(En Notaría Familia)
Jorge había sido llamado por el abogado de Julio para reunirse con él en la notaría Familia.
¿Para qué me llamaste? — preguntó Jorge, acercándose al abogado de forma disimulada.
Para decirte que Julio dejó todos sus bienes a tu nombre. — respondió el abogado, mirando a Jorge con una sonrisa burlona —. ¿No encontraste algo más llamativo?
Jorge llevaba un pantalón de mezclilla, una sudadera con capucha y unos lentes oscuros. Con un cuerpo delgado y bajo eso podría haber sido eficaz, pero con la altura y el tamaño de Jorge, se veía a kilómetros.
Humbert, ten cuidado con lo que haces. —dijo Jorge, lanzando una mirada siniestra. Aunque los lentes oscuros lo ocultaban, el mensaje era claro. Luego se sentó en una banca cercana.
Vamos, Jorge, era una broma. — respondió Humbert, dándole una palmadita en el hombro mientras se sentaba a su lado —. Deberías estar contento de recibir tu herencia; pasarás a ser el nuevo Rey de los Casinos.
¿Ya se te olvidó todo? — Jorge se recostó contra la pared, mirando el techo.
Bueno, no te preocupes por eso. Julio me pidió que me hiciera cargo. — dijo Humbert, sonriendo mientras sacaba su celular.
Ahhhhh, qué cansancio. — murmuró Jorge, acomodándose para intentar dormir —. Me pregunto qué debería hacer.
Ya se murió "mi jefe", por lo cual ya no tengo nada que me motive a estar en este lugar. —Jorge ya no se preocupaba por el dinero; cuando lo tenía todo, no pudo salvar a su única familia.
—Treinta minutos después—
Jorge salió de la notaría como el dueño de Happy Inc., la mayor empresa poseedora de casi todos los casinos del norte.
Felicidades, señor "Juan". — se rió el abogado, dándole unas palmaditas en el hombro.
No puedo creer que haya funcionado; pensé que cuando me investigaran, me atraparían. — Jorge estaba sorprendido mientras Humbert le decía:
— Te dije que me encargaron resolver ese pequeño asunto. El punto es que ahora eres un hombre nuevo.
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Jorge regresó a la mansión de Julio, uno de los bienes que heredó. Se quedó mirando toda la decoración mientras reflexionaba sobre su vida y todo lo que había hecho.
Recordó que no pudo acabar con el señor M. Tras pensarlo mucho, decidió hacer un último intento; ahora que contaba con la riqueza de Julio, iba a terminar lo que había empezado. Y si no lo lograba, se reuniría con su familia. Era un ganar-ganar.
Señor M, espero que no le tengas miedo a los fantasmas. — susurró, apretando la mano con fuerza.
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(Bodega FarMY)
La camioneta en la que iba Roberto finalmente se detuvo. Él bajó y se quedó de guardia, atento por si alguien se acercaba.
Cuando los chicos que subieron los paquetes al camión estaban entrando a la bodega con la mercancía, el chófer se le acercó y le ordenó que los acompañara.