Un juego absurdo e infantil

Jeff se exaltó por la orden del magnate.

¿Qué cambió de situación era esto?

- ¡¿Qué crees que haces?! - inquirió Jeff exclamando con rotunda molestia.

Era incongruente lo que haría el Presidente Orson al despertar a la humana. ¿Acaso no quedaría expuesto la tensa situación?

- Hazlo Remi. - habló el presidente, ordenando para que despertarán a la humana. Ignoró por completo la reacción inusual de Jeff.

El magnate sólo esperaba ver con sus propios ojos lo que se desataría a continuación.

Bueno, era fundamental cerciorarse que era en realidad esta chica para Jeff.

Por lo tanto, con astucia e inteligencia lo pondría a prueba antes de dar su siguiente paso para su plan siniestro.

El asistente Remi avanzó a donde se encontraba la chica totalmente inconsciente. Jeff, marcando una mueca, sólo podía observar; se retuvo para no cometer un error.

Él no podía detenerlo sino...

Remi acomodó a la chica de manera delicada. Y de un solo movimiento, hizo presión en la sien de Etna y rápidamente ella recobró sus sentidos.

Ella lentamente abrió sus ojos y se llevó su mano a su cabeza.

- Aay...duele... - murmuró ella.

Y al abrir sus ojos en par, lo primero que vio fue el piso. Todavía no era consciente de dónde se encontraba. Su visión estaba borrosa, no podía distinguir a las dos personas que se encontraban al frente pero se ladeo e inmediatamente reconoció a Jeff.

Etna: - Hum... J-Jeff, ¿Q-Qué...pasó? - preguntó confundida.

Jeff de inmediato se enderezó. Mostrando una firmeza pero gotas invisibles de sudor aparecieron en su frente por el cuestionamiento de Etna.

Se preguntaba que tramaba el magnate. ¿Cuál era su propósito?

- Aah sí, y dime ¿cuándo me pagarás todo mi dinero? Seré franco sí no me lo das, te mataré. - dijo el Presidente Orson con una frialdad que congeló todo el ambiente.

Tanto Etna y Jeff quedaron aturdidos por esa declaración. Mientras que el asistente Remi no se inmutó para nada; sabía con plena exactitud lo que seguía a continuación.

El gran magnate estaba poniendo en tela de juicio la relación de esta niña con Jeff.

En la mente de Etna sólo se repetía como disco rayado: " Te mataré... Te mataré..."

Inclusive palideció de inmediato.

Por otro lado, Jeff comprendió el tipo de juego sucio y astuto que ejercía el magnate.

¿Acaso utilizará esta niña para su beneficio?

¡¡Qué estúpida tontería!!

Claro, el inteligente Jeff supo que el Presidente Orson lo estaba poniendo a prueba para saber exactamente si la chica humana no mantenía ningún tipo de relación estrecha con él.

Por ende, ¿por qué no simplemente utilizar sus poderes alienígenas para saber la respuesta correcta?, se preguntó Jeff.

En todo caso, el Presidente Orson quería ver por sí mismo la verdadera relación de Jeff y saber si el chico problemático dejaría mostrar una reacción interesante.

También pensó el magnate que sería una oportunidad para saber su punto de aquiles.

Todo se encontraba en un profundo silencio. El asistente Remi sólo observaba. Suspiró internamente también cuestionandosé por qué el presidente glacial estaba usando tácticas sin sentido.

Bueno, desde el punto de vista de Remi, esto era un juego infantil.

¿Por qué no actuar de una manera más eficaz y certera?

El asistente Remi no lo entendía. Él pensó que quizás el presidente estaba siendo considerado porque la humana sólo era una niña de 15 años.

¡¿Acaso el presidente glacial estaba ofreciendo piedad a un humano?!

Para Remi era difícil de asimilar. Nunca antes el Presidente Orson fue piadoso con un ser cualquiera. Entonces, ¿qué tramaba en realidad? ¿Cuál era el verdadero objetivo?

Eso era una incógnita.

- Vamos muchacho, responde. - mencionó el magnate como si de un feroz mafioso se tratará.

Jeff crispo sus labios por tener que seguirle este tipo de juego absurdo.

<<¡¿Qué demonios?! ¡Es un jodido cabrón!>>

Etna todavía no asimilaba el panorama frente a ella. En sus ojos miraba a un hombre distinguido y misterioso, sentado en el sofá mostrando una determinación inigualable. Ella atisbo con más claridad esos ojos ámbar; un color peculiar y similares a los ojos de un lobo.

Era una mirada acechando cautelosamente a su presa, fulminando directamente a Jeff. Una gran bestia que estaba dispuesto atacar en cualquier instante.

<>, se preguntaba Etna con esa sensación de dolor en todo sucuerpo y sobre todo esa angustia interna.

- No te daré ni un maldito centavo. No te debo nada. - entonces escupió Jeff con ese ápice de malicia en su voz.

Aunque tuviera sus gafas oscuras, el Presidente Orson atisbo como este chico problemático lo desafiaba con la mirada.

Ambos ya sabían a que se referían. Desde luego, lo que estaba en juego era lo que poseía Jeff en sus manos.

La única, muerta de preocupación era la pobre de Etna. Ella sólo tenía en mente que Jeff le debía dinero a este mafioso.

Enseguida ladeo su cara hacía Jeff y se percató que él mostraba una clara tenacidad.

¿Acaso Jeff era un chico pandillero? ¿Tan grande era el monto de dinero que debía para que lo amenazaran de muerte?

¡¿Quiénes eran estos hombres frente a ella?!

Etna se aclaró la garganta. Nunca se vio involucrada en una situación complicada y peligrosa.

Dispuesta a decir algo, abrió lentamente sus labios temblorosos pero antes que una palabra saliera de su boca, el Presidente Orson chasquio sus labios y fijo sus ojos a Etna.

La cicatriz de la cara de Etna era una prueba de aquel incidente; un duro y amargo recuerdo.

¿Cómo era posible que el astuto de Jeff no se diera cuenta de ello? ¿Acaso no investigo a la chica o es que simplemente le dio igual?

El Presidente Orson sonrió por dentro. Tenía la confianza que su plan malévolo resultaría a la perfección.

- Ya veo tu insolencia. Tu novia se nota muy preocupaba, ¿no es así niña? - inquirió el presidente mirando fijamente a Etna.

En un santiamén Etna tanto Jeff se quedaron estáticos.

<<¡¿N-N-Novia?! ¡¿Y-Y-Yo?!>>, gritó Etna por dentro. Conmocionada por tal especulación. Inmediatamente su cara se ruborizo por la idea que la relacionaron de una manera íntima con el chico apuesto de Jeff.

Ella se sintió muy avergonzada.

<<¡¡Ahh no me jodas!! ¡Este imbécil! ¿Qué demonios planea?>>, gritó Jeff por dentro, totalmente irritado porque de nueva cuenta le decían que Etna era su novia.

Enseguida empuño sus manos y una mueca de desdén se dibujo en su cara.

El Presidente Orson observó a detalle como la chica se retorcía de la vergüenza.

'Los humanos son demasiados susceptibles a demostrar sus emociones.'

- Y-Yo...eeh...bu-bueno... - balbuceo Etna cabizbaja. Quería decir que Jeff no era su novio.

Sin embargo, recordó el instante que lo besó en la mejilla y también que lo llamó: idiota y tonto. Sentía tanta vergüenza que deseaba huir del lugar.

- Pff...ya te dije que no es mi novia. No es mi tipo. - entonces contestó Jeff, sonando despectivo y enfatizando cada una de sus palabras.

Su molestia estaba al tope y a punto de explotar en cualquier instante. Si quisiera ya se las hubiera arreglado para irse pero con la chica humana en medio, era un obstáculo total en su camino.

Él ni siquiera midió sus palabras frías y menos se percató que dichas palabras fueron un duro golpe para Etna.

Ella se encogió más de hombros, repitiéndose ahora en su cabeza: "No es mi novia... No es mi tipo"

Por alguna extraña razón eso le perforó el alma. Borró cualquier indicio de vergüenza y ahora solo tenía una expresión triste.

¿Por qué sentirse mal si de todas maneras Jeff no es su novio y menos un amigo...?

Ella no era capaz de saber ese nudo que se le formó en su garganta. Solo pudo inclinar su cabeza, ocultando su cicatriz.

El magnate no estuvo convencido de la reacción de Jeff.

<<¡Muy arrogante X87! Ya veremos tu límite.>>

- Hm. Entiendo. Entonces, no te importará que la tomé y la venda para conseguir mi plata.