Hace muchos años.
- ¡Maldito mocoso! - grita un hombre mayor al otro adulto.
- ¿Mocoso? ¡ya casi cumplo 30! - responde este de manera altanera.
Los dos hombres se gritaban mientras disfrutaban de una bebida en un páramo actualmente desolado.
Cubiertos de heridas, con sus ropas destrozadas y rostros llenos de moretones se gritan y acusan mientras beben.
Lo que fue una planicie se transformó en un páramo luego de unas horas.
- Maldito viejo, te dije que solo íbamos a hablar y de la nada llamaste a tus mierdas para golpearme- apunta Augusto Castilla Memore. Este Augusto no es como el otro, aquel hombre era un aventurero experimentado, hombre refinado debido a que fue educado como un noble, sus particulares ojos dorados junto a una mirada llena de confianza y al mismo tiempo arrogancia lo hacían resaltar entre la multitud, de cabello castaño alto, no se anda con rodeos cuando debe hacer algo, siempre estará allí cuando lo necesites. No solo eso, también era un maestro hechicero, era tan bueno que se podía decir que luego del primer emperador el sería el hechicero más fuerte conocido. Siempre estuvo en desacuerdo con ser el hechicero imperial ya que no quería que nadie lo atara, por eso vivía su vida al máximo hasta que conoció a Alexandrita y nació su primera hija Mackenzie- deja de pensar que aún tengo 17.
- ¡Silencio Mocoso, no estaríamos así si no hubieras huido hace tantos años! - le grita Carlos Memore. Hombre de avanzada edad de cabello color ceniza, corte a lo militar, ojos azules radiantes llenos de rectitud y confianza, aunque ya sea viejo su cuerpo no aparenta la edad que tiene ya que se cuida mucho, el hombre le recibe la botella a Augusto, toma un trago y escucha a su hijo adoptivo.
Augusto se acomoda la nariz ya que uno de los pactos de Carlos Castilla se la rompió de un golpe, se la aprieta mientras lanza un coágulo de sangre molesto se queja.
- Como odio a esa cosa, golpea tan duro como siempre- comenta mientras sigue quejándose del dolor.
- Te lo tienes merecido por abandonar a tu familia.
- No lo hubiera hecho si no hubieras salido con esa mierda.
- ¿Mierda? ¡Le dijiste no a ser mi sucesor y luego no a ser el hechicero imperial! Y lo peor ¡le dijiste no a tu hermana! Y que hiciste ¡o si! Te largaste abandonando todo solo para irte de aventurero ¡un noble Castilla rebajándose a tal oficio! - señala molesto Carlos Castilla.
- ¡Claro que le diría que no viejo! ¿acaso le dijiste a ella sobre eso? - responde molesto Augusto Castilla.
- ¡Ella hubiera aceptado inmediatamente!
- ¡Es mi hermana!
- ¡Ninguno de los dos comparte sangre!
- ¿Escuchas lo que dices viejo? Por esas mierdas fue que escapé e hice mi propia vida.
- Convenciste al joven Severo de que se fuera contigo ¿acaso sabes en que problemas me metiste aquella vez?
- En ninguno, los dos estábamos hartos de que nos dijeran que hacer.
- Eres un maldito mocoso egoísta.
- Mira quien habla.
Los dos siguieron discutiendo un rato hasta que.
- ¿Dime mocoso?
- ¿Qué?
- Y si en lugar de un sirviente hubiera sido Isabel ¿Qué hubieras hecho?
- Esperar a que mi hermana buscara un cuchillo con el cual intentara apuñalarme y pues esquivarla hasta que se cansara.
- Muy gracioso.
- Cállate, todo es tu culpa.
- No entiendo como la Memore te soporta.
- Porque Alexandrita es mas terca que tu viejo. Espero que Isabel no saque tu actitud de mierda.
- ¡¿A si?! Solo espero que Mackenzie no sea una altanera como tu maldito mocoso.
Augusto se echa a reír.
- Ya sabes cómo es la genética con las brujas- comenta Augusto Castilla.
- Si se cómo funciona- responde Carlos.
- Tengo un 1% de que ella se pareciera a mí, pero- Augusto se deja caer y dice- lo único que me importa es que la amo al igual que mi esposa.
- Excepto por eso..
Augusto chasquea con la lengua.
- Así que lo sentiste…
- …
- ¿Qué fue primero?
Ante la pregunta de Carlos Castilla, Augusto responde:
- Luz e indicios a oscuridad.
- Ya veo….
- Y ¿mi sobrina?
- Mi pequeña Isabel… hizo un pacto con….
Augusto se queda petrificado al escuchar a su padre adoptivo.
- ¿Es una maldita broma?
- Desearía que así fuera. Pero no lo es.
- Es imposible que alguien pueda hacer eso. Dime ¿Qué demonios paso realmente?
- Se supone que lo es, pero la verdad es que…
Su padre adoptivo le cuenta la verdad.
- Imbécil- exclama Augusto entre lágrimas.
- ¿Ahora si lloras? - pregunta sin inmutarse Carlos.
- ¿Cuánto?
- Lo suficiente para enseñarle- responde férreamente Carlos.
- Escucha yo..
- Dejare que tu hija o sea mi nieta use el apellido Castilla con orgullo, pero tengo una condición.
- Oye estamos hablando de otra cosa- se queja Augusto.
- Me da igual, mi condición es que si algo me llegara a pasar quiero que las protejas. Se que lo has sentido.
- ¿Es enserio? - pregunta Augusto tontamente entonces se levanta- ¡CLARO QUE LAS VOY A PROTEGER A LAS DOS!
Carlos sonríe.
- Mocoso idiota, tan creído como siempre.
- Ja, viejo. Después de todo soy tu hijo.
- ¿HA Ahora si soy tu padre?
- Por cierto, viejo….
Augusto señala hacia atrás.
- ¿Quién va a pagar eso? Yo no quiero ir a la cárcel por daño al medio ambiente.
- Déjate de juegos y usa tu hechicería.
Augusto se burla.
- No quiero.
- Entonces feliz vida en la cárcel.
- Ya,ya-Augusto chasquea los dedos de ambas manos y dice- en dos días ya todo volverá a su estado natural.
- Aun no entiendo como los dioses le dieron tanto poder a un mocoso irresponsable- se queja Carlos.
- Sabes bien que no fueron ningunos dioses.
- ¡Ja! Tan blasfemo como siempre.
- Viejo.
- ¿Qué?
- ¿Sabes que es el cáncer?
- ¿El que?
- Si cáncer o como sea eso, es que he tenido unos malditos sueños extraños en donde me veo en otro lugar y entonces por alguna razón uso bata e investigo algo relacionado con eso.
- ¿Tu usando bata? - Carlos Castilla ríe ante esto. Lo que molesta su hijo adoptivo.
Dos años después Augusto Castilla desapareció, la policía siguió el caso hasta que no pudieron hallar información entonces lo dieron por muerto.
Algunos años después Carlos Castilla muere sin explicación aparente, los médicos determinan que murió de viejo.