Capitulo XXXIX-2

Escondo el ramo en mi espalda mientras salgo por la puerta entonces veo a mi preciosa hija, quien lleva un vestido rosa atado con una cinta roja brillante, Pero algo no está bien.

Ella tiene su habitual sonrisa resplandeciente, de hecho, parece asustada por algo, mira tímidamente a los lados como si estuviera buscando algo o a alguien. Doy unos pasos mientras ella me dirige la mirada y me muestra una amarga sonrisa.

- Cariño ¿te pasa algo? - le pregunto mientras le entrego el ramo de flores. Ella lo toma y agradece. Pero no me lo agradece como siempre y como siempre es lanzarse a abrazarme hasta hacerme caer.

- No... no es nada papi, es solo que no he dormido bien-responde con voz apagada.

Efectivamente tiene ojeras las cuales no contrastan con su habitual forma de ser, la he visto muchas veces con ojeras porque se trasnocha estudiando, pero estas son distintas son de alguien que no ha podido dormir por miedo a algo.

- Conozco un método que puede ayudarte- le digo.

- ¿Cuál? - pregunta ella sin ánimos.

- Este- le doy un gran abrazo mientras la levanto- ¿Cómo estas ahora?

Mi amada hija se avergüenza de lo que hago.

- Cariño siempre me dices que a ti no te da vergüenza nada, ¿Por qué te pones roja ahora?

- ¡Yo no le tengo vergüenza a nada! ¡y menos si es para demostrarle amor a mi papi! - responde mientras se aferra a mi sonriendo. Entonces hace lo de siempre- ¡a ustedes mirones sépanlo bien, papá, es solo mío, MIO, ¡MIO! ¡Si se acercan se las verán conmigo! - grita ella a los cuatro vientos... cielos esta niña.

- Cariño ya habíamos hablado de eso.

- Sip, pero me gusta reafirmar mi derecho como hija mayor- comenta de la manera más descarada posible.

- ¿Qué tal si yo hiciera lo mismo?

- No serias capaz de hacerlo papi- comenta ella confiada.

Vamos a hacerle lo mismo. Estoy seguro de que se va a avergonzar.

- ¿A si? ¿Entonces qué tal si hago lo mismo?¡ESCUCHEN BIEN CUALQUIERA QUE QUIERA SALIR CON MI HERMOSA HIJA PRIMERO TIENE QUE VERSELAS CONMIGO! - en lugar de sentir vergüenza ella se ve llena de alegría, con una sonrisa de oreja a oreja responde.

- ¡Papii yo si lo sabiiaaaa! - grita ella con emoción- ¡se lo voy a contar a mis hermanas!

Metí la pata.

Mientras tanto en la mansión.

Antonia siente un escalofrió.

- Creo que Maki va a molestarnos con algo durante días- comenta Antonia.

- Shi, yo también sentí algo, mi hermanita dirá algo malito para molestarnos- responde Anna con un mal presentimiento.

Nuevamente fuera del hospital.

- Entonces papi, vamos a divertirnos los dos.

- Dalo por hecho.

Por cierto, Alpha estaba en mi sombra y Tera entre el ramo de flores. Ambas cosas se las explique a mi hija quien solo pregunto:

- ¿Por qué no salen?

- Dijeron que solo vigilarían.

Con Maki fuimos a distintos lugares, desde el parque, la feria o hacer compras.

Hasta que.

- Cariño ¿te pasa algo? - le pregunto a mi hija ya que de un momento a otro se esconde detrás de mí como si tuviera miedo de algo.

Frente a nosotros y gracias a la buena percepción me doy cuenta de que había una mujer la cual resaltaba en la multitud. Aquella mujer de cabello rojo se nos queda mirando fijamente, parece que no parpadea, solo se queda allí mirándonos, como una serpiente. Es curioso que nadie más se dé cuenta de ello. Es raro ya que por sus ropas parece una especie de periodista, ya saben gafas, su cabello atado con un moño multicolor, camiseta blanca manga corta, chaleco gris con bolsillos, pantalón azul oscuro con cinturón negro y tacones no tan altos.

Maki no quiere que la mujer la vea, intenta seguir oculta detrás mío, hasta se aferra con fuerza.

- ¿Cariño? ¿Qué te sucede?

- N..no es nada papá- responde ella con voz temblorosa- mejor vamos a otro lugar.

- (¿Alpha sientes algo extraño?)- le pregunto a mi pacto.

- (Me da mala espina aquella mujer)- responde.

- (La niña tiene razón, esa mujer parece que está utilizando magia ilusoria)- informa Tera.

- (¿Enserio?)

- (Si, por eso las personas parecen no darse cuenta de ella)

- (ya veo…)

- (Es posible que también lanzara magia ilusoria contra usted amo)

- (Parece que no me hizo nada)

- (Es obvio, usted es inmune ya se lo había dicho)- recalca Tera.

- (Si intenta algo más quiero que me avisen)

- (OK)

- (Si)

Dejamos el lugar donde la extraña mujer se queda, seguimos nuestro camino. Pero, Maki perdió toda la alegría con la que iba, de un momento a otro deja de sonreír, en lugar de ello parece preocupada casi aterrada.

Me detengo, coloco mis manos sobre los hombros de mi hija y le vuelvo a preguntar:

- Cariño dime la verdad ¿Qué está pasando?

- No es nada papá, solo son cosas de la academia- responde ella, aunque noto cierto atisbo de mentira en sus palabras.

- ¿Enserio?

- Enserio, no es nada de qué preocuparse.

- Ya veo…

No... algo no está bien. Desde que vio a aquella mujer mi hija no parece la de siempre.

Quién diablos es esa mujer.