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Zona Industrial

La noticia del atentado contra el gobernador se expandió como pólvora; todo el mundo hablaba de ello. El presidente del país M estaba enfurecido con Manlio, quien había sostenido que "no había corrupción ni personas más fuertes que la ley".

(Oficina Gubernamental Federal)

¡Maldito, Manlio! ¿Me puedes explicar lo que está pasando en Ciudad Sol? —preguntó el presidente por teléfono.

No es nada serio, señor. Se lo prometo, lo resolveré. — respondió Manlio con nerviosismo.

No te pregunté eso. Lo que quiero saber es cómo, en un estado que supuestamente era el más seguro del norte, atacaron al gobernador. — dijo el presidente mientras salía al balcón.

E...est... — Manlio no sabía qué decir; si no decía algo coherente, no se salvaría.

Olvídalo; de todas formas, el General del Sur se encargará del problema que ocasionaste. — sentenció el presidente antes de colgar.

Manlio se quedó sorprendido al escuchar que el General iba a ir al norte. Rápidamente preparó todo para su llegada; incluso salió de su casa, arriesgándose a ser asesinado, aunque no le importaba.

(Mientras tanto, en el Hotel "The Paradise")

Roberto se encontraba investigando quién iba a ser su siguiente objetivo cuando recibió la llamada del presidente, que le pedía hacerse cargo del terrorista que estaba atormentando Ciudad Sol. Aunque Roberto no quería, terminó aceptando al recordar que era su deber.

Decidió ir a los lugares donde ocurrieron los atentados en busca de pistas, aunque sabía que no podría entrar al despacho. Esa era la única forma de averiguar quién era el responsable.

(Oficina Gubernamental)

Cuando Roberto llegó al edificio, se acercó a hablar con la recepcionista.

Buenas tardes, señorita. ¿Puedo hacerle una pregunta? — inquirió Roberto mientras se aproximaba al escritorio.

Sí, dígame, señor. — respondió la recepcionista de manera educada.

¿Podría indicarme dónde está el baño? —preguntó Roberto amablemente.

El baño está yendo por el pasillo a la izquierda. — le señaló la recepcionista.

Ah, gracias. — se despidió Roberto mientras se dirigía al baño.

¡Sí! — respondió la recepcionista.

Cuando Roberto entró en el baño, hizo lo que tenía que hacer, pero mientras el agua se liberaba, escuchó unas voces.

Oye, ¿quién crees que haya hecho esto? —escucho Roberto, seguido de una risa de emoción.

No lo sé, pero escuchaste que el General del Sur va a venir. — respondió otro.

¡En serio!... — dijo un policía.

No pudo terminar su frase porque vio a Roberto salir del cubículo donde estaba.