También conocí a las hijas de Thea, Eos y Selene, las diosas del amanecer y del atardecer. Ambas diosas habían ganado interés en mí.
Al principio cuando vinieron a conocerme parecían ser sería y frías pero mientras más tiempo llegábamos a pasar juntos peor era...
Ninfómanas.
Las dos diosas eran una malditas maníacas sexuales que trataban de asaltarme cada que podían, según ellas yo era el que había activado ese interruptor escondido en ambas.
Así que una mañana ellas actuaron como víctimas y dijeron en frente de todas las chicas en la mansión que me tenía que hacer responsable por ello.
Thea, pese a no tener ojos, me miró de forma salvaje, el motivo.....haber corrompido a sus hijas, pese a no haber hecho nada.
Así al final terminé con dos diosas mas en la mansión. Lugar en el cual incluso el mismo Eros intentó espiar debido a la cantidad de bellezas que vivían allí.
Pero solo se ganó golpes, humillaciones e incluso, Cleo jugo con él como si de un juguete se tratase, me recordó a cierto ero sennin.
Con Selene y Eos, añadidas y marcadas llegó otro problema. Athena y Medusa.
Athena llegó a la casa de Afrodita pidiendo que ayude a Medusa.
Según su historia, cuando Poseidón abuso de ella en uno de sus templos, ella se enfureció, pensó que Medusa lo hacía con intención de desprestigiarla.
Así que la maldijo, la convirtió en un monstruo, el cual ahora habita en la ciudad de Séfiros.
Ella se enteró de todas las cosas que hacía su padre y sus tíos al leer los documentos que Hera le había mostrado y estaba arrepentida de no haber ayudado a Medusa.
Yo acepté la tarea y con ella, viaje a Séfiros, solo para ser recibidos por una isla llena de hombres convertidos en piedra.
Pero eso no fue todo, si no que Medusa salió con intención de matar cuando vio a Athena. Pero yo estaba allí, así que logré calmar en algo la situación.
Luego de una intensa discusión, el problema se resolvió, menos para Athena, quien habla sido humillada frente a Medusa.
El motivo.
Azoté el trasero de Athena cien veces como castigo por no haber ayudado a Medusa cuando Poseidón la violó.
Mientras azotaba su trasero, le conté a Medusa dónde estaban Poseidón y sus hermanos ahora mismo.
Ella al principio no me creyó, pero cuando miro la pantalla que apareció frente a ella, las lágrimas empezaron a salir de sus ojos.
Al final con una sonrisa, ella dijo que quería azotar el trasero de Athena otras cien veces. Obviamente yo acepté pese a los reclamos de la diosa que se hallaba inmovilizada en mi regazo.
Así al final del día, regresamos al Olimpo con una Medusa alegre y con una Athena que no se pudo sentar bien por una semana entera.
Al final tanto ella como Medusa se quedaron en la mansión, generando más insultos por parte de Delphyne.
Luego de eso llego un último problema y el más grande todos. En mi puerta apareció una hermosa jovencita de cabello morado. Ella llevaba un tridente similar al mío y una falda que dejaba ver sus blancos muslos.
Era Pandora....
Fue la primera vez que me arrepentí de haber conocido a una mujer. Ella y Eris fueron insoportables. En especial sus bromas...
Sus malditas bromas.
Ha.....todos los días, a todas horas, ambas mujeres causaban estragos en la mansión, generando que las demás gritaran.
Incluso uno de esos días yo amanecí colgando de una cuerda fuera de la mansión. Claro que ellas se mataron de risa e incluso el resto de las chicas también lo hicieron.
Tristemente todas terminaron temblando cuando vieron que Pandora y Eris eran azotadas 500 veces. El detalle era que mis manos estaban cubiertas por mí [Vacío Estático].
Claro que de todas las presentes solo había una que se excitó con la escena. Tisífone.
La furia del castigo, era justamente eso, una sádica del castigo, pero a la vez una masoquista sin remedio. Así que ella se terminó uniendo al castigo solo por placer y para terminar teniendo orgasmo tras orgasmo mientras gritaba mi nombre.
Al final, Athena se compadeció e intercedió por ellas, ya que fue ella misma quien sabía perfectamente lo que se sentía tener un trasero azotado y rojo.
Desde ese día, las chicas hicieron lo menos posible en enojarme, debido a que en sus mentes estaba la imagen de mí azotando a Pandora y a Eris.
Al final, mi vida en el Olimpo se resumió a vivir con hermosas mujeres que se cuidaban como hermanas y me amaban con todo su corazón.
Pero llegó el momento de finalizar mi estancia aquí, y cuando comenté esto en la sala de reuniones casi se realiza otra Titanomaquia.
Al final les hice a todas la promesa de volver en 7 años, les dije que si pudieron esperarme cientos de cientos de años (caso de Gea y Rhea) no sería problema esperarme 7 años.
Todas asintieron ante lo propuesto, claro, algunas mas tristes que otras pero fue Gea quien me dejó sin palabras.
—Yo.....en nombre de mi creación me entrego a tí. Que tu felicidad y tu vida sean las mías y que tú muerte sea la mía también.—La dulce voz de la madre de Equidna recorrió la sala de la mansión dejando a todos en shock.
Ya que a los segundos siguientes, sus astas empezaron a brillar y un hilo de color blanco salió de su corazón y entró en el mío.
A través del hilo, su energía empezó a entrar en mí, formando en mi cuello un tatuaje. Pero lo que me sorprendió fue que de mí, salió energía del vacío entrando directamente en Gea.
La mujer empezó a gemir mientras un capullo empezaba a formarse alrededor de ella. Pero eso no fue todo, si no que de uno de los portales de la Puerta de Babilonia salió una [Poción de Eternidad] y un [Anillo del Demonio]
Dichos objetos entraron en el capullo y fue en ese instante que sentí un vínculo irrompible similar al que tenía con Elimona.
Al cabo de unos minutos, el capullo formado empezó a romperse dejando ver a una desnuda Gea, aún más hermosa que antes.
Sus cuernos tenían un tono morado brillante y en su mano derecha tenía mi anillo brillando en todo su esplendor.
[Vínculo de matrimonio eterno establecido]
[Felicidades por su segunda esposa anfitrión]
Otra vez.....me casé sin saberlo.
Después de ese evento fue un dolor de cabeza entero, ya que todas me preguntaron que había pasado, así que les respondí que ahora Gea era mi esposa.
Esto ocasionó un gran sonrojo en Gea pero género caos en las demás mujeres que me arrinconaron contra la cama exigiendo lo mismo.
Solo suspiré de forma cansada y les dije que no lo haría ahora, ya que quería terminar de crecer y proponerles matrimonio en un momento que fuese especial para cada una de ellas.
Esto generó que muchas tengan lágrimas en los ojos, mientras otras me miraban con una sonrisa amorosa.
Y así logré calmar a todas las mujeres que se habían vuelto especiales en mi vida.
Y bueno, ahora llegamos a este punto.
Es momento de partir a la siguiente mitología, mi objetivo, el panteón Shinto. Ya que Yasaka me contó mucho sobre una amiga allí. La diosa Amaterasu.
Felizmente pase está última semana mimando a todas las mujeres dentro de la casa, así que no había problema con asentarme unos cortos 7 años.
Con eso en mente les dí un beso a cada una de las mujeres en la cama, las cuales sonrieron de forma tonta para finalmente salir de la facción Olímpica.
Ya me había despedido de los dioses varones y de Orcus, quienes estaban haciendo un buen trabajo en la facción.
—Ahora sí, vamos a la facción Shinto—Dije mientras salía de la mansión con Cleo, quien me acompañaría durante mi viaje.—¿Estás lista?
—Woof.—Recibiendo la confirmación de Cleo, la tomé en brazos, estiré mis alas y salí de lo que fue otro año en mi espectacular vida (Olimpo).