CAPÍTULO 18

Llegó el día siguiente, ya había castigado a mis esposas dragonas por perturbar la paz y desperté para empezar a planear como haría mía a Grayfia.

"Rías querida, hoy quiero que hagas algo".

"Umm, si mi amor lo que sea por tí".

Ella me respondió mientras se acercaba y empezaba a comportarse de forma mimada y engreída.

Pase a explicarle que era lo que quería que hiciera, ganando una expresión emocionada de su parte.

Así fuimos a la academia y el día transcurrió como de costumbre, terminaron las clases y nos dirigimos a casa.

Al llegar a la mansión de Kuoh, les dije a las demás que suban y descansen en Gaia, ellas asintieron y subieron.

Me quedé con Rías, en la sala de la mansión de Kuoh, entonces subimos a la habitación viendo que ya era hora de conocer a Greyfia.

Entramos y preparamos todo, sin más ella empezó a quitarse la ropa y quedarse en ropa interior.

Mientras yo hacía lo mismo, me puse magia de ilusión causando que mi cuerpo fuera no tan agradable y me quedé en bóxers, Rías se puso debajo de mí y empezó con el acto.

La ilusión no tenía efecto en mis esposas, solo tenía efecto a los ojos de terceros.

Entonces un círculo mágico apareció una mujer hermosa que tiene el cabello color plata y ojos celestes.

Ella vestía un traje de sirvienta lo cual la hacía ver muy sexy.

"Lucifer-sama estaría muy desilusionado con usted Rías-sama" dijo la sirvienta.

Pero está se sorprendió al ver a Rías debajo de un hombre a punto de perder su virginidad.

"!Onee-sama!, lo siento pero hice un trato y no puedo escapar de él".

Rías miró a Grayfia con una expresión triste, ella de inmediato me miró y empezó a liberar su aura.

Pero entonces cadenas de oro aparecieron y apresaron a la pobre sirvienta.

"Sería prudente que no inicies una pelea, reina de Lucifer".

Empezé a liberar mi propia aura, esto le hizo entender que yo no era alguien normal.

"Verás, Rías me ofreció su virginidad para liberarla de su compromiso con el heredero Phoenix, y no me gusta que me interrumpan".

Grayfia escucho todo esto y miro a Rías, ella estaba con los ojos cerrados mientras pequeñas lágrimas salían de ella.

"No puedo dejar que usted le arrebate la virginidad a Rías-sama, es muy importante para su familia".

"Pues eso no será un problema, mis cadenas te restringen y Rías es más débil que yo, ¿Que puedes hacer para evitarlo?".

Grayfia empezó a pensar en como hacer para cumplir con su deber como sirvienta de la casa Gremory.

Ella sabía lo importante que era el matrimonio entre las casas Gremory y Phoenix, tanto para ellas como para el Inframundo.

"Si le parece bien, yo me ofrezco a ocupar el lugar de Rías-sama, tómeme a mi como pago, solo deje a Rías-sama".

"!Onee-sama, no lo hagas tú estás casada con mi hermano!".

"!No Rías, mi deber es más importante!".

Todo salió según lo previsto, Grayfia pondría a su familia sobre todo, y se decidiría a tomar el lugar de Rías.

Todo esto al ver que mis cadenas de oro detenían sus movimientos y no la dejaban usar su magia.

Me aleje de Rías y para hacer más creíble las cosas hice que mis cadenas la envolvieran también a ella.

"Lo siento pero no puedo dejar que te vayas tan rápido Rías, así que ¿Cuál es tu nombre?".

"Grayfia Lucifuge esposa y reina del Maou Sirzech Lucifer".

"Oh, así que una reina, bien me convences te tomaré en lugar de Rías".

Dije mientras me acercaba a su posición y le rompía el vestido de sirvienta que tenía.

Pude ver sus grandes pechos y rosados pezones, sin más empezé a morder y chuparlos.

Grayfia trato de resistir el placer que le daba, era ese tipo de mujer obstinada que uno disfrutaría romper.

Sin esperar más, saque mi miembro, esto sorprendió a Grayfia, ya que era la primera vez que veía algo tan grande.

Lo pude en la entrada de su vagina, mientras miraba sus ojos.

Sin hablar metí mi miembro de un solo empujón, pero no lo metí del todo, este llegó a rozar la entrada del útero de Grayfia.

Pude sentir como ella se corría al meter mi miembro.

"Te corriste no es así".

"Quien se corría por esto, no estuvo ni cerca de hacerme sentir bien".

Al escuchar esto mi miembro se endureció aún más, Grayfia sintió esto y dejo escapar un pequeño gemido.

Sin poder controlarme más empezé a mover mis caderas violando el interior de Grayfia, la cual trataba de reprimir sus gemidos.

Solo para fallar al sentir mi miembro dentro de su vagina, "Te gusta no, el placer que te estoy haciendo sentir".

"A quien le gustaría esto, es desagradable".

"Vamos Grayfia, no puedes decir eso cuando eres tú la que está moviendo las caderas".

Ya habían pasado un par de horas y Grayfia seguía sin admitir que le encantaba este placer.

"Rías querida, es suficiente", hablé causando que Grayfia me mirara sorprendido ya que saque mi miembro de ella.

Entonces las cadenas oro que sostenían a Rías desaparecieron, lo mismo ocurrió con la magia de ilusión en mi cuerpo.

Grayfia me miró y se sorprendió al ver mi rostro y mi cuerpo, no era nada parecido a lo que había visto en dos horas.

También vio a Rías, la cual estaba desnuda y con una sonrisa afilada.

Ella pudo ver en la mano derecha de Rías un anillo que desprendía un aura roja, en su vientre ella vio la figura de un Dragón de color negro y rojo.

También pudo ver qué en los pezones y el clítoris de Rías colgaban tres piercings que tenían la misma forma que el anillo.

"Rías, ¿Que está pasando?".

Grayfia no entendía lo que estaba sucediendo, hasta hace unos segundos, el hombre que la estaba follando era alguien gordo y feo.

Pero ahora había un chico realmente guapo, más guapo incluso que muchos demonios, este tenía ojos rojos y cabello negro.

Mientras que la chica a la que consideraba una hermana pequeña, tenía un extraño anillo, marca y ¿piercings?.

"Verás Onee-sama, mi querido esposo dijo que quería tenerte, así que me pidió ayuda".

"Y yo como buena esposa que soy lo ayudé, ¿Dime, hice un buen trabajo querido?".

Rías me miró con una mirada un tanto expectante, me di cuenta que quería ser elogiada.

"Si, mi pequeña Rías lo hiciste muy bien, espero que sigas haciendo un buen trabajo como mi esposa".

"!!Hyaaaaa, Sí, yo haré lo que sea por ti querido!!".

Ella gimió al sentir como tiraba de los piercings que se hallaba en sus pechos.

Así me giré a ver a Grayfia, "Bueno ya me divertí querida Grayfia, es hora de ponernos serios, ¿No te parece?".

Me pare delante de ella y esta vez entre directo en su útero de un solo estoque.

La expresión de Grayfia era distinta a la de unos, sus ojos rodaban hacia atrás y su lengua salía de su boca.

No había expresión seria o fría, podía sentir que nunca nadie había llegado dentro de su útero.

La forma que me succionaba, era indicio que quería quedar embarazada, al ver esto empezé a mover las caderas.

Rías fue a la parte posterior y empezó a jugar con los pezones de Grayfia.

Pude ver cómo Grayfia empezaba a chorrear debido al sexo que teníamos, al cabo de un minuto ella dió un potente gritó.

"Vamos Grayfia Onee-sama, querido recién está empezando".

Esas palabras alteraron a Grayfia, quien estaba perdiendo la conciencia.

Al principio el placer fue mayor del que recibirá con su esposo, pero debido a su familia resistió a duras penas.

La apariencia del hombre ayudaba un poco a resistir ese placer, pero ahora las cosas habían cambiado.

El miembro del culpable llamaba por completo su interior, llegando a lugares a los que jamás hubiera pensado que alguien podría llegar.

La chica a la que cuidó como su hermana estaba jugando con sus pezones y el chico remodelaba y frotaba todos sus puntos sensibles internos.

Poco a poco Grayfia Lucifuge empezó a ceder ante el sexo y su cara sería y fría se convertía en una de placer.

"System que está haciendo el Maou Lucifer ahora".

[El Maou se encuentra en su habitación disfrutando de la compañía de su padre y su hijo]

Sonreí y mire a Grayfia, quien estaba teniendo orgasmo tras orgasmo.

"Dime ¿lo disfrutas?".

"Yo...no, no me siento bien, yo tengo a mi esposo".

"Rías puedes subir, estaré con ustedes dentro de poco".

Mire a Rías quien asintió y dió un último apretón a los pechos de Grayfia, "Está bien querido".

Así una vez que Rías se retiró nos hize invisibles a Grayfia y a mí, para luego ir a la habitación del Maou Lucifer.

"Mira, ese es el esposo por el que tratas de resistir el placer que te estoy dando".

Ella levanto la cabeza y pude ver cómo sus ojos salían de sus órbitas.

"Si, padre eres el mejor, hijo sigue así no pare".

"Vaya, vaya que hijo más pervertido tengo".

"Tienes razón abuelo, padre es un pervertido, pero así lo amamos".

Delante de ella, en la cama que compartió con su esposo había una escena que haría que todos sus intentos por evitar caer en el foso del placer fracasaran.