Capítulo 36: Una Verdad entre Llamas.
Parte 1.
La sala estaba iluminada por una tenue luz azulada, proyectada desde múltiples pantallas holográficas que mostraban una variedad de datos en movimiento. En el centro de la estancia, yacía una chica de cabello azul.
Su nombre era Takamiya Mana.
Su cuerpo estaba unido a una vía intravenosa que suministraba suero, mientras varios electrodos monitoreaban sus constantes vitales. Sus ojos permanecían cerrados, atrapada en un sueño del que no podía despertar por sí misma.
Frente a la cama, Reine Murasame observaba con una expresión inusualmente tensa. Sus ojos azules, rodeados por profundas ojeras, analizaban los valores mostrados en la pantalla adjunta. Su ceño se fruncía más con cada segundo que pasaba.
—…No puede ser…
Reine murmuró, mordiendo su labio inferior con frustración.
Las lecturas confirmaban sus peores sospechas. El cuerpo de Mana había sido modificado hasta un punto de no retorno. La tecnología de Industrias DEM había cruzado todos los límites éticos, forzando su existencia a algo más parecido a un Espíritu que a un ser humano.
(Esto no es una simple alteración… es una condena.)
Apretó los puños con fuerza. Su respiración se volvió más pesada mientras procesaba la magnitud del daño. Las imágenes de los datos biométricos, las constantes alteradas, las simulaciones del deterioro de Mana… todo gritaba la crueldad con la que había sido tratada.
Su cerebro comenzaba a morir.
(Industrias DEM… jugaron con su cuerpo como si fuera una simple máquina. Ni siquiera consideraron que ella… que ella es humana.)
La rabia creció en su pecho. El impulso de destrozar la consola se hizo casi incontrolable.
(Esto no debería haber pasado…)
Justo cuando su ira estaba por desbordarse, la puerta automática se deslizó con un suave silbido. Kannazuki Kyouhei entró en la habitación. Sus ojos marrón claro parpadearon con sorpresa al ver la postura de Reine. No era común verla así. Siempre había sido la imagen de la serenidad, de la inexpresividad absoluta.
—¿Murasame Reine?
—...Mm.
Reine cerró los ojos por un instante y tomó aire, recomponiendo su expresión en cuestión de segundos. Cuando volvió a mirar a Kannazuki, su rostro ya había recuperado su habitual inexpresividad.
—…No es nada.
Su voz sonaba monótona mientras giraba la cabeza hacia la pantalla.
Kannazuki no estaba convencido, pero tampoco insistió. Sabía que si Reine no quería hablar de algo, forzarla no serviría de nada. En cambio, decidió centrarse en la razón de su visita.
—La tripulación quiere saber cuál es el estado de cada uno. Shido, las hermanas Yamai, Yoshino, Touma, ese Espíritu llamado Dark Princess… y la comandante.
Reine deslizó los dedos por la consola, cambiando las lecturas de la pantalla. Su mirada recorrió rápidamente los informes antes de responder.
—…Kotori se encuentra estable, pero necesita recuperar fuerzas. Los demás están en la misma situación, aún no despiertan, excepto Kamijou y Dark Princess.
—Oh, Kamijou Touma tiene una resistencia absurda.
—No se preocupen por Dark Princess, parece que Kamijou se está encargando de eso, por lo que el peligro de que el Fraxinus sea destruido es inexistente.
—Nn... Ya veo.
Kannazuki asintió y estaba a punto de salir de la sala, pero se detuvo un instante.
—¿Esa chica… es una maga de DEM?
—Sí. Su nombre es Takamiya Mana, hermana de Shido. Lo confirmé al analizar una muestra de su cabello; los resultados de ADN lo demostraron.
—Qué sorpresa. La similitud entre Mana y Shido es innegable. Eso explica que sean hermanos.
—Sí. Será una sorpresa para Kotori.
—Bueno, tengo que irme.
La puerta se deslizó y Kannazuki desapareció por el pasillo, dejando a Reine sola en la sala.
Parte 2.
Fuego.
Todo se está quemando.
Las calles estaban ardiendo y el mundo ante sus ojos estaba en llamas.
Crujiendo. Retumbando. Rugiendo.
Aun así, Itsuka Shido no detuvo sus pasos.
(¡Kotori…! ¡Kotori!)
Gritando el nombre de su hermana, solo se concentró en avanzar a través de las calles de lo que parecía ser un infierno subterráneo.
A pesar de esto, Shido todavía parecía no entender lo que estaba pasando.
Pero esto era algo que no se podía evitar. Cuando se disponía a volver a casa, de casualidad descubrió que las calles con las que estaba familiarizado habían sido engullidas por un mar de llamas.
Hoy era el noveno cumpleaños de Kotori. Shido fue a la estación para comprar un regalo para ella. Tal vez esta fue la razón por la que había evitado el desastre, tiene que agradecerle a Kotori por esto.
Sin embargo, el problema era que algo anormal estaba ocurriendo.
(—¿Kotori?)
La figura de Kotori era diferente.
Un kimono rosa con un yukata de color negro con líneas amarillas.
(—¿Onii-chan?)
En el instante en que Kotori notó la presencia de Shido, las llamas comenzaron a envolverla violentamente haciendo que el desastre infernal aumentara.
Sus ojos se abrieron con sorpresa y sus hombros comenzaron a temblar.
Estaba asustada.
(—¡Onii-chan! ¡¡Ya no te acerques!!)
Usando una voz que estaba mezclada con lágrimas, Kotori gritó a un volumen que podría haberle roto la garganta.
(—¿Eh?)
Shido apenas pudo reaccionar antes de que una llamarada surgiera con la fuerza de una bestia salvaje, golpeándolo sin piedad.
(—¡Ah…!)
Su cuerpo voló por los aires antes de estrellarse contra el suelo.
Un dolor insoportable se extendió por su espalda mientras su piel ardía bajo las quemaduras. Sin embargo, a pesar de que Shido rodó dolorosamente por el suelo, ni siquiera podía gritar.
Por un momento casi pierde la conciencia, pero la tortura de ser quemado era lo único que lo mantenía consciente. Al reconocer que estaba a punto de morir, sintió miedo a lo desconocido.
Su hermana era...
(—¡Onii-chan…!)
Después de decir eso, Kotori se levantó del suelo y corrió hacia Shido.
A pesar de pensar hace unos segundos que podría haber sido mejor si simplemente perdiera la conciencia, su cerebro fácilmente cambió de opinión. En este momento para Shido, ser capaz de ver la cara de Kotori, era una recompensa que no cambiaría por nada.
Grandes lágrimas cayeron de los ojos de Kotori. Cuando las lágrimas hicieron contacto con la piel quemada de Shido, un dolor agudo lo asaltó. Sin embargo, Shido apretó los dientes mientras se esforzaba por no gemir. Si dejara que esta llorona Kotori siguiera llorando, entonces Shido habría fracasado como su hermano mayor.
En su campo de visión borroso, el rostro de Kotori lleno de lágrimas. El cielo estaba perdiendo su color lentamente. Todo parecía estar volviéndose borroso.
Sin embargo… Justo en ese momento.
(—Oye, ¿quieres salvarla?)
Una voz que ni siquiera podía reconocer realizó esa pregunta hacia él.
Y en ese instante, su visión se distorsionó y la oscuridad llegó.
"..."
Era 11 de julio en la sala de enfermería de la aeronave Fraxinus.
Era madrugada.
—Ah…
Itsuka Shido soltó su voz y sus ojos se abrieron.
En ese instante se dio cuenta que estaba acostado en una cama.
Llevaba una bata celeste de hospital que cubría su cuerpo, probablemente tuvieron que retirar su ropa debido a la hemorragia que había sufrido. En otras palabras, su ropa se echó a perder. La expresión en su rostro lo decía todo. Era afortunado haber sobrevivido al mayor conflicto que ha enfrentado en su vida.
Era el momento de una siesta después del combate, pero sintió que estaba olvidando algo.
En ese instante las pupilas de sus ojos se dilataron y gritó.
—¡Kotori! ¡¿Dónde estás, Kotori?!
Antes de ser derrotado por la chica de cabello purpura que tenía una apariencia similar al Espíritu "Princess", Kotori había enfrentado a ese nuevo espíritu revelando un poder que rivalizaba con un Espíritu... Ese vestido parecía ser un "Vestido Astral".
Un Ángel. ¿Camael?
No había duda, Kotori era un Espíritu.
—¡Maldición... Duele!
En el instante en que intentó levantarse de la cama, el dolor de la batalla lo golpeó como una descarga eléctrica en todo su cuerpo. Cada músculo ardía, cada articulación rugía. Su respiración se entrecortó mientras luchaba por soportar la agonía.
Su mente comenzó a nublarse, pero apretó los dientes, negándose a rendirse ante la situación.
Con algo de esfuerzo, bajó la mirada y vio su cuerpo envuelto en vendas.
(¿Qué…?)
Sus heridas no habían desaparecido. La extraña regeneración que lo había salvado antes no estaba funcionando esta vez. Después de mucho tiempo, su cuerpo había quedado a merced del dolor y del tratamiento humano.
—¿Qué... que está pasando?
—Tranquilo. Kotori se encuentra bien, todavía está descansando al igual que las demás.
—Ugh.
Shido giró la cabeza con esfuerzo hacia la dirección de esa voz.
Era un chico de preparatoria de unos 15 años, que estaba sentado en una de las camas de la sala de enfermería. Su apariencia común, era el tipo de persona que podrías perder fácilmente entre la multitud... salvo por un detalle peculiar. Su cabello negro puntiagudo, que parecía desafiar cualquier intento de peinado natural, como si hubiera sido moldeado con gel.
Estaba vestido con una bata celeste de hospital al igual que él.
Su nombre era Kamijou Touma.
Este chico había sobrevivido. Era la última persona que quedó en pie enfrentando a ese Espíritu de cristal "qlipha", o sea un Espíritu de forma inversa.
—¿Touma? ¿Estás vivo?
—Si, jajaja. Se necesita de mucho más trabajo para acabar conmigo. No es la primera vez que ocurre esto, ¿cierto? Así que... por favor, quita esa expresión de sorpresa de tu rostro.
—¿Q-qué pasó…? ¿Dónde está Kotori?
—Mira a tu izquierda.
Cuando Shido hizo caso a las palabras de Kamijou y giró lentamente la cabeza.
(Está viva...)
Kotori estaba allí, acostada en otra cama con una bata celeste cubriendo su cuerpo.
—Kotori, Kaguya y Yuzuru siguen inconscientes. Pero necesitan tiempo para recuperarse. No sé cómo funciona exactamente la fisiología de un Espíritu, pero algo me dice que la cantidad de energía que usaron en esa batalla les ha pasado factura.
Shido dejó escapar un suspiro, sintiendo el peso de su cansancio
—Uh, así que soy el segundo en despertar.
Al escuchar eso, Kamijou negó con la cabeza.
—En realidad, tú eres el cuarto. Yoshino se despertó antes que tú, pero volvió a dormirse.
—¡¿Yoshino es la tercera?! ¡Espera!
Shido frunció el ceño, aun intentando procesar la información
—Entonces, ¿quién fue la segunda persona en despertar? ¿Mana?
Kamijou arqueó una ceja al escuchar eso.
—¿Mana? ¿Takamiya Mana? ¿Qué tiene que ver ella aquí?
—Oh, olvide decir eso. Mana se rebeló contra DEM y me ayudó en el asalto a la sede japonesa de esa organización.
Kamijou parpadeó dos veces antes de responder.
—¿En serio? Bueno, realmente no era una mala persona. Pensar que una chica que no le temblaba la mano en asesinar a alguien se comporte así. Ha cambiado.
—Es un poco incomodo escuchar eso, pero tienes razón.
—Tengo parte de la culpa que hayan dirigido todo su odio hacia Mana cuando me secuestró. La verdad es que era posible evitarlo, pero no quería arriesgarme en que el público haya resultado muerto.
Kamijou bajó la mirada, pero continuó hablando como si se disculpara.
—Pero no es su culpa.
—Lo sé. Debería agradecer a Mana por su apoyo. Espero que se encuentre bien.
—Ah... Lo siento.
Kamijou volvió a disculparse.
—La última vez que la vi fue en Okinawa. Se veía triste.
—¿Okinawa? ¿La viste allí?
—¿¡Ah!? ¿No te dijo?
Kamijou soltó una voz de sorpresa mientras evitaba la mirada.
Y un momento después, Shido suspiró.
—No importa. No necesito que me digas que cosas conversaste con ella. Pero si no fue Mana quien despertó aquí, entonces... ¿Quién es la segunda persona?
—¿Eh? Creo que la conoces bien.
—No entiendo... Espera... No me digas que...
Al mismo tiempo que Shido dijo eso, Kamijou suspira.
—Descuida. Ella se encuentra con Reine en su examen médico.
—¿Cómo… es posible eso?
Shido no podía creer lo que estaba escuchando.
Después de todo, se trataba de la misma persona que, momentos atrás, había intentado acabar con su vida y con la de todos en esta sala. A pesar de su apariencia—una chica de preparatoria vestida como una princesa—su poder superaba con creces al de cualquier Espíritu, desbordando una fuerza que escapaba a todo control.
—Lo sé… Aunque tampoco puedo decir que fue fácil convencerla.
—¿"Convencerla"…?
—Si ella no hubiera aceptado este resultado, no estaríamos aquí hablando de ello.
Kamijou bajó la mirada, pensativo.
—Creo que estaré un tiempo en esta cama.
—Eso no debería ser una novedad para ti.
Shido dejó escapar sus palabras con una ligera sonrisa, Kamijou asintió.
—No es una queja. Esto no habría sido posible sin ustedes.
—No te quites ese mérito. Tú te encargaste de dar el golpe final. Tu mano derecha no es magia ni un poder como el de los Espíritus, pero lograste lo que ninguno de nosotros pudo sin pagar un precio.
Touma no respondió de inmediato y entrecerró los ojos antes de dar su respuesta.
—Es… una maldición y un milagro al mismo tiempo. No destruye solo niega. No hay nada de especial en esta habilidad.
—Pero tú eres especial.
Al oír esta palabra "especial", sin darse cuenta Kamijou se siente molesto.
—No deberías menospreciarte. Te pusiste en peligro, al final ayudaste a Kotori de que fuera asesinada mientras yo no tenía la capacidad de moverme con esa misma energía.
—Tú también lo hiciste.
—Entonces, es un empate.
Kamijou y Shido comenzaron a reír entre sí.
—¿Siempre has sido así…?
—Desde que tengo memoria fui arrastrado a este tipo de conflictos, pero no me importa ser arrastrado a esto. Me gusta ayudar. No necesito una razón para salvar a alguien. No tengo alguna ideología que me mueva. Diría que es natural de mí.
—Kotori me dijo algo similar. Entonces, ¿Cómo convenciste a "Tohka"?
Con una mirada curiosa, Shido preguntó.
Kamijou se rascó la mejilla.
—Se puede decir que el ganador del combate tiene cierto poder en la voluntad sobre el perdedor.
—O sea… que…
—Quiero que esta sea una oportunidad para que esta chica conozca este mundo. No quiero que tenga que cargar con un destino impuesto y pueda elegir.
Shido lo miró con confusión ante esas palabras.
—Estoy seguro de que tú también deseas eso. Kotori nos ocultó algo importante… que es un Espíritu. Le agradezco lo que ha hecho, pero… ¿confía en nosotros?
—¡Kotori es mi hermana menor! ¡Eso no cambia incluso si sea un Espíritu!
De repente, la expresión de Shido cambió como si estuviera enojado y asustado.
—Estoy seguro de que sí. Estuve pensando en algo.
—¿Qué cosa?
—Los Espíritus. Una forma de vida que vienen de otro mundo. Sé que Tohka no es humana, pero en el caso de Kotori… Yoshino o las Hermanas Yamai. ¿Son Espíritus? Ejercen el poder de un Espíritu, al igual que tú. Eso me lleva a la sospecha que alguien está detrás de esto.
—¿Eso es posible?
—Necesitaría información de Kotori y Tohka para confirmar esa sospecha.
Kamijou se tocó la cabeza con su mano derecha mientras susurraba.
—No es una teoría. Estoy seguro de que es así.
En ese momento, la puerta se abrió y ambos voltearon.
Usando un uniforme militar color castaño, una mujer de unos veinte años miró a ambos chicos.
Con dos ojos que están rodeados por ojeras oscuras, ella era la oficial de análisis de "Ratatoskr" que tenía piel blanca como la nieve que indicaba su estilo de vida aislado.
—¿Reine-san? Y…
Al mismo tiempo que Shido le respondió a Reine, de repente miró detrás de ella.
Había una chica de unos 16 años, detrás de ella.
Cabello púrpura oscura y blanco que llegaba más allá de su cintura. Unos hermosos ojos de color magenta bajo una expresión fría y hostil. Vestía una bata celeste de hospital y no parecía llevar algo de ropa adicional.
—¿En serio? ¿Ella... ella está aquí?
—Tú… ¿eres el otro humano al que mandé a volar?
—¿Eh?
Shido se sintió un poco asustado al ver a esa chica.
Ella, la temida 'Dark Princess', era la razón por la que todos en la enfermería estaban en tan lamentable estado.
—Es una pena para ustedes, pero he decidido quedarme en este mundo.
—No tengo problema con eso.
Kamijou levantó la mano derecha al escuchar eso, pero Tohka movió su mirada hacia Kamijou y respondió.
—Tú eres el más molesto de aquí, Kamijou Touma.
—Oh, ¿Dijiste mi nombre?
Pero en ese momento...
—Bien. Veo que Shin también esta despierto.
Cuando Reine dijo eso, Tohka y Kamijou dejaron de mirarse y volvieron su mirada hacia Shido.
—Si, Reine-san.
—Puede acompañarme.
Shido asintió con un ligero suspiro y, con cautela, comenzó a caminar hacia Reine.
Cada paso avivaba el dolor punzante de sus heridas, recordándole lo sucedido.
Sin embargo, algo más lo inquietaba en ese momento.
Mientras avanzaba, pasó junto a Tohka.
—¿¡...!?
En ese instante, sintió una intensa mirada sobre él.
Lentamente, levantó la vista y se encontró con esos ojos de color púrpura fríos y penetrantes, observándolo sin pestañear. No había ira en su expresión, pero tampoco había amabilidad.
Era como si estuviera evaluándolo, como si en cualquier momento pudiera atacarlo de nuevo.
Un escalofrío recorrió la espalda de Shido.
(¿Qué…? ¿Qué es esa mirada…?)
Era como si estuviera frente a una fiera que en cualquier momento podría saltar sobre él.
Intentó apartar la vista y seguir adelante, pero su cuerpo se tensó.
(¿Va a matarme…? ¿Está esperando a que baje la guardia?)
Después de todo, fue ella quien lo había dejado inconsciente en la batalla. No sería extraño que aún lo viera como un enemigo.
Su corazón comenzó a latir con fuerza.
Justo cuando pensó que la tensión no podía aumentar más, Tohka inclinó ligeramente la cabeza.
—¿Mmh?
Su voz sonó dudosa.
Shido sintió una gota de sudor frío resbalar por su sien. ¿Acaso se veía tan tenso que incluso ella se estaba preguntando qué le pasaba?
(¡Maldición, tengo que tranquilizarme!)
Apretó los dientes y obligó a sus pies a avanzar.
Finalmente, cruzó la puerta donde lo esperaba Reine.
Después de eso, Reine y Shido salieron de la sala de enfermería mientras Tohka permanecía dentro.
—Esa humana con pechos grandes dice que te quedaras por unos días más.
Sí… ¡Espera! ¿¡Pechos grandes?!
Kamijou casi se ahoga con su saliva cuando dijo eso.
—Noté que ustedes dos tienen una mirada diferente. ¿Esa humana los atrae?
—Espera, no se trata de eso.
Kamijou se apresuró en negar esa afirmación.
Tohka inclinó la cabeza, curiosa.
—¿Entonces por qué la miran de esa manera?
—¡No la miramos de ninguna manera especial!
Kamijou protestó mientras alzaba las manos.
Tohka lo observó fijamente durante unos segundos, antes de fruncir el ceño con una expresión de duda.
—Hmph… sospechoso.
—¡No hay nada sospechoso! Más importante… ¿por qué te interesa tanto?
Tohka parpadeó, como si la pregunta la hubiera tomado por sorpresa.
—¿Por qué tus ojos se desviaron cuando mencioné sus pechos grandes?
—¡Eso no pasó! ¡Deja...de decirlo... de esa manera!
La mirada de Kamijou se movió de un lado a otro como si tratara de evadir esas palabras.
Su voz estaba entrecortada.
—¿De qué manera? Solo estoy diciendo lo que observé.
—¡Ese es el problema!
Tohka inclinó la cabeza nuevamente, sin comprender.
—¿Entonces no te gusta esa humana?
—No es eso… digo, ¡no de esa forma! ¡No estoy pensando en esas cosas!
—Hmmm… Entonces, si esa humana te pidiera que duermas con ella, ¿qué harías?
Tohka frunció el ceño, Kamijou soltó su voz, confundido.
—...Ha. ¿Por qué preguntas algo así?
—Solo quiero entender. Si no te interesa, deberías decirle que no, ¿verdad?
—Por supuesto que sí… digo, no… quiero decir… ¡ugh!
Kamijou se golpeó la mejilla derecha.
—Ya veo. Entonces, si ella intentara abrazarte de repente, ¿qué harías?
—¿¡Por qué sigues con esto!?
—Porque quiero saber la verdad.
Kamijou suspiró profundamente.
—Mira, Tohka… no es algo en lo que esté pensando, ¿de acuerdo?
Tohka frunció los labios antes de asentir con cierta duda.
—Bueno… si dices la verdad, entonces no debería haber problema.
Y con esa respuesta, Tohka se dio la vuelta y se cruzó de brazos.
(¿Qué pasa contigo?)
Su voz en su mente llegó, pero luego volvió en sí.
—En fin... ¿cómo te sientes?
Tohka no respondió de inmediato antes de bajar la mirada.
—No lo sé…
—¿A qué te refieres?
—Antes, cuando peleamos… estaba segura de que tenía que ganar. Que debía demostrar que era la más fuerte. Pero… aun así, perdí. Fue… frustrante. Pero al mismo tiempo, después de hablar contigo… ya no siento la misma rabia que antes. Es extraño.
—Eso significa que me recuerdas.
Tohka levantó la vista, y se volvió a él.
—Ya te dije. No soy esa chica. La única razón por la que acepté quedarme aquí es para entender porque esa chica confió en ti.
Kamijou observó a Tohka por unos segundos.
A pesar de su tono firme, había algo en su mirada que contradecía sus palabras.
(Así que aún está confundida…)
No importaba cuánto lo negara, esa sensación de incertidumbre estaba ahí.
—¿Por qué te interesa tanto lo que ella pensaba?
Kamijou preguntó mientras se cruzaba los brazos.
Al escuchar eso, Tohka frunció ligeramente el ceño.
—Porque…
Se detuvo. Parecía dudar por un momento, como si estuviera buscando la respuesta correcta.
—Si esa chica realmente era yo… quiero saber qué la llevó a tomar esas decisiones. Qué vio en este mundo, en ustedes… en ti.
Kamijou suspiró.
—Eso suena como algo que diría ella.
—…
Tohka lo miró de reojo, pero no lo negó.
Kamijou se rascó la cabeza y sonrió con resignación.
—No te presiones demasiado. No necesitas forzarte a encontrar todas las respuestas de inmediato.
Tohka lo miró en silencio antes de apartar la vista.
—No quiero respuestas… solo quiero entender.
Kamijou soltó una leve risa.
—Jajaja. Eso es exactamente lo que significa buscar respuestas.
—¡No te rías!
Tohka camino y agarró su cabello de Kamijou.
—Te sentías sola sin nadie con quien hablar, ¿no? Pensar que la chica "malvada" terminaría así. Nunca se sabe lo que la vida nos depara.
—Solo cállate.
—Por favor, no me dejes calvo. ¡Aléjate o tendré que responder!
Ella sonrió maliciosamente.
Tohka tiró un poco más fuerte del cabello de Kamijou, disfrutando de su expresión de desesperación.
—¿Responder? ¿Cómo? ¿Me vas a tirar del cabello también?
Kamijou intentó apartarse con cuidado, pero ella no lo soltaba.
—¡No es necesario que recurra a la violencia! ¿Podemos hablarlo como personas civilizadas?
—Hmmm… no.
Tohka sonrió traviesamente antes de soltarlo de repente.
En ese instante, la cabeza de Kamijou chocó con la cama.
—Al igual que esa chica, dame un nombre.
—¿Un nombre…?
La petición tomó a Kamijou por sorpresa, y de inmediato un recuerdo emergió en su mente.
Un nombre.
Era la misma petición que aquel Espíritu, Princess, le había hecho en su primer encuentro.
En aquel entonces, le resultó difícil encontrar uno adecuado, sintiendo el peso de la responsabilidad, como si fuera un padre eligiendo el nombre de su propio hijo.
Y ahora, esa sensación volvía a invadirlo.
Kamijou suspiró con resignación, llevándose una mano a la frente.
—Por favor… otra vez no.
Parte 3.
—Reine, ¿qué está pasando? ¿Por qué esa chica que se parece tanto a "Princess" está aquí?
—Ella aceptó quedarse en este mundo para observar a Kamijou Touma.
Reine respondió con su tono usualmente monótono mientras Shido continuaba caminando detrás de Reine.
—¿Observar a Kamijou Touma? ¿Es ella realmente Tohka…? Quiero decir, ¿es Princess?
—Según los análisis, el Espíritu "Dark Princess" emite una energía muy similar a la de "Princess". Sin embargo, sus valores son distintos y, lo más importante, no parece estar interesada en ti. A diferencia del caso de Yoshino, donde las diferencias entre su alter ego y ella misma eran inestables, en este caso sus valores son estables por lo que estamos a salvo.
—En otras palabras…
Reine suspiró levemente antes de hablar.
—Se puede decir que es Tohka.
—¿Qué?
Shido estaba sorprendido de que eso fuera posible.
La idea de que existiera otra versión de Tohka, una que no lo reconociera de la misma manera, era muy diferente al caso de Yoshino que había perdido el control después de ver a Kamijou Touma casi morir frente a ella.
Este hecho desató el desastre de Tenguu de hace 2 meses.
—Por cierto… ¿qué es eso de "Dark Princess"?
—Es el nombre código que le dio Ratatoskr cuando descubrió su existencia.
En ese instante, Reine detuvo sus pasos y miró hacia adelante.
—Entra.
—¡...!
De repente, las puertas automáticas de cierta sala se abrieron con un leve zumbido. La habitación estaba equipada con una variedad de monitores, escáneres y cápsulas de diagnóstico.
—Siéntate en la camilla.
—De acuerdo.
Shido obedeció, aunque su mente todavía estaba inundada de preguntas. Se mordió el labio antes de soltar otra inquietud que no podía ignorar.
—Reine… ¿qué pasa con Kotori? ¿Es un Espíritu? Además… ¿Mana? Desde que fue atacada por la maga de DEM, no sé nada de ella.
—…Cálmate primero, Shin.
—¿Dónde está Mana? —insistió él, su tono elevándose sin darse cuenta.
Reine no respondió de inmediato. En cambio, levantó una mano y, antes de que Shido pudiera reaccionar, lo atrajo hacia sí, envolviéndolo en un abrazo firme.
—¡Nn…! ¿¡Nn…!?
Su rostro quedó hundido contra el cálido pecho de Reine. Por un instante, el mundo pareció silenciarse.
—…Está bien, está bien —murmuró ella, sus dedos enredándose suavemente en su cabello.
Shido sintió que su cuerpo se tensaba, su mente aún enredada en la preocupación por su hermana. Pero… el ritmo lento y constante de la respiración de Reine, la presión firme de sus brazos, le recordaban que aún no estaba solo.
Poco a poco, su resistencia se desvaneció.
Después de unos segundos, Reino liberó sus brazos de Shido.
—¿Te has calmado?
—Ha… Haa…
Shido exhaló un suspiro profundo antes de asentir.
—Bien. Primero, vamos a revisar tu estado.
Reine dijo mientras activada uno de los escáneres médicos.
Pasó el dispositivo lentamente sobre su torso. Un holograma emergió con una representación tridimensional de su sistema nervioso y muscular. Shido observó cómo los datos eran proyectados en el aire, pero su mente seguía enfocada en otra cosa.
—¿Mana? ¿Dónde está?
—…Relájate. Ella fue recuperada por el Fraxinus y se encuentra en otra sala, pero está siendo analizada. No hay señales de que despierte, su actividad cerebral está en un estado inestable.
Shido sintió un nudo en la garganta. El solo hecho de pensar en Mana atrapada en ese estado lo llenaba de impotencia.
—Mal…dición…
Sus manos se cerraron en puños sobre la camilla.
—No tenía que llegar a esto…
—Ya has hecho lo mejor posible. No te culpes tanto.
—Pero…
—Decidió rebelarse contra DEM y enfrentó a una maga con un Realizador superior. Para compensar esa diferencia forzó a su cerebro al límite. Su recuperación tomará tiempo.
Shido cerró los ojos por un momento, tratando de contener su frustración.
—No tenía que llegar a eso.
Reine revisó nuevamente la pantalla y activó otro escáner para medir la concentración de energía latente en su cuerpo.
—Hay algo más que debemos analizar. La exposición prolongada al poder de los Espíritus ha modificado ligeramente tu estructura energética. Tu sincronización con el puente entre las Hermanas Yamai está aumentando, eso explica que puedas usar de mejor manera ese poder.
Shido observó cómo las gráficas fluctuaban.
—Pero ese poder de las llamas era diferente.
—Eso...
Reine terminó los análisis y apagó los dispositivos antes de girarse hacia él.
—Mis heridas no pudieron cerrarse tan rápido con esa habilidad... ¿Cómo es que tengo esta habilidad?
—Bueno, eso deberías preguntárselo a Kotori. Su identidad como Espíritu ya no es un secreto, si es eso lo que te preguntas.
—Ah, sobre Kotori… Necesito hablar con ella.
—Ella todavía no se ha recuperado. El desgaste de energía de Kotori fue agresivo cuando enfrentó a Dark Princess. Solo recuerda que sigue siendo Kotori, la misma que ha estado contigo todo este tiempo.
—Mu, está bien. Seré paciente.
Parte 4.
Su nombre era Itsuka Kotori.
A simple vista, parecía una niña de constitución frágil. Su largo cabello, de un tono rojo rosado, caía en dos coletas sujetas con cintas blancas y negras. Su atuendo consistía en una bata celeste de hospital.
Pero Kotori no era la niña indefensa que aparentaba sino la comandante de la nave Fraxinus que pertenece a la organización secreta "Ratatoskr". Desde ese puesto, dirigía misiones para proteger a los Espíritus. A diferencia de la AST o el DEM, que los consideraban enemigos a erradicar, Ratatoskr buscaba otro enfoque.
Si un humano común se enfrentara a un Espíritu, la muerte sería inmediata. Pero Kotori no solo había sobrevivido… sino que, había desatado un poder abrumador en la batalla contra Dark Princess.
Pero fue derrotada y ahora se encontraba en una cama.
—Hm, ¿podrían dejar de discutir entre ustedes?
La voz, aunque suave, tenía un matiz de fastidio.
—¿Kotori...san?
En la sala de enfermería, Kamijou Touma y Tohka se giraron al instante hacia Kotori.
Los ojos de Kotori estaban abiertos mientras alzaba su mano derecha para protegerse de la luz blanca y cegadora del techo.
—Ugh… ¿Por qué hay tanta luz molesta?
—Kotori, ¿estuviste despierta todo este tiempo?
Al escuchar la pregunta de Kamijou, Kotori suspiró.
—Es posible. Desperté hace poco, cuando escuché la voz de Reine y Shido antes de que se fueran. No tenía ganas de ver a mi hermano tan pronto.
Kamijou frunció el ceño.
—¿¡Nos estabas espiando!?
—¡...!
Kotori arqueó una ceja.
—Escuchar a dos personas discutiendo justo al lado de mi cama no es "espiar". Si hubiera querido hacerlo, lo habría hecho detrás de una pantalla.
—No me sorprende que tuvieras este tipo de hábito.
—Es mi trabajo.
Con algo de esfuerzo, Kotori se incorporó ligeramente en la cama.
Tohka la observó en silencio mientras pensaba.
(Esa chica... Kotori se encuentra en un estado tan vulnerable que podría ser muy fácil matarla ahora mismo. Pero... ¿Ella es la jefa de esta aeronave? ¿Qué hace un Espíritu atrayendo a otros Espíritus en este lugar? Es el tipo de persona que oculta cosas.)
A pesar de haber luchado contra ella, no mostraba hostilidad en su mirada.
—No te esfuerces demasiado. Acabas de perder contra un Espíritu.
—No necesito que me lo recuerdes.
Después de escuchar eso, Kotori se cruzó de brazos y evitó esa mirada.
En ese instante...
El plexo solar de Kamijou Touma fue golpeado por un codazo de Tohka.
El aire fue sacado de sus pulmones y Kamijou soltó su aliento.
—Ahhaaa, es, eso no era necesario.
—Hablas mucho.
Tohka sacó su codo de su brazo izquierdo y volvió a mirar a Kotori.
Kotori sonrió un poco.
—Debería darte las gracias.
—¿Eh?
Kamijou arqueó una ceja mientras dejaba escapar su voz.
—Sí. Hiciste un buen trabajo deteniendo a esa chica.
—…Hmph. No me gusta cómo se expresa de mí, Espíritu.
Tohka murmuró con una voz fría.
En ese momento, la memoria de Kamijou volvió cuando ese tema fue traído ahí.
—¿¡Qué pasa contigo, Kotori!? ¿¡Tú eres un Espíritu!?
De repente, un silencio incómodo se instaló en la sala.
Kotori no apartó la mirada, pero su expresión se volvió ilegible.
—Podría decirse que soy un Espíritu.
—¿"Se puede decir"? ¡Eres un Espíritu! ¡Nos engañaste!
Kamijou cerró el puño y apretó los dientes.
—¡Estaría bien que si solo lo supiera Shido, pero ni siquiera él no sabía! ¡¿Por qué ocultaste algo tan importante, Kotori?!
—...Es mucho más complicado de lo que piensas, Touma-san.
—¿Ese honorífico? ¡No trates de cambiar el tema!
Kotori soltó una risa irónica y se encogió de hombros.
—Relájate. No voy a escapar de esto.
—Entonces, ¡¡Es momento de confesar!!
Había muchas preguntas sin respuesta, pero algo estaba claro.
Itsuka Kotori no solo era la comandante del Fraxinus ni la pequeña hermana de Shido.
—Sí, soy un Espíritu... pero también soy Itsuka Kotori.
Su voz sonó firme, pero con un matiz de incertidumbre.
—Soy hija de la familia Itsuka. Mi madre, Haruko. Mi padre, Tatsuo. Soy humana, sin duda... aunque no tengo claro cómo ocurrió todo esto.
—Espera, espera... ¿cómo puede ser eso posible? Si eres un Espíritu, entonces… ¿siempre lo has sido? ¿Desde qué te conozco?
—No. Es un poco diferente. Pero, por otro lado, me sorprende que esta chica se encuentre tan tranquila.
Tohka, que estaba de sentada en la cama donde estaba Kamijou, se puso de pie.
—¿Tienes algún problema?
—Tranquilízate, Tohka.
Kamijou Touma intentó calmar la situación, evitando que el conflicto estallara de nuevo.
Un enfrentamiento entre dos Espíritus, a miles de metros sobre el nivel del mar, dentro de esta sala de enfermería, podría destruir todo el Fraxinus en un instante, lanzando a todos los tripulantes al vacío sin ninguna posibilidad de supervivencia.
Kotori, miró a Tohka con una sonrisa ligera, preguntó.
—¿Qué te parece este lugar, Tohka?
—Aburrido. Los exámenes médicos son aburridos y la mujer que me atendió no me cae bien.
—¿Pasó algo con Reine?
Sin embargo, Tohka se cruzó de brazos y volvió su mirada hacia otro lado.
—Enfócate en ti. Tienes muchas cosas que responder a tus compañeros.
—Ah, qué bueno que todo se calmó.
Kamijou suspira de nuevo.
—Eso quiere decir que... ¿algo te convirtió en un Espíritu?
—Ah, solo sé qué hace 5 años... Yo me convertí en un Espíritu. Poco después de eso, fui contactada por Ratatoskr, los valores del sistema de monitoreo me clasificaron como Espíritu y desde entonces, soy la comandante del Fraxinus.
—Eso no tiene sentido.
Los Espíritus eran existencias que viven en un territorio conocido como el otro mundo. Estaban clasificados como desastres biológicos especiales.
Los humanos y los Espíritus, ¿no eran diferentes especies desde el principio?
Sin embargo, Kamijou Touma descartó eso de inmediato viendo el caso de Tohka.
—En pocas palabras, "me convertí en un humano que tiene el poder de un Espíritu".
—¡¿Desde cuándo tiene sentido darle el mando de una aeronave a una niña?!
—¡...!
Kotori estaba sorprendida por esa pregunta.
El hecho de que le hayan dado este puesto era extraño desde el punto de vista lógico. Incluso si tuviera talento, que una niña tenga un rango mayor que los personales en la nave con alta experiencia era irresponsable.
Sin embargo, ella sintió que estaba siendo insultada de alguna manera.
—¡¿Qué clase de mundo es este?!
—¿Me estás tomando por una niña?
Kotori levantó una ceja, pero sin cambiar su postura tranquila.
—Um, voy a serte sincero. Esa persona debería estar loco para dejarte ese cargo.
Sí. Kamijou se estaba refiriendo al director general de Ratatoskr.
Pero eso no podía ser tolerado por Itsuka Kotori. Después de todo, era la persona que lo había acogido en esta organización y era algo así como su protector frente a otras personas que dudaban de su mando.
—Haa...
Kotori se estiró un poco en la cama y soltó un suspiro.
—No puedo permitir que hables mal de él.
—Bueno, puede tener sus motivos.
Kamijou se tocó el cuello mientras decía eso.
En este estado, Kamijou no podría defenderse si Kotori lo atacaba.
—Um, así que ya me conseguí un enemigo eterno en este mundo. Que desgracia.
—¿Qué quieres decir?
—Bueno, creo que puedo saber quién te convirtió en un Espíritu.
—¿Qué?
Kotori frunció el ceño, claramente sorprendida.
—Eso ocurrió poco después de que derroté a Tohka.
—Entonces, ¿cómo es esa persona?
—Una figura de mosaico.
Kamijou respondió, pero Kotori se quedó en silencio por un momento.
—¿Haa…? No recuerdas su rostro.
—Es difícil.
Kamijou negó con la cabeza.
—Nn... cómo podría recordar a alguien que solo tiene un rostro mosaico.
De repente, Tohka, quien había permanecido en silencio hasta ese momento, se inclinó hacia Kamijou y tomó su bata con una mano firme.
Kamijou no se movió, pero Tohka lo miraba intensamente, esperando una respuesta.
—Dime, que más sabes.
—Su voz era irreconocible, como si fuera un robot, pero parecía estar observándonos... A ti también, Tohka. Ahora, ¿puedes soltarme?
Kamijou habló con calma, pero su voz reflejaba algo de incomodidad por la presión de Tohka sobre su cuello.
Tohka se dio cuenta y rápidamente soltó su agarre, dando un paso atrás.
Miró a Kotori, ahora aún más confundida, sin saber qué pensar.
—Entonces, ¿tienes recuerdos de hace cinco años?
—Mis recuerdos están distorsionados, pero estoy segura de que alguien más estuvo ahí.
—Hay posibilidad de que se trate de la misma persona. Si es así, entonces, es posible hacerla aparecer a la fuerza.
—¿Qué tratas de decir, Tohka-san?
La voz de Kamijou sonó un poco asustado.
—Dime una forma de hacerla aparecer. ¿Me estas ocultando más información?
—Bueno... Por favor, que no sea algo peligroso, como destruir todo a su paso.
—Mu, ella se convirtió en tu enemigo. Mientras más rápido puedas volver a verla mejor.
—¡No es necesario!
Kamijou gritó.
—Bien, entonces dame la información.
—¿Por qué tan interesada?
—Tengo mis motivos.
Tohka bufó mientras volvía su mirada hacia Kotori.
—Bueno... mi existencia en este mundo es ajena a lo que ella parecía estar tratando de controlar. Parece que trata de evitar el contacto de mi mano derecha.
—¿Tu habilidad funciona con poderes sobrenaturales?
Tohka preguntó, su tono algo más serio.
—Si. Es posible que ese mosaico este usando una imagen falsa.
Esta afirmación causó que Kotori levantara la ceja de sorpresa.
De hecho, es posible que se tratara de alguien cercana, pero no podía pensar en los posibles sospechosos. Sin embargo, debe ser alguien que está enterado de los Espíritus y de la habilidad de Kamijou Touma.
Mirando la reacción de Kotori, Kamijou se encogió de hombros.
—No es necesario ir pensando tanto en esto, imagina si esto fuera escuchado por esa persona. El curso de todo su plan podría cambiar hasta el punto en que ninguno de nosotros podría predecir. Sugiero que sería mejor abandonar la idea de encontrarla al menos por ahora.
A pesar de que Kamijou intentó restarle importancia, Tohka apretó los dientes.
—Entonces, ¿Qué harás ahora?
—Tendré que hablar con Shido y contarle la verdad.
Kotori encogió los hombros y dijo eso.
—Gracias por todo.
—Lo mismo digo. No puedo creer que exista alguien tan obstinado como tú cuando se trata de enfrentar el peligro.
Kotori soltó una leve risa sarcástica y continuó.
—Lo mismo digo. No puedo creer que exista alguien tan obstinado como tú cuando se trata de enfrentar el peligro.
Kotori soltó una leve risa sarcástica y continuó.
—Te lanzaste de cabeza contra un Espíritu sin dudarlo, como si fuera algo normal. ¿Acaso no conoces la palabra "miedo"?
—Claro que la conozco. Pero si dejo que el miedo me detenga, significa abandonar a la persona que quiero salvar.
Kamijou no podía evitar ser honesto en su respuesta.
Sin embargo, Tohka, que estaba al lado, no pudo evitar soltar una pequeña queja.
—Estoy aquí.
Pero fue ignorada, como si su presencia no importara en ese momento.
—…Tienes agallas, eso es seguro.
Se recostó nuevamente en la cama, mirando el techo con una expresión pensativa.
—Bueno, no es como si tuviera elección. Si hay alguien en peligro, me lanzaré sin pensarlo.
—Eres increíblemente terco. Tal vez sea por eso por lo que llamaste la atención de esa chica.
Kotori, en un susurro casi inaudible, se dejó caer en la almohada, cansada de tanto pensar.
—Tu nombre es Kotori, ¿verdad?
—Si, Tohka.
Tohka parecía decidida, y Kotori, aunque tranquila, ya no podía ocultar la fatiga.
—Hay algo que quiero preguntarte. ¿Qué pasa con la habilidad de ese chico? Es muy parecido al tuyo.
La pregunta de Tohka hizo que Kotori se quedara en silencio por un instante, procesando las palabras de la otra chica.
—Eso se debe a que tiene mí mismo poder.
Tohka frunció el ceño, un poco sorprendida por esa respuesta.
Pero Kamijou gritó.
—Espera, eso significa que Shido selló tu poder antes.
—Sí... eso es exactamente lo que ocurrió. Hace cinco años. Esa habilidad de regenerar heridas graves era originalmente mía desde el principio.
—¿Qué? Pero esa habilidad comenzó a desaparecer en el cuerpo de Shido mientras estaba luchando con Tohka.
—Eso se debe a que casi el 100% de mi poder fue retirado del cuerpo de Shido. Ya no volvió.
Kotori observó a Tohka, pensativa.
El recuerdo de la batalla contra esta Espíritu pasó por su mente.
—Incluso después de perder el control por un momento, no fui rival para ti, Tohka.
—...Um, noté tu sed de sangre. Ibas a atacar con intención de matar, a diferencia de los otros Espíritus que se encuentran aquí en esta sala.
Kotori asintió con la cabeza, su expresión seria.
—Lo sé. Discúlpame por eso.
—¿Qué? ¿Pensabas hacer eso, Kotori?
—No tengo el control de este poder. Por eso es mejor sellar mi poder.
Cuando escucho eso, la mente de Kamijou llegó a una conclusión.
—¿Qué? ¿Piensas en besar a...?
—Si.
Kamijou abrió los ojos de par en par y gritó.
—¡Pero... ustedes son... hermanos!
El solo pensamiento de ello lo hacía sentirse incómodo y confundido.
Kotori, por otro lado, suspiró con evidente frustración, como si estuviera explicándole algo a un niño testarudo.
—Es una cuestión de supervivencia.
En ese instante...
—¿Kotori? ¿Kamijou?
Cuando oyeron esas dos voces al mismo tiempo, Kamijou y Kotori se giraron al mismo tiempo para ver a Kaguya y Yuzuru despertar con sus expresiones aún somnolientas.
—Hnn...
Kaguya frotó sus ojos y se incorporó ligeramente. Su cabello despeinado caía sobre su rostro, pero en cuanto notó el entorno, su expresión se tornó alerta.
—Confirmación. ¿Dónde estamos?
Yuzuru preguntó.
Su tono más monótono contrastando con el repentino cambio de actitud de su hermana.
Aún con la mente algo nublada por el sueño, los ojos de las hermanas Yamai recorrieron la habitación hasta que se posaron en cierta chica.
—¡Tú!
—Peligro: ¡¿Qué hace ella aquí?!
El cuerpo de Kaguya y Yuzuru se tensaron de inmediato.
Era la misma persona que las había derrotado en combate, Dark Princess.
Ambas intentaron ponerse de pie, pero sus piernas apenas respondían.
Kaguya se tambaleó al intentar erguirse, mientras Yuzuru hacía lo mismo.
—Espera... No estamos bajo ataque, Kaguya... Yuzuru.
—¿Qué?
Ambas hermanas hicieron una voz dudosa.
Y en el momento siguiente, Tohka alzó un poco las cejas y dijo.
—Son ustedes...
—Sí, somos nosotras.
—Confirmación: No hemos olvidado la batalla.
Tohka con una expresión de superioridad, dijo.
—¿Y qué? ¿Van a intentarlo otra vez? Ni siquiera pueden luchar.
Las palabras de Tohka encendieron la chispa en Kaguya y Yuzuru.
—¡Voy a cerrar tu maldita boca!
—Kaguya...
—Pero si van a luchar conmigo, al menos esperen hasta poder mantenerse en pie. No tiene sentido pelear contra oponentes que ni siquiera pueden sostenerse.
—¡Tch…!
Kaguya chasqueó la lengua, sin poder refutar la verdad en sus palabras.
Kotori intervino con autoridad antes de que la situación empeorara.
—Basta. No hay necesidad de que peleen aquí. Escuchen bien. Tohka ya no es nuestra enemiga. Las cosas han cambiado desde la última vez que pelearon. No tienen razones para atacarla.
Kaguya entrecerró los ojos, con una expresión aún escéptica.
—Tch... No es fácil confiar en alguien que hace poco se convirtió en nuestro enemigo.
Yuzuru asintió levemente.
—Confirmación: El recuerdo de la derrota sigue fresco.
—Ahora estamos en el mismo bando.
Ante esas palabras, Tohka suspira y dice.
—No te equivoques, Kotori. Si quisiera matarlas, ya lo habría hecho. Pero tengo mis razones.
Las hermanas Yamai intercambiaron una mirada breve pero significativa.
Finalmente, Kaguya chasqueó la lengua y relajó un poco la postura.
—Hmph. No puedo rechazar que somos débiles ante ti.
—Aceptación. No atacaremos si no presentas una amenaza.
Durante ese corto tiempo, Kamijou rogó que el conflicto no volviera a estallar.
—Que bien que se hayan dado una oportunidad de conocerse.
—Aun así... no bajaré la guardia...
Kaguya murmuró en voz baja.
Sin embargo...
En ese momento, un murmullo suave rompió el silencio de la habitación.
Todos giraron la cabeza en dirección al sonido. Sobre una de las camas, una pequeña figura comenzó a moverse bajo las sábanas. Sus ojos azul celeste parpadearon débilmente antes de abrirse por completo.
Era Yoshino.
—¿Qué pasó...? ¿Ya despertaron todos?
Ella dirigió su mirada y encontró a cierta persona en su campo de visión.
(¿Esa es…?)
Su cuerpo se tensó al instante.
Los recuerdos volvieron a su mente como un torrente imparable. La intensa batalla. La abrumadora diferencia de poder. La impotencia de no poder hacer nada antes de caer en la inconsciencia.
Sin darse cuenta, su mano derecha se alzó levemente, y pequeñas partículas de energía comenzaron a condensarse en su palma.
Pero antes de que pudiera hacer un movimiento, su mirada se desvió y notó algo extraño.
Kamijou Touma estaba allí. También Kotori. Y las hermanas Yamai.
En ese momento, la energía en su mano comenzó a disiparse.
Bajó el brazo con incertidumbre.
—¿Qué está pasando aquí…?
Buscando respuestas, su mirada se posó en Kotori y los demás, esperando que alguien le explicara lo que estaba ocurriendo.
Kotori suspiró y tomó la palabra.
—Es complicado, pero lo explicaré.
Sin embargo, la puerta de la sala de enfermería se abrió.
—¿Kotori...?
La mirada de Kotori se movió hacia la puerta.
—Sé a lo que viniste, Shido. Bueno... Lo dejó en tus manos, Kamijou.
—De acuerdo.
Mientras Kotori se levantaba de la cama, Reine se acercó a Kotori.
—Gracias, Reine.
—No te esfuerces demasiado.
Aunque sutil, Kamijou sintió que el cuerpo de Kotori se había tambaleado un poco.
En ese momento, Reine colocó su mano en la espalda de Kotori, ofreciéndole apoyo silencioso.
Y luego de eso, la puerta se cerró.
Parte 5.
—Por favor, siéntate.
—Oh...
Ante esas palabras, Shido se dejó caer en la silla frente a Kotori. Entre ambos, una pequeña mesa los separaba.
—Kotori...
Su nombre fue mencionado. Sin embargo, Kotori todavía no respondió.
Algo en ella se veía distinto.
—No es normal verte sin tu Chupa Chups.
Su comentario fue espontáneo, casi como una broma para aliviar la tensión.
Sin embargo, la sorpresa en su tono era genuina.
Kotori, que casi siempre llevaba una piruleta, no tenía ninguna ahora.
—Sí... esta en mi cartera, pero no lo tengo en este momento.
Después de decir eso, Kotori preguntó.
—Supongo que vienes para preguntar si soy un Espíritu.
—¿Lo eres?
—Mmm, si yo dijera que no, no me creerías, ¿verdad?
—Aaah. Si dices que no lo eres, yo te creo.
—¿En serio?
—Confiar en los demás y no en tus propios ojos, no es una medida prudente.
—Incluso si yo fuera una persona inteligente, si yo no creyera en mi linda hermanita, yo habría fracasado como hermano mayor.
—...
Kotori tomó la botella de agua de la mesa, y abrió la tapa mientras tomó un sorbo. Después cerró la tapa, miró a Shido y suspiró levemente.
—...Soy, humana, sabes. Al menos, eso es lo que pienso de mí mismo. Sin embargo, ese no es el caso. Debido a que los valores del sistema de vigilancia ya me han clasificado como un espíritu.
—¿Por qué me ocultaste esto?
A diferencia de lo que normalmente haría, Shido preguntó con una voz ligeramente molesta.
—Lo siento. Puedo decir que nací como humana en la familia Itsuka, eso es un hecho. Sin embargo, hace unos cinco años. Yo, me convertí en un espíritu.
—¿Haa...?
Shido abrió los ojos como platos, su boca se entreabrió y dejó escapar un sonido aturdido.
Los espíritus eran existencias que viven en un territorio conocido como el otro mundo. Ellos fueron clasificados como desastres biológicos especiales. Al menos eso era lo que había oído Shido de Kotori y Reine.
—¿Qué diablos está pasando. Los humanos y los espíritus, ¿no eran diferentes especies desde el principio?
—Bueno... eso es correcto. En pocas palabras, "me convertí en un ser humano que tiene el poder de un espíritu, Eso debe ser más preciso".
—Ese tipo de cosas.
A mitad de sus palabras, Shido repente frunció el ceño. Una cierta escena surgió dentro de su cabeza. "Ah" Ese sueño. El mismo que vio antes de que él se despierte, ese sueño.
En medio de las calles en llamas, Kotori que llevaba su vestido de Astral y lloraba sola, ese sueño.
—¿Lo recuerdas? Quiero decir, el fuego de hace cinco años. El tema de convertirme en un espíritu, Shido lo has olvidado por completo ¿no?
—Ah, eso es cierto, ¿cómo poder explicarlo?. Sobre eso, ¿no te rías de acuerdo?
—No voy a reír.
Kotori abrazó con indiferencia sus dos brazos, Shido se rascó la parte posterior de la cabeza mientras hablaba.
—Eso, ahora mismo, en mi sueño... ¿Sueño? ¿Qué clase de sueño?
—Aaah...
Cuando Shido terminó de narrar su sueño, Kotori, ligeramente sonrojada, desvió la mirada.
—Bueno, a pesar de que hay un punto diferente en donde yo estaba llorando y gritando repetidamente Onii-chan... pero era bastante consistente con mis recuerdos.
Kotori usó su mano para apoyar su barbilla mientras ella entró en una profunda reflexión.
—Podría ser, porque yo tome de vuelta mi poder espiritual de Shido, Esto causó que los recuerdos fluyan desde la conexión. Al mismo tiempo, también ha provocado que las propias memorias de Shido. Nn, esto es interesante.
Kotori parecía estar pensando algo, ella asintió con la cabeza ligeramente.
—No te límites a entender todo por ti mismo. Aparte de eso, Kotori.
—¿Nn? ¿Qué es?"
Kotori levantó la cabeza y miró a Shido.
—Convertirse en un espíritu. ¿Eso es lo que has dicho verdad?. Entonces, hace cinco años, Que pasó exactamente?
Los Espíritus y los seres humanos eran totalmente diferentes especies. Los seres humanos se conviertan en espíritus a medio camino - o más bien, los humanos ganan el poder de los espíritus y similares, ¿qué diablos está pasando. Sin embargo Kotori negó con la cabeza.
—Lo que pasa es que no recuerdo en absoluto."
—¿Haa? No puedes recordarlo, eh.
—No, Recuerdo vagamente lo que pasó, pero los detalles exactos se me escapan. Ah, no, yo todavía recuerdo convertirme en un espíritu. Pero no recuerdo bien las razones para convertir de esa manera.
—¡No vayas a olvidar algo tan importante!
—Yo no quiero oír eso por parte de mi hermano mayor que se olvidó de que su hermana se convirtió en un espíritu.
—Guh...
Shido no podía responder a eso.
—Pero, creo que alguien más estuvo ahí.
—Yo también lo creo.
—¿Te lo dijo, Kamijou?
Shido asintió.
—Si. Después del combate contra esa chica, alguien apareció cerca de Touma.
—Creo que se trata de la misma persona que me convirtió en Espíritu.
—¿Qué? Bueno, es posible.
—Así que Touma podría representar un peligro para ella. Aunque sigo sin entender porque haría algo como eso. Pero nuestras memorias se perdieron desde entonces.
—¿Qué?
—No se trata de un mago ni tampoco parece ser un Espíritu, es una especie de observador.
—Eso significa que...
—Su rango de observación. Es posible que pueda observarnos sin que nos diéramos cuenta.
—Pero... eso es posible, no ser detectado.
—Como sea. El punto central es que nuestras memorias fueron borradas. El suceso de hace cinco años. Debes saber que tú mismo, Shido, sellaste mi poder.
—¿Eh?
Shido dejó escapar una voz que suena estúpido.
—¿Yo?
De repente, Shido usó su mano para sostener su frente, ligeramente gimiendo. Sintió el dolor de su cerebro surgir una vez más cuando vio a Kotori en su vestido Astral.
Él no podía recordar. A pesar de ser capaz de recordar otros eventos no importa cuán borrosa que eran, pero una vez que él trató de recordar el incidente de hace cinco años, fue incapaz de recordar correctamente.
—Eso es correcto. Después que Shido selló mi poder, fui seleccionada por "Ratatoskr". Después de eso, entendiendo que es lo que estaba sucediendo realmente en este mundo y la existencia de espíritus... yo, deseo salvarlos.
—....
¿Por qué Kotori, que ni siquiera ha llegado a los catorce años, ocupa el puesto de mando de una organización secreta como "Ratatoskr", la pregunta que tenía hasta ahora finalmente tuvo una respuesta.
Como tal, Kotori continuó hablando.
—La elección de Shido como mediador para los espíritus, esta fue también la razón. Aunque no sé por qué, pero tú tienes la capacidad de sellar el poder de los espíritus.
—Ah.
Shido abrió mucho los ojos. Esa era una de sus preguntas. Incluso si Shido tenía ese tipo de poder, pero ¿cómo pudo ser descubierto por "Ratatoskr"? No había razón para ello.
Hace cinco años, Kotori fue la prueba viviente de ello. Todo encaja ahora. La habilidad que había experimentado, sus heridas, las llamas y su cuerpo se recuperó del mal estado. Ese fue, sin duda, la fuente de poder regenerativo de Shido.
—Entonces eso significa.
Probablemente adivinando los pensamientos de Shido de sus expresiones, Kotori asintió.
—Eso es correcto. La capacidad de resucitación de Shido originalmente era mío, para empezar... luego otra vez. Shido, ponte de pie por un momento.
—¿Haa? Que, ¿para qué?
—Bien ahora, date prisa.
Shido se puso de pie como había pedido Kotori.
De repente, él sufrió un golpe en el plexo solar por parte de Kotori y Shido cayó al suelo con el cuerpo doblado en forma de 'く'.
—¿Guha...?
—Dijo que no lo hice yo, te lo, te lo dije ya, correcto? Recuerda esto ahora. Tal como eres ahora morirás fácilmente contra un Espíritu completo y más cuando se trata de forma inversa. No tenías que combatir. Si fallas, morirás. Mi habilidad no puede traerte de la muerte.
—Entiendo.
Shido apenas pudo asentir. Después de un tiempo, Shido cuya respiración finalmente había recuperado volvió a su asiento, dejando escapar un suspiro.
—Ow, ow... ¿qué fue eso?
—Mmm. Sólo un castigo a perros desobedientes.
Shido quiso replicar, pero se contuvo. Había algo que le preocupaba más.
—Bueno, también quiero confesar algo.
—¿Qué cosa?
—No tengo el control de este poder. Así que si lo uso por un tiempo prolongado, yo tengo la tentación de destruir algo, pensamiento de matar a alguien y mi cuerpo no me responde. Actualmente soy apenas capaz de controlarme a mí mismo con el uso de la medicina... yo tenía la intención de matar a Dark Princess.
—¿Que...?
—Pero incluso con esa intención no fui capaz de hacerlo. Creo que ella supo de mi desventaja. Y la habilidad de regeneración que tenías desapareció casi por completo. La única razón por la que te encuentras en pie es la existencia con la conexión con las Hermanas Yamai.
—Eso lo sé.
—Mi intención asesina bajó y mis energías se desplomaron, pero será cuestión de tiempo de que me encierren en una sala de cuarentena con fuertes medidas de seguridad, sabes.
—Entonces... ¿qué podemos hacer para...
Shido apenas apretó sus palabras. Probablemente porque su expresión seria hilarante, Kotori amargamente sonrió mientras hablaba.
—Entonces, sólo tenemos que volver a sellar de nuevo.
—¿Resellar...? ¿Cómo?
—Es muy sencillo.
Dicho esto, Kotori apunto a Shido.
—Por favor, hazme enamorarme de ti.
—Ha... Haaa!?
Las palabras de Kotori hicieron que Shido dejara escapar un sonido aturdido.
—Hazme,... enamorarme de ti... ¿Qué, ¿por qué...?
—Sellar el poder espiritual, no hay otra manera.
—En, entonces, ¿qué debería yo...
Shido recordó el mismo caso con las Hermanas Yamai. Ir a una cita para elevar su afecto. Y, Al final.
"..."
Los ojos de Shido inconscientemente se trasladaron a los labios de Kotori.
—¡...!
En ese momento, cuando Kotori iba a tomar la botella de agua, el agarre falló y el agua fue expulsada derramándose en la mesa y el suelo.
—Koto, Kotori? ¿Estás bien, ¿estás herida?
Shido frunció el ceño cuando le preguntó por preocupación, Kotori cerró los ojos mientras ella respiró hondo y sacudió la cabeza.
—Estoy bien. No tienes por qué preocuparte.
Dicho esto, Kotori agarró su mano derecha con la izquierda, escondiendo esto debajo de la mesa como si tratara de evitar la mirada de Shido.
—Incluso si tú me dice que no me preocupe...
—Ya he dicho que estoy bien. Aparte de eso, me siento cansada. ¿Puedo estar sola por un rato?
—Um, está bien.
Shido se levantó del asiento y salió de esa habitación.
—Shin.
—Reine-san? ¿Qué pasa?
Shido se volteó y observó a Reine.
—Ella se encuentra estable hasta cierto punto. Déjame el resto del trabajo a mí.
—Hasta cierto punto...
—Dos días.
—¿Eh?
—Dos días más tarde. El 13 de julio. Por favor, vaya a una cita con Kotori.
—Haa. Eso... Bueno, a pesar de que yo ya he escuchado, pero ¿por qué dos días después?
—... Solo tenemos ese día después de eso. Me temo que por más tiempo, Kotori sería incapaz de resistir el poder dentro de ella.
—!?
Las palabras de Reine hicieron que Shido se pusiera nervioso.
—¿Qué quieres decir?
—Sus recaídas están comenzando y detectamos que podría aumentar. Así que utilizaremos sedantes y estabilizadores. Creo que te comentó sobre ponerla en cuarentena, ¿cierto? Solo aguantara dos días hasta que Kotori deje de ser ella misma.
Shido hizo un sonido en su garganta.
Reine suspira.
—...Por ahora, si quiere puede dirigirse hacia la ubicación donde esta Mana.
—¿Mana?
—Consulte con el Vicecomandante, Kannazuki.
—Guh... Está bien.
Shido apretó los dientes con fuerza.
—Te lo ruego. Por ahora, por favor, haz lo que digo.
—Lo entiendo.
Al darse cuenta de la extraño actitud de Reine, Shido siguió obedientemente sus instrucciones.
Después de eso, se dirigió hacia la parte principal de la aeronave.