Al entrar a la reunión me reciben unas frías miradas.
Quejas sobre Maki, insultos continuos contra mi amada hija los cuales por poco aguanto. Obviamente debo hablar con ella sobre el usar la violencia o hacer una TREMENDA estupidez como meterse en un combate a muerte, aunque fuera por una causa noble, no es correcto hacerlo imprudentemente.
Gaste otra parte del dinero que me dio K´vool para pagar el hospital de los abusivos.
El padre de la amiga de Maki no es el padre del año, el tipo prácticamente se pone en contra de mi hija…. La misma que salvo de los abusivos a la suya. Velvet dijo algo que no entendí, posiblemente un insulto.
Entonces esos sujetos siguen y siguen insultando a mi hija. Hasta que uno de ellos se levanta muy valiente al saber que no poseo magia, pero rápidamente le robo el mana suficiente para que se desmaye y caiga como basura. No estoy para estas estupideces odio usar la violencia o cualquier tipo de cosas así, pero, no puedo seguir aguantando esto.
Su tía no esconde su desagrado contra mi persona. Pero parece más razonable que las ultimas veces. Por lo menos me dirige la palabra, además fue la única que noto el cambio en mis ojos.
Le prometo a Maki que me vería más tarde con ella ya que me presentaría a sus amigas.
Por cierto, la amiga de Maki parece un ratón asustado escondiéndose en un rincón. Pero cuando visualiza a mi hija sus ojos brillan tal como si vieran una diosa.
Parece ser agradable. Aunque un tanto retraída, me recuerda a mí en el pasado.
Le abono que fue la única en decir cosas buenas de mi amada hija. Fuera de Velvet o mi persona.
Debo decir que Maki no usa el idioma que le enseñe precisamente para cosas buenas…..
La mayoría de veces lo usa para decir groserías…..
¿Para eso fue que me pidió que le enseñara ese idioma?
Se pelea demasiado en la escuela.
Y no lleva su uniforme adecuadamente.
Santo cielo esta niña….
He hablado con ella sobre esas cosas, pero parece que no me hace caso…
Velvet parece igual de molesta, una vena se brota en su frente cuando lee la cantidad de infracciones que Maki ha hecho.
-
- Cielos, cariño ¿enserio has hecho todo eso? - le pregunto impresionado- ¿romperle la mandíbula a otro estudiante? ¡Y eso es lo menos violento que has hecho! ¡citar a otros compañeros para pelear detrás de los salones!
- Papi es que estaba hablando mal de ti y lo otro… ¡son ellos quienes me citan para pelear!- dice ella defendiéndose.
Niego.
- Cariño, ya te he dicho que eso no me importa, las personas pueden hablar todo lo que quieran de mí, las únicas opiniones que me importan son las de mis hijas, por eso te he dicho que no te pelees.
Los ojos de mi hija brillan mientras junta sus manos.
- ¡Papi te amo! ¡juro que esta vez si voy a cumplir!
Maki se lanza a abrazarme, pero su tía la detiene sosteniéndola de la parte trasera del cuello de la camisa.
- ¡Ya te he dicho que te comportes Mackenzie! – dice molesta ella.
Escucho regaños de parte de Velvet y la directora por ser tan condescendiente con Maki, en parte las dos tienen razón. Pero no puedo ser estricto con ninguna de mis tres hijas en especial cuando me hacen esos ojitos de perrito regañado (los cuales Maki hace ahora) los regaños para Maki son solo decirle que no diga groserías, eso es lo máximo que hago, ya que nunca le prohíbo nada y realmente me sorprende que me haga caso (o eso parecía)
Al salir de la oficina de la directora le prometo a Maki que la esperare para conocer a sus amigas. (de todas formas, debo esperar a que Astrea me lleve)
Hay algo con lo que debo hablar con ella (fuera de tantas cosas que son de extrema seriedad) y es ese odio palpable al escuchar que tengo novia…. Eso lo hablare con calma con ella, primero sus estudios.
Espero que las cosas con Liara y mis tres hijas se puedan dar. Pienso mucho en ese día y me tiemblan las piernas. No quiero ver la reacción de ninguna de las 4.
Mientras espero su tía me pregunta algo a lo cual debo mentir y decirle que no se de lo que habla.
Con su típica mirada de molestia la cual siempre me hace dice:
- No soy estúpida humano, solo te tolero por mis sobrinas y es claro que noqueaste al sujeto ¿Cómo? Eso es lo que planeo averiguar- ella se da la vuelta y llama a sus dos guardianas.
Astrea le hace una reverencia.
- ¿La acompaño ama? Pregunta la joven.
- Quédate un rato Astrea, después de todo debes perder el tiempo llevando a ese humano a su casa.
Sus acompañantes me guiñan el ojo mientras dicen al mismo tiempo:
- Adiós caramelito.
Como respuesta su ama les lanza una mirada asesina lo que hace que a ellas se les coloque la piel de gallina.
Mientras su ama se aleja Astrea gira y me mira directamente a los ojos.
- Mi ama solo va a buscar algo que hacer, ella también quiere saludar a las amigas de la joven ama- luego Astrea frunce el ceño- aunque ellas mantienen casi todos los días en la mansión, mis compañeras dicen que son tan ruidosas como la joven ama.
Sonrió.
- Ya me imagino, Maki siempre me decía que sus amigas querían conocer la antigua casa- le ofrezco mi mano- ¿quieres buscar algo que comer? Le pregunto.
Astrea mira hacia otro lado mientras infla sus mejillas, ella la toma.
- Si.
Buscamos un lugar donde comer algo sencillo.
Pero viendo las instalaciones, a los estudiantes les ofrecen platos de alto calibre nutricional y también caros en el restaurante, el cual parece uno 5 estrellas. ¡Esas cosas valen 5 veces lo que valen nuestros platillos en el restaurante del jefe! Dudo que esto sepa tan rico como lo que nosotros preparamos.
Viendo la cantidad de dinero que he gastado estos días no puedo comprar nada de lo que ofrecen.
Decepcionado conmigo mismo le cuento a Astrea lo sucedido.
- No importa, con su compañía soy feliz.
- Eres demasiado buena conmigo Astrea.
Igual buscamos un lugar y nos sentamos mientras compartimos nuestras vivencias del día a día. En más de una ocasión algún estudiante se me acerca y pregunta si soy del personal de la academia a lo que debo responder que no. Que soy el padre de una estudiante.
- Ahora dejan entrar a cualquiera- exclama un estudiante al alejarse.
Eso duele…
Pero realmente no me importa mucho, así son los jóvenes en esa edad. Pensar en ello por cómo me visto es lo de menos.
- ¿Dime Astrea alguna vez te ha importado lo que dicen los demás? Le pregunto a ella.
Astrea estaba mirando el jardín.
- No, la ama dice que solo un tonto le importa lo que digan los demás.
- Si ella tiene razón- respondo- hubo un tiempo en donde me sentía como un perdedor ya que me comparaban siempre con mi hermano mayor, tenía un complejo de inferioridad. Pero eso es agua pasada.
- Si.
- Astrea ¿Por qué los estudiantes de esta academia se comportan asi? es que se me hace extraño su forma de ser, tante gente que he visto en el sur o acá mismo en la capital no son así.
- Es por el intercambio cultural con el gran reino de Liare, la mayoría de los estudiantes de la academia son de Liare o alguno de sus padres es de allá. En Liare solo las brujas y magos pueden aspirar a cargos públicos, los sin magia (humanos) deben servir en el ejercito regular o trabajar el campo.
- Que mierda de vida, eso es solo exclusión selectiva o mejor dicho ciudadanos de segunda clase.
- Mi ama vivió un tiempo junto a su hermana en Liare, pero se canso de eso y prefirió venir al imperio.
- Imagino que si fuera a Liare me tocaría vivir del campo.
- Mi amiga Verónica dice que darían mucho dinero por sus servicios.
- ¿Servicios? – pregunto sin comprender.
- Si yo tampoco entiendo, debe referirse a trabajar como mayordomo- responde Astrea igual de confundida.
Suena la campana.
Nos levantamos de la mesa.
- ¿Astrea sabes dónde están los salones donde estudia Maki?
Ella asiente con la cabeza, luego señala un camino.
Mientras nos vamos sucede algo que no esperaba.
Uno de los padres de los estudiantes que se metieron con Maki esperaba al otro lado del camino. No le doy importancia hasta que nos obstruye el paso.
Se nos acerca muy tranquilo y luego estira la mano.
- Escuche señor Memore, iniciamos con el pie izquierdo antes, ¿Qué le parece si dejamos todo atrás?
Parece que cambió de idea y ahora es amigable. ¡Qué bien!
- Si señor, me parece bien, como adultos responsables no debemos mostrarles conductas inadecuadas a nuestros hijos.
- ¿Nos damos la mano? Pregunta el sujeto amablemente, por alguna razón veo que su mano brilla, igual no le doy importancia.
- ¡Por supuesto!
Le doy la mano sin saber lo que sucedería.
Astrea nota algo inusual, pero no alcanza a detenerlo.
- Espe-
- Acaba de aceptar un duelo- exclama el sujeto sonriendo.
- ¿Un qué? Pregunto en mi ignorancia- mientras digo eso una cadena aprieta mi muñeca mientras de la punta de la cadena se forma una daga, la cual se incrusta en mi mano, atravesando la carne y rompiendo los huesos.
Me separo e intento mover los dedos, pero nada. Están totalmente inutilizados ya que esa daga mágica atravesó por la mitad mi mano. Realmente no siento dolor, quizá solo sea por la adrenalina, pero el daño que sufrí es exagerado, no puedo tocar esa daga mágica porque es posible que me queme. Sentir mi propia sangre salir a borbotones de mi mano no es lo mejor que me ha pasado.
Me la vas a pagar miserable sin magia- comenta el sujeto orgulloso.
Al momento somos teletransportados a un lugar desconocido.
Astrea se queda allí sola, luego corre a llamar a su ama. Totalmente preocupada por Augusto.
El humano en medio de su ignorancia cayo en el mismo error que su hija. Aceptar un duelo a muerte, pero esta lo hizo en medio de la ignorancia y desconocimiento.