Capítulo 10: La cita.

Cuando me despierto lo primero veo son los grandes ojos azules de Hestia mirándome acostada a mi lado, e inmediatamente sonríe.

—Finalmente despertaste.

—Si.

—¡Hoy es el día de nuestra cita!. ¡Alejandro-kun, espérame en la Plaza del Amor!.

Después de decir eso Hestia sale corriendo apresurada con una bolsa entre sus brazos.

Se fue.

—... Ah, ¿Y mi beso de los buenos días?.

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En la tarde.

Ya vestido con mi ropa nueva, camino en busca de una florería.

Después de todo no puedes llegar a una cita sin flores ¿Verdad?.

Luego de pedir un par de indicaciones, llegue a una florería casi hasta el otro lado de Orario.

¿En serio?.

¿No hay más florerías en esta ciudad?.

¿O es que solo me tope con clientes descarados de esa tienda que quieren favorecerlos?.

Como sea, ya estoy aquí.

Viendo las diferentes abundantes flores, comencé a considerar otro aspecto.

Si le llevo un gran ramo a Hestia, seguramente estorbara durante la cita, por lo que debería llevarle unas pocas o mejor dicho, creo que sería mejor llevar solo una.

En cuanto al color, creo una rosa color rosa es lo ideal. Llevarle una rosa roja en nuestra primera cita cuando ni siquiera hemos hecho "eso", creo que podría ser demasiado.

—Disculpe, hay algo en lo que pueda ayudarlo.

Eh.

Esta voz.

Estoy seguro de que esta voz pertenece a una chica muy hermosa.

Cuando levanto mi mirada me topó con una chica hermosa frente a mí.

Cabello color café cremoso y profundos ojos azules, junto con unas tetas bien desarrollas.

¡Quiero hacer bebés con ella!.

¡No!. Cálmate yo.

No digamos estupideces.

Por otro lado.

¿Qué está pasando?.

¿Por qué últimamente me encuentro con una chica hermosa después de otra?.

Ayer fueron Aiz Wallenstein y la recepcionista de gremio Rose.

Ahora está chica en la florería.

Acaso el diablo, me está tentando para que abandone a Hestia y vaya tras otra chica.

Eso no pasará, no pienso distraerme con otra chica hasta que no haya cruzado la línea de no retorno con Hestia.

—Hola preciosa, ¿Como te llamas?.

¡Mierda!, ¿Qué acabo de decir?.

¡¿Acaso soy estúpido?!.

Esa fue la peor frase cliché en la historia de las frases clichés.

Esa frase solo la dirían los idiotas que son rechazados instantáneamente.

—M-mi nombre es Anna Claes, si no vas a comprar nada por favor vete.

Por un segundo pensé que mi táctica estúpida había funcionado, pero cuando ella terminó de hablar me di cuenta de que nuestro primer encuentro fue un total fracaso.

—S-si voy a comprar. Dame una, no, dame dos rosas rosas.

Estiro la mano para pagar y le doy una moneda de 1,000 Valis.

La chica extiende su mano para entregarme las dos rosas, pero solo tomo una.

—Solo necesito una, esa rosa es para ti.

La chica abre los ojos sorprendida.

Me doy la vuelta y me marcho sin mirar atrás.

Eso es, lo estoy haciendo bien.

Actúa genial.

—¡Oiga señor!, olvidó su cambio.

¡¿Señor?!

¡No soy un señor!, ¡Solo tengo 22 años!.

¡A lo mucho tenemos 5 años de diferencia!

—Esta bien, conserva el cambio.

Agito mi mano sin voltear atrás.

Eso es, lo hice bien, soy genial.

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Por la tarde en la Plaza del Amor.

He estado esperando por más de 2 horas y Hestia aún no llega.

Hay tantas parejas a mi alrededor actuando tan acarameladas y dándose besos, que me dan ganas de patearles el culo a todos.

¡¿Cómo se atreven a disfrutar del amor frente a mi, mientras yo estoy parado aquí como un perro abandonado?!.

Debí preguntarle a Hestia por una hora en específico.

Finalmente después de un rato Hestia aparece.

Ella usa un lindo vestido blanco con bordes azules, con el cabello suelto.

Se acerca a mi con aparente timidez.

—Lo siento Alejandro-kun, ¿te hice esperar mucho?.

—Si, alrededor de 3 horas.

Hestia infla sus mejillas y me mira con resentimiento al escuchar mi respuesta.

—Alejandro-kun, en este tipo situaciones se supone que debes decir, que acabas de llegar.

"No tiene sentido mentirte, ya que eres una Diosa y puedes saber si miento de inmediato". Eso es lo que me gustaría decir, pero si se lo digo seguramente se molestará aún más.

—Lo que quise decir, es que valió la pena la espera. Te ves muy encantadora.

Le entrego la rosa y Hestia sonríe con timidez.

—Gracias... Alejandro-kun...

Ella estira su mano para agarrar la mía y yo hago lo mismo.

Sin embargo, en el momento en que nos tomamos de las manos comienzan a salir varias mujeres de todos lugares, no, mejor dicho son diosas.

—¡Ese es el hombre de Hestia!.

—Que extraño. Pensé que sería del tipo niño lindo, pero es inesperadamente varonil.

—¿Qué esta pasando?. ¿Por qué siento que se vuelve más atractivo, mientras más lo veo?.

—Si, de alguna forma, cuando lo veo siento una picazón en mi vientre.

— Te entiendo, ¿no sería genial hacerle NTR a Hestia?.

—Si Hestia lo escogió, entonces debe ser un hombre realmente increíble.

Las diosas se abalanzan abruptamente sobre mí.

Eso hace reaccionar a mis reflejos y las esquivo llegando al lado de Hestia.

Resulta que estás Diosas son un montón de pervertidas fetichistas del NTR.

—¡Alejandro-kun tenemos que huir!.

Hestia me jala de la mano y comenzamos a correr.

Las Diosas vienen muy de cerca detrás nosotros.

Esto no servirá, correr a esta velocidad es inútil.

No dejaré que estás locas arruinen nuestra cita.

Tomo a Hestia entre mis brazos y la cargo como una princesa.

Ella se sonroja.

—¡A-Alejandro-kun!.

—Lo siento Hestia, pero sopórtalo hasta las hayamos perdido.

—N-no, es todo lo contrario, me siento muy feliz.

Sonríe felizmente y se abraza de mi cuello.

Corrí entre los callejones y paredes.

Cambie de dirección en más de una ocasión, siempre perpendicular a las Diosas, para perderlas lo más rápido posible.

Con mi velocidad no me fue difícil huir de simples Diosas con sus poderes sellados.

No fue hasta después de un rato cuando nos alejamos lo suficiente para como perderlas por completo. Que pudimos descansar un poco.

Conseguir librarnos de ellas, también significaba oficialmente el comienzo de nuestra cita.

Al principio no tenía idea de a donde llevar a Hestia en nuestra cita, pero afortunadamente ella ya había planeado toda la cita.

No fuimos a ningún lugar en específico, más bien fue como si estuviéramos haciendo un recorrido turístico por Orario.

También por alguna razón Hestia me prohibió acercarme a cierta zona del sureste de Orario. No quiso decirme por que, pero se mantuvo firme en su decisión.

Probamos los dulces y comidas de muchos puestos en la calle.

Básicamente solo fuimos por ahí, comiendo y jugando.

Pensé que una cita era algo donde las parejas tendrían que hablar por horas constantemente el uno del otro para conocerse mejor.

Pero Hestia me mostró que la gente puede conocerse sin decir muchas palabras, y más con acciones.

Ella se ha convertido en alguien muy especial para mí.

Pasear de la mano con ella por la ciudad es muy divertido, tanto que no creía que algún día pudiera sentirme tan feliz.

Ya casi al anochecer Hestia me trajo otro lugar.

—Prepárate Alejandro-kun, para el final está el lugar con la comida más deliciosa de todo Orario.

Extiende los brazos y señala el lugar detrás de ella.

En ese lugar hay un gran bar, en un lado puedo ver un letrero escrito con letras grandes; Anfitriona de la Fertilidad.

La sonrisa que había estado en mi cara todo el día, se desvaneció instantáneamente y fue remplaza con expresión seria.

Anfitriona de la Fertilidad.

Este lugar, es donde Freya juega a ser otra persona.

Francamente tengo un poco de miedo, no quiero involucrarme con Freya, especialmente sabiendo que tiene a Ottar, el único de Orario de su lado.

¿Qué clase de poder tiene alguien de ?.

Una persona así probablemente puede rebanar montañas como si fueran gelatina, ¿No?.

Por un segundo, quise que nos fuéramos a otro lugar. Pero no quiero arruinar el plan de cita de Hestia justo al final.

Además pensándolo bien, creo que estaremos bien.

En la historia Freya se enamoró del alma pura y resplandeciente de Bell Cranel.

Pero en la actualidad Bell Cranel ya está muerto, y no creo que yo tenga el tipo de alma pura y resplandeciente que obsesionaría a Freya.

—¿Qué pasa Alejandro-kun?. No seas tímido, yo estoy contigo, vamos juntos.

Yendo juntos de la mano, los dos entramos al bar.

—¡Bienvenidos a ... !.

Al entrar una chica de cabello grisáceo nos la bienvenida, pero a medio camino se queda muda y mirándome con ojos muy abiertos.

Al ver quién es la chica que me mira sorprendida, mis ojos también se abren en sorpresa.

Mierda, es Freya.

¡¿Por qué me esta mirando así?!.

¡Esto es malo!, ¡Muy malo!.

Ella no se está enamorado de mí, ¿Verdad?.

Por favor dios, que la loca no se enamore de mí.

Hestia observa nuestra interacción y abraza mi brazo metiéndolo entre sus enormes pechos mirándola con recelo.

—Camarera-kun danos una mesa para dos.

Freya, o debería decir Syr, sale de su estupor con la voz de Hestia.

-Si, por supuesto. Disculpen mi mal comportamiento. Por aquí.

Syr no invita a pasar y nos indica una mesa desocupada.

Ya en nuestra mesa, miramos el menú colgado en la pared y ordenamos nuestra comida.

—¡Hmph!, ¡Qué mal servicio dió esa camarera!, ¿No crees Alejandro-kun?.

—No puedes culparla Hestia, después de todo, no todos los días ves un hombre como yo.

—Heee~, tú también te le quedaste viendo, ¿no es así?.

—Eso es porque su cara sorprendida me sorprendió.

—¿En serio?.

—Si, ¿cómo podría mirar a otra mujer cuando tú estás a mi lado?.

Aún así, tengo el presentimiento de que Freya vio algo en mí que la sorprendió. Pero no sé que es.

El estado de ánimo se relajó entre Hestia y yo.

Todo iba relativamente bien hasta que empezamos a escuchar las conversaciones de los aventureros escandalosos que comían a nuestros alrededores.

—Has oído la noticia, dicen que el aventurero loco por fin llegó al Piso 12.

—¿Piso 12?, Eso es imposible. Escuche que los últimos días se los ha pasado en el Piso 8.

—¿Piso 8?. ¿Siquiera eso es posible?. Yo escuche que es un novato que se acaba de registrar y solo ha llegado al Piso 3 por pura suerte, seguramente ya esta muerto.

—No lo creo, yo creo que él tiene un progreso demencial. Y es que si piensas bien, todos los rumores tiene algo en común.

—Se a que te refieres. "El aventurero loco siempre lucha en solitario, esquiva a los monstruos hasta que acumula una gran cantidad y luego los masacra como si no fueran nada, incluso se pone cantar y bailar mientras lo hace".

—Si ese tipo existe, debe estar realmente loco. Cantar y bailar, mientras luchas con monstruos en el calabozo, eso es jugar con tu vida.

¡Están hablando de mí!.

Espera. ¿Aventurero loco?.

¡Yo nunca he bailado en el calabozo!... probablemente.

¡Además solo cante una vez!.

¡¿Cómo es que todos lo saben ahora?!.

Hestia me pincha con el dedo para llamar mi atención.

—Oíste eso Alejandro-kun. Nunca debes ser como ese aventurero loco, o no podría estar tranquila, mientras estás en el calabozo.

Bueno, ahí va mi oportunidad de decirle a Hestia que yo soy ese aventurero loco.

—Por supuesto, yo jamás haría algo tan demencial como jugar con mi vida, después de todo, tengo a ti esperando mi regreso. Te lo prometo.

Técnicamente no estoy mintiendo, ya que nunca he hecho algo como jugar con mi vida.

El accidente de ir al Piso 10 cuando mis estadísticas solo estaban en rango F y G, fue un error debido a mi falta de conocimientos sobre la dureza del cuerpo de los Orcos.

Aquel día, era mi tercer día como aventurero y Eina todavía no me había enseñado nada. En ese entonces, ni siquiera sabia el nombre de algunos monstruos y simplemente los llamaba por como se veían. Lagartos, ranas de un ojo, sombra humanoide, hormigas grandes, etc. Ahora sé sus nombres. Dungeon Lizard, Ranas Tiradoras, War Shadows, Killer Ants.

Cuando nuestra comida llega Hestia y yo comenzamos a comer.

Está comida es buena, pero no tan buena como imaginé.

El sabor no se adapta a mi gusto.

Sinceramente prefiero los Jagamarukun que Hestia compraba para la cena antes.

—¡Llegaron los clientes que hicieron reservación nya!.

El grito de la camarera mujer gato se escuchó por todo el lugar.

Todos se quedaron callados y voltearon sus miradas a la entrada del bar.

Los murmullos vuelven cuando los clientes entran y los reconocen.

—Son la .

—Es cierto, escuche que habían regresado de su expedición en los pisos profundos.

—Mira, la chicas son tan hermosas.

—Ssssh, ¡cállate!. ¿Quieres que nos maten?.

Mirada fue atraída por el grupo inmediatamente.

Más exactamente por las mujeres.

La hermosa Elfa de cabello verde, que viste túnicas que ocultan su cuerpo.

Las hermosas hermanas amazonas. Bueno, en realidad solo la hermana de cabello largo y tetona, solo de verla estoy teniendo una erección.

También la pequeña y linda Elfa de cabello naranja.

Y por último la hermosa, pero siempre estoica Aiz Wallenstein.

¡¿Qué esto?!.

¡¿Cómo puede haber tantas bellezas reunidas en un solo lugar?!.

—¡Hmph!. Cierra la boca Alejandro-kun.

Hestia refunfuña y me cierran la boca empujando mi barbilla hacia arriba.

Cuando sentí que mi boca era cerrada con tal facilidad yo mismo me sorprendí.

¡Realmente me quede boquiabierto por las mujeres!.

Es algo impresionante, pero al mismo tiempo un poco vergonzoso.

Como sea, olvidémonos de eso por el momento.

Estoy en mi cita con Hestia, por lo que debería solo concentrarme en ella.

Sin embargo, por más que quiero mis oídos no pueden dejar de prestar atención a la mesa de la .

—Nee, Bete, ¿Por qué pareces tan gruñón hoy?.

—¡Qué te importa amazona tonta, métete en tus propios asuntos!.

—Ya Tiona, déjalo no vinimos a escuchar sus ladridos.

—Aiz-san, ¿Por qué no volviste después de matar a los minotauros?.

—... Encontré a alguien muy fuerte.

—Hou, ¿Acaso era alguien de la ?.

—No... es un aventurero de .

—¿?.

—... él... mató a un minotauro con un solo ataque.

—Imposible, imposible. Un aventurero de jamás podría derrotar a un minotauro.

—No. Yo también lo ví... ese bastardo del Piso 12 a pesar de ser mató casualmente al minotauro como si no fuera nada.

—¿El Piso 12?. ¿Podría ser ese aventurero loco de los rumores?.

—Ah, yo también lo escuché, dicen que es muy fuerte, pero que está loco, se pone a cantar y bailar en el calabozo jajaja.

—Aiz, ¿Sabes como se llama?.

—... Alejandro... Garfos.

*Pruuuuuf*

Al escuchar mi nombre Hestia rocía su bebida hacia mi cara.

Por reflejo levanto un plato vacío para bloquear el líquido.

Al parecer ella también estuvo prestando atención a la mesa de la .

—¿A-Alejandro-kun?.

Hestia me mira de forma extraña, esperando una explicación.

Pero solo me llevo un dedo frente a mis labios.

*Ssssh*

—Creo que es hora de que nos vayamos Hestia.

No levantamos de la mesa sin hacer mucho ruido, para no atraer innecesariamente las miradas de la .

Después de pagar la cuenta, ambos nos dirigimos casualmente a la salida para no llamar la atención.

Pero cuando pasamos junto a la mesa de la no puede evitar mirar hacia Aiz Wallenstein.

Ella voltea y hace contacto visual conmigo.

Parpadea sus ojos y me mira con aparente sorpresa.

Sigo mi camino con Hestia hacia la salida, pero siento la mirada de otras dos personas en mi espalda.

Parece que la Elfo de cabello verde y el Pallum rubio se dieron cuenta del intercambio de miradas entre Aiz Wallenstein y yo.

Ojalá no ocurra nada problemático.