Capitulo XXIII-3
Segunda semana del cuarto mes.
Llevábamos siendo novios 2 semanas.
Francamente si no fuera porque el pacto con Alpha me confiere resistencia física ya hubiera muerto.
Liara es fanática a hacerlo. No me voy a quejar porque me gusta, pero ella lo quiere hacer cada tanto.
La primera vez estuvimos en esas toda la noche y fue ¡maravilloso! Luego al otro día y así seguimos. Fuera en su casa o en la mía, afuera donde se pudiera ella quería hacerlo. Alpha disfrutaba de ello…. Eso me hace repensar las condiciones de un posible tercer pacto.
Ninguna de las dos me pregunta lo que hago con Liara.
- Desde que pase eso no estamos en la necesidad de acosarlo cada nada amo, a menos que quiera- me dijo ella.
- Dudo que quiera que me acosen.
- En algún momento cuando se descuide ¡Pawwm! Allí aprovecharemos- advirtió Tera.
Esas dos no van a cambiar.
Liara es una bruja, lo esconde tan bien que es imposible distinguirla de una humana común y corriente.
Preguntarle su edad sería un error garrafal así que prefiero callar.
Ella no me habla de su pasado, por mi parte le cuento sobre mis hijas y mi antigua esposa (solo cuando ella pregunta sobre ella) sería un desgraciado si olvidara a mi difunta esposa así que estos dos últimos fines de semana he ido a visitarla a su tumba para contarle lo que me ha ocurrido de momento quiere que le cuente todo sobre mis hijas ya que en algún punto quiere conocerlas.
Hacemos cosas comunes para una pareja de novios.
Salimos en las noches, ella me ayuda en algunas cosas en casa (Alpha y Tera fueron lo más cordiales que pudieron ser) yo también voy a su casa y la ayudo, le ayude a pintar la cocina mientras ella me pinto la cara con la brocha. Me acompaña al bosque cercano a buscar plantas, salimos a bailar, le hice un peluche solo para ella, lo guardo en sus cosas preciadas junto a la flor la cual guarda en una pequeña cúpula de vidrio. Cada día me enamoro más de ella. Por su parte me regalo un libro que quería comprar, pero como solo lo vendían en la capital me era difícil pedirlo, en uno de sus viajes de trabajo ella me lo consiguió.
Ella no es muy buena tomando, ya que cuando salimos junto a Enrs, Tera, Alpha y K´vool a Liara solo le basto tomar dos cervezas para embriagarse.
- Te voy a coger hoy- me amenaza Liara detrás del mostrador, lo dice mientras arregla un ramo de flores como si fuera una conversación normal.
Se supone que le estaba contando sobre mis hijas.
A ella le gusta escuchar, de hecho, cuando fue a casa le mostré algunas fotos, pero me dijo que por alguna razón veía borrosos los rostros de mis hijas. ¿Qué extraño? Es la primera que le pasa eso a alguien.
Aunque es una bruja nunca la he visto usar magia.
- No me gusta usarla a menos que tenga la necesidad- me responde luego de preguntarle.
- Entiendo.
- Si, además mi magia favorita es cogerte.
- Eso no es magia.
- Para mí sí- responde y continua- por cierto, deberías prepararte ya que vamos a hacer magia durante un rato.
En algún momento luego de que nuestra relación avance me gustaría invitarla a conocer a mis amadas hijas y que se llevaran bien.
- Sabes le tengo envidia a tus hijas- me comenta ella desviando la conversación.
- ¿Por qué?
- Porque solo tienes amor para ellas, mientras que yo debo esperar- se hace la triste para luego sacar la lengua.
- Ellas son lo más amado para mí. no existe nada que ame más que a ellas.
- Lo sé. ¿sabes lo que significa?
- No.
- Que eres un buen padre, quizá un día me invites a conocer a mis "rivales"- dice en chiste ella.
- Dejando eso de lado querido, creo que te advertí algo ¿cierto? - Liara salta sobre el mostrador, cierra la puerta de su tienda y coloca el letrero de cerrado- vamos a hacer mucha "magia" hoy, creo que demasiada "magia"
Un día de estos ella me va a matar.