Capítulo 775: Advertencia

"¿Qué tan cierto crees que sea que existe una forma de regresar a nuestro mundo?" - preguntó Suzu por primera vez luego de recuperarse de su tristeza por la mención de Eri.

"Como dije, existe la posibilidad, el problema es que no tenemos esa seguridad porque Ehit es un hijo de puta" - respondió Jugo mientras fruncía el ceño - "Es obvio que la información que nos dio Strife es verídica"

"¿Te refieres a la conexión de Ehit con los demonios, así como el motivo de nuestra llegada a Tortus?" - preguntó Ryutaro mientras fruncía el ceño - "Supongo que tienes razón..."

Suzu apretó su mano mientras le daba una mirada llena de preocupación.

"Por el momento, solo nos queda sobrevivir y esperar a que Strife logre conseguir todas las magias, tal vez allí podamos volver a casa" - intervino Endou mientras miraba alrededor - "Recuerden que existe la leyenda que dice que el poseedor de las magias antiguas podrá hacer cualquier cosa, y si esto es cierto, entonces es posible que él logre crear una forma de regresar"

"¿Cuántos laberintos le queda por superar?" - preguntó Suzu con preocupación, porque honestamente ella no quería estar más en esta dimensión. Ella solo deseaba volver a casa con su familia y olvidar todo lo que había sucedido, algo que los demás héroes compartían, bueno, todos menos Endou que estaba todavía culpándose por la muerte de una chica inocente.

"Solo queda uno" - respondió Endou mientras cerraba los ojos, aunque esto no era perceptible gracias al flequillo que los bloqueaba - "Al menos eso fue lo que me dijo Rika mientras estaba trabajando como su guardaespaldas..."

"Todavía no entiendo por qué fuiste con ella, Endou" - dijo Ryutaro con el ceño fruncido - "¿Te gustaba?"

"No, no es eso, es solo que sentía que se lo debía a Strife-san por habernos ayudado tanto" - respondió Endou con honestidad - "Además, ella era nuestra líder y la persona que nos ayudó a sobrevivir en este mundo extraño, sin ella, nosotros no hubiéramos podido tener las vidas tan tranquilas que tenemos ahora..."

Los héroes se miraron entre ellos antes de asentir con debilidad, después de todo, las palabras de Endou eran ciertas.

* * *

La reunión de los héroes había terminado hace unos cuantos minutos, tiempo en el que ellos se fueron a sus respectivos trabajos, dejando solos a Ryutaro y a Suzu.

"Es irónico..." - dijo Ryutaro con una expresión triste - "Nosotros, los mejores amigos de los dos traidores, en una relación..."

"Ryutaro-kun..." - murmuró Suzu con pesar - "Sí, tienes razón..."

"Sigo sin poder creer que Kouki haya hecho esto..." - suspiró Ryutaro mientras apretaba los dientes - "Pero no importa cuanto lo piense, todas las pruebas apuntan a esto, además, Endou no parece ser de las personas que mienten..."

"Yo tampoco quiero creer sobre lo que he escuchado de Eririn, pero..." - suspiró Suzu mientras se mordía el labio - "Supongo que somos tal para cual..."

"Y eso es bueno, supongo" - sonrió Ryutaro mientras apretaba la mano de su novia - "Al menos podemos apoyarnos entre nosotros en estos momentos de dolor..."

Suzu estaba por decir algo más, cuando escuchó un murmullo.

"¿Sucede algo, Suzu-chan?" - preguntó Ryutaro mientras miraba a su novia.

"Creo que escuché la voz de Eririn" - respondió Suzu con preocupación mientras miraba alrededor, solo para sentir la mano de su novio sobre su hombro.

"¿En serio?" - preguntó Ryutaro con el ceño fruncido - "Entonces tenemos que tener cuidado, recuerda que ella está con Kouki secuestrando gente, así que es posible que nosotros seamos sus próximas víctimas, y si ellos de verdad mataron a Minami, entonces no creo que nuestra antigua amistad sea algo que los detenga de intentar atacarnos..."

Suzu apretó los dientes antes de asentir e intentar ignorar el murmuró, pero este era cada vez más claro. Eri la estaba llamando, y por algún extraño motivo ella sentía que debía de ir.

"¿Suzu-chan?" - preguntó Ryutaro con sorpresa.

"Lo siento, pero tengo que hacerlo" - dijo Suzu mientras le daba una sonrisa y corría donde sentía que había escuchado a su antigua amiga.

Ryutaro apretó los dientes mientras luchaba con la idea de ir a buscar a los demás para que les dieran apoyo, aunque rápidamente descartó esta idea porque si lo hacía, era posible que perdiera para siempre a su novia, así que sin pensarlo más él corrió detrás de Suzu.

El dúo corrió por los callejones de la ciudad, hasta que llegaron al cementerio.

Ryutaro frunció el ceño porque este lugar era el patio de juegos de Eri Nakamura, pero no podía simplemente abandonar a su novia, así que continuó acompañándola hasta que llegaron a un árbol marchito.

"Honestamente, no pensé que vendrías a verme, Suzu-chan..." - dijo una voz que los dos héroes reconocieron de inmediato.

"Eririn..." - murmuró Suzu mientras miraba alrededor, solo para percatarse de una pequeña llama azul que estaba posada sobre una de las ramas marchitas - "¿Eres tú?"

"Se podría decir que soy lo que queda de mi versión original..." - respondió la llama azul con un tono lleno de tristeza y desolación - "Considéralo una forma de poder salvarme en caso de emergencias, que terminó siendo inútil..."

"¿Qué fue lo que pasó, Nakamura?" - preguntó Ryutaro con el ceño fruncido.

"Sakagami... ¿Uh?" - dijo la llama azul con aburrimiento - "Me sorprende que ustedes dos estén juntos siendo que Kouki y yo..."

"¿Kouki? ¿Sin el "kun"?" - preguntó Suzu con sorpresa.

"No creo poder seguir sintiendo amor por la persona que me mató luego de todo lo que hice por él" - respondió la llama azul con sarcasmo.

"¡¿Kouki te mató?!" - exclamó Ryutaro con sorpresa mientras sentía cómo su respiración se detenía por unos segundos.

"Sí, y sin pensarlo dos veces" - respondió la llama azul con tristeza - "Supongo que elegí mal a mi amado, aunque no es como si pudiera controlar mis sentimientos, de hecho, creo que seguiría haciendo lo mismo incluso si pudiera volver en el tiempo..."

"Eririn..." - murmuró Suzu con tristeza mientras sentía cómo las lágrimas corrían por sus mejillas.

"¿Lloras por mi luego de todo lo que he hecho? Eres demasiado amable, Suzu-chan..." - dijo la llama azul mientras parecía perder un poco de su brillo - "En fin, mejor digo lo que he venido a decir antes de que se me acabe el tiempo"

"¿Acabe el tiempo?" - repitió Ryutaro con el ceño fruncido.

"Sí, esta pequeña llama es todo lo que queda de mi, porque el resto de mi alma fue absorbida por la espada de Kouki" - respondió la llama azul mientras se sacudía - "Es irónico, sacrifiqué todo de mi por Kouki, incluso mi humanidad, pero tal parecía que eso no era suficiente para él..."

Ryutaro y Suzu se quedaron en silencio.

"En fin, solo quería advertirles que tengan cuidado..." - dijo la llama azul con seriedad en su voz - "Antes de que mi alma fuera devorada, escuché cómo la espada decía que mi alma de otra dimensión era deliciosa, es por eso que es posible que Kouki vaya contra ustedes..."

Ryutaro y Suzu se congelaron cuando escucharon esto mientras sentían una gran cantidad de sudor correr por sus espaldas.

"Supongo que eso sería todo..." - murmuró Eri Nakamura mientras hacía que la llama azul tomara su forma - "Te deseo suerte, Suzu-chan, tal vez mi amistad contigo haya sido una mentira, pero al final de mi vida, descubrí que fuiste la única persona que de verdad me apoyó, incluso cuando hice todas estas barbaridades..."

"¡Eririn!" - exclamó Suzu mientras veía cómo la llama desaparecía sin dejar rastros. Ella no pudo contenerse más y empezó a llorar porque ahora comprendía que su mejor amiga había fallecido.

Ryutaro la abrazó mientras apretaba los dientes porque con esto había dos muertes confirmadas de sus amigos por parte de Kouki, y aunque Cloud había hecho lo mismo con los dos traidores, ellos se lo habían ganado a pulso luego de todas las atrocidades que habían cometido.

* * * * *

"Ya veo..." - murmuró Aiko, o mejor conocida como Ai-chan sensei, la profesora de la clase de Cloud, la cual había regresado a la normalidad luego de los sucesos dentro del templo sagrado - ". . ."

"No es su culpa, Aiko sensei" - dijo Endou mientras agachaba la cabeza - "Si quiere culpar a alguien, puede culparme a mi..."

"No, es mi culpa por no ser lo suficientemente fuerte para detener a mis estudiantes de cometer esas atrocidades, fue mi culpa por no darme cuenta de la enorme presión que estaban pasando, fue mi culpa por no saber qué hacer en este mundo..." - respondió Aiko con lágrimas en los ojos, después de todo, había muerto una de sus estudiantes favoritas. Rika siempre la ayudó durante sus días de clases, y su actitud madura le hacía parecer que estaba hablando con una mujer con años de experiencia.

Era tal la relación entre ellas, que Aiko veía a Rika como la hermana que siempre deseó tener - "Rika-chan..."

"Lo siento, sensei..." - murmuró Endou antes de retirarse, porque honestamente no quería ver cómo su profesora se rompía en llantos.

"Rika-chan..." - murmuró Aiko mientras continuaba llorando con la pérdida de su estudiante a manos de Kouki Amanogawa - "Por qué... ¿Por qué tienen que matarse entre ustedes? ¿A caso hice un mal trabajo como profesora?"