Capitulo XVIII-2

Mientras tanto en la casa.

- ¡HAAAAAA! ¡bruja atrevida, soy la única que puedo dormir con el amo! - Reclama Alpha mientras acusa con el dedo a Astrea.

- ¿Por qué? - Astrea mueve la cabeza sin saber.

- ¡No te hagas la tonta! Grita Astrea jalándose el cabello.

- ¡Deja de molestar! Regaña Tera pensativa- me preocupa el maestro.

Alpha zarandea a Astrea quien esta quieta como una estatua.

- Augusto no está perdiendo su humanidad- comenta Astrea.

Los dos pactos le prestan atención.

- ¿Cómo lo sabes?

- Yo puedo detectar cualquier cambio negativo en las personas, se me es extraño que ustedes quienes me dijeron que él no podía ser afectado por ninguna cosa se preocupen.

Tera se masaje los ojos.

¿entonces que le está pasando al maestro? Tera mira a Alpha. La mocosa sigue igual que siempre.

- ¿Mocosa te sientes diferente?

- ¡HE! No realmente no.

Tera suspira aliviada, tampoco sintió alguna interferencia en el alma de su maestro.

- Astrea gracias por hacerme recapacitar, tu si eres útil no como esa mocosa idiota ¿de qué mierda le sirve tener un enlace con los sentimientos del maestro si ni sabe cómo leerlos?

- ¡Oye! ¡yo si se interpretarlos!

- Aja, lo dudo. Bueno como recompensa te sedo el honor de dormir con mi maestro hoy.

- ¡HEEEEE!

- No molestes niña, la brujita me dio una idea de lo sucedió. Ahora que el maestro no está debo buscar el libro que el leyó.

Lo que no sabia Tera es que jamás encontraría dicho libro, porque jamás existió tal libro.

Alpha solo se estaba haciendo la estúpida, ella si sabía lo que sucedía. Necesariamente no era malo, pero su amo si perdía algo fuera de los años. Solo dejaba salir lo que normalmente no se atrevía a decir. Alpha se ríe en sus adentros.

Como las cosas habían vuelto a la normalidad en la mañana mucha gente ve la extraña escena de Augusto con la venda mientras Bast se lo lleva.

Algunos conocidos de Bast empiezan a chiflar a la joven pareja.

- ¡Lo lograste Bast! - dice uno.

- No te lo vayas a quedar solo para ti- le grita su amiga quien estaba con su hija.

La semihumana se sonroja, pero está muy alegre. Ya que Augusto estaba muy hablador y no hablaba de lo de siempre, sino que son cosas interesantes o graciosas.

- Sabes Bast, me pone muy contento que me hayas invitado a salir, no todos los días tu bella amiga te invita- le digo mientras sonrió.

No sé cómo son sus reacciones, pero creo que debe estar alegre también.

- Debí ser yo quien te invitara a salir.

Por un momento nos detenemos.

- ¡Q-qq-que cosas dices Augusto! - dice Bast mientras siento que su mano tiembla.

- Si lo creo, debí hacerlo hace mucho ya que eres una de las primeras personas que conocí, además le agradas mucho a mi hija Antonia. Ella me dijo una vez que sería feliz si yo saliera contigo.

- V-v—vaamos no digas esas cosas, me haces sonrojar, no sabía que le agradaba tanto a tu hija.

- Si también me agradas mucho, te debo mucho por ayudarme aun siendo un desconocido en este pueblo.

¿Pero qué está pasando? Se pregunta Bast. ¡Debería ser el quien esta sonrojado no yo!

- Si—sigamos.

- ¡De acuerdo!

Pasamos un rato hasta que siento que empezamos a subir.

Luego de unos 10 minutos llegamos.

- Quédate quieto un momento- dice Bast, mientras me quita la Venda.

Cuando ella me quita la venda veo el hermoso paisaje.

Estábamos en una colina rodeada por un campo de flores multicolor, un pequeño riachuelo que atraviesa dicha colina, la cual era visitada por aves pequeñas que bajan a tomar agua o comerse los insectos en el campo de flores.

- Fantástico.

Algunos insectos sobrevuelan las flores.

Me agacho y toco una de las flores, apenas la toco esta se abre y empieza a brillar, entonces algunos insectos pequeños e inofensivos empiezan a revolotear por los pétalos de las flores.

- ¿Es lindo verdad? Lo descubrí cuando era pequeña- Bast toma una de las flores y se la coloca en el cabello- vengo aquí cuando quiero pensar.

- Es muy hermoso, no pensé que un lugar así estuviera tan cerca del pueblo.

- De hecho, es muy lejos del pueblo - dice ella mientras se rasca una mejilla- es solo que no te diste cuenta cuando llegamos aquí.

- ¿Haa? ¿enserio?

Ella se ríe – es una broma, este lugar es cercano, pero nadie lo conoce porque está oculto.

Doy un vistazo nuevamente.

- No me parece conocido.

Bast sonríe.

Aunque estuviéramos en épocas de lluvias teníamos la suerte de ver el sol. Hacia demasiado calor, me pregunto cómo estaría Bast ya que venía en ese sensual vestido corto.

- ¿Puedes cerrar los ojos nuevamente? Me pide Bast.

- ¿Otra vez? Digo sonriendo- ¡vamos quiero ver esta vez! Le digo giñando el ojo y colocando mis manos en suplica.

Ella suelta una risita.

- Que extraña forma de pedirlo- Bast aplaude y de la nada una pequeña cabaña en la cima de la colina.

- ¡Como lo hiciste! Le digo impresionado- ¡puedes usar magia!

- Un poco- exclama Bast medio avergonzada- casi ningún semihumano la puede usar, pero yo aprendí a usarla gracias a mi padre Seth, no es lo mejor, pero sirve.

- ¿Bromeas? Creaste una casa de la nada. Yo ni siquiera puedo hacer eso.

- No puedo crear cosas de la nada, solo oculto lo que ya existe.

- Entonces, ¿tu ocultaste todo?

- Si, es un lugar solo para mí, uso mi magia para ocultarlo de todos, me llevo tiempo hacerla.

- Ya veo- miro a Bast directamente a los ojos- ¿puedes mostrarme tu cabaña?

La semihumana no sabe bien que responder, ya que sería el último lugar que visitarían en su cita.

Ella esconde sus brazos detrás de su espalda.

- Nop, será el último lugar que visitaremos.

Un poco decepcionado Augusto lo acepta.

Nos quedamos un rato disfrutando la belleza de la naturaleza mientras comemos un pequeño tentempié sentados en un mantel decorado.

- Gracias por invitarme a tu lugar secreto Bast.

- No es nada, solo quería que me conocieras un poco más- responde ella.

Mientras Augusto disfrutaba el ambiente, Bast se atreve a preguntarle algo:

- ¿Puedes contarme sobre ti? - me pregunta Bast mientras intenta cubrirse. Siendo sincero creo que es difícil ya que su vestido es demasiado corto y bueno….

- ¿Qué te gustaría saber?

- Lo que tú quieras contarme, normalmente eres muy reservado.

Si eso es cierto, pero por alguna razón hoy me siento relajado.

- Ya debes saber que por el color de mis ojos y piel no soy imperial, de Liare o de las Tres Repúblicas. Prácticamente mi país está demasiado lejos para ser cierto. No es el más rico o el más pobre, pero si el más hermoso, tengo un hermano mayor quien viajo y se casó con una excelente mujer yo seguí sus pasos y viajé también al exterior gracias a mi esfuerzo académico pude estudiar en una buena universidad de otro país extranjero. Créeme que no me fue fácil aprender inglés, alemán y francés-Bast no parece entender eso de los 3 idiomas, continuo con mi historia- pero los aprendí, cuando llegué a Londres tenía 19 años y un título universitario.

- Espera, espera, ¿Cuál es tu edad real? Me dice Bast confundida, ya de por si no entendía un bledo, pero ahora era peor.

¿Como le explico eso a ella? En la tierra debería tener 28, en este mundo 40 y tantos, pero ahora parezco de 22. Ceo que lo mejor es usar mi edad real de la tierra.

- ¿Qué edad crees que tengo? Le pregunto sonriendo.

Ella piensa un momento.

- ¿24? Pareces de mí misma edad.

Niego con la cabeza.

- La verdad es algo difícil de explicar y si te lo dijera no me creerías.

- ¿Por qué me dices que es difícil de explicar?

Me coloco una mano en la barbilla.

- Porque también tengo 40 y al mismo tiempo 28, pero también 22- cuando el digo eso ella piensa que es una broma, tomo 3 rocas- puedes elegir una de esas 3, la primera es 28, la segunda es 40 y la tercera es 22, pero las tres son reales.

- Entonces elijo la que creo que es la real, 28 años- exclama ella tomando la roca- por favor sigue contándome tu historia, en verdad quiero conocerte.

- Lo que te voy a decir solo lo sabe mis mejores amigos- Bast se me acerca un poco mientras presta atención- son dos historias las que te voy a contar, depende de ti creer cual es real.

- De acuerdo- Bast asiente atenta.

- Aquí va la primera. Hace algún tiempo habia un humano que solo se dedicaba a estudiar, nunca noto lo que sucediera a su alrededor hasta que un día conoció a la mujer más hermosa que sus ojos pudieran a ver visto, al principio ninguno de los dos se llevó bien. Hasta que una vez ella dio el primer paso, luego de eso se casaron y la pareja esperaba un hijo- digo eso con toda la felicidad del mundo, no hay mentira alguna en lo que digo ya que es imposible negarlo. Pero se ve un destello de tristeza en los ojos de Bast al saber el profundo amor que guarda Augusto por su difunta esposa (cosa que ella no sabía aun).