadenas atadas a su cuerpo, y sangre saliendo de su boca, evidencia, que cuando era "normal" y detectaron su infección, fue amarrado, pero también mostrando la estupidez, de haber sido alimentado.

Tal vez si ellos no vinieran, todos en este campamento, habrían muerto de todas formas.

Aunque el Caminante de Carne Putrefacta, perseguía en lo general a otros Caminantes y se alimentaba de cadáveres, no significaba que no atacaría personas.

Después de un minuto de "confusión" al notar tantos cadáveres cerca, el monstruo se "percato" de las personas vivas, y con un gruñido, se dirigió hacia ellos.

Alzando su espada, Takashi se concentro, y sus ojos parecían brillar de forma muy, muy sutil, cuando el monstruo se acerco, el chico se hizo a un lado y cortó con la Katana, lo que resulto en que la mitad de su brazo, quedara colgando.

- … … de verdad molesto, la densidad de su cuerpo, es como si estuviera hecha de múltiples capas de grasa. Cortarlo es muy difícil.

Saltando hacia atrás, saco una pistola y la dirigió a sus ojos, las balas impactaron, destruyendo sus globos oculares y haciendo que se embotara momentáneamente.

Lo cual Takashi, aprovecho para acercarse, y dar una puñalada con su Katana, a través de esos huecos, con la intención de que saliera por arriba de su cráneo.

Pero antes de que la Katana se clavara lo suficiente, el chico tuvo que retirarse nuevamente, evadiendo el brazo de la creatura.

Con un rugido, se lanzo hacia Saeko, esta frunció las cejas y levanto levemente la Katana, algo embotada.

Al notar la anomalía de la chica, Takashi corrió hacia la espalda del Caminante y salto, clavando la espada a través de su cuello, pero con el filo hacia el suelo, mientras que con el peso de su cuerpo, la hizo bajar y cortar.

Esto dio como resultado, que varias partes de la columna vertebral del monstruo, se rompieran y cortaran, haciéndolo caer, al no tener una manera de sostener su cuerpo.

Ya sin posibilidades de moverse, Takashi se encargo de destruirlo por completo.

… … …

Después de eso, Takashi se dedico a llevar a todos los cadáveres, hacia la orilla del islote, y luego tirarlos al rio.

El chico no le dijo a Saeko, lo que hizo con los hombres aun vivos, pero cuando les llego el turno de ser arrastrados, se pudo escuchar los gruñidos de los Caminantes al otro lado de la orilla, que parecían reaccionar de manera febril y mucha ferocidad.

Después de limpiarse un poco con el agua del rio, que gracias a las corrientes, permanecía aun limpia, relativamente hablando, ambos chicos se trasladaron a la orilla del islote otra vez, a ninguno de ellos, les hacía gracia, quedarse en el campamento de aquellos hombres.

- Dime Saeko, ¿Qué es lo que te sucede? –pregunto Takashi, mirándola a los ojos– puedes confiar en mí, ¿es por las mujeres que matamos?, ¿o por la forma en que las encontramos?

- … ciertamente me impacto el escenario, y si dijera que no me afecto, mentiría –contesto la chica– pero no es eso… sino que cuando mate a esas mujeres… me di cuenta que no solo no he cambiado, sino que me he vuelto peor…

- … –Takashi creía entender de que se trataba, pero aun se quedo en silencio y la escucho atentamente.

- ¿Realmente quieres escuchar? –pregunto Saeko, con una cara seria– ¿no temes decepcionarte de mí?

- … … no creo que haya algo que digas, que me pueda hacer decepcionar de ti –contesto Takashi, con la misma cara seria.

- … … esto sucedió, antes de que entrara en la academia Fujimi… –empezó a contar Saeko.

Era la historia de una niña que fue atacada por un delincuente, con intensiones impuras, pero como la niña siempre había estado estudiando la espada, y traía su bakutou, decidió contra atacar.

El resultado fue, que Saeko sometió al hombre, de forma muy sencilla, y termino deleitándose, en su fuerza y capacidad para someterlo.

Esa también es la razón, por la que nunca se sintió digna de estar en una relación, sobre todo para aquellos, que como mucho, hacían deporte o se centraban en los estudios, no creía que alguien, quisiera estar cerca de una mujer como ella.

- … … desde que todo esto empezó, me he deleitado en la emoción de la aventura y la lucha, cuando me hablaste… no, cuando insinuaste que había un poder que nos haría más fuertes, y enemigos mas emocionantes… mi corazón golpeaba, lleno de excitación y deleite –dijo Saeko, con una mirada algo febril y emocionada, luego, bajo la cabeza y continuo– cuando todo esto comenzó, creo que fui la primera, en matar a alguien, que no se había convertido en un Caminante… después, en el trayecto, o contra esos delincuentes que nos encontramos en el camino a casa de Rika-san, siempre me contuve para no matarlos, fue hasta que te vi matar a Shidou, que me empecé a dejar llevar… … … pero… el encontrar a esas mujeres, en ese estado, me dolió y afecto mucho, sin embargo, asesinarlas… fue sencillo… no me hizo sentir nada… ¡nada!... … …. Ese es el tipo de mujer que soy, una lunática, que se deleita con la fuerza y con matar, ¿estás seguro que es ese tipo de mujer, de la que vale la pena enamorarte?, ¿es el tipo de mujer que ves en mi?, incluso si Yuuki fuera diez veces peor que en los rumores, ¿no sería mejor que yo?, o Rei que te reemplazo y ahora quiere regresar contigo, ¿no es ella también mejor que yo?, ¿puedes perseguir a alguien como yo?, ¿Por qué no te contentas con Saya?, y si…

- Todas las personas –interrumpió Takashi– todas, creen que son los únicos, que se sienten, como se sienten, y ciertamente, hay algo de verdad en ello, pues cada persona es diferente y siente de forma distinta, incluso si es sutil.

- … –Saeko solo lo miro atentamente.

- Algo que me he negado a admitir, es que una de las razones, por las que nunca fui excesivamente persistente en Rei, no se debe solo a que pensé que ella recordaría nuestra promesa de la infancia, si no a un miedo especifico, quería ganar tiempo, tiempo para saber a dónde se dirigía mi vida… es también esta razón, por la que si el mundo no hubiera cambiado, incluso al darme cuenta de los sentimientos de Saya, no creo que la hubiera perseguido, muy activamente, porque no tenía un futuro que ofrecerle, no solo cualquiera de ellas tenía su talento y sueño de cómo vivir, sino que a ninguna mujer, le gustaría estar al lado de un hombre mediocre, incluso cuando Saya es… tan fiel, no creo que hubiera soportado a largo plazo, una persona sin fututo, y sin ganas de construir un futuro, en ese tipo de mundo tranquilo –hablo Takashi– ese tipo de persona que soy, en un mundo "normal", ese tipo de persona de la que no se cuanto quede, es la verdadera persona indigna de alguien, como Rei, Yuuki, Saya y por supuesto, de ti.

- … –Saeko abrió mucho los ojos, esa era hasta ahora, la confesión más directa, que el chico le había dado, pero antes de que pudiera continuar, Takashi volvió a hablar.

- Incluso si fueras una sádica cruel y despiadada, incluso si te bañaras en la sangre de mujeres jóvenes y vírgenes, yo aun no me decepcionaría de ti… seria un poco aterrador, pero aun te querría –ante las palabras, serias y burlonas del chico, Saeko estaba entre irritada, divertida, pero sobretodo… como si un peso hubiera abandonado sus hombros– Tal vez esté equivocado, pero la primera vez que una persona golpea a otra, sentirá dolor en su propia mano, fallara y recibirá una paliza o será castigado, y se le demostrara lo equivocado que estaba.

- Pero para ti, no sucedió –continuo Takashi– una forma peculiar de educación, muy cerca a la mayor realidad de nuestro mundo, "la fuerza lo es todo", un talento que no te dejara caer en una mala posición, y nadie que te castigara o lo viera mal, como mínimo, no de forma directa, debido a la situación.

- Todo esto te llevo a sentir, que lo que haces está bien y disfrutar de algo, en que eres superior a los demás…. La única falla, y esa es la mejor parte de ti, es que tienes una conciencia de los demás, pero cuando los ves tan normales y débiles, sientes que tu forma de hacer las cosas, es excesiva y cruel, incluso si tus instintos, te hacen sentir lo contrario –con eso, el chico miro a Saeko.

- … –Saeko se puso pensativa, pero no sabía cómo responder, entonces, Takashi se puso de pie y se fue a sentar a lado de ella.

- No soy psicólogo, y no tengo idea de si lo que dije es correcto, pero sé lo que necesitas, necesitas sentir miedo, necesitas sentir desesperación, el tipo de desesperación, que no importa cuánto talento, cuanta fuerza, cuanta capacidad, cuanta voluntad, aun te aplasta en el suelo y te hace sentir insignificante, mírame a los ojos Saeko, déjame mostrarte eso, desea ver, lo que yo veo.

Con esas palabras del chico, tomo la cabeza de la chica con sus manos y puso su frente contra la suya.

Ella lo acepto fácilmente y se miraron mutuamente a los ojos, por un tiempo, ella tenía confianza en él, y como se le dijo, deseo ver, lo que Takashi le quería mostrar.

Cuando Saeko, miro la profundidad de los ojos de Takashi, sintió como si el sueño la consumiera, y cuando despertó, vio una figura terrorífica.

Parecía un humano, incluso uno excesivamente guapo, pero con su piel, tan blanca y pálida, que nunca aparecería en un humano, su pelo negro y sus ojos eran tan oscuros, como nadie podría imaginarse.

La atmosfera que lo rodeaba, era como si el cielo anocheciera con su presencia y la luna llorara sangre, por el temor de su existencia.

Cuando regreso en sí, todo el cuerpo de Saeko, estaba sudando frio, y sus músculos se contraían por la tensión, mientras sus bellos se erizaban y sus dientes se apretaban.

Takashi la sostuvo entre sus brazos y la abrazo con fuerza, una vez que la chica se recupero, después de más de diez minutos, alzo la cabeza, para mirarlo.

Sin decir ninguna palabra, ella acepto la cercanía del chico, que solo iba acortándose más y más, sin mostrar ningún disgusto, recibió fácilmente su beso y se acurruco en su pecho.

El beso fue tierno y delicado, Takashi metió la lengua en su boca, saboreándola lenta y profundamente, sin siquiera darse cuenta, una de sus manos, ya estaba apretando uno de los deliciosos pechos de Saeko.

Aunque la chica soltó un gemido de sorpresa, no se resistió al toque del chico y por el contrario, lo disfruto y emborracho, en la nueva sensación.

El beso se fue volviendo más y más pasional, y la fuerza con la que Takashi, acariciaba a Saeko, se fue fortaleciendo.

Cuando la chica se decidió a tomar la iniciativa, de pronto, Takashi cayó hacia atrás, y ella sobre su pecho.

- ¿Takashi?

- Estoy bien… –contesto el chico, jadeando un poco– es solo que el truco que hice, de mostrarte las cosas que recuerdo, de esa manera, no es algo que debería haber hecho con mi fuerza actual, creo que no podre moverme, por al menos diez horas.

- … … tonto –dijo Saeko, con una voz inusualmente suave, luego se levanto, se acostó al lado del chico y lo jalo hacia ella, colocando su cabeza, en sus pechos– al menos estarás listo para el momento de irnos de aquí… así que mientras tanto, descansa, parece que mis senos te gustan mucho, te dejare sobre ellos, como una ocasión especial.

Takashi no supo que decir ante las palabras de la niña, que le daba una sonrisa maliciosa, pero tierna, por lo que mejor, cerró los ojos y se dispuso a descansar, de todos modos, la sensación todavía era muy buena, a su propia manera.

… … … … … … … … … …

… … … … … … … … … …

Ya está la novela sobre Harry Potter

Cuando escribo, me gusta escribir dos o tres historias juntas, pues de esa manera, siento que no me emboto en una sola idea, y estas pueden fluir y salir mejor.

Ahora tengo tres historias.

Espero puedan ver y comentar sobre mis otras novelas.