Logré llegar a la habitación y meterme en la cama justo a tiempo, ya que mi bella diosa empezó a despertar de una forma bastante tierna.
Orión: "Buenos días, ¿Dormiste bien?".
Afrodita: "Contigo a mi lado obvio que si~".
Orión: "Eso es bueno.....sabes, hay algo que tengo que contarte".
Así le empezé a contar a Afrodita sobre lo que hize en Atlantis, sobre Anfitrite y sobre todas las mujeres que vivían allí.
Esto sorprendió a la desnuda diosa que estaba echada a mi lado, incluso sus ojos casi se salen de sus cuencas cuando le mostré que poseía el Tridente de los mares.
Pero al final ella se sintió feliz que al fin, uno de los tres hermanos pague por todos sus actos. Ella me pregunto sobre Poseidón, pero por su seguridad mental le dije que no deseaba verlo ahora.
También le conté sobre lo que descubrí en sus documentos, sobre la idea de apoyar a un grupo terrorista junto a su hermano Hades y sobre una diosa a la cual mantenía encerrado en una isla apartada.
Afrodita: "!Ellos fueron los que planearon todo!".
Orión: "Así es, se aprovecharon del ciego amor de Leto, y al Zeus aburrirse de ella, la encerraron allí y culparon de todo a Hera, incluso controlaron a Argus para que la atacará y todo fuera más realista".
"Pero no solo eso, si no que para que Poseidón pudiera abusar de Anfitrite y de muchas mujeres más, también envío a Tetis allí, con el título de "protectora" de Leto".
Afrodita: "Que bastardos".
La diosa de la belleza empezó a fruncir el ceño, así que como buen hombre tuve que darle muchos besos para calmarla.
Orión: "Es por eso que hoy quiero ir a esa isla, sacar a Leto y decirle la verdad a ella y a Tetis, así que espero que puedas hablar con Hera y decirle que cambiemos el último recorrido para el día de mañana".
Afrodita: "Umu~cuenta conmigo~".
Con eso dicho ambos nos levantamos de la cama, desayunamos y luego de eso yo salí rumbo a la ubicación de Leto y su guardiana Tetis.
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Volé por un corto tiempo llegando al fin a la isla de Delos, isla según la mitología y los documentos de Poseidón, se hallaba escondida Leto de la "furia de Hera".
Había una barrera de agua que protegía el lugar, pero ya que yo era el nuevo señor de los mares, la barrera se abrió en dos y me dejó entrar a la isla.
Era una isla muy bonita, yo diría que era una isla paradisíaca, perfecta para unas vacaciones de verano.
Tetis: "¿Quién y eres y cómo entraste a esta isla?".
Una hermosa mujer con un tridente plateado en sus manos me dió encuentro y se me quedó mirando de forma algo precavida.
Orión: "No he venido a hacerla daño, hija de Neréo, al contrario, he venido para sacarlas de aquí".
Tetis: "¿Sacarnos de aquí?".
Orión: "Así es, déjame decirte que todo lo que te dijeron y en lo que crees es simplemente mentira".
"Una mentira orquestada por aquellos que rigen el Olimpo.....ha, son muchas cosas de las que hay que hablar, me puedes llevar dónde está Leto".
Tetis me miró con una expresión seria, pero eso cambió cuando vio aparecer el Tridente de los mares en la mano.
Tetis: "E-Ese es...¿C-Como es....que tú?".
Orión: "Te lo dije, son muchas cosas de las que hay que hablar, de nuevo te lo digo, ¿Me puedes llevar donde está Leto?".
Tetis asintió y me guió a través de la isla de Delos, llegando a una hermosa casa en medio de la isla, donde se pudo escuchar una melodiosa voz.
Leto: "Tetis, ¿La persona que vino era Zeus?, dime qué era mi amado Zeus".
Tetis: "Lo siento Leto, pero no era él".
Leto: "Y-Ya veo".
Una mujer apareció en la puerta de la casa, ella era muy hermosa al igual que todas las diosas que he conocido. Poseía una mirada algo triste y abandonada.
Leto: "¿E-Entonces quien fue el que entró a la isla?".
Tetis: "Fue este chico".
Orión: "Mucho gusto, mi nombre es Orión, podemos entrar para conversar, hay muchas cosas que necesitan saber".
Leto: "Claro, adelante chico mi nombre es Leto y ya debiste conocer a mi amiga Tetis".
Leto y Tetis me hicieron pasar a la sala, para luego proceder a sentarme en un lujoso sofá que tenían dentro de ella.
Tetis: "¿Y bien, Qué es lo importante que querías hablar chico?".
Ante la pregunta de Tetis, simplemente saque los documentos que había sacado del despacho de Poseidón y se los dí a las dos mujeres que estaban frente mío.
Leto: "¿E-Esto es?".
Tetis: "D-Documentos de Atlantis.....espera, el que tú poseas el Tridente significa...!Qué le hiciste a Poseidón!".
Orión: "Cálmate y lee los documentos primero antes que pueda contarte en resto de la historia".
Con eso dicho ambas diosas empezaron a leer los documentos, solo para llevarse al final una muy desagradable sorpresa.
Leto: "No...no...no...no....no es cierto....dime qué no es cierto...."
*Crugir*
Leto empezó a llorar, mientras que Tetis en un arrebato de ira se levantó y rompió la hermosa mesa de cedro que estaba en medio de ambos.
Tetis: "Esos bastardos...!Los mataré!".
El aura de Tetis se empezó a descontrolar, mientras que una inmensa sed de sangre provenía de ella y sus ojos se empezaron a poner algo rojos por la ira.
Orión: "Calma....."
Tetis: "!No me digas que me calmé, esos bastardos hicieron de mi querida Atlantis el sinónimo de sexo y lujuria, pero no solo eso, si no que....violaron a mi dulce hermana y encarcelaron y golpearon a mi padre!".
Leto: "No....*Snif*....todo este tiempo....*Snif*....fue una mentira..... él solo....*Snif*....me abandonó".
Suspiré mentalmente, ya que me tomaría mucho tiempo calmar a una diosa desconsolada y a otra con una inmensa sed de sangre.
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Orión: "Como les dije, Poseidón ya ya sido tratado, ahora mismo está pagando por todos sus crímenes, en cuanto a ti querida cuidad.....se puede decir que es mejor recordarla a como suena".
"En cuanto a Anfitrite y a todas las mujeres inocentes del lugar, se puede decir que están en un lugar a salvo y ya no sufrirán abuso alguno nunca más".
"Pero no puedo decir lo mismo de tu padre, cuando llegue donde el estaba, me dió sus último deseo y murió".
"Ahora en cuanto a tí Leto....Zeus orquestó todo e inculpó a Hera injustamente, incluso ahora, sé que ella sufre mas que todos debido al silencio".
"Ya que ella sabe todo lo que hizo Zeus, pero no puede hacer nada para detenerlo, ya que el tiene el poder de enviarlos al Tártaro".
"Y según leí, nadie puede regresar vivo de ese lugar, Titanes resentidos, Cíclopes y el Hecatónquiro, son seres que odian a los Olímpicos a más no poder".
"Es por eso que nadie se atreve a enfrentar a Zeus y eso incluye a la misma Hera y seguro muchas más personas".
Mis palabras dejaron tanto a Leto y a Tetis pensando en muchas cosas, ya habían pasado un par de horas y al fin ambas diosas se habían logrado calmar.
Tetis: "¿Que quieres decir sobre.....recordarla a como era?".
Orión: "Lo que dije y aunque duela, Atlantis se había convertido en la viva imagen de Sodoma y Gomorra, así que al final simplemente la destruí".
"Los hombres allí no eran más que animales, no había salvación alguna, pero como te dije, las mujeres están vivas y curadas de todo el maltrato que recibieron".
Tetis: "Ha.....ya veo, ¿Y que paso con mi padre?".
Orión: "Puse sus cenizas en una vasija y se la dí a Anfitrite, podrás verlas más adelante".
Tetis asintió mientras ponía una expresión triste y abatida pero es mejor que recuerde su querida Atlantis como una cuidad hermosa debajo del mar.
Leto: "¿C-Cómo debería disculparme con Hera por esto?".
Orión: "Eso es algo a lo que no tengo respuesta, pero sé que ella te disculpará, ahora el asunto a tratar será Zeus y el idiota del Infierno Hades".
Tetis: "¿Cómo piensas tratar con ellos?".
Orión: "No tienes que preocuparte por eso, yo me encargaré de ambos".
Con eso dicho me quedé hablando con el dúo de diosas por un rato más hasta que decidí que era momento de regresar a casa.
Obviamente, marque a las dos diosas y tenía planeado llevarlas conmigo ya que no tenía sentido que siguieran aquí en la solitaria isla de Delos.
Pero cuando ambas empezaron a alistar sus cosas, mis instintos empezaron a agitarse, dándome la idea de que algo malo estaba por suceder con una de las chicas que tenían mi marca y esto provenía de.....Afrodita.