Capitulo XXVIII

Unos minutos antes…

Lilinca había usado estructuras mágicas semiperfectas, las cuales uso para confundir al enemigo ya que ella junto a sus otros dos compañeros jamás fueron con Enrs.

Mientras Enrs y Dimitri se adentraban en la mansión, Lilinca, Victoria y Z´dass hacían un llamado general a todos los ciudadanos del pueblo.

Lilinca saca de su bolsillo la credencial de oficial imperial, la cual se la muestra al capitán de policía y como tal debe obedecer.

Se da alarma general para que los ciudadanos se dirijan al ayuntamiento para refugiarse.

Z´dass junto algunas de sus invocaciones ayudan a las personas a salir de sus casas, mientras Victoria los dirige al ayuntamiento.

Un estrepitoso alarido se oye desde el bosque mientras los árboles nevados empiezan a moverse bruscamente.

- ¡MIERDA FUE MAS RAPIDO DE LO QUE PENSABAMOS! - grita todo pulmón Victoria.

- Yo me encargo- dice Z´dass mientras se dirige rápidamente a las afueras del pueblo con el fin de ayudar a las personas que aún no han salido de sus casas.

Mientras corre saca su cigarro el cual es su medio de invocación e invoca a sus ases.

La dríada, el minotauro y un ciclope.

La dríada se queda atrás, mientras el minotauro se adelanta junto al ciclope.

- Bueno muchachos ya es hora de entrar en acción- comenta Z´dass a sus invocaciones, las cuales asienten.

Z´dass saca unos binoculares y observa que los demonios ya casi pisan la entrada del pueblo, levanta su mano.

La dríada observa el movimiento de la mano de su invocador.

Mientras observa sin parpadear la dríada junta sus manos como en suplica para formar una esfera de magia verdosa.

Cuando los demonios tocan la entrada del pueblo Z´dass baja con fuerza su mano mientras grita.

- ¡Fuego!

La dríada toma la esfera mágica del tamaño de un balón de futbol, la lanza al suelo y le da una fuerte patada.

La esfera mágica vuela a gran velocidad.

Cuando la esfera mágica pasa a Z´dass este hace un gesto, el ciclope da un rápido vistazo hacia atrás.

De las tres invocaciones el ciclope era quien siempre iba al frente, este corre lo más rápido que puede, acumula fuerza en sus muslos y da un largo salto, mientras abre las manos en el aire y atrapa la esfera, la cual era un arma mágica en forma de hacha de dos manos.

El ciclope cae con todas sus fuerzas y aplasta a una gran cantidad de demonios con la sola onda de su arma mágica.

La invocación de casi 4 metros de alto, musculoso, porta una pesada armadura, mirada y sonrisa burlona observa a los demonios sobrevivientes, mientras saca su hacha de la cabeza de un demonio de gran tamaño.

El minotauro recibe una lanza, dicha invocación mide 2 metros y medio, porta una armadura ligera. Lanza un resoplido mientras lanza un fuerte alarido y entonces se lanza a la acción, con sus cuernos ensarta a un demonio. un intrépido demonio se lanza contra este, pero medio cuerpo del demonio es arrancando por unas hiedras que salen de la tierra. Dejando tripas y sangre por el camino.

Múltiples hiedras empiezan a salir del suelo mientras asesinan de las peores formas a los demonios, algunas se les meten por las orejas o la boca y los hacen estallar desde adentro.

Los que intentan esquivarlas son cortados por los poderosos y precisos golpes del minotauro, mientras que otros son aplastados por el ciclope.

Mientras el ciclope y el minotauro se encargan de que ningún demonio pase. La dríada les cubre las espaldas.

Z´dass va ayudando a las personas que estaban escondidas en sus casas, para calmarlos invoca pequeñas aves rechonchas y de patas largas. Lo cual le causa gracia a los niños.

Una niña elfo le sonríe a Z´dass mientras dice:

- ¡Gracias, señor troll!

- No es nada pequeña, es mi deber como guardia imperial. Si debes agradecer es a aquellas invocaciones que los protegen de los demonios.

El pequeño elfo les grita a las invocaciones, quienes se sonrojan.

Z´dass sigue ayudando a la gente a refugiarse en un lugar seguro, fuera del alcance de la batalla.

Un demonio con forma de lince deformado se escabulle entre las dos invocaciones guerreras mientras se dirige a atacar a su invocador.

Cuando piensa que puede desgarrar el cuello de Z´dass una bala atraviesa su cráneo, el demonio revota 3 veces contra el suelo dejando una mancha de sangre.

- Te estabas tardando- comenta Z´dass mientras camina tranquilamente hacia otro lugar más seguro, procede a seguir fumando.

- No te quejes, debo buscar un lugar alto para tener mejor vista y precisión- responde Victoria desde el campanario de la iglesia. Ella carga su arma mientras apunta nuevamente y dispara.

- ¿Lo necesitas allí contigo?

- Sería un honor- responde complacientemente la elfo, recarga su arma con una bala imbuida con magia y dispara.

Z´dass suelta una bocanada de humo blanco, el cual parece tomar vida propia y con una sola orden se dirige donde Victoria.

De todas partes empiezan a aullar múltiples creaturas, más demonios salen del bosque, la tierra, las alcantarillas, todos con un solo objetivo.

- ¿Señor troll usted viene con nosotros? - pregunta la pequeña elfa preocupada. Su madre piensa lo mismo.

- No pequeña, mi trabajo es aquí- responde Z´dass acariciándole el cabello a la pequeña. Luego ordena a sus invocaciones de aves que acompañen a los civiles.

Mientras tanto en el ayuntamiento.

- Se nos van- informa Victoria disparando y matando a varios demonios.

- De eso me encargo yo, ustedes eliminen esas cosas- responde Lilinca.

Lilinca le dice al jefe de policía que retroceda ya que iba a utilizar magia máxima.

- Ustedes encárguense de calmar a los civiles.

El capitán de la policía le responde con un saludo militar y se retira al ayuntamiento. Para Lilinca era obvio que ninguno de esos policías había pisado el campo de batalla, prácticamente eran civiles con uniforme.

La Cila también se encontraba afuera del ayuntamiento resguardando la entrada.

- Escuchen los dos, creare un escudo de 3 capas para proteger este lugar mientras los cubro con escudos a todos ustedes- informa Lilinca.

- ¿Cómo están los otros dos? - pregunta Victoria.

- Vivos, están luchando contra un demonio superior.

Demonios alados salen del bosque chillando por algo que los conmociona.

Dichos demonios con cuerpo de murciélago y cabeza de gorrión con ojos desorbitados se lanzan a toda velocidad contra las invocaciones de Z´dass, pero no llegan ya que Victoria les da de baja.

- Capitana cubra a Z´dass junto a sus invocaciones, voy a usar munición expansiva- informa Victoria.

La elfo abre el compartimiento de su rifle especial, saca una bala de su caja de municiones, la mete en el cargador del rifle, lo cierra, luego procede a apoyarlo en el muro y apunta a un único demonio que se encuentra volando. Con suma precisión dispara, el disparo hace que la elfo retroceda unos centímetros. La bala impacta contra el demonio haciéndolo explotar por los aires, liberando bombas de racimo las cuales al impactar contra el suelo calcinan todo lo que encuentren.