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Estábamos en el club, Rías, Sona y Seekvaira, los cuatro estábamos sentados en el sofá descansando.
Entonces tocaron la puerta y al siguiente momento una mujer de pelo castaño entro, era Kiyome Abe.
Una joven tetona con cabello largo y castaño arreglado en múltiples rizos en forma de taladro.
Ella provenía de una familia de domadores de monstruos, la conocí los primeros meses que estuve en la academia.
Ella estaba al tanto de todo, ya que era amiga de mis tres esposas.
"Hola, chicas necesito que me presten a su esposo por un día".
Abe solicito esto mientras mis esposas despertaban.
"Hola Abe-san, ¿por qué quieres a nuestro esposo por un día?".
Seekvaira cuestionó a Abe mientras se acurrucaba en mi lado izquierdo.
"Verán mi padre me comprometió, yo le dije que aún estaba en secundaria pero él no me hizo caso".
"Aparte la persona con la que me comprometió, es un domador que no me trae buenos recuerdos".
Explico mientras me veía y se sonrojaban al hacer contacto visual conmigo.
Era muy hermosa, así que la ayudaría, ya que viendo cómo es ella, le gustará dar Pokémon.
"Bueno, la verdad depende de nuestro esposo".
Sona le dijo mientras me miraba con una sonrisa, sabiendo que aceptaría.
"Que dices querido, la ayudas, después de todo las cuatro nos llevamos bien y sería bueno que fuese tu esposa".
El comentario de Rías puso roja a Abe quien ya se estaba imaginando ser mi esposa.
"Entonces, ¿Te gustaría comprometerte conmigo Abe?".
Le pregunté mientras sonreía a la hermosa mujer que tenía sentada frente a mí.
"Bueno, nos conocemos hace mucho y además me llevo muy bien con las chicas y se que me cuidaras".
"Así que sí, me gustaría comprometerte contigo Edward".
Rías se levantó y empujó a Abe contra mí, ella cayó en mi regazo y se sonrojo al ver la forma en la que nos encontrábamos.
Solo la tomé con delicadeza y la besé, todo esto mientras Rías, Sona y Seekvaira observaban.
"Entonces mañana iré a tu casa para traerte conmigo mi linda Abe".
Ella se sonrojo al escuchar cómo la llamé y solo se escondió en mi pecho y asintió tiernamente.
Al día siguiente fui solo a la casa de Abe, ella ya me estaba esperando en la puerta de su mansión.
"H-hola E-Ed-kun"
"Hola Abe, lista para hoy".
Sonreí mientras tomaba su mano y ambos nos dirigimos dentro de la mansión.
Al llegar pudimos ver a su padre quien me vio con una mirada seria.
"Así que tú eres el que está saliendo con mi hija, cual es tu nombre muchacho".
"Mucho gusto soy Edward Stafford".
Saludé para que luego procediéramos ir al campo de batalla, allí Abe me dijo que usará las bestias ya seleccionadas.
Gracias a mi conocimiento logré derrotar a su padre de forma rápida, luego de eso pasamos a cenar dónde oficialmente nos comprometimos.
"Entonces, yo seré tu esposa, cuídame de ahora en adelante Ed-kun".
Con sus palabras nos transporté a la mansión de Kuoh dónde empezé a besar a Abe.
"Entonces no te haré esperar más mi linda Abe".
Comenzé a chupar sus pechos, cosa que excitó a Abe y me apretó contra ellos, pude escuchar cómo sus gemidos se hacían más fuertes.
Ella se corrió y me libero de si agarre, me puse encima de ella y la miré.
"Se gentil Ed-kun, es mi primera vez".
"No te preocupes no te dolerá".
Al terminar de mirarnos la besé de nuevo y me sumergí dentro de ella, causando que tuviera su segundo orgasmo de la noche.
[Se registró a Abe Stafford como esposa del anfitrión]
[Mejorado: Domesticación automática en Gaia]
[Los animales que lleguen a Gaia serán dóciles y amables con los habitantes]
[Mejorado: Reproducción mejorada de animales]
[Los animales en Gaia serán más fértiles asegurando su reproducción]
Con esas notificaciones mandé a Abe a Gaia para que descanse, mientras tanto yo iba a encargarme de unos insectos.
System me puedes dar la ubicación de Rizevim y Euclid Lucifuge.
[Obteniendo ubicación, Euclid Lucifuge encontrado]
[Obteniendo ubicación, error en encontrar a Rizevim Lucifer]
*Tch* Parece que el idiota no se encuentra en el mundo, solo puede estar en la grieta, parece que su obsesión con Trihexia es enorme.
Abre el portal a la ubicación de mi cuñado, es hora de ir a saludarlo.
[Abriendo portal]
Así el portal se abrió, escondí mi presencia y lo atravesé, al llegar al otro lado me encontré en un laboratorio.
Pude ver que se estaban creando lágrimas de Phoenix falsas y también pude ver a un chico de pelo plateado en la mesa.
Este trabajaba en lo que parecía ser una réplica de la Boosted Gear, pude ver también que tenía muchas fotos de mi esposa Grayfia.
Antes de empezar a hablar con él, puse una barrera ya que este laboratorio terminaría destruido.
"Así que mi cuñado es un pervertido acosador, eso no me lo esperaba".
"¿Quien eres?, Muéstrate de inmediato".
Euclid de asustó al escuchar mi voz y el no ver a nadie lo asustó aún más.
"Vaya que error el mío, soy Edward Stafford, esposo de Grayfia Stafford, un gusto conocerte cuñado".
Aparte frente a él con mi armadura negra y liberando gran cantidad de mi aura.
"¿Esposo de mi hermana?, mientras ella es esposa del actual Maou".
"Bueno ella lo era ahora solo es mi sexy esposa sirvienta".
Euclid no podía moverse debido a la presión que ejercía y solo podía mantener su cabeza en el suelo.
"Bueno es cosa tuya si me crees o no, pero tristemente tengo que matarte cuñado, si no serás un problema en el futuro".
System puedes comprar e invocar a Frostmourne.
[Afirmativo anfitrión, invocando Frostmourne]
Entonces la temperatura del lugar comenzó a decaer y una espada con inscripciones rúnicas apareció.
Cogí la espada y absorví el alma de Euclidio ya que no quería que Rizevim lo reviviera usando el Sepphiroth Grial.
Euclid pego un desgarrador gritó al sentir como su alma era consumida por Frostmourne.
Una vez el alma de Euclid abandonó su cuerpo procedí a guardar la espada y a destruir el laboratorio.
Una vez terminado mi trabajo regrese a Gaia a disfrutar de mis esposas, quienes estaban descansando.
Así pasaron los días, estábamos regresando de la academia cuando nos encontramos con Azazel.
Este dijo que alguien quería conocer a Rías y Sona, al escuchar esto entramos rápidamente a la mansión esperando a su invitada.
La mujer tenía una apariencia de muñeca con cabello rubio claro ondulado largo, ojos de color rojo oscuro.
Una cara hermosa similar a la de una muñeca occidental. Ella también tiene un tono de piel pálido.
"¿Cómo estáis, gente de los Tres Grandes Poderes? Me siento especialmente honrado de conocer a las hermanas de los Maous".
"Soy Elmenhilde Karnstein. Por favor llámame Elmen".
Se presentó la mujer mientras todos nos encontrábamos sentados en la sala de la mansión.
Así que es hora de ir a Rumania, supongo que me encontraré con el loco de Rizevim.
Pero me cuenta que Elmenhilde estaba mirándome totalmente sonrojada, creo que es por mi apariencia y mi sangre.
Ya que olor de mi sangre y aura era algo que un vampiro como ella no podía aguantar, conociendo a Valeri y lo loca que se vuelve.
Señorita Elmenhilde, ¿se encuentra bien?".
"Y-yo, S-si es solo que....."
No pudo continuar hablando ya que su control por tomar mi sangre estaba flaqueando.
"Si quiere pude beber mi sangre no me molestaría señorita Elmenhilde".
Se me ocurrió esto, ya que sería más fácil hacer mía a la enviada de la faccion Carmilla.
Ella no pudo contenerse más y clavó sus colmillos en mi cuello, mi sangre actuaba como afrodisíaco y ella empezó a excitarse.
Mire a Azazel, el entendió lo que quería decir y salió apresurado del lugar.
Mis esposas también entendieron así que se fueron a Gaia ya que sabían que la pobre vampira no sería la misma.
Elmenhilde estaba empezando a mojarse, así que la lleve a la habitación y empezé a tocarla.
Ella seguía absorbiendo mi sangre, después de todo era lo más sabroso que había probado en su vida.
Ella empezó a gemir, se separó de mi y empezé a besarla, ella ya no podía regresar a la normalidad.
Mi sangre la había arruinado, sin hacerla esperar más empezé a estimular su ya mojado agujero.
"Mira que vampira más pervertida eres, mojaste por probar mi sangre".
"!!Hyaaa, eso no es, Hyaaaa!!".
Sus gemidos se volvieron más fuertes, saque mi miembro y empezé a frotar su vagina.
Las caderas de Elmenhilde empezaron a moverse contra mi miembro, podía notar que ya quería tenerlo dentro.