Ochenta Y Seis

Los problemas le llovieron a Shikadai cuando efectivamente sus padres salieron tras pagar la fianza. Por supuesto que ellos le quitaron el apellido y lo desheredaron.

Esto lo forzó a trasladarse a otro sitio, lejos de la zona privilegida donde alquilaron un departamento.

Por suerte Shikadai tenía trabajo por ser abogado, y esto lo habilitaba para seguir con la acusación a Choji y a sus padres. Pero llegó un punto en el que no pudo seguir debido a la categoría de los acusados. Se requería de un abogado acusador que pertenezca a sus mismas clases sociales.

Llegado a este punto, Shikadai sintió una intensa furia, todo era tan injusto pero él no se rendiría. Seguiría buscando al padre de Inojin al menos.

Pero al cabo de dos meses, supo que Choji había sido liberado por falta de pruebas. Lo mismo que sus padres.

Fue la peor noticia que recibieron tanto él como Inojin. Jamás se imaginaron que las cosas acaben así. Shikadai siempre había pertenecido a la aristocracia, por tal razón jamás imaginó lo difícil que era la vida para quienes no pertenecían a ese selecto grupo.

Inojin ya daba a su papá por muerto e incluso empezaba a pensar en el suicidio también debido a que no soportaría volver a caer en las garras de Choji. Shikadai ya tenía en mente suicidarse, no era una novedad para él.

Pero Inojin le había devuelto las ganas de vivir, y ahora no iba a permitir que muera. Jamás lo haría.

- ¿Sabes? Si la justicia no ayuda para detener a Choji, tal vez la otra cara de la justicia lo hará.

- ¿Hablas de...de...?

Shikadai colocó su dedo índice derecho sobre los labios de su amado esposo haciendolo callar, pero sintió con la cabeza.

- Exacto mi amor - susurró Shikadai

- Es muy peligroso Shikadai.

- No temas

- ¿Por qué? ¿Acaso tienes un plan?

- Si, lo tengo

- ¿Y cuál es?

- Desaparecer después.

-¿Desaparecer?

- Así es ¿Estás dispuesto?

- Sabes que sí

Ambos se abrazaron con fuerza intensa. Luego salieron a ejecutar su plan. Shikadai conocía bastante bien los suburvios, como para recaudar lo necesario entre lo que era información sobre el paradero de Choji.

Cuando todo estuvo listo, Shikadai comenzó a recibir llamadas de Shura y Gaara. Pero el pelinegro decidió ignorarlos. Había recurrido a ellos.

Pero Gaara le dio la espalda cuando tanto lo necesitaba ¿Por qué atendería su llamada ahora? Sin pensarlo dos veces apagó el celular.

- Vamonos Inojin, llegó el momento.

- Te sigo amor.

Ambos salieron del departamento a ejecutar el plan. Esa noche Choji moría a manos de ambos tras ser sorprendido en uno de sus brudeles de los suburvios.

Pero lo habían planeado tan bien que no dejaron huellas ni nada que pudiera identificarlos como los asesinos de ese asesino. Shikadai había enfrentado a Menma, por tal razón sabía que por más poderoso y peligroso que Choji sea, no se comparaba con Menma.

Pero antes de matarlo, Shikadai lo supo hacer hablar sobre el paradero de Sai. Estaba en un burdel de otro país.

Antes de morir, Choji les dió la dirección exacta donde se encontraba el padre de Inojin.

- Tus padres Shikadai también lo saben - dijo Choji riendo como un cerdo - De echo fueron ellos quienes fascilitaron el viaje a ese país ¿Qué se siente saber que eres el hijo de dos sujetos tan corruptos como Menma o yo mismo?

Sin responder nada, Shikadai lo mató junto con Inojin. Luego salieron del lugar sin ser vistos por nadie. Se fueron al aeropuerto directamente, pero antes Shikadai envió una extensa carta a su primo Shura donde le enviaba a su vez los DNI tanto de él como el de Inojin.

Ya no los necesitarían más debido a que contaban con nuevas identidades con nombres totalmente diferentes.

Subieron al avión que los llevarían al país donde Sai se encontraba esclavizado y siendo prostituído.

Shikadai sujetó la mano de Inoji con intenso amor, al tiempo que lo miraba a los ojos y le decía:

- Tranquilo mi amor, encontraremos a tu padre y lo salvaremos. Luego cambiaré su identidad y así finalmente seremos una familia los tres.

Como respuesta el rubio lo abrazó con intenso amor susurrandole al oído:

- Gracias mi amor, muchas gracias. Te juro que te amaré por siempre. Te lo juro Shikadai.

- A partir de este momento los nombres Shikadai e Inojin murieron para siempre. Recuerdalo mi vida.

- Si amor mío.

- Y yo te amaré tanto como tú a mí.

Se besaron con amor verdadero, mientras el avión se perdía en la oscuridad de la noche.