1 HORA ANTES:
Estaba siguiendo el rayo azul que salió de la torre en la que se hallaba Mnemósine. A lo lejos, pude divisar una ciudad similar a la cual era gobernada por Equidna.
Sin perder el tiempo, aceleré el vuelo logrando entrar a la ciudad. Lo primero que ví al entrar fue la inmensa cantidad de cíclopes. Sintiendo si poder, podía decir que estaban en clase suprema, diría que estaban a punto de superar la clase suprema.
Esto obviamente no me gustó, ya que si todos ellos salían del Tártaro, causarían gran daño en todas las facciones.
Me acerque al edificio más grande de la ciudad, cuando escuché los susurros de algunos cíclopes en la ciudad.
—Hoy ha sido un día aburrido.—Dijo uno de los cíclopes.—Tienes razón, ¿Te parece si nos vamos a divertir con la <
—Si, eso sería lo ideal, después de todo, nuestro señor Chronos la dejo para nuestro disfrute. Solo espero que un siga igual de apretada jaja.
—Tienes razón, no hay mejor sentimiento que disfrutar de una mujer de su categoría, pero me enteré que Polifemo iba a jugar con ella hoy.
—Ese bastardo.....solo espero que no la mate con su monstruosa polla.
—Tienes razón, bueno, será mejor ir. No queremos estar tan atrás en la fila ¿No?.
Ambos cíclopes entraron en el edificio, a lo que yo los seguí, ya que podía conseguir información sobre la última hija de Gea. La reina de los Titanes Rhea.
Me hice invisible y seguí de cerca a los guardias. Dentro del edificio los pasillos eran grandes, pero por alguna razón habían demasiados cíclopes en el lugar.
Fue entonces que mis objetivos entraron a una habitación, dentro de la cual podía ver aún más cíclopes, que parecían estar esperando algo.
—!Bienvenidos hermanos míos, como saben hoy es el día del dos por uno. Así es dos personas podrán disfrutar a cambio de un solo ticket!—Habló un cíclope frente a todos.
—!Esto es debido a que nuestro comandante, Polifemo, empezó a divertirse antes de los demás. Así que consideren esto como motivo de disculpa!.—Al terminar de hablar el resto de cíclopes empezó a animarse como si no les importara.
Fue entonces que las cortinas detrás del cíclope se abrieron. Y fue en ese momento que, la ira me abrumó, felizmente tenía [Mente de jugador] para permanecer calmado.
Una mujer apareció detrás del telón, dicha mujer tenía la vagina totalmente abierta y con el útero desgarrado. Su estómago estaba con la piel abultada y estriada.
Tenía la lengua afuera y sus ojos habían perdido el brillo. Si Anfitrite estaba rota, esta mujer estaba en un estado aún peor que eso.
Fue entonces que lo ví. Su cabello, era de color café, y sus facciones tenían un similar parecido a Hera. Entonces todo hizo click en mi mente.
La conversación de los cíclopes, el como la llamaron reina y el como mencionaron a Chronos. Esta mujer era Rhea, la esposa de Chronos. Madre de Hera e hija de Gea.
Sin decir ni una sola palabra saque mi espada, Armaggedon, de la puerta de Babilonia.
Al momento que los cíclopes dejaron de gritar, hubo un par de segundos de silencio, estos se convertirían en los últimos segundos de sus vidas.
—Purgatorio—Mi voz resonó por toda la sala y en cuestión de segundos, los cuerpos de todos los cíclopes empezaron a arder.
Lo curioso era que por más que intentaban el fuego no se apagaba, lentamente uno a uno, los cíclopes empezaron a convertirse en huesos vivientes cubiertos en llamas.
—!¿Que está pasando aquí?!.—Del estrado, específicamente detrás de Rhea, un cíclope más alto y formido que el resto apareció.
En ese momento, yo me hize visible y ante la conmoción del cíclope lentamente me acerque a él.—Dime, ¿Fuiste tú, quien le hizo eso a esta mujer?.
Mi fría voz hizo que el cíclope se tensara y empezara a temblar de manera inconsciente.—!Y que si lo hice!.—Respondió él mientras giraba y me miraba.
Sin decir nada, simplemente lo deje inconsciente y lo envíe directo a Prisión, dónde mis criaturas se encargarían del él por el resto de la eternidad.
—!Que demo....—Fue entonces que escuche otro grito, pero en lugar de ver de quién provenía, me acerque a la Rhea e invoqué el Tridente de los mares.
—No te preocupes, tu pesadilla ha terminado, nuca más dejaré que alguien te toque, el que lo haga morirá.—Dije de forma seria mientras hacia contacto visual con sus ojos vacíos.
—[Sacred Water].—Usando mi habilidad, el agua de los mares que ahora yo controlaba, empezaron a envolver a la mujer. Entonces saqué una [Poción de eternidad] y la vertí en el canal de agua que estaba rodeando a Rhea, y al final use mi [Esclavización del Vacío] marcando su cuerpo.
De inmediato, un capullo se formó alrededor de la mujer y lentamente este se volvió de color negro. —¿Quién eres chico, que le hiciste a mis hombres, cómo es que tienes ese Tridente y sobre todo que le haces a Rhea?.
La voz de aquel hombre me hizo girar a verlo. En mi vista apareció un hombre de pelo blanco alargado, con un parche en el ojo, y cuerpo bien formado.
—!Te exijo que respondas muchacho!.—El hombre rugió con ira al ver que no le respondía. Al escuchar decir <
—!Bien, me lo dirás por las malas muchacho!.—Chronos rugió de ira al ver que simplemente lo ignoraba y convocó una barrera de tiempo alrededor nuestro.
En un parpadeó el apareció delante mío con la intención de darme un golpe en el estómago. Pero yo estiré mi brazo y detuve su golpe.
[Adquirido: Tiempo]
[Mejorando habilidad]
[Nuevo: Dilatación Temporal]
[Puede envejecer o rejuvenecer cualquier objeto o criatura viva, puede acelerar o desacelerar los procesos de vida o forma de la materia viva y muerta]
—¿Cómo.....cómo detuviste mi ataque?.—Pregunto Chronos con una voz claramente sorprendida e incrédula.
Iba a responder pero fue entonces que centré mi atención en el capullo en el cual se hallaba Rhea, ya que empezó a brillar.
Poco a poco el capullo empezó a romperse y de él, una muy hermosa mujer salió. A diferencia de antes su cuerpo brillaba con esplendor.
Su cuerpo estaba en su mejor estado, su cabello brillaba de forma muy hermosa. Puedo decir que cualquier hombre caería profundamente enamorado de ella.
Sus grandes pechos con areolas y pezones de color rosa, excitarían incluso al más puro de los angeles.
Podía ver qué su vagina estaba en un estado virgen, sus labios de color rosa estaban esperando a un hombre para ser abiertos.
Tenía su vello púbico de color café claro y muy bien cuidado. Encima de este se hallaba mi marca, indicando que Rhea era mía.
—¿D-Donde estoy~?.—Con una voz muy sensual, la mujer habló mientras miraba el lugar. Mientras miraba de un lado a otro su mirada hizo contacto con la mía.
En ese momento la mujer se sonrojó y rápidamente desvío la mirada para cubrir con una mano sus enormes pechos y con otra su vagina.
Pero al hacer esto la mujer solo se volvió más sexy de lo que era.—Escucha Chronos, Rhea es mi mujer ahora, así que me la llevaré conmigo.
Hablé de forma seria generando un sonrojo aún mayor en Rhea y una visible irá.en Chronos.—!Crees que te dejaré hacerlo maldito mocoso!.
Chronos rugió de ira liberando una sed de sangre que alarmó a Rhea. Al ver esto yo también empezé a liberar mi sed de sangre aplastando a la de Chronos por completo.
Fue entonces que sin saberlo, en el núcleo de la cuidad, yacía una espada de color azul y dorado.
Dicha espada, empezó a resonar con mi aura y sed de sangre liberándose de sus ataduras y saliendo disparada hacia mi dirección.
Atravesando los pisos del edificio, la espada llegó frente a mí generando una onda de choque que envío volando fuera de la habitación a Chronos.
—Imposible, la espada Tifón.—La voz de Rhea hizo eco en la vacía habitación, ya que habían pasado unos minutos desde que los cíclopes calaveras murieron.
De inmediato, guarde a Armagedón en la Puerta de Babilonia y estiré mi mano para tomar a Tifón, ya que era la espada que estaba en los documentos de Hades. Al hacerlo, aparecí de inmediato dentro de esta.
Entonces, delante mío unos ojos de color rojo fuego brillaron con total intensidad.—Eres digno.....de servirme.—Una voz de ultratumba resonó por todo el lugar.
La imagen haría que cualquiera se cagara encima, pero yo tenía planeado ser subordinado de nadie así que de inmediato empezé a elevar mi aura mientras extendía mis alas.
—Piensa bien en lo que dices, soy más fuerte que tú y eres TÚ el que debe servirme.—Respondí con una voz firme y sin emociones.
—!No sabes con quién hablas mocoso, soy Tiphón, El Último Titán!.—Rugió la voz.
—No me asustas Tiphón.—Respondi mientras entraba en mi forma verdadera causando que él me viera de forma sorprendida.
—!No serás tú quien me controle, no serás tú quien me dirá que hacer!.—Dije mientras terminaba mi transformación y cambiaba por completo el entorno.
Ahora podía ver por completo al enorme Titán. Serpientes en sus piernas, alas gigantes de color negro y sobre todo podía ver el fuego que salía de sus fosas nasales.
El Titán estaba tratando de resistir mi presión, pero poco a poco empezaba a caer de rodillas.
—Lo entiendes, eres TÚ, el que debería sentirse honrado de servirme, así que, Último Titán, desde hoy, yo soy tu portador. Tú, ya no eres necesario.—Con eso dicho Tiphón cayó completamente de rodillas y después cayó al suelo.
—Maldito seas mocoso.—Dijo el Titán mientras empezaba a desaparecer.—Si yo soy el sinónimo de maldición debido a mi cuerpo, idiota.—Con eso dicho la imagen de Tiphón desapareció, esto era nada más y nada menos que lo último de su conciencia.