Lo escuche una vez de mamá.
- El control de cada invocación depende de la fuerza de voluntad y cantidad de mana que posea cada invocador.
Mamá teniendo una cantidad excelente de mana en su cuerpo solo pudo conseguir 2 invocaciones legendarias y solo podía usar una a la vez ya que pedía una cantidad abrumadora de mana.
Por extraño que parezca, de hecho, es inusual mi hermanita Antonia tiene una de las invocaciones favoritas que eran de mamá.
Las brujas y elfos tienen cantidades absurdas de mana y eso les permite ser excelentes invocadores.
Para vencer a un invocador lo principal es combate cercano y abrumarlo con el fin de que pierda su concentración y fuerza de voluntad. Sin eso su invocación se esfuma ya que el invocador pierde control sobre la invocación.
Algo que se debe aclar es que una invocación no es lo mismo que un pacto.
Las invocaciones son creaturas de otros mundos que un invocador "pesca" con mana, dichas invocaciones obedecen a cambio de mana, pueden morir en nuestro mundo, pero dependiendo de que tan fuertes sean pueden revivir luego de un tiempo moderado y la cantidad de mana suficiente para ello.
Un pacto es un ser que reside en nuestro mundo, solo que difícilmente puede ser visto ya que habitan en un plano distinto al nuestro. Por ejemplo, las hadas habitan en las pesadillas de los seres racionales, las deidades en los deseos, los espíritus son la representación de la naturaleza o los oníricos que viven en los sueños, todos estos seres piensan, razonan, tienen sus propias metas y ven el mundo del otro plano desde su perspectiva, ellos no piden mana, requieren éter.
¡Piden la propia existencia del mundo!
Esto es a modo general y sencillo ya que esto es más extenso de lo que debería.
- ¿Esto es una broma? - me pregunto a mí misma.
Una invocación que estoy 100% segura es legendaria sale de un portal parecido a una puerta decorada con hojas multicolor entre ramas doradas.
Es una especie de madera mohosa con 6 brazos que rechinan al moverse, cabeza redonda con pequeños agujeros que simulan los ojos, nariz y boca, su cuerpo es delgado y pareciera demasiado frágil ya que sus articulaciones se mantienen firmes gracias a una especie de hilos rojizos. La marioneta se da media vuelta abre la puerta y saca una toga grisácea junto a un sombrero de ala ancha del mismo color que la túnica, luego procede a colocarse la túnica la cual mantiene firme en su cintura gracias a una cuerda marrón.
- ¡SIIII! - la del otro mundo celebra su invocación- ¡ME salió a la primera!
Hija de perra…
Acaba de invocar tal cosa así no más.
La invocación mueve sus chirriantes articulaciones y le hace una reverencia a su invocadora quitándose el sombrero tal como lo haría un caballero.
La bastarda baila alegremente en medio del aire
La del otro mundo señala hacia mi dirección.
- ¡Acaba con la perra!
4 círculos mágicos me rodean abajo, arriba, izquierda y derecha. Solo dio la orden y la invocación hizo sus conjuros en milésimas de segundo. Por abajo salen estalagmitas de roca y por arriba estalactitas de hielo por los lados dos ráfagas de fuego, sin pensarlo mucho me teleporto.
Reaparezco sobre un edificio y ¡sorpresa, sorpresa! Una columna de luz me cae encima.
La destruyo con mi lanza y al poco tiempo me caen encima una cantidad obscena de estalagmitas las cuales se dividen en múltiples fragmentos, clavo mi lanza contra el suelo para crear un escudo resistente a la magia mientras que uso mis manos para potenciarlo permitiéndome soportar sus ataques "sencillos"
Mientras mi lanza este clavada en el suelo puedo crear un escudo, pero no puedo distorsionar el mana, tampoco regresar los ataques mágicos. Simplemente defenderme a mi máxima capacidad. Para colmo la bastarda de otro mundo empieza a bombardearme con sus flechas mágicas en ráfaga, cada golpe agrieta un poco mi escudo el cual no se regenera al ritmo que debería ya que esta recibiendo demasiado daño y mi cuerpo tampoco puede soportar tanta presión.
Debo cambiar de forma de combate rápido.
¿Pero cómo?
Si no me dan tiempo.
Mi escudo no puede aguantar mas y si entre mayor sea la confianza de la del otro mundo, más fuerte será su invocación.
¡Tengo las de perder!
- ¡Cambio!
Se forma un pequeño túnel debajo de mis pies, tomo mi lanza y me deslizo sobre un tobogán de roca pulida.