Carta de despedida

Pude sospechar siempre alguna cosa pero definitivamente rompe igual cuando oficialmente se sabe.

Y quizás siempre lo supe, una parte de mí no me lo podía esconder. Pero siempre se sintió mejor creer que eramos el comienzo de una historia de esas de nunca acabarse, de esas que siempre se buscan y encuentran en alguna parte del camino, de esas que siempre van a estar y a ser para algún día quedarse, vivirse y expresarse libremente.

Pero hoy entiendo muchas cosas, las excusas, las mías para justificarte y las tuyas con el mismo propósito.

Hoy entiendo porque a pesar de todos mis esfuerzos por sentieme y creerme centro siempre fui periferia, hoy también sé porqué cuando quise saltar a ti o contigo diste la espalda, es porque ya tus manos estaban ocupadas y siempre lo estuvieron aunque yo intenté hacerme la que no lo sabía.

Duele porque hoy se rempen algunas historias la que siempre me quise contar de que éramos más que algo simple, esa historia en la que en secreto sentías algo más aunque no lo decías, la de que entre nosotros siempre existió una confianza superior, aquella en la que definitivamente acabábamos juntos.

La mejor parte de finalmente ver con claridad los hechos es que recuperas la imparcialidad para evaluar tus propios errores y con eso dejas de idealizar todo, incluyendote, incluyéndome.

Ahora sé que nunca estuviste, que nunca fuimos, que aprendí a conformarme con ideas de lo que yo quería creer que éramos, que cuando ya no quisiste me aferré a tu espalda y dejé incluso de ser periferia para convertirme en carga que se suelta y recoje al antojo, que nunca volviste, que era yo la que siempre encontraba la manera de estar en el camino, que aprendí a conformarme cada vez con menos y con ello a convertirme en todo lo que siempre juzgue y rechacé, que cuanto menos me valoraba más útil resultaba ser, que ya si era parte de una lista de esas a las que nunca quise pertenecer y que nunca se trato de nosotros sino de ustedes.

Después de saberlo, no tengo nada que reclamarte, siempre he sido responsable de mis elecciones incluso si en ellas me he perdido a mi mismo por tanto tiempo. Esta vez no te voy a prometer que me iré porque ya lo he hecho muchas veces y me vendo y me cuento aquella historia que inventé y me siento en un nuevo lugar para estar en tu camino. Solo espero que esta vez cuando llegues ya yo me haya ido.