Yo me encargare

Roberto Castle estaba sentado en su oficina, leyendo el periódico, cuando sus ojos se detuvieron en el encabezado: "Noticia de Última Hora: El multimillonario Ismael Bluek se dio a la fuga después de que se descubrieron sus crímenes". La sangre le empezó a hervir. "Intentó ser distribuidor de insumos del gobierno para el proyecto del parque de atracciones, pero, gracias a la condición de investigar a los candidatos, lo descubrieron". Roberto tomó su teléfono y llamó a su asistente.

Hola, señor — contestó este respetuosamente, aunque ya sospechaba por qué lo llamaba.

¡¡¿Ya viste las noticias?!! — gritó Roberto.

Sí, señor, lo siento, pero ya lo estoy buscando — intentó tranquilizarlo el asistente.

Déjalo, yo me encargaré — dijo Roberto antes de colgar.

Veamos dónde estás — murmuró mientras comenzaba a buscarlo por internet.

En la preparatoria había aprendido computación, y era tan bueno que superaba a cualquier hacker. Sin embargo, por más que revisara el número celular de Ismael, sus contactos, su correo personal, sus redes sociales, cuentas bancarias y todo lo relacionado con sus negocios, no encontraba nada que indicara dónde podría estar. A pesar de eso, logró localizar a otros que habían estado tras él. El segundo al mando del grupo que lo acosaba era conocido como el Rey de los casinos en el norte. Así que decidió que iría hacia el norte del país.

—Tres horas más tarde—

Roberto ya había arreglado todo para su viaje. Dejó a cargo al vicepresidente, quien manejaría la empresa durante su ausencia, tomó un avión militar y se marchó.