Un hombre de porte aristocrático y con aires de ser de la realeza saluda a Tera de manera muy educada y con cierto acento le comenta.
- ¡Vaya si es la historiadora estrella del imperio! - exclama jovialmente mientras le dice a Tera que pase.
Ella avanza como si nada, pero en sus adentros siente una terrible desconfianza emanando del sujeto.
Tera toma asiento mientras el sujeto le dice al camarero que le sirva una copa a Tera, quien le dice que ya había tomado mucho por hoy. El sujeto despide al camarero quien sale del lugar, dejándolos solos.
- Le agradezco su invitación- comenta Tera- pero ¿Cómo sabia que estaba en el tren?
El sujeto se toca los bigotes mientras saca pecho y dice:
- ¡Quien admira algo siempre sabe dónde encontrarlo! - exclama refiriéndose a Tera.
- Ya veo- responde Tera fingiendo asombro y jovialidad.
- Me leí toda su obra, me impresiona el detalle y calidad de esta- dice el hombre mientras toma asiento y saca un cigarrillo- es usted una persona muy culta.
- Gracias.
- Aunque es un poco fría- recalca el hombre con tristeza- pensé que se alegraría al conocer a uno de sus admiradores.
- Créame que me alegro, pero normalmente esto no me pasa seguido- responde Tera.
- [Ese hombre me da mala espina]- le dice Alpha.
- [Lo sé, quiero averiguar qué quiere]
El hombre mira la sombra de Tera, luego mira a Tera se soba el mentón y entonces pregunta:
- A decir verdad, yo soy un fanático de la historia y me gustaría charlar con usted ¿se puede?
- Si. No veo porque no- responde Tera mientras toma asiento- hace unos minutos Alpha había salido de la sombra de Tera y ahora se dirigía a donde Augusto.
- Desde que la vi le he querido preguntar sobre esto, pero me da un poco de vergüenza- dice el hombre abochornado.
- ¿Qué es? - pregunta Tera.
- ¿De qué país de la tierra es usted? - pregunta el hombre tan normalmente como si la pregunta en si no significara nada.
Momento actual, luego de la pregunta de porque decidió convertirse en mujer.
- ¿Alguna duda? - pregunta Tera mientras se levanta de su asiento, busca una moña en sus bolsillos y luego se recoge el cabello- ahora déjame preguntar algo.
- Adelante- responde el hombre mientras saca una cajetilla de cigarrillos del bolsillo de su chaqueta, prende una pequeña llama en su dedo índice y lo acerca a la punta del cigarrillo que saco.
- Ustedes los americanos creen que pueden obtener todo lo que quieran, has tratado de adivinar la época de donde soy mediante comentarios banales, creen que pueden hablarles a los reyes tal como si estuviéramos en el mismo estatus. Ciertamente tú y yo fuimos traídos a este mundo de manera muy peculiar ¿quieres escuchar? - comenta el hombre mientras sigue fumando.
Tera prefiere callar y escuchar el relato, pero la curiosidad le carcomía la mente.