En la tarde Augusto con una sonrisa de oreja a oreja espero a sus hijas las cuales no comprendían del todo por qué su padre estaba tan feliz.
- Papi ¿porque tan feliz? - pregunta curiosa Antonia.
- ¿Qué? Dice Augusto aun en las nubes.
- Hmm ¿acaso recibiste una visita que no esperabas papi? - pregunta Anna sonriendo pícaramente.
- ¿Heeee?- dice Augusto totalmente perdido.
- ¿Papi? tierra llamando a papi- dice Anna mientras mueve su pequeña mano intentando llamar la atención de su padre. Quien finalmente deja de estar en las nubes.
- B..bbueno niñas lo que pasa es que L..li.Liara me visito- responde con pena Augusto.
- Papi,papi no se lo digas a hermanita, porque se pondría como loca- recomienda Antonia.
- ¿Por qué?
- Por nada papi, solo no se lo digas, ella muy mala para controlar sus celos.
- ¿Celos?