A papá le gustan las villanas (Maki)

Habían pasado unos días desde que Maki le envió la carta a su padre.

Cuando recibió la carta de su padre se encerró en su cuarto y lloro dos días pensando que quizá las olvidara.

Sus hermanas menores se molestaron bastante con ella ya que se suponía que tenían que sobrellevar la posibilidad de que su padre volviera a enamorarse.

Cuando se lo encontraron nuevamente Maki se molestó con su padre, lo que llevo a su padre a pensar que debía terminar con su novia. Sus dos hermanas menores casi se salen de sus casillas al ver a su hermana mayor hacer tal espectáculo por algo que era seguro que llegaría, lo que la llevo a disculparse con su padre y hermanas. Para ella era imposible molestarse con él es solo que la joven hechicera piensa que su padre las puede olvidar solo por conseguir una pareja, pero eso no la limita a odiar a la novia de su padre (aunque no la conozca)

Debía de dejar de ser tan celosa, los pactos de su padre le cuentan que la mujer con la cual está saliendo es… diferente….

Ambos pactos dudan sobre la relación de su amo, pero su amo no, y eso deben respetarlo.

Como siempre sus hermanas menores la echaron al agua contándole a su padre que Maki seguía peleando en la escuela, la joven hechicera le prometió a su padre que no lo haría más.

Ese día su padre les conto que junto a su amigo troll formaron una pequeña empresa, la cual iba creciendo. Además, su padre estaba escribiendo un libro de cocina.

Definitivamente esa mujer debe ser una villana, ¡no hay de otra! ¿pero porque el héroe debería quedarse con la villana? El héroe ya tiene una hermosa familia, lo esperan tres bellas hijas, entonces ¡porque diablos debería interponerse una mujer en esa bonita historia!

¡Saben cuantos días llore en mi cuarto por eso!

Me dedique a pensar en ello mientras mis hermanas me miraban con decepción.

- Estas loca hermanita- me dijo Anna mientras jugaba con el peluche de perro (se supone que es un perro, de todas formas, no sé qué es un perro) que le regalo papá.

- La única que no intenta cambiar eres tú tonta- exclama Antonia moviendo la cabeza con desaprobación.

Estas mocosas creen que es sencillo, las dos quería conseguir a alguien para papá ¿o acaso se olvidaron de mamá?

- ¿Olvidarme de mami? - pregunta Anna incrédula- ¿eres tonta hermanita?

- Como siempre las veo muy despreocupadas, creí que se habían olvidado de mamá.

- Mami nos está cuidando desde arriba y no creo que se ponga brava si alguien más quiera a papi además de ella o nosotras.

- Bueno es qu..- no me dejan terminar ya que Antonia responde.

- Papi nunca va a dejar de amarnos y dudo que se olvide de mami, Maki tonta, pero sabes muy bien que papi atrae muchas miradas así que era cuestión de tiempo que.

Me tapo los oídos.

- ¡Haaa no quiero escuchar! Respondo.

Las dos mocosas se ríen con malicia y entonces dicen a la par.

- ¡Que papi tuviera novia! - exclaman a todo pulmón.

- ¡No lo digan!

- ¡Papi tiene novia! - repiten mientras se toman de las manos y empiezan a danzar a mi lado.

- ¡No digan más! - digo molesta, pero sucede lo contrario, las dos mocosas lo gritan más fuerte, lo hacen para que todos en la mansión las escuchen.

Con ese alboroto algunas sirvientas de la mansión se asoman, por desgracia su ama y Verónica no estaban, se supone que después de ellas dos se debe avisar a Astrea, pero debido a lo que estaban diciendo las niñas llamar a Astrea seria lo último que debían hacer. Lo que era cierto es que esas niñas son tremendas.

- ¡Ustedes son de lo peor! - les digo.

- ¡Lo sabemos! - exclaman mientras me hacen muecas.

Al momento se detienen.

- Deja de pensar tontadas hermanita- dice Anna yendo a la mesa, entonces continua- papi nos ama muchoooooooo, peroooo también quiero que papi sea feliz como adulto.

- ¡Ya nos tiene a nosotras! - le digo- ¡también tiene a sus amigos y a sus dos pactos, no necesita a nadie más!

- Si, pero con ellos no puede hacer una nueva hermanita y yo quiero una nueva hermanita- responde de manera natural Antonia.

Las sirvientas quienes estaban en los muebles de la sala disfrutando de algunos bocadillos se atragantan y otra escupe su te.

Volteo para ver a las empleadas de tía Velvet, quienes se ponen rojas y se hacen las que no escucharon.

Una de ellas se aclara la garganta, mientras la otra recoge los bocadillos que se le cayeron.

- ¡No digan eso en voz alta! – reclamo mientras me pongo roja.

- ¿Qué cosa? - pregunta Antonia mientras hace una maléfica sonrisa.

- ¡Que queremos una nueva hermanita! - responde Anna.

Aunque Maki parezca ruda y dura existe una cosa que la hace sonrojar y es pensar que su padre está teniendo relaciones con alguien. Se había imaginado esa escena muchas veces y siempre le daba miedo. De hecho, ella la recreaba tan nítidamente en su cabeza que prefiere cerrar los ojos. Sus hermanas menores no sabían de eso, pero se percataban de que eso era una de las pocas cosas que hacían que su hermana mayor se comportara como ellas.

Mackenzie parecía a punto de estallar de la vergüenza mira a los lados y ve a las sirvientas pendientes de que va a suceder después, cómo reaccionaría Mackenzie, tan sonrojadas como ella y posiblemente imaginando lo mismo que ella, entonces agarra a sus hermanas e intenta llevárselas, pero sucede algo que ella no se esperaba.

Una de las sirvientas no se aguanta y entonces pregunta:

- Si Astrea fuera la novia de su padre ¿también le dirían lo mismo? - la sirvienta de cabello castaño y ojos cafés pregunta con suma curiosidad.

- ¡Eso no! – Anna no me deja terminar de hablar.

- Creo que sí, escuche a papi decir que quería mucho a Astrea- responde inocentemente Anna.

- Shi,shi papi dijo que Astrea es muy linda y la quiere mucho- exclama Antonia.

- Creo que a papi le gusta Astrea, pero no se lo dijo por miedo a perder su amistad.

- ¡Ustedes dos ya cállense! - grito.

El rostro de la chica parece deslumbrar al escuchar eso de mi hermana.

Aprovecho para usar mi hechizo y desaparecer con las dos mocosas boconas.

Al quedar solas las sirvientas lanzan un grito de alegría mientras se toman de las manos.

- ¡Astrea tiene esperanzas! -Dicen todas juntas.

- ¡Deberíamos decirle! - apunta una de ellas.

- No,no creo que sea el mejor momento para ello, sabes como son las jóvenes amas Anna y Antonia- dice la sirvienta haciendo mala cara.

- Si… no dejarían en paz a Astrea…..