Bedivere sale de los escombros cubierta de su verdosa sangre, las alas destruidas, sus brazos fracturados al igual que sus piernas además, tenía un gran agujero en su pecho de hecho parecía más un cadáver que un hada, sus heridas empiezan a recuperarse, sus huesos se acomodan y sus alas vuelven a crecer, el hada escupe un poco de sangre, luego se limpia los labios con un pañuelo que crea con magia, mira a su alrededor y nota su espada tirada frente a unos refugiados quienes tiemblan al ver al hada.
- Majestad aun quedan algunos civiles- le informa a Isabel, quien inmediatamente responde y crea un túnel debajo de los civiles llevándolos a un lugar seguro, luego responde.
- Estoy con Hist y Gwen sacando a los últimos civiles así que dejen de jugar, siento que su éter bajo escandalosamente.
- Si majestad.
En efecto dicho ataque de su rival le había costado 10% total del eter que tenía Bedivere, ahora solo tenia un 40%
Bedivere estira el brazo y toma su arma en el momento oportuno ya que su rival le cae encima.
El hada bloquea el golpe no sin antes sentir que sus piernas se rompen aun así lo empuja.
- (El poder mágico de este sujeto esta fuera de si… si tan solo su majestad me dejara usar mi magia al máximo)- piensa el hada mientras los huesos de sus piernas se reacomodan.
Debido a la carga de éter que representa sostener una sola hada superior al 50% y el poder mágico que una sola de ellas posee, Isabel les restringe el uso de magia máxima o de campo, si ellas usaran dichas magias ya hace mucho no habría ciudad. Así que deben arreglárselas con sus conjuros básicos y medios, fuera de ello esa no es la única razón por la que no se les permite usar sus conjuros mágicos y es que….
Un haz de luz roza el pecho de su rival, el sujeto mira a quien se lo lanzo y era Gawain quien ya se había regenerado. Además, su escudo levitaba y daba vueltas sobre su dueña. El daño sufrido había dejado a Gawain con un 35% de su capacidad.
- Deberían de morirse ya- exclama con aburrimiento el de otro mundo mientras se limpia la cera de su oído derecho. Para el esto solo era un juego y ya se estaba aburriendo.
El del otro mundo levanta un dedo y encima de este se crea una esfera de fuego
- Voy a volar en pedazos todo- exclama con pereza y sigue mientras sonríe- iré por las dos perritas.
- (¿Lista?)- pregunta Gawain a su compañera.
- (Siempre estoy lista) – responde Bedivere mientras se coloca en posición de ataque.
Las cosas suceden en solo unos segundos.
Su rival lanza la esfera de fuego contra el suelo, esperando a que haga explotar toda la zona, pero Gawain lanza su escudo el cual absorbe la magia, seguido Bedivere aparece sobre su rival y le apunta con un dedo del cual sale un haz de luz el cual su enemigo no se digna en esquivar hasta que siente la carne de su hombro quemarse debido al calor de la magia, entonces lo esquiva, en un instante Bedivere le lanza un tajo con su espada la cual su rival repele con su antebrazo.
Gawain junta las palmas de sus manos en el centro se forma un espiral de magia sagrada, el hada apunta y dispara contra su rival el cual debe esquivar dicho ataque mientras se defiende de Bedivere. La magia de Gawain es de dos pasos, si esta falla su objetivo dicha magia se divide en múltiples líneas mágicas las cuales perseguirán a su objetivo hasta alcanzarlo. Pero las líneas mágicas se unen a la espada de Bedivere permitiéndole realizar doble ataque, con su arma y magia continua que intenta impactar al de otro mundo.
El intercambia de golpes sigue en el aire a gran velocidad.
El del otro mundo lanza ola tras ola de ataques mágicos mientras el escudo de Gawain devora dichos ataques y Bedivere intenta no dejar que su rival tome distancia de ella mientras es apoyada por las magias de largo alcance de Gawain. Si fuera un rival corriente hace mucho lo hubieran liquidado, pero con cada segundo que pasa el del otro mundo pareciera mejorar a un ritmo irreal. Además, su mana pareciese no agotarse.
Ataque tras ataque, desvió tras desvió su enemigo parece invencible, de hecho parece que estuviera copiando sus magias e incluso contrarrestándolas sin mayor esfuerzo. No parece cansarse, se regenera más rápido que ellas, su poder mágico es mayor, es mejor en todo sin explicación alguna. A tal punto que desvía la espada de Bedivere con su palma y luego atrapa a Bedivere por el cuello y la estampa contra un edificio, seguido de eso usa su gran velocidad para atrapar el escudo de Gawain y procede a partirlo por la mitad mientras le sonríe descaradamente al hada.
Tal como van las cosas es seguro que perderían, pero, pero, pero.
Esa era la idea ya que cambiarían de lugar.