CAPÍTULO 35

"Jajajaja, pensar que también serías Dragón, eso no me lo esperaba, pero ahora morirás por el veneno del Samael".

Cao Cao empezo a burlarse al verme sangrar y sin poder hablar.

Al cabo de unos minutos que parecía ser una eternidad, el rayo de Samael y los gritos cesaron.

Cuando el rayo negro desapareció, todos pudieron ver el estado en el que me encontraba.

Con la ropa rasgada, el estaba cubierto por un líquido negro que parecía que quemaba mi piel y había un gran charco de sangre de ajo mío.

[Cuerpo mejorado, sangre funcionada]

[Adquirido: Depredador alfa] [Se encuentra en la cima de la cadena de poder]

[Creado armadura Dragón de la evolución eterna]

[Funcionando forma híbrida y armadura Dragón]

[Armadura creada iniciando Balance Breaker]

"T-te agradezco Cao Cao...porque gracias a ti logré....evolucionar".

El me miró atónito ya que no espero que sobreviviera, es decir debí de haber muerto pero seguía vivo.

Entonces un enorme rayo negro y rojo me cubrió, dicha explosión de poder alertó a todos, incluso al Samael.

Al desaparecer el rayo una armadura negra y roja de aspecto atemorizante apareció cubriendo mi cuerpo.

Está estaba mezclada con mi forma híbrida, tenía alas, cola y el casco tenía grandes cuernos negros que parecían una corona.

Lentamente me acerque al Samael, poniendo mi mano en su cabeza empezé a comprimirlo o eso es lo que parecía.

Pero la verdad es que lo estaba transformando en una espada, una espada negra de aspecto aterrador.

[Arma única creada: Primordial Dragón Slayer]

"La asesina de dragones por excelencia, Bloddthorm".

Al decir eso la espada que tenía en mi mano brillo de forma aterradora y se pudo sentir una presión aterradora en el lugar.

Cao Cao al ver que me había hecho con el control de Samael y no solo eso si no que ahora era mi espada se asustó.

"!!Retirada!!".

Lo último que vió Cao Cao, Georg y su grupo antes de irse fue al aterrador chico que había sembrado miedo en sus corazones.

"Pensar que convertirías al Samael en tu espada y esa aterradora armadura, eres alguien aterrador chico".

Azazel y el resto estaban aturdidos debido a lo que habían presenciado, entonces el casco desapareció dejando mi rostro al descubierto.

"Será mejor que avises a la alianza acerca de esto Azazel, presiento que Hades no es el único dios metido en esto".

Azazel asintió y así el, Vali y su grupo pasaron a retirarse, mientras yo miraba mi nueva armadura.

Me gusta mucho, las alas y la cola la hacen ver más atemorizante, pero ahora tengo que regresar a casa.

Mañana me encargaré de Hades, me preguntó si puedo sellarlo y hacer una Sacred Gear para alguna de mis futuras mujeres.

Así regrese a Gaia para ver a mis esposas descansar en la habitación, deshice mi armadura y me acosté con ellas.

Al día siguiente desperté y saludé a todas las mujeres, desayunamos y me dispuse a visitar a un Dios un tanto molesto.

POV Hades:

La paz es una mierda, Zeus ha decidido aliarse con esas patéticas facciones, mis planes no se verán vulnerados por esa patética alianza.

Bueno además Indra-sama tiene nuestra misma intención así que nos estamos apoyando, queremos dominar y conquistar después de todo, pero...

No ha salido nada bien, Cao Cao fue derrotado sin poder conseguir el poder de Ophis, lo peor de todo es que perdió el Samael.

Felizmente, ya han pagado su castigo, solo se les dará una oportunidad más, gracias al Longinus, crearon los monstruos Jabberwocky.

Estos los usarán para atacar el Inframundo, si fallan será el fin de la facción de héroes.

Tengo que esconder el asunto del Samael lo mejor que pueda, no puedo levantar sospechas todavía.

Ese mi pensamiento hasta que de la nada un círculo mágico apareció en mi despacho.

Creía que eran los líderes de las facciones bíblicas pero los seres que salieron hicieron que mis viejos huesos se congelasen.

"Me hiciste pasar por un muy mal rato estúpido Dios, si no fuese por mi capacidad de evolucionar habría muerto al ser alcanzado por el veneno del Samael".

Un chico con una armadura negra aterradora que soltaba un aura que me hizo temblar.

Por primera vez en mi vida sentí que estaba viendo la muerte en persona.

Fin POV

Aparecí en el despacho de Hades mientras portaba mi nueva armadura, según System está evoluciona al igual que yo.

Hades al verme empezó a temblar, bueno estoy liberando mi aura así que es normal que tiemble.

Entonces todas las parcas que servían a Hades aparecieron de inmediato en su despacho.

Pero al entrar estás cayeron al piso debido a la presión que ejercía mi aura.

"Hoy ustedes serán testigos de la muerte del Dios de la Muerte, irónico no".

Hablé mientras procedía a invocar a Enkidu, esto hizo temblar aún más a Hades.

"Tus planes han fallado Hades, después sigue Indra, quiero acabar con esta tontería rápido, ya no esperaré más".

Pude ver a todas las parcas, todas eran hombres así que no valía la pena dejarlos vivos.

Pero pude distinguir a una chica, si no me equivoco ella es Bennia Orcus la Grimm Reaper.

Ella era una chica linda de piel palida, largo y morado oscuro y ojos dorados. Su cabello está atado en una larga trenza por un lazo y le llega hasta las caderas.

Tenía 3 marcas negras en ambos muslos y también tiene líneas doradas.

Ella usaba una máscara de calavera blanca junto con su ropa Grim Reaper que consiste en un vestido azul claro y una capucha negra y blanca.

También usa guantes negros hasta el codo cubiertos con líneas doradas de neón con gemas en la parte posterior de sus muñecas.

Solo la transporte a la prisión de Gaia, hablaría con ella más tarde luego de matar a Hades.

"Bueno Hades es hora de que desaparezcas".

Con esas últimas palabras Hades y sus parcas desaparecieron sin dejar rastro, bueno es hora de ir y ver a Bennia.

Llegué a la prisión de Gaia, en una de las celdas pude ver a Bennia, ella estaba sentada en la cama de la celda.

"Así que tú eres Bennia".

"¿Quien eres?"

Bennia se paró de la cama y estuvo pendiente de mis movimientos, pero se se sonrojo al verme.

"Mi nombre es Edward Stafford, decidí salvarte de ese lugar, ya que se que no tienes nada que ver con el muerto Hades".

"Así que el bastardo al fin murió, te agradezco por eso"

Bennia empezó a sonreír al ver que el estúpido Dios al cual servía al fin era asesinado.

"No te preocupes, por eso, después de todo el bastardo me hizo sentir mucho dolor con el Samael".

Bennia se sorprendió al escuchar esto ya que no había registros de que alguien hubiese sobrevivido a la sangre del Samael.

"Entonces, ¿por qué me salvaste y me trajiste a este lugar?".

Empezé a entrar en la celda mientras ella hacia su pregunta, y jugaba con sus dedos.

"Es simple, quiero que seas mía".

Dije mientras estaba frente a la sonrojada Bennia, a la cual le salía vapor de la cabeza.

"¿T-tuya?"

Ella no podía evitar sentirse caliente al ver que alguien la quería como 'suya', el sentimiento de posesión que le daba el hombre frente a ella la excitaba.

"Si, quiero que seas mía y solo mía".

Me puse delante de ella y le susurré a su oído esas palabras.

"!!Hyaaa!!".

Al sentir mi aliento ella dió un lindo grito y sin más empezé a besarla mientras la atraía hacia mi.

Pude ver que a ella le gustaba ser tratada de forma algo ruda, bueno era de esperarse de una de las ex-parcas de Hades.

Nos desnudamos y empezé a morder sus pezones, mientras introducía mi miembro dentro de ella.

Fue sin duda la más apretada de todas las mujeres, sus succión era simplemente infernal.

Al estar dentro de ella empezé a moverme remodelando el interior de la pequeña Bennia.

[Se registró a Bennia Stafford como esposa del anfitrión]

Así al cabo de un más horas ella ya tenía mi anillo, marca y los piercings dragón y la lleve a conocer al resto de mis esposas.

Llegamos a la sala dónde Ophis me pidió más galletas, ella poco a poco estaba ganando más expresiones.

"¿Te gusta tu nueva familia mi querida Ophis?".

"Umu, es algo extraño, a diferencia de Baja Red el ruido aquí es muy agradable, y me gusta mucho que me mines".

Ophis apoyo su cabeza en mi hombro y me sonrió mientras lo hacía.

"Si y te aseguro que será más bullicioso en el futuro".

"Umu, deseo verlo mi Dragón".

Con esas palabras pase a alimentar a mi tierna esposa mientras el resto sonreía y reía al escuchar sus palabras.