Capitulo XXXIII-6

Liara se despierta agitada, se levanta se queda mirando a Augusto unos segundos.

- ¿Lia? - pregunta mi cariño preocupado- ¿te encuentras bien?

Entonces lo abrazo, no quiero soltarlo nunca.

- Déjame quedarme un rato así cariño… solo quiero abrazarte.

Mi cariño procede a devolverme el abrazo con ternura mientras me dice.

- Entonces yo también quiero hacerlo.

- Eres tan cursi.

- ¿No te gusta?

- Me encanta.

Pasados 20 minutos mientras disfrutamos una pequeña merienda le digo a mi cariño.

- Cuéntame una de esas horribles historias de amor que te sabes. Esa donde terminan muertos.

- ¿Romeo y Julieta?

- Si esa ¿Cómo se puede llamar historia de amor a eso?

- De donde soy es un clásico.

- De donde eres parece que no saben nada de romance.

- De eso se trata la historia, las cosas no siempre salen como se espera. También, el amor no hace hacer cosas locas.

- ¿Cómo Orfeo y Eurídice?

- ¡Exacto! - dice mi cariño.

- Por amor es capaz de ir más allá de la muerte.

- Pero si te afanas lo perderás todo.

- Las historias de donde vienes son muy crueles cariño.

Con esa sonrisa que opaca al mismísimo sol él me dice:

- Tengo mas por si quieres escuchar.

- No. Solo quiero estar contigo.

Abrazados observando el pequeño lago pienso en lo que dijo la niña y me convenzo de sus palabras.

- Alguien me pregunto sobre si era feliz- digo al aire.

- ¿Qué le respondiste?

Me acomodo un poco y respondo:

- Lo dejo a tu imaginación cariño.