Mientras tanto.
Me encontraba con Astrea observando el pequeño lago que ahí en el jardín trasero del hospital. Tiene peces pequeños que se esconden entre las rocas, otros se asoman entre las hojas que caen de los árboles al lago.
Al principio una enfermera me acompañaba, pero rápidamente me dejaron solo. Quizá se dieron cuenta de que podía arreglármela solo.
La realidad era otra, Maki se enteró que las enfermeras le pedían cosas raras a su padre entonces procedió a quejarse, para que al final decidieran que su padre podía actuar por su cuenta hasta cierto punto. Pero algunas veces una que otra enfermera iba a su habitación a acompañarlo.
- Y ¿Qué has hecho Astrea? - pregunto mientras un pájaro vuela sobre el lago.
- Trabajar- responde Astrea.
- ¿Nada más?
- No.
- ¿Enserio?
- Si.
- Ya veo.
- Si.
Una clásica conversación con Astrea.
Ya había pasado una semana desde que estaba en el hospital y mi mano se curó a buen ritmo, con la combinación de mi medicina y mi creación comiéndose la carne infectada, el agujero en mi mano había disminuido y la carne infectada fue remplazada por tejidos vegetal-animal, suena raro, pero así es, no eran mis antiguos tejidos y demás cosas, solo se remplazaron por algo parecido que era aceptado por mi cuerpo sin ninguna molestia, lo importante es que sigo vivo y ya no tengo esa horrible herida.
- Dejen eso mocosas- regaña Maki.
Anna y Antonia intentaban empujarme mientras estoy en la silla de ruedas.
- ¡Nosotras podemos! - exclama Anna intentando empujar.
- Papi ya no está gordito, así que podemos empujarlo- dice Antonia empujando.
- Gracias por eso niñas, pero es mejor que dejen a su hermana hacerlo- les digo.
- Hmmm… papi tiene una preferida- reclama Anna.
- No es eso amor, solo que su hermana si tiene la fuerza de hacerlo, ustedes dos aún son muy pequeñas.
- Yo puedo invocar algo para que empuje tu silla de ruedas papi- resalta Antonia.
- Ya dejen de molestar ustedes dos, este es mi trabajo- dice Maki mientras coloca a sus hermanas en mis piernas- así dejaran de molestar ¿cierto?
Los tres levantamos el pulgar.
Mientras Maki nos empujaba Anna me susurra algo al oído.
- Papi,papi, la celosa va a cumplir años el próximo mes ¿Qué planeas hacer?
Al rato una enfermera nos regaña por hacer eso.
Faltaba poco para que Maki cumpliera 16, tenía algo planeado, el planeado para el próximo mes.
- Papá me alegro de que tu mano este mejor- dice Maki mirando a sus hermanas sacando unas flores.
- Gracias, cariño, es por Tera que estoy mejor- apunto.
- Papá…- Maki quería contarle a su padre sobre lo que vio en sus recuerdos, pero su padre aún se encontraba en recuperación así que se abstiene de contárselo.
Mi hija se rasca la cabeza como buscando una solución a algo que la carcome.
- ¿Qué sucede cariño? - le pregunto.
- No es nada, es solo que me gustaría que me contaras como era mamá en tu mundo.
Maki habia visto fragmentos de su madre en lo que suponía los recuerdos de su padre, eso aun la tenía confundida ¿Por qué están allí esos recuerdos? Pensaba a diario.
- Bueno como te he contado antes, Alex y yo no congeniamos al inicio.
Maki se ríe.
- Mamá nunca fue buena congeniando con los demás.
Las niñas al escucharme hablar de su madre dejan de hacer una coronilla de flores y se vienen a escuchar.
- ¡Papi, papi cuéntanos de mami joven! - comenta Antonia.
- Shi, shi, quiero saber cómo era mami- dice Anna con entusiasmo.
- De acuerdo niñas.
Y así les cuento mi parte de la historia.
- Mami era muy malita con papi- comenta Anna.
- Vamos corazón, tu madre era una mujer de carácter fuerte. No le gustaba perder- le digo.
- Si eso es cierto, mamá era muy estricta con nosotras- añade Maki.
- Hmm pero mami no tenía que ser tan mala con papi- dice Antonia frunciendo el ceño- mami de la tierra era muy mala.
- Papá.
- ¿Si cariño?
- ¿Aun amas a mamá? - pregunta Maki.
Para mi es una pregunta fácil de responder.
- Siempre la voy a amar, eso nunca va a cambiar sea donde sea. Ella es mi primer amor. Además, ella me dio una segunda oportunidad, la gran oportunidad de conocer a mis hijas las cuales amo.
- Papi es muy cursi- dice entre risitas Anna- ¡por eso te quiero mucho mucho!
- Ya quiero estar solo con papi- exclama Antonia.
- Niñas, no quiero que saquen a su tía de sus vidas, ella se esfuerza mucho en enmendar sus errores, lo que menos quiero es que terminen en malos términos con ella.
- Ya veremos cómo van las cosas papá- exclama Maki.
- Por cierto, papi.
- ¿dime corazón?
- ¿Por qué te pones esa ropa fea si te trajimos ropa nueva?
- Es por….
Las niñas me trajeron ropa, más bien me compraron ropa. Esa típica ropa que acentúa que soy extranjero, bufanda, sombrero de copa, traje de gala y mocasines. Me consiguieron tres trajes así. Aunque últimamente me vista mejor, no necesariamente tengo que vestir como si fuera a un palacio, tampoco soy un modelo, solo soy un tipo normal.
- ¿No te gusta? - pregunta Antonia con ojos llorosos.
- No es eso corazón solo que… ¿no es muy extravagante para colocármelo en un hospital?
- No- responden las tres.
- Deberías vestirte así todos los días papá.. o espera un momento si papá se ve así de elegante todos los días posiblemente lo molesten muchas mujeres todo el tiempo entonces… mejor cuando estas con nosotras, solo verte así cuando estes con nosotras.
- Si papi, la celosa de la Maki tiene razón.
- Ustedes no hacen nada mocosas, siempre soy yo la que se encarga de eso- comenta Maki de mala gana.
Los ojos de Antonia se aguan al escuchar a su hermana mayor.
- Cariño no les hables así a tus hermanas- la "regaño"
- ¡Papiiii Maki siempre es así con nosotras, en la mansión de tía Velvet nos dice mocositas, sapas, metidas, flojas, atenidas! - exclama sollozando Anna.
- ¡Papi! ¡Mi hermanita es muy mala con nosotras, se la pasa molestándonos, también hace trampa! - Anna se une llorando.
- ¡Oigan yo no!
- Cariño pensé que ya habíamos hablado de esto y ¿Cómo que haces trampa?…- le digo a mi hija decepcionado con ella.
- Yo…
Abrazo a mis hijas menores calmándolas.
Mientras Augusto le da la espalda a Maki quien está triste ve el rostro de sus hermanas, las cuales se acaban de vengar de su hermana mayor del peor modo posible.
Maki hace rechinar los dientes, luego piensa la mejor venganza contra sus hermanas. No pensaba contarles algunas cosas sobre lo que vio, pero con lo que sus hermanas le hicieron frente a su padre las haría pagar.
Ya casi era hora de que ellas se fueran.
Anna me dice algo.
- ¿Papi eres papi?
- Soy quien soy cariño.
- Si, eres mi papi al que amo mucho.
Ella me lanza un besito y se va con Maki, quien sonríe.
- Vendremos mañana nuevamente papá- Maki se devuelve y me da un beso en la mejilla, regresa con sus hermanas y se van.
¿Papi es papi? ¿soy la misma persona? Aquellas palabras resuenan en mi cabeza. ¿Mi yo de este mundo y Yo somos la misma persona? Es curioso pensar en ello ya que si realmente fuéramos la misma persona recordaría todo.