El sujeto suelta una carcajada.
- Siempre creí que los más afines a los demonios eran los semihumanos, pero para mi sorpresa los humanos, elfos y enanos se dejan seducir más fácil que esas bestias- deja ver una desagradable mueca que se puede interpretar como su sonrisa- las bestias siguen siendo bestias.
- Pedazo de mierda- exclama Dimitri mientras deja el cuerpo del hombre en el suelo.
Ante la mirada perdida del sujeto los dos guardias imperiales se ponen a la defensiva.
- Todos ustedes cayeron en la trampa, sus amigos afuera deben estar ocupados ahora- el enemigo levanta sus manos cual sacerdote- le sucederá lo mismo a ese pueblo, su gente será utilizada para el despertar de nuestro señor.
Ninguno de los dos parece preocupado por ello.
En lugar de ello Enrs carga su espada con magia, mientras lanza múltiples conjuros para mejorar su fuerza física, reflejos y poder mágico.
Dimitri hace lo mismo, adicionándole conjuros que mejoren sus sentidos.
- Bravo, bravo por fin un poco de diversión- aplaude el sujeto con ojos desorbitados. a medida que pasaba el tiempo el sujeto iba deformándose.
Lo que según los ojos de los guardias imperiales era un jardín de ensueños rápidamente se transforma en lo que es en realidad un campo de tortura, los arbustos y demás plantas en realidad solo eran alambres de púas el cual tenía restos de cuerpos, el lago solo era una piscina de sangre sucia, moscas y otras cosas rondaban por allí libremente, una mansión derruida por el tiempo, madera mohosa, objetos que llevaban años sin usar, una mesa vieja cuya única cosa nueva era el cuerpo de un ser sin identificar.
- Vamos a divertirnos peones del emperador- exclama el sujeto de voz ronca, el sujeto extiende los brazos y crea una onde de hielo la cual consume todo a su paso.
Las bases de la mansión son congeladas haciendo que la estructura se desplome bajo su propio peso.
Afortunadamente los dos guardias imperiales salen por las ventanas.
Los dos compañeros observan en lo que se ha transformado el lugar, lo cual casi los hace vomitar.
Mientras una nube de polvo se levanta múltiples estacas de hielo vuelan a gran velocidad contra los dos compañeros, quienes utilizan sus armas para desviar los ataques.
Las estacas silban por el aire, mientras todo el lugar empieza a congelarse. Hasta que llega a los pies de Enrs, pero gracias a sus botas el hielo no lo afecta ya que se derrite instantáneamente dejando solo vapor.
El elfo calcula de dónde vienen los ataques, entonces mientras desvía una de las estacas de hielo apunta y dispara un rayo desde su mano izquierda, pero este es bloqueado por un muro de hielo.
- ¡Ahora! - grita Enrs.
Dimitri aprovecha para meterse entre el humo y saltar sobre el muro de hielo en donde lanza sus dagas mágicas las cuales al contacto estallan.
Pero desgraciadamente impactan contra un techo reforzado de hielo.
Inmediatamente el sujeto contraataca creando estalactitas de hielo que caen del cielo y estalagmitas que salen del suelo.
Dimitri lanza varias dagas mágicas al cielo destruyendo las estalactitas mientras Enrs clava su espada en la tierra y libera una onda de magia eléctrica que destruye las estalagmitas.
Un fuerte viento despeja el lugar, revelando un escudo de hielo mágico.
- Parece que los perros del emperador no son tan débiles- exclama desde adentro el sujeto.
- Solo los cobardes se esconden detrás de murallas- apunta Dimitri, quien crea una nueva daga mágica la cual recarga y lanza. Pero con el mismo efecto que las anteriores, aunque destruya una parte esta se vuelve a regenerar.
Para los dos guardias imperiales es claro que su enemigo es un atacante a distancia, el problema es que también es mago de defensa lo cual dificulta que lo hieran.
Su rival no es estúpido. Comprende que si deja que sus dos enemigos sobrepasen sus defensas morirá al instante.
El sujeto apunta a Enrs, entonces del suelo aparece un gran tempano de hielo el cual el elfo esquiva por poco, pero dicho tempano estalla liberando fragmentos.
Uno de esos ataques roza el costado de Enrs, no recibe daño debido a su nuevo traje
- ¡Mierda!
- Cuando maté por primera vez sentí algo que no había sentido nunca- comenta el sujeto desde su fortaleza- esa sensación nunca se pudo alejar de mí.
- Tu historia nos importa una mierda, lo único que importa es verte muerto- responde Enrs mientras chequea si no tuvo efecto secundario la magia del sujeto.
Algo inquieta al sujeto ¿se suponía que eran 5 guardias imperiales? ¿Por qué solo se le enfrentan 2? ¿Dónde están los otros 3? ¿estarán escondidos esperando para atacarlo o quizá?
Enrs y Dimitri son magos de combate especializados en el ataque cuerpo a cuerpo, sus magias a distancia no son muchas o muy fuertes, pero no son estúpidos. Ambos han participado en suficientes misiones para saber cómo lidiar contra un mago que combate a distancia.
El hombre lobo ha lanzado múltiples dagas mágicas contra su objetivo mientras conforma un círculo alrededor.
Enrs prepara un conjuro de alto nivel el cual necesitaba dicho circulo.
- Los semihumanos son creaturas tan asquerosas- exclama el sujeto mientras sigue con su historia- en Erenia recuerdo muy bien que los compraba en manadas para luego divertirme haciendo experimentos con ellos. Fueron buenas épocas.
Ninguno de los dos guardias imperiales presta atención a lo que dice el bastardo. Ellos se dedicaban a esquivar o repeler los ataques de su enemigo.
- Cúbreme un momento- le comenta Enrs a su compañero.
- Dalo por hecho- responde este mientras atraviesa el campo de trampas heladas para llegar donde su amigo.
Enrs clava su espada contra el suelo mientras carga magia eléctrica con sus manos, Dimitri se encarga de defender mientras su compañero termina el conjuro.
Enrs toma su espada con amas manos descarga toda la magia eléctrica en su arma, la magia viaja atreves de esta hasta llegar a las dagas que estaban clavadas en el escudo de hielo las cuales reciben todo el poder mágico y crean una gran explosión.
Desgraciadamente el sujeto utiliza su magia de hielo para crear plataformas y así escapar del daño por poco. Mientras hace caer una lluvia de carámbanos contra los dos guardias imperiales.
El cultista sabe que debe crear la mayor distancia posible frente a él y sus rivales, ya que esos dos son expertos en combates cuerpo a cuerpo.
Mientras sigue su bombardeo ambos guardias imperiales van acortando la distancia ya que Enrs se encarga de crear plataformas mágicas mientras Dimitri usando su agilidad y fuerza destruye los ataques mágicos de hielo.
Enrs lanza un relámpago de su dedo mientras crea plataformas mágicas en las cuales salta.
- ¡Estupido!- grita el sujeto lanzando con más potencia sus ataques mágicos. Confiado de que poseía la ventaja.
Pensando que el relámpago chocaría con sus carámbanos. Pero. Este zigzaguea por el aire esquivando los carámbanos y golpeando a su objetivo.
El sujeto cae violentamente contra el suelo.
El cultista se levanta con dificultad mientras maldice. Pero las cosas no habían acabado allí.
Porque con sus dagas Dimitri habia creado un círculo mágico el cual Enrs aprovecha para potenciar un conjuro mágico de trueno el cual golpea con fuerza a su objetivo. Mientras es electrocutado por el relámpago, el sujeto saca fuerzas y crea una fortaleza de hielo. La cual lo protege momentáneamente.
Enrs aplica mayor cantidad de mana, pero ni así puede atravesar la fortaleza de hielo.
Destellos eléctricos azulados rebotan por la zona mientras una cantidad exagerada de vapor se expande.
Dentro de su refugio temporal estaba el sujeto chamuscado por la magia eléctrica, casi calcinado, pero aun vivo, se mueve erráticamente mientras vomita sangre para luego decir con voz gutural:
- ¡Maldicion! ¡Maldicion!- repite el sujeto múltiples veces. Su rostro deformado por el impacto mágico, sus extremidades casi en los huesos y cayéndose a pedazos- ¡Malditos guardias imperiales!
El sujeto creyó que enfrentar a dos guardias imperiales al mismo tiempo sería igual de fácil que acabar con policías o soldados novatos. Acostumbrado a combates rápidos y enemigos débiles en otros países pensó que sería lo mismo en el imperio, confiado en que los cultistas estaban tomando fuerza en los últimos meses, tal fue su atrevimiento que tomaron un punto importante de la inteligencia imperial cerca de un pueblo, ayudados por infiltrados en el estado imperial, tomaron por sorpresa a uno de los mejores espías del imperio el cual no soltó ninguna información, por más que se le torturara no decía nada. Antes se burlaba de ellos, cuando vieron sus informes ninguno de ellos hablaba del culto de hecho, estaba ocupado con otra cosa de mayor importancia, como todo estaba cifrado, fue difícil transcribirlos y cuando lo hicieron se dieron cuenta que, si los estaban investigando, pero no específicamente a ellos sino a sus patrocinadores y esta información se la dio a sus enemigos. Tenía que hacer algo y en su condición actual no podía así que recurriría a su último recurso. Ese recurso era demonizarse, entregarle su alma a su señor para que este le concediera la fuerza necesaria para salir de cualquier aprieto. El sujeto con sus últimas fuerzas se atraviesa el pecho mientras recita un cantico antiguo, un aura maligna empieza a rodear lo que queda del sujeto.