Capitulo XXV

Tenía que salvar a Alex.

No podía dejar que la historia se repitiera, ella estaba allí parada indefensa frente a ese disparo. Así que deje a la enfermera la cual me dijo que no debía hacerlo, pero no le preste atención, lo único que me importa es mi esposa. La cubro con mis brazos mientras ella me dice papá, ¿Por qué Alex me dice así?

¿Qué es lo que había pasado hace poco?

Creo que estaba en una especie de sueño donde un sujeto había atravesado mi mano con una daga creada con magia, luego use el regalo que "eso" me dio. La idea de las tres capas, la capacidad de deformar la magia no importa qué tipo de conjuro o invocación sea, ninguna se puede acercar a mí a más de 10 metros, cualquiera perderá el control inmediatamente o en el mejor de los casos se desintegraría. El concepto era sencillo, revertir la magia a mana y de mana a éter en tres simples pasos, en la primera capa la magia se volvía mana dejándola sin control aparente de su usuario, luego el mana se transforma en éter, lo cual me permitía controlarlo.

Bueno no solo me atravesaron con una daga mágica, también me quemaron cuando fui teletransportado a este lugar. Ese suceso me dejo llagas en toda mi piel, ser alérgico a la magia es un problema. Bueno no me quejo, igual estoy vivo.

Pero… ¿Por qué estaba allí?

No lo recuerdo, solo recuerdo que saludaba a alguien que estaba llorando en las gradas. ¿Era Alex? ¿era mi hija? ¡sii! ¡esoo! Es mi hija ¿Por qué mi hija es mayor?

Después de eso no recuerdo mucho. Debería de dejar de jugar hasta altas horas de la noche.

Ahora mismo estoy cubriendo con mi cuerpo a mi amada esposa.

Mientras le digo a "Eso", "Eso" es el GM de este juego y me había pedido algo con anterioridad entonces voy a cumplir con lo que me dijo y le daré todo lo que me pidió a cambio de proteger a mi esposa.

- No.

- ¿Por qué? - le pregunto- ¿acaso no es lo que quieres?

- Si.

- ¿Entonces porque no?

- Porque acabo de obtener lo que quería.

Luego de eso cortamos comunicación.

Creo.. creo que puedo hacer algo.

¡Ssi! ¡eso!

Esa cosita.

El ambiente se sentía tan extraño como en una película de ciencia ficción de los 80. Los colores que veía, me siento raro, algo mareado, cansado, confuso creo que estaba viendo cosas. Pero aun así necesito estar concentrado para salvar a Alex. Quien sigue diciendo que no es ella.

¿No estamos otra vez jugando esos juegos de roles que le gustan a ella cierto?

Puede que no tenga movilidad con una mano, pero con la otra sí.

Entonces procedo a llamar a hacer eso.

El ambiente tétrico y la falta de fuerza que empiezan a sentir los magos empeora la situación, sumado a que Isabel no podía soportar mas el dolor.

La migraña de Isabel excede su capacidad de soportar dolor, lo que libera al guardián máximo de la reina.

Morgana.

A Juliana se le detiene el corazón, por fuerza de voluntad no mira hacia atrás, la joven se queda apretando con fuerza los barrotes de protección.

Maki lo nota, nooo… su cuerpo lo siente, siente escalofrió, miedo y pavor. Todo combinado.

Las dos guardianas de Velvet sacan sus armas.

La mismísima Velvet se pone a la defensiva.

-

La zona empieza a ser envuelta en un extraño manto de oscuridad, mientras los estudiantes, profesores y los demás se quedaban a toninos. Algunos profesores intentan usar magia para dispersar la oscuridad, pero rápidamente se dan cuenta que… no pueden usarla, algo les impide usar la magia.

Ese malestar junto a la incertidumbre creada por lo que estaba llamando Augusto empeoran el ambiente.

Los estudiantes sienten terror por lo que está sucediendo, nadie puede usar magia y al ver al hada ese terror aumenta y se extiende como las llamas sobre los jóvenes, algunos empiezan a desmayarse por falta de mana en sus cuerpos.

Juliana se siente intrigada por la escena que presencia, por más que intente utilizar magia no puede. Parece como si algo o alguien la estuviera bloqueando, no… algo les esta drenando el mana. Ella solo es una observadora pasiva, nada puede hacer frente a esa situación. Solo ver como el cielo sobre ellos se torna oscuro, presagiando algo malo.

La situación desespera los estudiantes y profesores que se encuentran envueltos en dicha situación y para empeorar las cosas la jodida hada oscura había salido, esa misma hada que hace tanto casi causa una tragedia. Juliana se siente desamparada, impotente, ella no depende un 100% de su magia, pero ¿Cómo puede sobrevivir a una situación así sin su magia? La incertidumbre la carcome.

La reina oscura abre sus grandiosas alas, dejando un colorido polvo, una corona dorada adornada de gemas negras le dan mayor belleza. Esa corona levita sobre su cabeza como si se tratase de un halo, Morgana lleva puesto un vestido largo oscuro.

- ¿Qué haces aquí Morgana? - pregunta Isabel intentando soportar el dolor que carcome su cabeza.

- Vengo a proteger lo que amo- responde la hada.

- ¿Por qué demonios estas al 50%? - pregunta Isabel mientras mira a su hada.

Cúmulos grisáceos se forman entre la multitud que aun esta consciente la latente oscuridad se traga todo, separando a los estudiantes de los profesores.

Velvet nota que su mana se empieza a disminuir, además sus conjuros sencillos no funcionan, sus dos guardianas intentan usar magia, pero les sucede lo mismo. Sin pensarlo dos veces Velvet hace lo más sensato que podía hacer en dicho momento.

- Mackenzie teletranspórtate con tu padre a un lugar seguro.

La joven escucha y obedece, llevándose a su padre, pero debido a la distorsión en el éter se arrastra a Isabel junto a Morgana, Astrea y Juliana.

En el escenario solo quedan Velvet sus dos guardianas y Lissa, un expectante público y el causante de todo.