Hace más de 2 siglos….
- Mi madre perteneció a las brujas de la noche- me dice mi maestro con ese acento gracioso mientras mueve su brazo como si fuera lo que llama "avión"- ella me decía "noche tras noche salíamos nuestros destartalados aviones a luchar contra los fascistas quienes poseían ventaja en todos los aspectos y aun así ¡les ganábamos!"
Mi maestro me dijo que ocultara mi nombre y apellido así que me llama como una de las capitanas de su madre "Raísa" ciertamente no me ha contado el porque debo ocultar mi nombre y apellido, después de todo solo soy la hija de una esclava ¿Quién podría buscarme?
Mi maestro no puede usar magia y aun así me enseño a controlar mi propia magia, es una persona increíble, sabe mucho de todo es lo que llaman un erudito. Pero siempre dice que yo lo voy a superar ya que.
- Raísa cuando ves el cielo ¿Qué es lo que sientes? - me pregunta mi maestro, el pasa de los 50 años y su cabello café se va tornando blanco a los lados paulatinamente, sentado en su silla de madera mientras fuma con su pipa.
- ¡Siento que soy libre! - le respondo mientras abro los brazos todo lo que puedo.
Velvet Memore edad actual 14 años.
La joven Velvet lleva puesto un vestido rojo sin mangas, largo y de líneas trapezoidales con tirantes, acompañado por una camiseta de mangas largas, el vestido esta ceñido a la cintura con un cinturón de tela morada sencillo. Llena de esperanzas la joven de largo cabellos negros y ojos azules ríe mientras su maestro le responde con una afable sonrisa.
- Raísa tu futuro está allí arriba, no dejes que nadie trunque tus sueños, vive con ellos tú serás la primera en llegar a la luna- me comenta confiado de mi futuro.
Había pasado menos de dos meses desde que Velvet uso su magia para escapar.
Mi maestro me encontró escondida en el bosque, con la ropa hecha trizas, las plantas de mis pies estaban sucios e infectados, temblaba cual bestia desnutrida. Pensé que me iba a vender ya que soy una bruja y por nosotras dan mucho dinero en especial por las jóvenes. Utilice un poco de mi magia para lanzarle una ráfaga de viento la cual le corta la mejilla, si iba a morir seria luchando, el hombre solo se limpia la sangre y dice:
- [¿malyshka te encuentras bien?]- comenta aquel hombre en un idioma que no conocía con suma preocupación.
Vuelvo a lanzarle magia la cual lo corta, pero el hombre no escapa o se molesta, al contrario, parece a punto de llorar.
- [¿Quién te hizo eso malyshka?]- el hombre escucha el crujir de las ramas cerca entonces gira y nota que un monstruo se había sentido atraído por la sangre.
El monstruo era tan grande como un hombre y su único objetivo era yo, cuando se abalanza a devorarme.
Aquel hombre tiro su "linterna" y salto directo a salvarme.
- [tranquila malyshka todo estará bien]- me dijo mientras me abrazaba. En ese momento conocí lo que llaman afecto.
Desperté sin saber que me paso, lo único que sabia era que estaba en una cómoda cama, mi cuerpo estaba cubierto de vendas, al lado había una pequeña mesita donde estaban un plato lleno de comida y un vaso con ¿jugo? Una pequeña piedrecilla brilla en el techo iluminando la habitación. La manilla de la puerta suena al otro lado, entonces el mismo hombre que vi me dice:
- [¡Haaa malyshka por fin despertaste!]- comenta el hombre en un idioma que no conozco, de hecho, no sé lo que dice, el hombre parece darse cuenta y entonces- ¿Me entiendes ahora?
El hombre tenia una gran cicatriz en su rostro, como yo también estaba cubierto de vendas.
- ¿Dónde estoy? - pregunto débilmente y aun con dolor.
El hombre se afana en buscar algo en los cajones de la mesita, entonces toma algo de estos. Específicamente un pequeño frasco, lo abre y saca unas cositas que jamás había visto entonces dice:
- Come esto, con estas pastas tu dolor pasara.
¡Es droga! Pienso, a lo cual me voy al rincón de la cama y vuelvo a levantar mi mano como amenaza dispuesta a lanzar magia.
El hombre al ver mi reacción levanta sus manos y dice:
- Tranquila Malyshka, lo que te voy a dar es medicina y si no me crees entonces te lo voy a demostrar tomándomela primero- dicho y hecho el hombre se come lo que llama pasta, hace mala cara, pero aun así no me convence.
Al contrario, levanto mis dos manos dispuestas a disparar mi magia.
- Entiendo Malyshka, pero no descuides tu alimentación- comenta el hombre mientras se aleja cojeando.
Así paso todo durante un mes donde el intentaba hacerme comer esa cosa y yo lo seguía amenazando, debo decir que cocina muy bien y como tengo un baño privado no tengo que salir de la habitación para verlo. El hombre tomo la costumbre de golpear la puerta primero para saber si podía dejarme la comida o cualquier otra cosa. Los días pasaban y mi cuerpo mejoraba a un ritmo alarmante. planeaba escapar pasado mañana.
El hombre me dejo prendas de vestir en un cajón, incluso zapatos y peines.
Cuando llego el día me aliste, tome todo lo que pude de mi habitación, abrí suavemente la puerta, lo que vi aquella vez me marco para siempre, fue tal la impresión que me quede paralizada.
- ¡Haa malyshka decidiste salir! - comenta el hombre sonriendo.
5 años después.
- ¡Maestro, Maestro! ¡miree!- acababa de usar mi magia para elevar un pequeño avión.
Mi maestro mira al cielo el pequeño avión, con satisfacción me dice:
- ¡Vas bien Raísa!
- ¡Ja eso no es lo impresionante maestro! - le digo orgullosa mientras me rasco la nariz.
- ¡Haa Raísa no dejes de sostenerlo! - me dice mi maestro mientras mueve los brazos como un loco preocupado porque se caiga el avión.
- No pasa nada maestro mire- bajo mi otra mano entonces mi maestro observa que el avión sigue en el aire.
- Increíble- dice mi maestro.
- Bueno eso no es lo mas impresionante, ¿recuerda cuando me explico de como vuelan las aves y como se uso eso para hacer los aviones?
- Si, ese día dijiste que te gustaría volar como las aves.
- Pues vera- creo unas alas mágicas detrás de mi espalda entonces me impulso con fuerza y me elevo en el aire. La reacción de mi maestro fue caerse para atrás mientras sonríe impresionado.
Estuve toda la mañana volando por el bosque.