POV Grayfia:
Provengo de la Casa Lucifuge, una familia de Sangre Pura de los Demonios su familia servia a la casa del Lucifer Original.
Mi familia era parte de la Facción de los Antiguos Maou que se opuso a la Facción de los Anti-Maou, donde me encontraba en el frente de batalla como uno de los Demonios más poderosos.
Fue durante ese tiempo de batallas que conocí a Sirzech ya que ambos luchábamos en el Frente aunque Sirzech era de la Anti-Faccion nos enamoramos los dos.
Los dos nos casamos después de que el final del conflicto entre La Antigua Facción y la Anti-Facción se diera.
Con el tiempo dio a luz a un hijo Millicas, a partir de ahí tomé el trabajo como sirvienta de la Casa Gremory.
Nuestro romance se convirtió en una historia romántica muy conocido entre los jóvenes Demonios e incluso fue llevada al cine.
Fue muy hermoso todo lo que viví con mi esposo, pero ahora....
"!!Si, sigue papá, sigue así!!".
"!Hijo, eres un Maou pervertido, bien si me ruegas así, toma!"
"Papá, pese ser el Maou eres un pervertido, pero así te amo".
Podía ver cómo los hombre masculinos de la casa Gremory lo hacían, en la habitación que debió ser mía y de mi esposo.
"Ves, ese es el esposo por el cual resistes, esa es la familia por la que luchas".
Habló el chico detrás mío, hace unas horas yo estaba en la mansión haciendo mis tareas diarias.
Entonces el sello que le pusieron a Rías, la heredera Gremory, se activó, Venelana-sama me encargo de cuidar la virginidad de Rías.
Su padre la comprometió con el hijo de la casa Phoenix, era un matrimonio muy importante para todo el Inframundo.
Me transporte de inmediato, pensé que Rías estaba haciendo esto por rebeldía, incluso le dije que su hermano se decepcionaría de ella.
Pero pude ver a un hombre, gordo y con rostro un tanto feo, este tenía su miembro, el cual era un poco más grande que el de mi esposo, apuntando a Rías.
Rías me miró y dijo que era un trato del que no podía salir, entonces antes de que me diera cuenta cadenas de oro salieron y me atraparon.
Pude sentir como mi magia era suprimida y como mis movimientos eran bloqueados, el hombre habló y contó sobre el trato que tenían.
Nos pasamos a presentar, parece que el viejo ya conocía mi nombre.
Viendo que no podía hacer nada para ayudar decidí tomar la posición de Rías, ella se opuso pero yo seguí con una grande y firme determinación.
El hombre se acercó a mi y rompió mi vestido, y mi ropa interior, sin más empezó a follarme.
A duras penas pude resistir el placer que me daba, mis caderas se movían por si solas.
La imagen de mi familia era aquello que me mantenía cuerda, así seguimos por un par de horas.
No podía imaginar que existiera un hombre que pudiera durar tanto contra un demonio.
Entonces el se corrió dentro, detuvo sus movimientos y saco su miembro de mi interior.
Pensé que se había cansado, perdón Sirzech mi cuerpo ya está manchado, pensé mientras pequeñas lágrimas se formaban en mis ojos.
Pero entonces el hombre habló, "Es suficiente Rías, ya me divertí es hora de ponerme serio".
Al momento de escucharlo levanté mi vista y pude ver cómo el hombre empezaba a deshacerse como si fuera una ilusión.
Al cabo de unos segundos pude ver a un chico de cabello negro y ojos rojos, absolutamente guapo.
Era incluso más guapo que muchos demonios, lo siguiente que ví era a Rías, ella se quitó su ropa interior, al escuchar al chico.
Rías tenía un anillo en su mano derecha y una marca en su vientre de un aterrador Dragón de color negro y rojo.
También pude ver qué sus pezones y si clítoris tenían lo que parecían ser dos argollas, !Eran piercings!.
Estos tenían la misma forma y color que el anillo en su dedo, solo que circulares.
La boca de los dragones mordía sus pezones y su clítoris, no sabía que pensar, Rías acaso tú.
No, no es posible que ella me haya convocado adrede, ¿O si?.
"Fufufu, lo hice bien querido".
"Sí, lo hiciste bien espero que sigas siendo una buena esposa".
Ambos conversaron mientras que veía a Rías como apegaba su cuerpo y lo frotaba contra el del chico.
Este le jalo los piercings de sus pezones causando que Rías gimiera, no podía creerlo.
La chica a la que había visto como una hermana se comportaba como una puta.
Sin más el chico se acercó a mi mientras Rías iba detrás mío, su miembro era mucho más grande que antes.
No me digas que incluso su miembro fue una ilusión, si lo que tiene ahora entra en mí me destrozará.
Sin esperar él entro en mi de nuevo mientras Rías jalaba mis pezones, al momento de hacerlo mi mente quedó en blanco.
No sabía que era lo que pasaba, esta cosa estaba en mi útero, dónde nunca antes mi esposo llegó.
Reaccione solo para sentir olas y olas de placer, este era muy distinto del primero, este daba entender que si me rendía a él no podría volver.
Seguimos así, cada vez mis gemidos eran más fuertes, entonces él se detuvo de nuevo y le dijo a Rías que saliera.
Al momento de hacer eso, sentí que cambiamos de lugar para ver la escena que se estaba gestando ahora.
Mis lágrimas empezaron a salir de mi rostro, esta escena era mucho para mí, sentí como todos mis esfuerzos fueron simplemente por nada.
"!!Papá, sigue esto no se compara con nada, ni siquiera la inútil de Grayfia me hacía sentir así!!".
"Bueno mamá es una mujer, es obvio que nunca te haría sentir así".
Mi hijo y mi esposo empezaron a hablar, dichas palabras herían aún más los recuerdos que tenía de ellos.
Las lágrimas no se detenían, entonces el entro dentro de mí, llegando de nuevo a lo más profundo de mi útero.
No me hallaba bien este desorden emocional era demasiado para mí.
"Aún piensas que tú esposo, es alguien digno de tí, mira como te desprecia".
Dijo para empezar a estimular todos mis puntos sensibles internos.
No sabía porque pero mi útero no quería dejar escapar su enorme miembro.
"En cambio, mira como yo te doy el placer suficiente para hacerte olvidar todos tus problemas".
"Mira como te follo delante de ellos y ni siquiera les importa, mira como es en realidad la familia por la que luchas".
El tenía razón, me estaba follando frente a ellos y ni siquiera les importaba.
Él me daba un placer tan grande que calmaba todo el desorden emocional que había recibido en solo unos segundo.
Y lo más importante pude ver cómo son en realidad los hombres de la casa Gremory.
Bastardos, adictos al poder, unos cerdos asquerosos por los que no vale la pena luchar.
Así poco a poco mi mente, cuerpo, alma y corazón caían en las manos del chico que me follaba como nunca antes lo habían hecho.
"Mira que estúpido esposo tienes, no aprovechar a una mujer que se viste de forma tan erótica".
El tenía razón, me puse este vestido también para poner caliente a mi esposo, ese era mi motivo por el cual me convertí en sirvienta de esta casa.
"Tú, lo que querías es que te follen sin parar no es así, querías que tú esposo te usé como su juguete".
El volvió a acertar, era mi deseo oculto, el que mi esposo me usé como su juguete, que me folle en las reuniones sin que nadie se diera cuenta.
"Pero solo conseguiste que él te despreciara".
Al escuchar todo era como si me conociera desde siempre, cada acción, cada toque.
El sabía perfectamente como tratar mi cuerpo, como hartarme a mí.
"En cambio yo, haré uso total de tu útero, lo voy a remodelar para que solo sea usado por mi polla y que solo lleve a mis futuras hijas".
Sus palabras no eran mentiras, sus acciones así me lo daban a entender, podía sentir como mi interior no quería separarse de él.
Podía sentir como mi cuerpo se calentaba cada vez más, nunca antes había sentido tanto placer en mi vida
*Plak* *Plak* *Plak*
"!!Hyaaaaaaaaaaa!!".
"Mira que correrte al azotar tu trasero, sin duda tu esposo es un idiota por no follarte las veinticuatro horas del día".
Me había corrido cuando el azotó mi trasero, que bien se siente, estoy perdiendo la conciencia.
"Creo que es hora, quedarás igual que Rías".
Habló para que delante mío aparecieran los mismos piercings que había en el cuerpo de Rías.
Estos empezaron a dirigirse a mis duros pezones y a mi clítoris, entonces se unieron a ellos.
Al instante sentí que me orinaba encima debido al placer que estos me dieron, fue un orgasmo muy fuerte.
"Vaya, pensar que te orinarías al recibir los
piercings, sin duda eres una pervertida".
"No te preocupes, te haré poner vestidos aún más cachondos, te follare cuando quiera, no dejaré a tu cuerpo alejarse de mí".
Esas palabras hicieron que mi mente enloqueciera, el empezó a jalar los piercings aumentando el placer que recibía.
"Así que dime ahora Grayfia, quieres ser mi esposa y seguir recibiendo todo este amor de mi parte o prefieres seguir con él".
Al escuchar sus palabras sumado al excesivo placer que recibía hicieron que mi decisión fuera inmediata.