Capitulo XXXI-3

Tal como lo esperaba me subí en ese maldito carruaje atestado de gente, pegados unos a otros durante unas horas hasta llegar a la estación de trenes. ¿Quién diablos puede ser feliz así?

Estuve pensando en lo que me sucedió, nunca me habían atrapado en una ilusión y lo peor es que no recuerdo de que trataba, seguido por demonios y al final el maldito inquisidor quien sobrevivió. Todo apuntaba a que fue una trampa, era muy obvio. ¿Qué querían esos bastardos? ¿fueron los del culto o los ocultistas? Tenía muchas preguntas que hacerme. Por ahora solo quería descansar y recuperarme rápido. Odio sentirme débil.

Después de un día de viaje llegué a ese mugriento pueblo lo primero que hice fue ir directo a mi "casa" y dormir todo el día.

Cuando desperté nuevamente me di cuenta de que era de tarde, se me hizo extraño no soñar con la extraña niña y aún más extra es que mi cariño no fuera a visitarme, así que hice lo normal baño, comida y cambio de ropa, luego salir al restaurante donde trabaja mi cariño, tenía muchas ganas de verlo.

Fuera de que quería verlo, quería preguntarle sobre esa cosa que creo. Es raro verlo haciendo algo diferente a su vida cotidiana, pero se supone que es un científico… un científico que trabaja en un restaurante. Dudo que el creara tal cosa, en fin, es mejor preguntárselo directamente.

Paso por la puerta principal y le pregunto a la mujer orco sobre Augusto, a lo que ella responde:

- Esta hospitalizado en la capital central, hubo un problema en la academia donde estudia su hija mayor y bueno, casi pierde una mano además de su vida claro está- responde no muy alegre por lo sucedido.

Allí estaba yo, paralizada escuchando atentamente lo que le sucedió a Augusto mientras no estaba, la chica seguía contando, al momento la hermana demonio de mi cariño me explico con mejor detalle lo sucedió.

- Mi hermano lleva una semana hospitalizado, le darán de alta este fin de semana, me dijo que si te veía que no te preocuparas ya él es-

- ¿En qué hospital esta? Dime el nombre del hospital en donde está internado - pregunto intentando mantener la calma.

- Esta en el hospital universitario imperial, pero no es necesario que vayas noso-

Me retiro del restaurante sin decir nada, solo pienso en Augusto.

Vish se cruza de brazos mientras mira a Alpha quien levanta los hombros.

- Ahora entiendo porque mi hermana perdió- exclama Vish.

- Bast perdió porque fue una tonta que creía que no tendría competencia- responde Alpha mientras sigue limpiando.

- Si eso también.

¿Cómo puedo llegar más rápido?

¿Mi escoba?

¿Alas mágicas?

¿El estúpido tren?

Rápido piensa.

Tome una maleta de viaje grande, saco lo necesario para pasar unos días en la capital y viajo.

Al estar falta de mana debo descartar las dos primeras opciones, lo que me deja en.

Tener que hacer una maldita fila para comprar un boleto en clase media y esperar hasta que salga, sentarme a esperar mientras veo como entran y salen personas. ¡Cielos porque la gente hace esto! Por eso me gusta tener magia, me puedo ahorrar todas estas idioteces como:

1. Bebes llorando.

2. Tipos pidiéndole cosas a los encargados.

3. Ronquidos de otros pasajeros.

4. Paradas en otras estaciones.

5. Bebes llorando nuevamente.

6. Gente comiendo.

Lo único bueno es el servicio y los baños, al cual debo ir cada cierto tiempo porque me dan ganas de vomitar.

En total el viaje duro casi 9 horas, las cuales no disfrute.

Los próximos días decidirían parte de mi futuro.