La Traición y La Última Voluntad

La táctica de Takashi y Saeko, funciono muy bien, aunque aun no pudo atraer a todos los Caminantes, si logro que la mayoría de ellos los persiguieran.

Aunque el trayecto del grupo restante, no fue tranquilo, ciertamente su carga disminuyo mucho y les permitió moverse, con relativa facilidad.

El grupo de Saya, Rika y los demás, lograron desplazarse hasta una tienda de ropa, dado que la antigua tienda, vendía ropa de marca, muy moderna, así como otras cosas, el edificio era de más de tres pisos.

Esto facilito las cosas para el grupo, ya que con explosivos, volaron las escaleras, y gracias al diseño del edificio, esto quitaba cualquier medio convencional, para subir a los pisos superiores.

Aun así, los Caminantes de nivel 4 y 5, con su gran capacidad y su forma febril, eran capaces de usar estanterías u otros medios, para lograr impulsarse hasta alcanzarlos.

Aunque era relativamente sencillo, protegerse y eliminarlos, gracias a la puntería de Kohta y Rika, y las habilidades de Soichiro y Godou.

Así, transcurrió la noche y llego el dia siguiente, todos estaban muy nerviosos, por la situación de Takashi y Saeko, que debido a la lejanía y otros inconvenientes, no podían comunicarse por el wokitoki.

Ellos escuchaban explosiones de vez en cuando, lamentablemente, nada garantizaba que fueran los chicos.

Saya y Yuuki, así como Rei, eran las más preocupadas, pero no podían hacer nada, así que intentaron enfocarse, en entrenar su puntería, con los Caminantes de abajo, y el control de su espiritualidad.

En una cierta esquina, Soichiro, Godou y los dos hombres, que se unieron al grupo, acababan de destruir a dos Caminantes de nivel 5.

Godou, estaba lejos del círculo que formaban Soichiro y los otros dos, pues estaba sentado, mientras limpiaba su Katana.

En ese momento, los dos hombres, se miraron mutuamente y de forma muy sutil, asintieron.

En el siguiente segundo, el hombre alto, apunto su pistola a la espalda de Soichiro y sin decir ni una sola palabra, disparo.

Pero los sentidos de Soichiro se habían agudizado enormemente, así que desde un principio, se dio cuenta que el hombre a sus espaldas, había sacado el arma, pero como no se imaginaba que lo atacaría, no reacciono, hasta que el ruido del disparo sonó, y su instinto, lo hizo moverse, mientras se daba la vuelta.

Pero la distancia era demasiado corta, lo que hizo que el balazo le destrozo el hombro, lo peor de todo, es que antes de que pudiera tomar represalias, una espada, le atravesó por el pecho, pinchando su corazón.

Con un grito furioso, la cabeza del hombre alto, que disparo a Soichiro, salió volando, pues Godou, también había reaccionado, lamentablemente, sin suficiente rapidez.

Sin embargo, el otro hombre no se inmuto ante la muerte de su "hermano", e hizo girar la Katana, dentro del cuerpo de Soichiro, haciendo que este, vomitara sangre.

Con una barra de su espada, Soichiro corto ambos brazos del otro hombre y lo pateo en el estomago, mandándolo a volar, y rompiéndole varias costillas.

El ruido inmediatamente llamo la atención de los otros, que llegaron rápidamente.

- ¡PAPÁ! –grito Saya alarmada, mientras Yuriko corría detrás de ella hacia el caído Soichiro.

Nadie sabía que decir, o si quiera podía entender la repentina y extraña escena frente a ellos.

Shizuka se acerco rápidamente y se quedo estupefacta por la situación, pues para ella, Soichiro Takagi, debería estar muerto, sin embargo, a pesar de que técnicamente ya no tenía corazón, sus otras funciones corporales, aun estaban ahí, sin embargo, ella no necesitaba entender por completo lo que sucedía, para comprender que al hombre, solo le quedaban como mucho, unas horas de vida.

Mientras ella revisaba e intentaba ayudar a Soichiro, Godou explicaba lo que sucedió, con una expresión sombría y enfurecida.

Después de que Shizuka dijo sus conclusiones al resto del grupo, solo pudo escucharse el sollozo de Saya y una estantería de madera solida, rompiéndose bajo el golpe de Godou, el cual se culpaba, por no haber podido proteger a Soichiro, la persona a la que le debía tanto.

La situación del grupo, había cambiado demasiado rápido, era irreal, que en un instante, uno de los hombres más fuertes de su equipo, había caído de esa manera.

- … ¿Por qué? –pregunto Yuriko, con una cara sin emociones, parándose frente al hombre que derramaba sangre por sus brazos amputados.

- … … … Shizune… … murió por su culpa, con lo hermosa que era… … es posible que él, se haya divertido con ella antes de matar… –pero antes de que pudiera terminar sus palabras, Yuriko le dio una patada en la cara, justo en el ojo, el cual se reventó, haciendo que el hombre gritara de dolor.

- … no me importa la forma en que las cosas sucedieron, si quieres decir que mi marido mato a tu hermana, ni siquiera me molestare en corregirte, pero no te permito decir que Soichiro, se aprovecho de esa manera de Shizune…

- … … … la verdad no importa… … la niña que nosotros protegimos desde el orfanato, la razón de nuestra vida, está muerta… … y sin importar el cómo, ya fuera como un héroe o siendo traicionada, ella ya no volverá a mí, así, la vida… coff, coff… de Soichiro Takagi, es la mejor compensación… ugh –antes de que el hombre continuara, Yuriko le dio otra patada, pero esta vez en el estomago, mandándolo a volar.

Dado que estaban cerca del final del piso, el hombre termino cayendo hacia la planta baja, e incluso antes de que pudiera morir por sus heridas, fue mordido y destrozado, por la febrilidad de los Caminantes de abajo.

Con una cara extremadamente fría, Yuriko miro todo el proceso, pero nadie le reprocho ni le dijo nada.

- Yuriko… yo

- … no tienes que justificarte –dijo Yuriko, interrumpiendo las palabras de Soichiro– se de lo que eres y no eres capaz… además, yo nunca te puse ningún tipo de trabas, y tu abrías podido… ya no importa.

La mujer camino hacia su esposo y abrazo a su hija, mientras que nadie decía nada, pues nadie sabía que decir.

Eran las tres de la tarde, si tenían suerte, en dos o tres horas, Takashi y Saeko volverían, pero nadie sabía, y con sinceridad, nadie creía, que tuvieran una forma, de cambiar la situación.

… … ... … … … …

Alrededor de las cuatro de la tarde, del día siguiente al Destello Primario, algunos Caminantes empezaron a detenerse, e incluso cayeron, como si fueran simples cadáveres.

Mientras que otros, se "sentaron" o se quedaron como estatuas, de pie en el mismo lugar.

A las cuatro y media, Takashi y Saeko, decidieron que era la hora de regresar.

Takashi había recuperado la movilidad más rápido de lo que pensó, cerca de ocho horas después de perderla, pero aun así, le costó moverse durante un rato, pero alrededor de las dos de la tarde, ya estaba prácticamente bien, aunque aun un poco rígido.

Aunque no tenía ni idea de cómo hacerlo, Saeko le dio un pequeño masaje, intentando compartir su fuerza espiritual con el chico, este lo permitió, no solo por vanidad, sino porque considero, que sería una buena oportunidad para que la chica entrenara su dominio más sutil, de la energía, que en la mayoría de los casos, le era muy fácil utilizar.

Aunque Saeko no era muy expresiva, su forma actual de actuar, parecía girar alrededor de Takashi, y aunque con ligeros sonrojos, en lo general no tenía ningún reparo en tocarlo o incluso darle un beso.

A pesar de ser todo lo contrario, su educación también era algo antigua, así que a su manera, ahora ella tenía la idea de dedicarse al chico, y ser obediente, sin ningún reparo; claro, hasta cierto punto, pues su individualidad natural y fuerza, era algo que no quitaría, y que incluso ella sabía, le resultaba muy atractivo a Takashi.

En algún sentido, tenía algunas similitudes con Yuriko, que a pesar de ser dócil con Soichiro, era muy capas e individual, por su propia cuenta.

Después de charlar un poco y tomar su decisión, los chicos saltaron al rio y siguieron su camino, hacia el área donde se habían separado con el grupo, en el transcurso hacia ahí, decapitaron y destruyeron, a cada Caminante que podían, pero sin retrasar demasiado su horario.

Cuando llegaron a una cierta distancia, pudieron comunicarse con el wokitoki, así, encontraron su camino a donde se ocultaba el grupo.

Aunque algunos Caminantes ya empezaban a recuperarse, unos comenzaron a dirigirse hacia un cierto lugar, incluso ignorando a Takashi y Saeko, mientras que otros, aun parecían rígidos, casi como si acabaran de morir, por lo que incluso siendo nivel 5, no eran gran problema.

Al llegar, subieron con relativa facilidad, a pesar de la falta de escaleras, gracias a cuerdas.

Pero justo cuando iba a preguntarle a Rika, quien es la que lo recibió, que era lo que les había pasado en este tiempo, Saya llego corriendo, y se aferro a él, en medio de lágrimas y quejidos.

Takashi se sorprendió, y rápidamente abrazo con fuerza a la niña, mientras con los ojos, miraba interrogativamente a Rika, la cual solo negó con la cabeza.

Después de un tiempo, Takashi y Saeko entendieron la situación, el chico, solo se quedo callado y abrazo con fuerza a Saya, pues en realidad, no tenia forma, de permitir a Soichiro, permanecer con vida.

Aunque la tienda en la que estaban, solía vender ropa, ese solo era su negocio principal, también vendían algunos muebles, aunque solo se limitaban a cosas como camas y escritorios, así como telas y cobijas.

Soichiro había sido trasladado, a una de las "salas", en que había colchones, en el tercer piso, cuando Takashi entro junto a Saya, vio al hombre recostado, con Yuriko sentada a un lado, sosteniendo su mano, en absoluto silencio.

- … ¿Qué tal chico? –dijo el hombre con una cara amarga– me alegra que hayas regresado con bien, quien pensaría, que sería yo el que este en esta situación… … lo más raro, es que puedo hablar y hasta respirar bien, a pesar de tener el corazón destruido.

- … si, cuando sufrimos una herida fatal, con un proceso parecido a la adrenalina, el espíritu se enciende, dando poder al cuerpo… normalmente para regenerar por la fuerza, o sostener el cuerpo, mientras este se recupera por si mismo –contesto Takashi– lamentablemente…

- Mi herida es más de lo que cualquier energía milagrosa, puede curar –termino Soichiro, y Takashi solo pudo guardar silencio, pues aunque no era exactamente así, cualquiera de los dos, eran muy débiles, para lograr el efecto necesario– Yuriko, Saya, déjenme hablar con el chico a solas.

Las dos mujeres se miraron fijamente, y después asintieron, dejando a los dos hombres solos.

- Dime chico, ¿Cuál es la necesidad de la cantidad de energía espiritual, al querer pasar a la segunda fase? –pregunto Soichiro.

- … … … cuando se llega al límite del Alma activa, se pueden realizar muchas cosas, pero sigue habiendo una cierta separación entre el poder espiritual y la realidad –empezó a hablar Takashi, a pesar de estar desconcertado, del porque Soichiro preguntaba eso, justo ahora– así, el medio más adecuado para lograr romper esa "barrera", es crear un enlace más poderoso, a través del cuerpo, a esto se le llama, Tótem de Alma, Runa de Ama o Estigma…. Para crear la primera marca o tótem, se necesita concentrar el poder espiritual en un solo punto del cuerpo y "dibujarlo" en tu piel, para eso, se requiere una cantidad constante de energía espiritual, nutriendo esta marca, de forma constante, sin una cierta cantidad de energía espiritual, aunque no imposible de lograr, puede tardar años, solo para empezar a crearla… mientras más cantidad, nutra la marca, es mejor, más rápido y por supuesto, te permite comenzar la segunda fase, con más facilidad.

- … …. Veo, muchas cosas complejas –comento Soichiro– ¿a qué se debe eso?

- La marca en la piel es fácil de dejar, al menos, relativamente fácil, es como una herida, que te deja el Alma, incluso yo puedo hacerlo en lugar de la mayoría, sin ningún tipo de efecto secundario, pero para que tenga efecto, solo se puede nutrir con la espiritualidad de cada uno, o nunca funcionara.

- ¿Qué hay de Saya y Yuriko?

- Si, para ellas es posible –contesto Takashi– aunque el talento de cualquiera de ellas no es el mejor, Saya está en la parte media superior, aproximadamente, y Yuriko-san está en la parte inferior alta, aunque tendrán sus dificultades, nada demasiado exagerado.

- … veo, ¿y los demás?

- … para Saeko será tan sencillo, que prácticamente ni siquiera tiene que molestarse en el proceso, Alice y Godou, podrán realizarlo con facilidad, lo otros están alineadas con Saya y Yuriko-san, mas menos, solo Sumire, Rika y yo, tenemos dificultades, cuando se trata de la cantidad de energía.

- … … … entiendo –dijo el hombre, cerrando los ojos– ¿puedes usar mi poder espiritual, para repartirlo a los demás?

- … …. No –contesto Takashi– se necesita el Alma activa, para poder hacer algo como eso, aunque en este caso, Saya seria una excepción, y quizás Yuriko-san, actualmente nadie puede asimilar algo así.

- … por lo que es posible, ¿eh? –dijo Souchiro un poco desconcertado, pues aunque fue su idea, no esperaba que fuera correcta.

- No tanto así –negó Takashi– la absorción de poder espiritual, sobretodo de un humano, se divide en tres formas diferentes, sin mi ayuda, incluso la más sencilla, necesitaría la fuerza de la Segunda Fase y aun así, puede salirse de control, dependiendo la situación.

- ¿Por qué?, ¿Qué formas?, ¿afectaría a Saya y a mi esposa? –pregunto Souchiro.

- … … parece que ya te decidiste, ¿eh? –comento Takashi– toda energía espiritual tiene la conciencia del huésped, si no la sabes purificar o absorber, puede volver loco a las personas que lo toman, claro, en tu caso, que prácticamente la regalas, no tiene ese efecto, así mismo, cada energía es más densa que otra; se divide, en espiritualidad, raíz espiritual y semilla espiritual.

- Cuando una persona muere, su alma se separa principalmente en dos, la parte pura que se va y se "cree" que reencarna, y la parte que tiene el ego –siguió Takashi– la parte "pura" también se divide, en "pureza vital" y "pureza intangible", cuando se es experto y se tiene suficiente poder, "pureza vital" o "raíz espiritual", se puede absorber, mientras que la "semilla espiritual", es también la parte terrenal o la parte del ego. Ambas tienen sus dificultades y beneficios, siendo la semilla espiritual, la más peligrosa en devorar… exceptuando, cuando la persona la "quiere" dar, y sobre todo, cuando la que la recibe, es su hijo, hermano o padre.

- … ¿entonces puedo darle mi semilla espiritual a Saya? –pregunto Soichiro.

- Sí, pero actualmente, solo una muy pequeña parte, pues no tengo mucho más capacidad para facilitar el proceso.

- … …. Quiero que tú, Yuriko y Saya absorban mi poder espiritual, y darle a Saya, lo que se pueda de mi semilla –dijo Soichiro.

- … si ya estas decidido, que así sea, pero le daré todo tu poder espiritual a Yuriko-san, mientras que a Saya solo la parte de tu semilla espiritual –contesto Takashi– la espiritualidad, a pesar de todo, es una energía muy impura, sobre todo cuando se traslada de uno a otro, si se pudiera manejar en puntos, cien puntos para ti, solo serian entre uno y diez para el que la absorbe, por lo que dárselo todo a Yuriko-san será mejor, mientras que la semilla es extremadamente pura, y al ser tu hija y quererte tanto, incluso esa pequeña parte, puede ser más efectiva y poderosa, que todo tu espiritualidad.

- … veo, estoy bien con ello, aunque también quería apoyarte un poco a ti –comento el hombre con un suspiro.

- Cuando una persona muere, en ciertas circunstancias, o con una gran cantidad de espiritualidad, la separación de su Alma genera algo que llamo "energía Astral", de hecho, a cualquiera le pasa a menor escala, es la energía espiritual que se dispersa en el mundo y se mezcla con algo parecido a la realidad. Yo, tomare eso.

- … …. De acuerdo.

Con eso decidido, Takashi salió a llamar a Yuriko, Saya y Godou, el cual estaría protegiendo el lugar, para no ser interrumpidos.

El proceso no era tan maravilloso, no a este nivel tan bajo, las mujeres solo tenían que poner la mano en la frente o torso de Soichiro y ya está, Takashi se encargaba de lo demás.

Aunque la voluntad de Saya y Yuriko, de continuar con el proceso que Soichiro deseaba, era gran parte de lo que ayudaba.

Cuando se termino, ambas mujeres estaban tan agotadas, que se desmayaron, el chico las puso a lado de Soichiro, y espero el momento de su muerte.

- Dime mocoso, ¿me convertiré en un Caminante? –pregunto Soichiro.

- No, aunque eso le puede pasar a las personas cuando mueren, incluso sin ser mordidos, para alguien que despierta su espiritualidad, es muy difícil que suceda, tú que ni siquiera has sido mordido o herido en una lucha contra ellos, no tienes de que preocuparte.

- … veo –contesto Soichiro, ahora que prácticamente había sido vaciado de todo su poder, su cara estaba pálida e incluso la piel de sus dedos y palmas, se había arrugado, en cualquier momento moriría– ya le dije a los demás y a Godou, todo lo que quería decir, pero quiero que protejas a mi hija.

- Eso es lo que he intentado desde el comienzo, y no cambiara.

- … no me importa si tienes cientos de mujeres, no debes hacer a un lado a Saya.

- … no necesito cientos, me conformo con ocho o diez, tal vez trece, dicen que es un número de buena suerte, a pesar de todo –contesto Takashi, queriendo bromear– pero Saya ya tiene su lugar especial a mi lado.

- … –Soichiro asintió satisfecho, no solo por las palabras del chico, sino por su mirada firme– cuida también a Yuriko.

- … no me tientes –respondió Takashi, queriendo seguir con la broma.

- … maldito mocoso… aunque no me importa, si realmente puedes lograrlo, solo no la abandones –contesto Soichiro cansado, luego cerró los ojos.

Un instante después, sucedió algo que en este momento, solo Takashi podía ver, incluso si los demás estaban ahí, no lo verían.

Una especie de círculos luminosos, se desprendieron del cuerpo de Soichiro, de pequeños a grandes, y luego algo como gas transparente, salió volando muy rápido, mientras una niebla azulada, llenaba la habitación y parecía ser absorbida por las paredes, pisos y demás cosas.

Takashi rápidamente absorbió esa energía, después de un tiempo, todo volvió a la normalidad.

Ya eran las ocho de la noche, y la oscuridad se extendía sobre el mundo otra vez.

… … … … … … …

Mientras miraba la luna, que actualmente se había convertido en el centro de su visión, como si todo lo demás hubiera desaparecido, Takashi, sintió como si de pronto, pudiera "sentir", la sangre recorriendo sus venas, cada musculo y órgano que poseía y hasta su propia alma, existiendo dentro de su cuerpo.

Entonces, un entumecimiento le recorrió todo el cuerpo, sus puños se cerraron sin su voluntad, sus músculos se tensaron sin su "orden", hasta sus pulmones pararon de absorber aire y retuvieron el que tenían.

Después, todo regreso a la normalidad, pero la luna que veía, ya no podía ser vista, era solo como una bola de luz blanca con un ligero tinte rojizo, iluminando el mundo, como si la luna, solo fuera la misericordia de la noche, para tener algo de luz, como si fuera el reflejo o la voluntad del día, para nunca decaer.

Todo a su alrededor parecía diferente, y su cuerpo parecía ser más duro y puro, como si su sangre fuese agua de charco, remplazada por la de un manantial, como si el aire que respirara, lo alimentara, quitándole el hambre y la sed.

Takashi camino hacia un mueble, de la sala en donde se encontraba y fácilmente arranco un pedazo de madera maciza, cuando la apretó dentro de su palma, esta se convirtió en polvo fino, con pequeñas astillas.

Todo esto le había mostrado, que por fin logro alcanzar el Alma Activa, esto se debió al estallido del Destello Primario y a la energía Astral, desprendida de Soichiro.

- … Takashi –se escucho la voz de Saya.

- ¿Sucede algo? –pregunto este, pues no solo eran las tres de la madrugada, sino que obviamente, la chica se veía muy decaída y extremadamente cansada.

- … –ella no dijo nada y se acerco a él, luego lo abrazo con inmensa fuerza, como si temiera que desapareciera en cualquier minuto.

Sin decir ninguna palabra, Takashi la cargo y la acostó en una cama, luego se puso al lado de ella y la abrazo con fuerza.

Ella empezó a sollozar, mientras se aferraba a su cuerpo, después de casi una hora, su cuerpo y conciencia no pudieron más, y se quedo dormida.

Takashi saco una pastilla para dormir de su bolsillo, era algo que le había pedido a Shizuka, para cuando la necesitara.

Partió la pastilla a la mitad y se la metió a la boca, solo que sin tragársela, luego infundio su espiritualidad en ella, y beso a Saya.

Después de hacerla tragar la pastilla, la abrazo con fuerza y ternura, mientras miraba el cielo nocturno, que ahora parecía más claro, mientras esperaba que el sueño lo arrastrara.