Me cole en el hospital.
Fue fácil dar con este, lo que no sabía era que a mi cariño lo internaron en uno de los hospitales mejor equipados del imperio ¿me pregunto de donde saco el dinero para pagarlo? Se que no es pobre, pero tampoco rico como para pagar semejante cosa. Quizá fue cosa de su hermana mayor.
Busque piso por piso hasta que.
Allí estaba mi cariño con una mirada vacía mientras le daba lentas cucharadas a su comida.
Estaba sumamente preocupada por el…
¿Tanto había cambiado? Sinceramente nunca espere que hiciera tal cosa por alguien. Espero que no se diera cuenta que estaba pálida y preocupada.
Llevaba una semana internado, a simple vista parecía bien, pero cuando utilice el beso para tantearlo note que tenía vendas debajo de su cuerpo, también unas cicatrices poco visibles en su rostro y la principal. Una venda cubría su mano. ¿Qué le sucedió?
Lo abrazo con fuerza lo que hace que se sonroje ya que yo estaba moviendo mi mano lentamente hacia abajo 😉. Se que está feliz de verme, pero nuestro reencuentro se ve afectado por las molestas enfermeras las cuales me regañan y me obligan a firmar un compromiso, como castigo solo me dejaran ver a mi cariño 2 horas al día.
Me cuenta que sus heridas son a causa de un problema en la academia de magia donde estudia su hija mayor.
¿Acaso su hija mayor es una maga?
Dejando los jueguitos y bromas las cuales le hago habitualmente comienzo con lo que me interesa.
Como si no fuera nada grave se burla de lo que le paso. Casi lo matan aquel día y el como si nada.
Él se quita la venda que cubre su mano y entonces es cuando me doy cuenta de algo. Su mano no estaba en el mejor momento. Según él ya estaba mejor.
¡Mejor! ¡pero si no ha sanado completamente, escasamente puede mover los dedos y a medias! Pero allí estaba sonriente, como si nada le hubiera pasado.
- Dime cariño ¿tu valoras tu vida? - le pregunto mientras sostengo su mano- quiero que me digas la verdad.
- ¿Mi vida? Claro que la valoro- me responde.
- Entonces porque siempre parece que no te importara lo que te sucede- ante mi pregunta él no sabe que responder y procede a desviar la mirada, entonces.
- Lia si te dijera que ya he muerto ¿Qué me dirías?
- Diría que estás loco.
Mi cariño lanza una pequeña sonrisa triste mezclada con melancolía.
- Tal vez sí, pero yo si valoro mi vida y la valoro mucho. Es solo que… no soy una persona violenta, siempre he intentado resolver todo hablando, pero las veces que lo he hecho termino así- el niega con la cabeza- no quiero ser un mal ejemplo para mis hijas.
- ¡Aun si significa morir! ¡acaso eso es lo que quieres! - le grito.
Impresionado por mi reacción mi cariño abre los ojos y responde.
- Yo no me voy a morir- responde como si nada.
El solo escucharlo decir eso…
Trata su propia vida como basura.
No puedo aguantar más.
Porque siempre es así.
Aquella vez en la tienda.
Cuando le queme las palmas de las manos.
Y ahora igual.
¿Acaso no se da cuenta de lo vulnerable que es?
No aguanto.
Entonces le doy una cachetada.
Él se queda allí atónito ante lo sucedido.
- ¡NO VUELVAS A DECIR ESO! ¿ACASO NO TIENES PERSONAS QUE TE IMPORTAN? ¿QUIERES QUE TUS HIJAS CRESCAN SIN UN PADRE? ¡ESE TIPO DE PENSAMIENTOS PATETICOS ME OFENDEN! - estaba tan molesta.
Augusto se soba el rostro y responde:
- Las personas no cambian de la noche a la mañana Lia, hago lo que puedo, ¿en verdad crees que no me preocupo de ello? ¿Qué un día de estos mis hijas escuchen una noticia de que su padre fue murió solo porque es alérgico a la magia? Pero no puedo hacer nada. Casi muero por culpa de unos sujetos del culto que iban por mis hijas y ahora solo porque fui a una reunión de padres. Tengo que hacerme el fuerte por ellas. Todos los días pienso en ello- exclama entre lágrimas- si un día me muero por nada, tengo miedo Liara. No quiero perderlas. Para mi no es fácil.
Es aquí donde el deja salir todo lo que siente, sus preocupaciones, lo deja salir todo.
- ¡Claro que valoro mi vida! Pero en mi condición da igual, aunque lo intente pierdo. Fue así cuando perdí a mi esposa, no la pude defender, perdí la custodia de mis hijas porque no puedo defenderlas ¿entonces que puedo hacer? Sonreírles y decirles que todo está bien, que su padre seguirá con ellas siempre. Dime Lia acaso sabes lo que se siente que te torturen, que pierdas la vista paulatinamente, que dejes de sentir todo a tu alrededor hasta llegar a un punto que no sabes si estas vivo o muerto. Mi vida no ha sido fácil, pero aquí estoy, sigo vivo. No me voy a ir tan fácil, quiero ver a mis hijas crecer, que terminen sus estudios y sentirme orgulloso de que cada una de ellas encuentre la felicidad. No pido mucho solo quiero vivir una vida normal, pero siempre que estoy cerca de eso algo malo me pasa.
El culto…
Alergia a la magia.
Y claro que se lo que es que te torturen por años.
¿Por qué?
¿Por qué van tras sus hijas?
Y si se lo que se siente que te torturen durante años.