En una isla con múltiple fortaleza marítima con artillería pesadas y enorme estructuras de concretos y aceros. Los muelles esta llenos de buque de guerra y la plaza principal hay una multitud de personas completamente armado.
Un grupo de persona liderado por un hombre de casi tres metros de altura con apariencia de mediana edad con una larga barba trenzada y un bigote. Normalmente lleva gafas y un uniforme completo de almirante de la Marine adornado con medallas. A su lado derecho también mayor de edad, con un amplio pecho. Tiene barba y una cicatriz en su ojo izquierdo y vestido con un uniforme de la armada. Y a su esta una mujer delgada y de edad avanzada con el cabello gris recogido en un moño. Su vestimenta es menos formal que las de otros oficiales de alto rango y consiste en: una camisa azul holgada, con las mangas arremangadas, una corbata, pantalones largos y la capa de marine. Además lleva pendientes de perlas, y dos brazaletes en su muñeca derecha.
Detrás de ellos están los tres almirantes, oficiales de alto rango de la Marina, así como asesores del gobierno mundial y algunos agentes CP-0 que vestía túnicas y mascara blanca.
"Mariscal, El señor Roland llegará en diez minuto".
Un hombre de cuatro metros de cabello azul se acercó y dijo en voz baja.
En este momento, el Cuartel General de la Armada, la expresión de Sengoku y de los otros se volvió solemne. El hombre que puso pata arriba el mundo hace un año viene de regreso.
Esa persona apareció de la nada y fue tan rápido que el Cuartel General fue casi destruido. Nadie esperaba que un desconocido cayera del cielo y comenzó asesinar a cientos de soldados y un par de vicealmirantes en cuestión de algunos minutos. Cuando los tres almirantes entraron a la lucha con ese hombre no pudieron hacer nada y resultado completamente heridos con un simple golpe de su puño.
Solo había pasado cinco cuando desde que comenzó a luchar y se fue sin decir ninguna palabra. Solo en cinco minutos la armada perdió casi todo su poder de combate así como un par cientos de soldados caídos en combate y decenas de oficiales asesinados en la mano de ese hombre.
Ese fue el comienzo de la destrucción de mundo en mano de ese hombre llamado Roland.
No fue hace unos días que se enteraron que el gobierno mundial quería concederé el puesto de Shichibukai a Roland. Esto hizo que todos se sorprendieron un poco, y no sabían si reír o llorar.
Pero también entendieron que sin ayuda de este hombre el gobierno mundial y la Marina no podrán mantener la paz en los mares de Paraíso y del nuevo mundo. Ahora en el nuevo mundo los emperadores y piratas de altos nivel están luchando por las islas que fueron abandonada por la armada. Y la Armada por otro lado promulgó varias doctrinas y solo protegió a los países afiliados, abandonado las pequeñas isla y Países no afiliados en el nuevo mundo mientras en el paraíso envió decenas de elites para cazar a los piratas para mantener la paz los mares de paraíso y detener que más sangre fresca llegue hacia el nuevo mundo.
Sengoku solo pudo suspirar y dijo: "Notifica inmediato a los barcos escolta que debe tener cuidado y dile al Teniente Yizu que entretenga al señor Roland. No debemos enojar a ese hombre de nuevo, no tenemos los medios para detenerlo".
Brannew que notificó la llegada de Roland respondió rápidamente e inmediatamente fue a transmitir la orden.
"Kizaru, vaya a los barcos guerra escolta y protejas al barcos principal. Si alguien trata de matar o enojar al señor Roland tiene el permiso de eliminar al enemigo de inmediato".
Sengoku sabía que muchos grandes piratas están mirando el Cuartel General por la llegada de Roland y cualquier accidente puede romper las pocas relaciones que tiene el gobierno mundial con Roland.
Kizaru con expresión de mono asiente con la cabeza y desapareció con un destello amarillo.
No importa cuán temidos, disgustados y odiados sean Roland. El gobierno mundial, la marina y los piratas no quieren que monstruo aparezca de nuevo en el mundo.
Los minutos pasaron, la plaza llena de soldado de la armada quedaron en silencio. Solo se podía escuchar los silbidos de los vientos, las olas chocando en los muelles y las gaviotas chillando en los cielos. Después de un minutos pudieron ver varios puntos negros a la vista, cada vez que se acercaba a la Sede se podía ver las Bandera de la Armadas en los barcos de guerra.
En ese momento, la marina de repente sintió una enorme sed de sangre tal escena le resultaba muy familiar, como si la hubiera visto no hace mucho tiempo.
En un instante, recordaron la sed de sangre que vivió el año anterior.
Algunos soldados acariciaron la empuñadura de sus espadas y otros dieron un paso hacia atrás preparándose de cualquier ataque sorpresa.
Cuando el barco principal se acercaba lo suficiente pudieron ver a un joven guapo vestido con ropa sencilla pero elegante de estilo aristocrático. Sus ojos frío miraba con indiferencia al Cuartel General y una sonrisa sin alegría estaba presente en sus labios.
La armada que lo en la plaza miró nerviosamente a Roland sin saber qué hará ese hombre.
Cuando el barco llegó al muelle Roland saltó del barco y llego a plaza sin ninguna emoción en su rostro.
Garp frunció el ceño y miró a Roland con enojo.
Roland camino lentamente por la plaza lleno de Soldados de la armada y varias sombras aparecieron detrás de Roland.
"Ara, Ara… Parece que la Marina quiere darme un saludo de bienvenida".
Roland no espero que la Marina enviaran muchos hombres para escoltado incluso enviaron a Kizaru como escolta. Además el cuartel General se ve más imponente cuando llegó por primera vez. Bueno destruyó la mitad de la sede y la Marina tomo la decisión de mejorar más defensa del Cuartel General.
Sengoku vio a Roland y caminó hacia él con una sonrisa amistosa en su rostro: "Es bueno verlo señor Roland, ¿Cómo le pareció su viaje? ¿Espero que bien?".
Roland también sonrió y le dio la mano al Mariscal de la marina y dijo: "El Teniente Yizu fue muy amable conmigo y nos brindó de la mejor hospitalidad".
Los dos se dieron la mano con una sonrisa en sus rostros como si fueran amigos de toda la vida.
"Jaja... Es buena saberlo. Parece que tendré que darle un bono al teniente por su buen trabajo".
Se rió Sengoku con pasión pero sus ojos brillaba con intensidad.
Los ojos de Roland también brillaron y también comenzó a reír con el Mariscal.
"Ya que estamos aquí porque nos tomamos una foto para que el mundo se entere que este joven y el gobierno mundial vivimos en armonía y que llevaremos la paz al mundo".
"Es una buena día".
Sengoku agito la mano y unas decenas de periodista tomaron decenas de foto del Mariscal y del nuevo Shichibukai Roland saludándose de la mano y sonriendo con alegría.
Después de varios minutos Sengoku lo invito dentro al cuartel general y hablando de cosa triviales.
Los presentes solo miraron en silencio las espaldas del Mariscal y de Roland alejándose de la vista. Solo los Altos oficiales de la Marina y del gobierno mundial que todo esto no es más que una mera actuación de los dos hombres.