Capitulo XXX

Habían pasado 3 días desde que desperté, mis hijas me habían visitado 2 veces, se quedaban conmigo hasta donde les permitiera su tía.

- ¡Papi,papi, mira mi dibujo!- me dice Anna mientras me entrega un gracioso dibujo donde estábamos los 4 juntos en la casa y por alguna razón ella era más alta que Maki, el dibujo de una niña de 5 años era mejor que los míos.

- Te quedo genial amor- le digo mientras le acaricio la cabeza- por cierto, amor ¿Por qué tu hermana mayor es más pequeña?

- Fácil papi, Maki va a ser una enana.

- No digas eso de tu hermana, ella va a ser igual de alta que tu madre.

- Eso no es nada- comenta Antonia quien saca de una bolsa de papel un cuadro pintado por ella, donde había dibujado a Alex.

- ¡guawu corazón esto esta excelente! - exclamo impresionado. Al ver el talento de mis hijas me doy cuenta de que mi arte es una mierda.

- Juju, soy la mejor papi- exclama ella orgullosa mientras se cruza de brazos.

Anna le hace una mueca, la cual es respondida por Antonia.

- No sean fastidiosas mocosas, y por cierto mocosas ¿Cómo así que soy una enana? - reclama Maki, quien estaba sentada leyendo un documento estudiantil, la chica que siempre la acompaña estaba afuera esperándola.

- Cariño.

- Si papi.

- ¿Cambiaste tu peinado?

- Un poco.

- Ese peinado lo usaba Alex cuando estamos en la universidad. Ahora que lo noto, así como estas te pareces mucho a ella- le comento alegremente, tanto su peinado y ropa se asemejaba al que usaba Alex en la universidad.

Ella se siente orgullosa mientras le lanza una mirada de victoria a sus hermanas las cuales hacen mala cara.

- Gracias papi.

- Presumida.

- Tramposa.

- Par de mocosas celosas- responde Maki mientras cierra el libro- bueno papá, es momento de que comas algo.

Maki llevaba un listón amarillo atado en su cabello el cual recostaba en su hombro derecho, mientras un largo mechón se desprendía de su cabello por el lado izquierdo. Aunque ella niegue que se parece a su madre, Maki tiene mucho de Alex en su ser, puede que físicamente se parezca a su tía, pero en su interior es parecida a Alex en especial su altura, Alex media 1.60.

Maki toma el plato de comida que esta encima de un pequeño mesón.

- Cariño yo puedo comer solo- le digo.

- Nop, yo me encargo de eso, perdiste la movilidad de una de tus manos y aun sigues en mal estado. Así que voy a cucharearte la comida.

- ¡Yo quiero intentarlo tambien!- comenta Antonia.

- ¡shii yo tamben quelo hacelo!- dice Anna .

- Lo haremos por turnos.

Me siento como un niño pequeño y se supone que yo soy el padre.

Las tres han cambiado mucho en tan poco tiempo, el vivir con su tía les ha traído muchas cosas positivas, algunas veces pienso que no las merezco, luego recuerdo que las quiero con todo mi corazón y mi mayor deseo es vivir nuevamente con ellas y se me pasa.

Maki ya casi cumple 16, debo prepararle algo.

Las quemaduras de primer y segundo grado habían menguado gracias a la medicina que cree junto a mis chicas Alpha y Terra, pero la herida de mi mano seguía igual o peor, Maki intento curarla con su hechicería, pero no sucedió nada. Al paso que iba, era posible que perdiera la mano. Tenía planeado hacer algo, pero debía probarlo en la noche cuando nadie me acompañaba.

- Tranquilo papá, juro que buscare el modo de curarte la mano- dice Maki decidida.

Astrea se asoma por la puerta y dice:

- Jóvenes amas, ya es momento de irse.

- ¿Enserio? Pregunta Maki bajando los hombros mientras se muestra aburrida.

- Si joven ama Mackenzie.

- Yo quiero quedarme más tiempo con papi- comenta Anna aferrándose a mí.

- Yo igual- dice Antonia haciendo lo mismo que Anna.

- Niñas, hagan caso a su tía- les digo.

Las tres se muestran descontentas, pero obedecen.

Que buenas niñas son mis hijas.

Se despiden de mí y prometen volver en dos días.

Astrea también se despide.

Dejándome solo en la habitación.

Por mi condición debía pasármelo en cama. Muchas veces desearía tener mi Switch para jugar indies, pero recuerdo que en este mundo no existen esas cosas y se me pasa.

Como me gustaría estar jugando Skyrim por decima u onceava vez.

Les dije a mis dos pactos que no era necesario que vinieran siempre, ya que aquí no me iba a pasar nada, además no quería que intentaran manosearme como siempre lo hacen, o que se metan debajo de mis cobijas desnudas.

Al estar solo en la habitación procedo a levantarme con ayuda de un bastón, me cercioro de que no ahí nadie, cierro la puerta y procedo a llamarlo.

El pequeño ser que cree. El cual parece una sanguijuela aparece sobre la palma de mi mano buena.

- ¿Me entiendes?

El pequeñín se arrastra por mi mano sin entender nada, luego mira hacia arriba.

- Si me entiendes mueve tu cabeza hacia arriba.

El pequeño obedece y mueve su cabeza hacia arriba.

- Entonces si me entiendes. Y me impresiona que me entiendas.

Mientras se arrastra por mi mano, la pequeña creatura mueve su cabeza hacia arriba.

- ¿Es posible que puedas arreglar esto? - levanto mi mano dañada y entonces el pequeñín se queda mirando unos segundos, luego levanta la cabeza.

- ¿Dolerá o será sin dolor?, mueve la cabeza una vez para la primera y dos veces para la segunda.

Como me esperaba solo movió la cabeza una vez. Es hora de probar si este pequeño ser es capaz de curarme.

El pequeño ser creado con eter da un salto de mi mano buena a mi mano dañada y entonces procede a meterse, literalmente meterse en la piel, causándome un dolor indescriptible ya que estaba comiéndose la carne contaminada por magia. No pude aguantar más de 5 minutos ya que fui superado por el dolor. El pequeño ser sale del agujero que dejo la daga mágica, cubierto de sangre oscurecida, saca una lengua parecida a la de una serpiente y se limpia, su boca está llena de dientes lo que lo hace parecer una trituradora. ¿En qué diablos estaba pensando cuando lo cree? Debo replantearme eso.

- Lamento haberte creado para hacer daño, no pensé mucho cuando te cree- le digo.

El pequeño ser niega con la cabeza, luego señala mi mano. Mi creación se comió la carne infectada que rodeaba las articulaciones de mis dedos, lo que permitió que la semilla que me dejo Tera hiciera su trabajo el cual por primera vez veo en acción, lo que realmente hace es remplazar los tejidos perdidos por algo que creo que es tejido ¿vegetal? Que funciona como tejido ¿animal? Los huesos fragmentados son reconstruidos por sábila, no es muy lindo de ver, pero bueno me cura las heridas y eso es lo importante. En este punto soy más una planta que un ser humano, un conjunto de retazos pegados por las raíces de las semillas de Tera.

Deje que mi creación devorara lo que pudiera de la carne contaminada con magia por un rato más, hasta donde aguante. Luego me fui a dormir acompañado por el pequeñín, el cual se acurruco contra mi mano.

Mi rutina en el hospital era la siguiente.

En las mañanas llegaba Enrs (quien me mintió, ya que no podía salir del hospital porque tenía que asistir a sus citas de cirugía reconstructiva) me ayudaba con el bastón y luego me acompañaba al restaurante donde comíamos, luego buscábamos unas sillas de ruedas, el me empujaba por todo el parque que poseía el hospital mientras nos reíamos y jugábamos como niños, en ese juego se nos unía Victoria, quien también estaba hospitalizada ya que se fracturo ambas piernas, al principio estaba reacia a hacer tal estupidez junto a Enrs y yo, pero luego se nos unía, uno de sus compañeros de trabajo (un hombre lobo) que vino a visitarlos dijo:

- Ustedes parecen unos niños haciendo eso- exclama muy serio, para luego decir- ¿me puedo unir?

Y así hacíamos carreras, para que al final la enfermera en jefe nos regañara por hacer eso con las sillas de ruedas.

Siempre que eran las 10 u 11:00 A.M llegaba Astrea a acompañarnos.

Enrs se llevaba a Victoria junto con su compañero.

- Me agrada ese muchacho- comenta el hombre lobo mientras empuja la silla de ruedas donde va Victoria- ahora entiendo porque se quedan en el sur.

- Y eso que no has probado su comida- exclama Enrs levantando un dedo.

- ¿Y qué dices Victoria? - pregunta Dimitri.

- Me gustaría poder cuidar a sus hijas pequeñas siempre- dice esta mientras se abraza a sí misma.

- Deberías decir, me gustaría abrazar a ese muchacho- dice en burla Dimitri, como respuesta Victoria le da un puñetazo en el estómago.

- Las vidas de un elfo y un humano son muy distintas- responde está mirando al horizonte.