Capítulo 45

Logramos llegar a las puertas del Tártaro luego de un rato de caminata. Las chicas estaban durmiendo en el lomo de Cleo mientras yo la guiaba a través del Tártaro.

Al llegar al frente de la puerta que daba entrada al Tártaro, ésta empezó a abrirse con mi mera presencia, como si me reconociera como el señor de este lugar.

Puse una barrera alrededor de las chicas (No quería que se despertase) y luego de eso, un enorme sismo sacudió el Olimpo, de nuevo.

—Vamos, Cleo.—Mi mascota dio un ladrido en señal de asentimiento y me siguió a través de la enorme puerta. Al salir, no esperé encontrarme con tres mujeres arrodilladas delante mío.

Las furias.....

Las tres mujeres estaban respirando de forma jadeante y debajo de ellas, se podía ver tres grandes charcos de líquido formándose.

—O-Orión L-Lucifer.....t-tienes que tomar la responsabilidad por lo que nos hiciste.—Habló una de ellas, a la cual reconocí como Alecto, la líder de las tres hermanas...

Espera, ¿Que he hecho yo ahora?. Me pregunté, ya que no tengo recuerdos de haber hecho algo más con las furias.

—S-Sí.....s-sienti que me volveré loca si no tomas la....r-responsabilidad.—Esta vez fue Tisífone quien hablo mientras su respiración se volvía más áspera que antes.

Giré a ver a Megara, quien actuó de forma tímida y desvío la mirada, evitando hacer contacto visual conmigo. En serio, dónde quedó esa mujer salvaje con la que luché.

—Aahn~....N-No puedo.....soportarlo más~.—Tisifone se levantó y salto hacia mí.

El resultado....

Terminé en el suelo con ella. La furia me estaba besando con mucha pasión, amor y lujuria. Su lengua invadió mi boca iniciando así una batalla por el dominio.

Mis manos viajaron inconscientemente a través de su espalda llegando a su burbujeante trasero. Entonces que sentí que algo mojaba mi ropa.

Fue ahí donde me di cuenta que Tisífone, la belleza de piel morada, se había corrido con tan solo un beso. Su cuerpo empezó a temblar y sus ojos giraron hacia atrás confirmando mi teoría.

En medio de esta escena, el pecho de Tisífone empezó a brillar. Del área de su corazón, una gema de color morado empezó a brotar.

Dicha goma flotó hasta mí y entró en mi pecho. En ese momento, que en el área de mi corazón, se forma un tatuaje de color morado.

La imagen consistía en una cabeza con cuernos y un par de alas que salían de ella. Mientras miraba el nuevo tatuaje que tenía en mi cuerpo, el vientre de Tisífone empezó a brillar.

Obviamente me di cuenta de esto y sabía lo que significaba, ya que el brillo era de un color que conocía perfectamente.

Ella había conseguido mi marca.

Al terminar este proceso, su cuerpo perdió la fuerza y cayó encima mío. Ya sabiendo que no había vuelta atrás, hice levitar a Tisífone a la espalda de Cleo para dejarla descansar.

Luego de eso, centre mi atención en Alecto, y esta vez, tomando yo la iniciativa, me acerque a ella y la besé sin recibir resistencia alguna de su parte.

Al igual que con Tisífone, Alecto también tuvo un orgasmo debido a un solo beso, y su gema (que era de color blanco) salió de su corazón y entro en mi pecho, formando otro tatuaje similar al de Tisífone, solo que de color blanco.

Al igual que su hermana, Alecto gano mi marca y su cuerpo termino si fuerza, así que la envié al lomo de Cleo para que descanse.

Ya por último quedó Megara, quien tenía una mirada tímida, sus ojos estaban húmedos, amenazando con llorar. No había rastro de algo salvaje en ella.

Me acerque a ella y también la besé sin previo aviso, solo que con ella empezé a jugar un poco. Mis manos descendieron a su grandes pechos y empezaron a jugar con ellos.

La respuesta fue bastante rápida, ya que la furia de salvajes ojos rojos tuvo orgasmo tras orgasmo. Quién diría que ella sería muy sensible en el área de sus pechos.

Me dije mientras disfrutaba del sabor de la última hermana. Luego de un par de minutos, ella empezó a brillar y su gema salió de su cuerpo y entro al mío.

Esta gema era de color rojo y generó en mi pecho, un tatuaje del mismo color. Megara al igual que sus dos hermanas, recibió mi marca pero antes de caer inconsciente decidí darle un último orgasmo.

—Dejame decirte algo Megara.....las chicas tímidas, son muy deliciosas y excitantes.—Mordí la oreja de Megara y con mis manos apreté sus pezones causando que la furia pusiera una mirada en blanco.

Debajo de ella un gran chorro de líquido salió disparado de su vagina y así la furia de la ira, fue brutalmente dominada.

Pero poco ella sabía que en el futuro tendría dos caras, una salvaje y destructiva con sus enemigos, pero una tímida y doblegada ante su futuro esposo.

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Decir que fue divertido ver la cara de Orcus al ver a las titánides, a Gea y a las furias encima de una criatura enorme es decir poco.

El padre de Bennia tenía una expresión que generó mucha risa de mi parte, y Perséphone tampoco fue la excepción. La ex reina del Infierno se había desmayado al escuchar la historia de todo lo que hice en el Tártaro.

Al ver esto, hice que Perséphone subiera al cómodo lomo de Cleo, ya que tenía que terminar mi última misión.

Llevarla con Démeter.

Pero antes que pudiera decir algo, Orcus me dijo que habían logrado capturar a Plutón, pero que su escuadrón logro escapar con el Samael.

Al escuchar esto le dije a Orcus que lo trajera y así en unos minutos, la Parca más fuerte de todas apareció delante mío.

Al principio empezó a maldecir a Orcus y luego empezó a decir que si querido señor Hades lo ejecutaría por traición. No queriendo escuchar más, lo esclavize.

Le dí órdenes similares a las de Hades y al final con luz verde y sin obstáculos en el camino deje que Orcus se hiciera cargo del Infierno.

Le comenté que subiría al Olimpo, ya que iba a terminar mi misión y fue entonces que él me dijo que cuidara a Bennia.

Al entender el significado de sus palabras, acepté con una sonrisa y finalmente salí del Infierno con Cleo.

Al salí al mundo exterior, pude ver que el sol empezaba a descender.

[Solo pasaron ocho horas desde que usted se fue anfitrión]

Lo que dijo System me alegro ya que no sabía si tiempo que transcurría cuando estaba dentro del Tártaro. Rápidamente me centré en Afrodita, quien estaba junto a Hera y de un chasquido me transporte a la mansión de Afrodita.

Al llegar todas las diosas estaban en el patio de la mansión, incluida Anfitrite, quien al verme se iluminó.

Pero como era de esperarse, todas lanzaron un grito de miedo al verme aparecer con Cleo detrás mío. Fue gracioso ver a un grupo de diosas acurrucadas unas con otras mientras señalaban a Cleo con sus manos temblorosas.

Sabiendo que esto tomaría mucho tiempo simplemente suspiré, puse una barrera alrededor de la mansión y empecé a contar todo mi viaje al Infierno y al Tártaro.

Dejando a más de una diosa inconsciente y con una expresión de incredulidad en el proceso.

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TIME SKIP:

El tiempo pasa volando, rápidamente sin darme cuenta paso un año desde que llegué a la facción Olímpica e hice cosas muy locas en su mitología.

Orcus logro estabilizar la facción y con ayuda de otros dioses como Hermes y Apolo la facción empezó a sanarse.

Ya había logrado cumplir 10 años y faltaban 7 para el canon, pero el problema era con mi cuerpo. Estaba empezando a perder la grasa de bebé y mi miembro viril se había hecho más grande que el año pasado.

Si sigo así siento que me convertiré en un orco cuando sea mayor.

Dejando eso de lado, otro problema fue con las mujeres...

Nyx, Eris y Némesis empezaron a venir con mucha frecuencia, empezaron a colarse en la cama, a meterse en la bañera, usar lencería y ropa sexy e incluso intentaron asaltarme en las noches.

Al final terminé incluyendo a las tres diosas al enorme grupo que ya dormía conmigo en mi cama.

Pero ese no fue el único problema, ya que tuve que empezar a marcar a las mujeres del Olimpo que aún faltaban, eso incluye a las diosas y titánides que estaban conmigo en casa y aún no tenían mi marca.

Recuerdo que tuve que escuchar los insultos de Delphyne y de Equidna todo el día después de eso. Cosas como bestia sexual, demonio lujurioso, bastardo y muchas más cosas salieron de la boca de la fórcide y de su reina.