Bast recordó lo que le dijo la pequeña Antonia "mami está en el cielo"
- Ella esta…
- Muerta- respondo.
La joven semihumana no se atreve a preguntar.
- La asesinaron frente a mis ojos- respondo con tristeza- no puede hacer nada. De hecho, creo que también morí ese día- señalo mi corazón- es lo peor que he sentido. Dolor y más dolor, luego de perderla conocí el sufrimiento por 4 años, no me volví loco de milagro, en mi corazón siempre llevo el recuerdo de mi esposa, es algo que jamás voy a olvidar, porque cuando pierdes a la persona que más amas en el mundo todo se vuelve oscuro y nada te importa, así pensé durante esa estancia de sufrimiento continuo. Porque cuando te torturan durante tantos años no puedes pensar en nada, solo en morir.
La joven semihumana veía el dolor y tristeza reflejado en los ojos de Augusto, esa misma mirada que siempre tenía desde que lo conoció. No había cambiado nada… no… eso era mentira porque lo había visto ser feliz aquella vez con sus hijas…. Y no solo con ellas, también con ella….. porque precisamente tenía que ser ella….. por más que le doliera la verdad era imposible de negar.
- Es algo que no he superado, pero ellas me salvaron de caer en la total oscuridad.
- ¿Quiénes?
- Mis hijas, ellas son mi salvación. Lo que más amo en este mundo… la única razón por la que me esfuerzo y ahora ellas no están conmigo, su tía las tiene porque no pude protegerlas- lagrimas salen de mis ojos- siempre es lo mismo no puedo proteger a nadie que me importe, si no fuera por Tera y Alpha mis amigos yo…
- Augusto yo…- Bast prefiere no decir nada, no puede decir que siente lastima o algo parecido, ya que sonaría patético.
Era cierto.
La propia Bast lo había notado, era tan obvio que Augusto no podía estar solo siempre lo acompañaba o su amigo elfo, la joven bruja o sus hermanas, nunca lo abandonarían.
- Ahora te voy a la segunda historia, me gustaría que prestaras atención, esta me la conto mi hija mayor Maki. Hace cierto tiempo un hombre, adoptado por una familia de renombre en la cual sentía que no encajaba, en sus días de la academia no hacía mucho, solo se dedicaba a mejorar sus habilidades, hasta que termino la academia y decidió dejar a su familia adoptiva, el joven se unió a un gremio junto a su mejor amigo en una de esas aventuras conoció a una bruja que viajaba por el mundo, el hombre era extremadamente confiando en sus habilidades y la bruja igual, cuando se conocieron no se llevaron muy bien ya que continuamente chocaban, pero los dos pasaron muchas cosas junto a sus amigos. Al pasar el tiempo se enamoraron luego decidieron casarse y formar una familia. El matrimonio tuvo 3 hijas, la primera poco recuerda a su padre, la segunda no lo recuerda y la tercera jamás lo vio, su padre decidió viajar por el mundo en busca de una medicina para su esposa, mi hija me dice que su padre aun siendo el mejor hechicero que pudo existir después del primer emperador no encontró la cura para el mal que aqueja a su esposa.
- ¿Qué paso con el padre?
- No se sabe. Desapareció hace ocho años y algo, dejando a su esposa enferma y a sus tres hijas.
¿Por qué le cuenta una historia tan extraña? Se pregunta Bast parece que le estuviera narrando su vida, pero al mismo tiempo no. Ella solo quiere seguir escuchando.
- ¿Dime Bast? ¿Crees que es justo que ambos hombres no pudieran salvar a las personas que más amaban? El primero no tenía nada especial, no fue bendecido con habilidades únicas, tampoco podía cambiar el mundo, solo era una persona normal que quería vivir feliz, pero esa felicidad le fue arrebatada, pero el segundo casi era un ser invencible vivía feliz con su esposa e hijas y aun así murió sin poder salvar a su esposa de una enfermedad- me siento y continuo- eso no es lo más extraño, lo realmente extraño es ¿Por qué le dieron una segunda oportunidad al primer hombre sin habilidades especiales y no al segundo? El segundo podía cambiar las tornas y salvar a todos. En cambio, le entregaron la segunda oportunidad al más inútil, el que no puede hacer nada, solo lo volvieron un poco más joven y ya.
La joven semihumana esta atónita, paralizada. No sabe absolutamente nada de Augusto, no entiende lo que le está contando, desde que le dijo lo de las 3 edades solo escucha intentando entender, pero ahora esta confusa.
- ¿Quién eres tú?
- ¿Yo? Soy ambos hombres.
Las cosas nunca suceden igual con lo que se planea.
Bast acaba de darse cuenta de eso, ahora entiende porque Augusto casi no habla de quien es. Porque literalmente es imposible saber quién es realmente es allí donde llega a una conclusión. ¿Debería intentarlo? ¿debería parar? ¿debería tener una relación seria con este hombre? El meterse con el seria complicado. Tiene 3 hijas, problemas emocionales, pero aun así el continua. ¿Qué es real? ¿sería capaz de sobrellevar aquello? ¿solo es curiosidad?
- Lamento hacerte perder el tiempo con esa historia Bast. Pero creo que arruine la cita- el digo a mi amiga.
- Yo..yo no lo sé- Bast aún sigue pensando.
- Te entiendo, me invitaste a salir, me muestras tu lugar ideal para luego deprimirte con mi historia. Prácticamente arruine todo- exclamo mientras escondo mis manos en los bolsillos de mi pantalón- es mejor que dejemos las cosas aquí- digo mientras bajo la cabeza deprimido.
- ¡Espera! - Bast me detiene- ¡soy yo quien decide cuando terminamos la cita y cuando no, recuerda que fui yo quien gano! - no se trata de ganarle a la mujer de la florería. Se trata de comprender realmente a la persona que le gusta, si en verdad lo quiere primero debe conocerlo- la cita acaba hasta que yo diga, vamos es hora de sonreír como siempre lo haces.
Eso me hace sonreír, procedo a secarme las lágrimas con un pañuelo– en verdad eres increíble Bast, es por eso me gustas- me seco las lágrimas mientras ella se separa de mi por pocos centímetros- ¿y bien a donde vamos ahora?
- ¿Q—que..que que acabas de decir? - Pregunta ella roja como un tomate. No esperaba ese tipo de confesiones, aun mas viniendo del mismo hombre que no podía comunicarse bien con ella o la mujer de la florería (eso ultimo la molestaba bastante ya que con ella era distinto)
- Dije que me gustas. Pero también me gusta alguien más, prefiero ser sincero con mis sentimientos sean o no sean correspondidos porque es lo único que me queda- normalmente me sería imposible decirle eso de frente a ella, pero hoy me siento distinto- ¿dije algo malo? Pregunto.
- No..no es malo, solo que… no creí que fueras a decirme eso así.
- Bueno creí que era lo…
De repente Bast me da un beso en los labios.
Ella separa sus labios de los míos, luego me mira directamente- creía que era lo correcto en un momento como estos y viendo tu sinceridad- Bast me coloca un dedo en los labios y me guiñe el ojo- vamos a divertirnos.
- ¿A dónde vamos?
- Ya verás - me dice sonriendo.
Bast toma de la mano a Augusto y se lo lleva a otro lugar, aun era de mañana.
Llegamos a una zona especial donde ella me dice que me quite los zapatos, era un gran parque rodeado de fuentes que funcionan con magia, hoy festivo el parque está repleto, ella deja sus tacones y se mete, de repente se abren pequeñas compuertas y el lugar se llena de agua, la cual brilla con el reflejo del sol, Bast parece una ninfa bailando sobre el agua, sonríe mientras me invita a entrar, me quito los zapatos y la acompaño, mientras pequeñas gotas de agua mojan nuestras ropas, en algunas zonas se forman fuentes y se ven pequeños arcoíris reflejados por la luz artificial mágica. Es un momento mágico, donde me tomo de las manos con Bast mientras nos divertimos. Hace mucho no me divertía así.
Nos quedamos parte de la mañana.
Mojados salimos del lugar y nos dirigimos a un restaurante, riendo mientras íbamos tomados de la mano, ella me aprieta con fuerza.
Los clientes del lugar se quedan mirando a la hermosa semihumana con su ropa mojada y casi transparente, debido a que estábamos mojados aun, nos quedamos en la plaza cubierta del restaurante.
- Sabes cuando te conocí en la plaza creí que era mentira lo de que eras un padre soltero- me dice ella mientras esperamos nuestra orden.
- ¿Por qué debería mentir sobre eso?
- No lo sé, muchos mienten, pocos se atreven a decir que son padres solteros.
El camarero nos trae las bebidas.
- Gracias por escuchar mi historia Bast, en verdad me ayudó mucho poder desahogarme, contar la verdad. Amo demasiado a mis hijas, ahora me siento mejor y sé que mis hermanas, mis amigos, el jefe, Vish, Bosco y tú me han ayudado mucho.
Ella toma mi mano, su mano es muy suave y caliente.
- Déjame comprenderte - me dice- creo tu historia, quiero ayudarte
No puedo describir las emociones de saber que puedes contar con alguien, mis amigos me lo habían demostrado muchas veces, mis amados pactos y lo que mas quiero en toda mi vida, mis queridas y amadas hijas.
Eso me hace sonreír.
Bast había dejado su timidez y seguía con todo, quería saber que se sentía estar con él. Pero aún seguía dudosa.
Ya eran las 2:00 P.M, después de salir del restaurante fueron a un lago cercano, mientras ella miraba el cielo despejado comenzó a acercarse a Augusto, hasta recostarse en su hombro.
- Me gustaría darte una respuesta sobre lo que me dijiste hace poco, por favor déjame pensarlo.
- Me parece bien.
- Y sobre algo…
- ¿Dime?
- No mejor olvídalo.
Bast quería saber quién era la otra persona. ¿Sería la brujita? O seria ella.
Luego de salir del restaurante la policía les aviso que deberían de volver al toque de queda después de las 8:00 P.M
Ambos tomados de la mano se dirigieron al parque.
Empezó a sonar música en el lugar, ¿Qué debería hacer? Pensó ella, ¿debería decirle que bailemos?
Pero se le adelantaron.
Augusto extendió su mano ¿te gustaría bailar una pieza? Le dijo.
- Si- respondió ella emocionada.
Si era bueno en algo era bailando, después de todo siempre practicaba con Alfa o Tera, pero es algo que no se olvida, el saber bailar es esencial, la vida nocturna del pueblo es muy bohemia, muchos artistas salen en las noches, ahora un grupo musical tocaba sus instrumentos y veía como las personas bailaban alegremente. Aun teniendo poco tiempo antes del toque de queda las personas aprovechaban.
Le propuse bailar a Bast y ella acepto.
Su cuerpo es muy delicado, ella se me acerca mucho, puedo sentir su cuerpo tan cerca al mío mientras ella desvía su mirada y acerca su pecho contra mí, es una mujer dotada de gran carisma y bellas facciones, pensaría que cualquiera seria feliz con ella a su lado.
- Gracias por la cita- le digo
Ella me mira a los ojos, sus ojos felinos son hipnotizantes y acerca sus labios a los míos.
Mi corazón late rápidamente, no es el mismo sentimiento que siento cuando veo a la señorita de las flores.
Este es diferente, parece llevado por un impulso.
El corazón de Bast late al 100% ya no había vuelta atrás debía hacerlo, esos pocos segundos parecen horas, pero no puede cumplir su cometido, en lugar de eso se aleja y le golpea la frente con un dedo.
- Lo sé- le dice mientras le da la espalda, la música se había detenido y las personas les aplaudían a los músicos.
Ella vuelve a mirarme directamente, lentamente acerca sus labios nuevamente, pero esta vez nos dejamos llevar por el ambiente.
Nos besamos, lo seguimos haciendo mientras bailábamos.
Sus besos son distintos a los de la señorita de las flores, los labios de Bast son delicados, siendo una semihumana es de mí misma altura, pero para los estándares ella no es muy alta.
Su cuerpo está caliente, su respiración es agitada.
No...
Ambos estamos iguales.
Es una situación peligrosa.
¿Qué haría Enrs en mi posición?
- ¿Es necesario preguntárselo? Me dice el Enrs en mi cabeza.
¿Qué haría Bast?
- Aunque sea un producto de su imaginación ama estoy segura de que sabe cuál es mi respuesta.
Quizá Tera sea.
- No bromee maestro, estoy con la mocosa.
Ella se separa unos milímetros -Dime Augusto ¿alguna vez has hecho una locura? - exclama ella mientras volvemos a besarnos.
- ¿A qué te refieres?
- Bueno veras, quiero más, no solo quiero unos besos- dice mientras siento su agitada respiración.
¿Dejarme llevar? ¿debería hacerlo?
Pero…
Enrs me recomendó divertirme.
Bast es muy buena amiga, además de hermosa.
Es la mejor amiga de Tera.
La hija del jefe.
A Antonia le agrada mucho.
A mí también me agrada, bueno en realidad me gusta.
Decirle no, sería acabar con una amistad, decirle si también haría lo mismo.
Estoy entre la espada y la pared.
En este punto ya nos habíamos dejado llevar, el impulso hizo que cometiéramos una locura.
Realmente nos dejamos llevar.
Fuimos a su casa, segados por el momento.
Ella vive sola, mientras nos besábamos, Bast buscaba sus llaves en el bolso.
Entramos, cerramos la puerta y arrojamos la ropa a donde cayera.
Terminamos teniendo relaciones sexuales.
Bast siempre es la primera en todo.
La primera en besarlo.
La primera en tener relaciones con él.
Bast cumplió su cometido.
Ser la primera en probar a Augusto.
Aunque solo fuera una noche, lo quería para ella.
Porque al final ella sabía la verdad de todo.
Ambos lo hicieron sin compromiso alguno. Tal vez solo para romper la tensión que llevaban, quizá solo por hacerlo o simplemente lo hizo para ganarle a Liara.
Augusto estaba enamorado, pero no era de ella.
Era de….