Se la pasaban los 3, algunas veces Santiago parecía otra persona, unos días delicado casi femenino y otros días burlón como siempre era, daba igual lo podía considerar como un amigo.
El joven se abrió más a ellos, en los tiempos libres charlaban o estudiaban cuando podían, ya que los otros dos siempre estaban con Natalia y Niko con su novia, casi nunca veía a Sara o cuando la veía la chica miraba hacia otro lado, pocas veces la saludaba ya que le caía bien.
Estando con Niko aprendió una cosa y fue:
- Viejo debes de dejar de mirar a Lissa así- le recomendó este.
- ¿Cómo la miro? - se preguntó Alex.
- ¡Prácticamente te la comes con los ojos! - se burla Niko- las mujeres odian eso.
Los tres estaban viendo como Maki hacia señas y otras tantas estupideces junto a Isabel, Juliana y Lissa quien estaba embobada viendo a su joven ama lanzarle una pelota con fuerza a Isabel, quien la retiene con fuerza y se la devuelve golpeando el rostro de Maki. Lo que causa la burla de Juliana.
- Si eso es bastante estúpido- añade Santiago mientras le lanza miradas molestas a su hermana quien por alguna razón está irritada.
Sara se encontraba al otro lado junto con Natalia quien estaba babeando al ver a Lissa con uniforme deportivo y Sasha la cual estaba también embobada viendo a Maki sangrar por la nariz y ponerse a pelear con Isabel.
Alex la saluda y esta voltea la cara.
- No le caigo bien a tu hermana- le dice Alex a Santiago.
- Mi hermana es una idiota- responde Santiago.
- ¡Lo tengo, Santiago has la misma mirada que hace Alex cuando ve a Lissa, pero hazla con Isabel!
- ¿Y que gano con eso? - Pregunta Santiago mientras le hace muecas a su hermana.
- Si no te insulta entonces te daré el dinero que gane estos días.
Santiago levanta una ceja.
- ¡Al demonio dinero fácil vamos a hacerlo!
- ¿Te unes Alex?- pregunta Niko.
- Bueno- responde este.
Santiago se ríe, se frota las manos y entonces se pone a mirar a Isabel del mismo modo que Alex lo hace con Lissa.
Isabel siente un cosquilleo molesto, busca a la persona que la está mirando y cruza la mirada con Santiago. Esta lo mira con asco, luego el dedo meñique traza una línea imaginaria en su garganta mientras señala a Santiago.
Los tres jóvenes lanzan una carcajada.
- ¡Paguen de una vez, Isabel solo me amenazó de muerte! - reclama Santiago extendiendo la mano pidiendo su paga.
Los dos perdedores entregan el dinero.
Mientras sigue la clase Maki busca a Magnolita para manosearla. Frente a esa indecorosa acción la profesora le lanza una pelota al pecho sacándole el aire, lo que causa la burla de la clase.
- Les tengo otra apuesta- dice Santiago mientras mira a su hermana- escucha Alex, mira a mi hermana por más de 30 segundos, si ella se sonroja en ese tiempo te daré todo el dinero que les quite a los dos más algo que tengo. ¿aceptas?
- No pierdo nada.
- De hecho, si, debes pagarme más- recalca este.
- Suena a que voy a perder.
- Y es seguro que si- responde confiado su amigo.
- No estoy muy seguro de hacerlo- dice Alex, pero Niko le da una palmada en la espalda.
- Al demonio yo pago por ver que pasa- comenta Niko.
- ¿Seguro? - pregunta Santiago.
- Muy seguro.
Sin nada que perder Alex mira fijamente a Sara, quien le devuelve la mirada. Sin ningún tipo de sentimiento alguno Alex la observa como siempre la ha observado, como una simple compañera. Cosa que lastima a Sara, quien no soporta esa mirada y prefiere no verlo, de hecho, sin darle explicación alguna a su jefa se va del lugar cosa que Natalia respeta.
- ¡Perdiste! - apunta Santiago, quien se levanta.
- ¿Sucede algo? - pregunta Alex.
- No es nada, solo debo ir a disculparme con alguien.
Niko sonríe mientras cierra los ojos.
Alex no entiende lo que sucedió, pero dice lo siguiente:
- ¿Tu hermana me odia Santiago? - pregunta este.
- Ella es una idiota… la cual le encanta meternos en problemas, pero siempre tiene la razón cuando lo hace… excepto esta vez.
- ¿?
- Nos vemos al rato.
Santiago parte en búsqueda de su hermana, en su camino se cruza con su jefa quien le dice casi susurrando.
- Eres un idiota.
El joven no responde mientras sigue su camino.
Sin entender nada Alex sigue observando como un idiota a Lissa.
Alex aun obsesionado con Lissa no se da cuenta de que a ella no le interesaban los hombres, en su ingenuidad creía que ella solo era vanidosa. El joven seguía intrigado con la doble personalidad de su amigo, era raro pero agradable, aunque es extraño que le pregunte tanto sobre su hermana. Algunas veces parecía tener el cabello corto, mientras que otras lo tenía largo, se supone que su amigo es un mago de refuerzo y tenía ciertas habilidades de ilusionista así que pensó que lo hacía en broma. Alex estaba en duda de ¿a quién debería declarársele primero? Entonces decide dejar las cosas a la suerte, lanza una moneda.
Cara es Lissa.
Sello es Mackenzie.
La moneda cae en sello.
Decidido Alex le pide ayuda a alguien.
- ¿Cuál es el problema? - pregunto este.
- Veras, quiero declarármele a Mackenzie, es por eso por lo que quiero que me ayudes con una carta de amor- respondió Alex con cierta vergüenza- lance una moneda para ver a quien debía declarármele.
- ¿Dejas eso al azar?
- Si.
Vio una vena en la frente de su amigo, la cual desapareció rápidamente.
- No.. no hay problema yo te ayudo con eso- su amigo levanta el pulgar.
- Oye Santiago, en verdad te agradezco esto, no pensé que pudiera escribir una carta alguna vez- le agradece Alex a su amigo.
- No es nada, por lo menos tú tienes el valor de hacerlo, las mujeres aprecian eso… o eso me dice mi hermana- responde este intentando no mirar a su amigo.
- ¿Por qué no le escribes una a Isabel? Pregunta el joven.
- Bueno… a mí nunca me gusto Isabel, solo lo hacía para molestar a mi herman- hermana, a mí me gusta otra persona.
- ¿Enserio, entonces quien es esa chica? Pregunta molestando su amigo.
- Los hombres son muy tontos para darse cuenta de muchas cosas- dice al aire Santiago.
- ¿Qué dijiste? - pregunta Alex distraído.
- Nada, solo estaba diciendo cosas sin sentido…
Su amigo hoy se veía muy femenino, un mechón le cubre el rostro y este se lo recoge mientras suspira tristemente. Aun así, le ayuda a su amigo con la carta.
Alex dejo la carta en el puesto de Maki, está la miro y pensó que era un reto para una pelea, fue al lugar donde decía que se encontrarían. Maki le mintió a Lissa para que no interfiriera en caso de una pelea.
- ¿He? ¿quieres pelear conmigo Alex? - dijo Maki aquella vez.
- No, la verdad es que me gustas Mackenzie- exclama el joven con cierta confianza- quieres.. ¿quieres salir conmigo?
Mackenzie baja los puños, se queda muda un momento, se le acerca a su compañero de clase le coloca una mano en el hombro y le dice:
- Escucha Alex me caes muy bien y todo eso, pero ahora la única persona que amo es a mi padre y hermanas, agradezco que me tuvieras en cuenta para ello- Maki le da un abrazo a su compañero de clases y se va como si no hubiera pasado nada.
Después de eso Maki lo siguió tratando como siempre, no le dio importancia alguna a ello.