Suena la campana.
Volteo para mirar a mis grandiosas amigas.
- ¡Imbéciles vengan a conocer a mi papá! Le grito.
- Si ya se… has pasado toda la jodida mañana con esas- responde Isabel tomando su maleta.
- ¿Entonces vamos o no pendeja celosa? - Pregunta Juliana burlándose de mí.
- Que graciosa, pero SII SOY DEMASIADO CELOSA CON PAPÁ- grito a todo pulmón orgullosa de ello, miro a Lissa y le guiño el ojo- ¿entonces mi hermosa guardiana me acompañas o vas con mi tía?
Lissa estaba profundamente seria, había colocado el dedo índice y el medio en el trago de la oreja, ella levanta la vista algo preocupada, entonces me dice.
- Mi joven ama su padre…
Rápidamente mi sonrisa de oreja a oreja va desapareciendo.
- ¿Qué sucedió con papi? pregunto inquisitivamente.
- Joven ama vera, Astrea me acaba de….
- Dilo ahora- comento molesta.
Lissa parpadea un par de veces, luego me dice.
- Su.. su padre…
- ¡Déjate de misterios de una puta vez! ¿qué paso con papá?
- Acepto un combate a muerte- responde Lissa con miedo.
- ¿Cómo mierdas paso eso? Pregunto tremendamente molesta.
Mis amigas me dicen que me calme, pero las cosas empeoran con lo que me dice Lissa.
- Uno de los padres de los sujetos que se metieron con Magnolita le tendió una trampa a su padre, ya que de acuerdo con Astrea el desconoce muchas cosas sobre los duelos.
- ¡Serán unos hijos de puta!, ¡ya verán! - golpeo mi puesto molesta.
- Espera Maki, recuerda que tu padre sigue siendo un aventurero de clase S, así que eso no es nada- dice Juliana intentando calmarme. Pero la verdad es otra.
Niego con la cabeza.
- Ustedes saben que mi padre ya no es así- digo con lágrimas en los ojos- él no sabe pelear.
- ¡Demonios! - comenta Isabel colocando sus manos en la cabeza preocupada.
Agarro de los hombros a Lissa mientras me salen lágrimas.
- ¡Donde está mi papá!
- El mismo lugar donde usted tuvo el combate joven ama- responde Lissa- la ama.
Transporto a todas a las gradas.
Cuando llegamos los estudiantes se estaban agolpando en las graderías, tía Velvet estaba sentada junto a sus dos guardianas y Astrea.
Guiados por el morbo los magos de elite solo venían a ver como alguien del maravilloso reino de Liare ajusticiaba a un campesino cuya hija era la hechicera Mackenzie. Esperando el momento en que lo mataran de una manera horrible para poder burlarse de ella, pero nadie contaría con lo que iba a pasar.
El escudo ya se había levantado, medite un momento. Luego me decidí a romperlo solo para salvar a papá, quien estaba parado allí mirándose la mano la cual fue atravesada por una extraña cuchilla, papá parecía incrédulo ante tal cosa, solo intentaba mover su mano. El sujeto le gritaba insulto tras insulto señalándolo.
Acumulo éter en mi mano preparada para lanzar el hechizo, pero Isabel me detiene.
- Cálmate tonta, no vayas a cometer una idiotez- me dice mientras cierra mi mano.
- Escúchame, Isabel, si intentas.
- ¡Intentar que! ¿acaso crees que puedes conmigo? Me preocupa lo que puedas hacer tonta.
- Isabel tiene razón- Juliana interviene- no vayas a cometer una estupidez.
- ¡No voy a dejar que le hagan daño a mi padre!
Juliana coloca sus manos en mis hombros.
- Escucha Maki, estoy segura de que no le va a pasar nada, solo quiero que no vayas a caer en la trampa de esos bastardos.
- ¡Se que esos hijos de puta quieren hacer eso, pero me importa una mierda si me sacan de aquí! La vida de mi padre es más importante que cualquier academia de mierda- respondo ofuscada.
- No me obligues Maki, sabes que sigo siendo una maga de batalla e Isabel tiene esas hadas, así que piénsalo de una vez- apunta Juliana dispuesta a detenerme.
- No me importa, pero si se van a meter en ello tendré que pasar por encima de ustedes dos, aunque sean mis amigas.
- Si alguna de las amigas de mi joven ama intenta tocarla tendré que intervenir- añade Lissa.
Juliana se truena los dedos.
- Hace mucho que quería enfrentarte Lissa, y viendo que te vas a entrometer.
Solo me preocupa mi padre, nada más me importa. Su vida está por encima de todo.
Lissa estaba preparada, pero.
Estaba a punto de cometer una idiotez, cuando siento que me aprietan con fuerza el cuello, luego me levanta y me lleva hasta tía Velvet mientras mis amigas se quedan allí mirando.
Le pasa exactamente lo mismo a Lissa quien también es arrastrada.
- Bueno creo que su tía nos ahorró el trabajo- comenta Isabel.
- Esa idiota, cuando se trata de su padre se descontrola- apunta Juliana.
Juliana recuerda como era el padre de Maki, un hombre que inspiraba confianza, el mejor amigo de sus padres, aquella persona que los acompaño durante años e incluso los unió, si fuera por Juliana haría los mismo que Maki, pero ella aun duda de que sean la misma persona. En especial porque de acuerdo con su amiga su padre no puede usar hechicería.