- Cariño yo…. Lo.. lo siento, no sabía.
- No pasa nada Lia- me responde mientras se seca las lágrimas- normalmente no dejo que nadie me vea desahogarme. Es por eso por lo que sonrió. Intento ocultar mis preocupaciones por medio de la risa, siempre he hecho lo mismo.
- Me quedare junto a ti todo el tiempo que necesites- le digo.
- Gracias Lia, pero esto es algo que me gustaría pasar por mí mismo.
- Cariño, la soledad no lleva a nada bueno. Te lo digo por experiencia, si te rodeas de personas que te quieren como tus amigos, tus hermanas y tus hijas no deberías estar triste, no debes cargar con todo tu solo.
- ….
- Cariño.
- Por favor Lia solo por esta vez déjame solo.
- NO. Ya te lo dije ¡ME VOY A QUEDAR! ¡Y eso no se discute!
Augusto deja salir una pequeña lagrima.
- Lia algunas veces me pregunto ¿Qué vio una mujer como tú en alguien como yo? alguien como tu puede tenerlo todo, pero en lugar de ello me elegiste a mi.
¿Enserio?
Como odio esa parte de, el… como la detesto, piensa que no puede, que jamás será feliz nuevamente Has hecho tantas cosas en tan poco tiempo, lo sigues intentando a pesar de las adversidades, te esfuerzas constantemente por lo que amas, lo das todo solo por ver la felicidad de tus hijas e incluso la mía, pero aun así ¿eres feliz? ¿tú mismo eres feliz?
- ¿Quieres que te diga?
- Dime.
Señalo su pecho y le digo:
- Pero primero dime algo ¿eres feliz?
La pregunta hace que abra un poco los ojos.
- Yo..yo.. no lo sé Lia, pero cuando estoy contigo puedo ser honesto conmigo mismo. Cosas de las que no puedo hablar con mis hijas e incluso con Enrs. Es por eso qu.uqq. Me.m.m..me
Acerco mi frente junto a la de él y le digo:
Espera un momento.
Si lo se lo digo ya no abra vuelta atrás.
- Entonces cariño ¿sabes que fue lo que me atrajo de ti?
- S..s.si.
Allí sonrojado tan cerca le digo.
- Fue esto lo que me atrajo de ti- señalo su pecho en lo que él se queda mirándome a los ojos.
- Lia yo- le coloco un dedo en los labios y le digo.
- Entonces cariño ¿Por qué no la buscamos juntos?
En ese cuarto del hospital Liara y Augusto pudieron ser honestos con sus sentimientos. Aunque solo fuera un instante pequeño el resplandor del amor elimino aquel dolor continuo en el corazón del humano y reaviva lo que la bruja pensó olvidar.
- Y por cierto cariño, tenemos que hablar sobre lo de tu alergia.
- S.s..si.