"Es Marqués Kavanagh."
Azriel la corrigió como si haberla escuchado pronunciar su nombre hubiese sido un acto desagradable.
"Pero ahora eso no es importante. Hablemos de la razón por la cual aún sigue con vida. ¿Quién le pagó por la maldición que me hizo?"
Ella sintió como si el corazón se le fuera a la garganta al escucharlo.
¿Pagar? ¿Maldición? Estaba abrumada. Aquellas palabras habían entrado por sus oídos causando un gran alboroto dentro de sí misma.
'Está bien. Todo estará bien'
Se repitió tratando de tranquilizar su corazón que latía desesperado.
Azriel creía que era una bruja. Tal vez esa información era acertada, pero no había un segundo círculo mágico en su cuerpo, así que no había forma de que Iris hubiese lanzado una maldición a alguien más.
Aun así, fue increíble escucharlo ¿Azriel maldecido por alguien? Era información que no estaba en la novela.
Tal vez esa era la razón por la que el nombre de Iris no se mencionaba en la novela. Era alguien demasiado irrelevante.
Saber aquello ayudó a sosegar su corazón y le dio un poco más de seguridad para hablar.
"Creo que el marqués se equivocó de persona. En realidad, es imposible que yo hicie…"
Sus palabras se vieron cortadas tan abruptamente ya que algo había captado su atención.
Se trataba de la mano derecha de Azriel, donde hasta hace unos momentos portaba un guante negro.
No supo en qué momento se lo quitó, pero debajo de este, se dio cuenta que había estado escondiendo algo que al verlo le heló la sangre. Definitivamente era el mismo círculo que ella tenía.
Un solo vistazo fue suficiente para que la poca confianza que tenía se disipara tan rápido como polvo en el aire.
Todas las cosas que habían sucedido comenzaban a cobrar sentido en su cabeza.
Su corazón que hasta hace unos instantes había logrado calmarse un poco, latió incluso más deprisa que antes.
"¿Le lanzó una maldición…?" Murmuró agitada tan bajo que solo ella pudo oírlo.
Increíble. Sabía que había gente estúpida que trataba de hacerle daño al villano. Sin embargo, nunca imaginó que llegaría a poseer el cuerpo de alguna de esas personas.
"¿Me equivoqué? Hasta donde sé la señorita y yo compartimos la misma marca. Así que ilumíneme, ¿Por qué es imposible?" Cuestionó Azriel con algo de sarcasmo mientras elevaba una ceja.
"Eh no, es que …"
Su boca se movió, pero aún no tenía idea de lo que diría a continuación
'Debe haber algo que pueda servirme, piensa, piensa, piensa, piensa, piensa…'
"La cuestión es…"
Ella se mordió el labio inferior en silencio por 5 segundos, 15, 20, 25…
Azriel frunció el ceño.
'Oh, no. Está molesto'
"¿Sabe? Usualmente me considero una persona paciente, pero ahora mismo usted está rozando mis límites"
Azriel quien no apartó la mirada de ella mientras se inclinaba ligeramente sobre su asiento, movió su mano por debajo de la mesa de madera que los dividía.
Ris, Ras.
Un sonido extraño, de algo parecido a una cinta adhesiva se escuchó. Luego Azriel sacó un objeto.
"Eso…"
Era una daga que terminó dejando sobre la mesa.
"Me temo que ya no seré tan amable. Así que elija sabiamente ¿Qué tan preciada y valiosa es para usted su vida? Porque le aseguro que, en esta ocasión, no podrá usar su magia para regresar en el tiempo y evitar su muerte."
Los ojos de ella se agrandaron.
"¿Lo recuerda?"
"¿Eh?"
"¿Lo recuerda todo? ¿Las dos veces?"
Azriel la miró desconcertado.
"Es lo normal, ahora estamos vinculados."
Nunca pensó que tendría que explicarle las consecuencias de su trabajo a una bruja. ¿Qué estaba mal con ella?
"¿Vincu…? Oh no, no, no ,no…"
Significaba que, si moría, no podía escapar una vez que regresara en el tiempo ya que él lo impediría.
Era algo peligroso que Azriel supiera sobre sus regresiones ya que ella no conocía la forma de levantar esa maldición.
Él podría torturarla tantas veces como quisiera para que hablara, y si por casualidad moría, no habría problema alguno porque ambos regresarían en el tiempo y entonces solo tenía que intentar otro tipo de tortura.
Estaba segura de que eso pasaría porque así era Azriel.
De pronto, como si su propia mente confabulara contra ella, comenzó a recordar todos los puntos en la novela donde Azriel terminaba asesinando o torturando a sangre fría a alguien.
Recordar aquella crueldad causó que sus manos de pronto comenzaran a temblar.
'Tranquilízate y piensa'
Bueno toda esta situación era inesperada. Nunca había pasado algo así antes y tampoco creyó que sucedería, pero…
El hecho de que pudiese regresar en el tiempo cuando ella lo hacía, no quería decir que también lograra cruzar con ella a otras novelas ¿No es así?
Entonces el plan seguía siendo el mismo. Solo debía librarse de Azriel el tiempo suficiente, pero ¿Cómo?
Recordó un poco tarde la sangre brotando detrás de su cabeza la primera vez que despertó en ese mundo.
"Lo siento, solo que creí que estaba loca… No tengo idea de lo que está sucediendo. Verá, al parecer ayer me golpeé la cabeza y perdí la memoria, no recuerdo muchas cosas…"
"¿Ayer? Ah… usted se refiere a hace una semana."
"Oh sí, lo siento una se… ¿Una semana?"
Se sintió como una tonta porque no paraba de sorprenderse
"¿Tanto? ¿Acaso estuve en coma?"
¿Era esa la razón por lo que incluso en esa situación tenía hambre?
" … "
Hasta ese momento, Azriel no se había dado cuenta, pero ¿Cuándo fue que los papeles en aquel interrogatorio se habían invertido?
Toc, toc.
Las personas que entraron a la habitación fueron Bianca y Jane. Llevaban té y bocaditos dulces.
El hambre que sentía se intensificó.
La boca se le hacía agua al verlos. No podía esperar para comer alguno. Bueno… si es que Azriel lo permitía.
Luego de colocar el mantel y los utensilios, Jane se apresuró a servir el té.
Sus manos temblaron al hacerlo, es por eso que algunas gotas salpicaron fuera.
Cuando pasó a la taza de Azriel una gran parte del líquido se derramó sobre la mesa.
Aunque Jane mantenía la cabeza baja pudo sentir la mirada molesta de Azriel.
"¡L-lo limpiaré!"
Las manos de Jane se movieron con tanta torpeza que Bianca temió que volviese a tirar algo.
"Déjalo, yo lo haré." Murmuró a su lado mientras le quitaba el trapo de sus manos.
Avergonzada, Jane retrocedió.
"Si ya terminaron pueden retirarse."
Entonces Azriel se sirvió por su propia cuenta en su taza.
Jane abrió la boca para emitir una disculpa, pero fue detenida inmediatamente por un gesto que Bianca le hizo con la mano.
"Con su permiso."
Al verla hacer una reverencia, Jane no tuvo otra opción más que seguirla.
'¡Vaya!'
Sus ojos se mantuvieron en la puerta en donde las sirvientas se habían ido. Incluso ella se había sentido nerviosa.
El sonido de Azriel aclarando su garganta la hizo devolver su atención a él.
"Retomando nuestra conversación, suponiendo que sus palabras sean ciertas, entonces no me sirve de nada mantenerla con vida."
Cuando finalmente se había animado a darle un tímido trago al té, se terminó ahogando con él.
Cof, cof, cof.
Azriel esperó pacientemente a que se recuperara mientras bebía de su propia taza.
Estaba incrédula.
'¿Cómo puede decir cosas tan horribles con tanta tranquilidad?'
"¿De qué está hablando?"
"Se lo dije, la razón por la cual seguía con vida era para que retirara la maldición y me dijera el nombre de la persona que pagó por ella. Ahora que dice haber perdido la memoria ha dejado de servirme o… ¿Acaso me mintió con lo de perder la memoria y desea hacer un trato conmigo?"
Azriel esbozó una leve sonrisa que la hizo estremecer. No tuvo dificultad alguna para interpretarla. Era una sonrisa que le decía 'No te atreviste a mentirme a mí ¿Cierto?'
"No mentí…"
"Es una lástima."
Grrr.
El rostro de ella se enrojeció cuando el gruñido hambriento de su estómago inundó la habitación.
"No se preocupe, coma tanto como pueda. Considere esto como su última comida"
Azriel tomó la daga y se puso de pie para retirarse.
"¡E-espere! Yo ni siquiera recuerdo haber hecho nada…"
Tsk.
Lo que más le hacía enfurecer, eran las personas cobardes que no se responsabilizaban por sus acciones.
"Usted parece tener la suficiente edad para comprenderlo porque ya no es una niña, pero las acciones tienen consecuencias. Así que incluso si lo ha olvidado es un crimen que cometió por su propia mano, así que hágase cargo de él y responda."
No esperó alguna respuesta de su parte. Al terminar de hablar se dirigió a la puerta.
"Está bien, yo… me equivoqué. No elegí bien mis palabras…"
Al ver que Azriel ya estaba girando la perilla, entró en pánico.
"Pero ¡Me necesita!"
Entonces se detuvo.
No pudo sentirse más disgustado.
Con la puerta entreabierta, Azriel la miró sobre el hombro. Los ojos que la observaban eran simplemente indiferentes, como si estuviera mirando frente a él un objeto sin valor.
"Será mejor que guarde silencio antes de que cambie de opinión y la mate ahora mismo."
"Si me mata, entonces podría arrepentirse en el futuro. Hay información valiosa que perderá."
"Escucho con frecuencia esas mismas palabras y todas son mentiras."
"¡Estas no lo son!"
"Estoy dispuesto a correr el riego."
"¿Aún si el marqués se ve afectado? Su posición no es estable y nunca lo será."
'Porque eso sucedió en el libro'
Su cuerpo se tensó cuando sintió una cortada en su hombro derecho, Azriel le había lanzado la daga. Una pequeña gota de sangre emergió de la cortadura que le había hecho.
"No crea que voy a dejar pasar este insulto."
Está bien, aceptó que tal vez se había pasado un poco.
Era momento de soltar su carta.
"T-tengo poderes… puedo ver el futuro" Musitó. Era difícil hablar porque estaba asustada.
En el rostro de Azriel se dibujó una sonrisa burlona, era la primera vez que escuchaba una excusa tan absurda.
"¿No dijo que perdió la memoria?"
"... Tuve una revelación al despertar."
"¿Es así?"
"... Sí."
"Es mejor si me mira a la cara cuando miente. Lo hace ver más creíble."
" … "
Los ojos de ella se abrieron con sorpresa.
¿Realmente había apartado la mirada? No tuvo mucho tiempo para averiguarlo porque ahora tenía un asunto más importante.
Azriel no creía en sus palabras, pero eso cambiaría si le decía algo que sucedería, preferentemente en un futuro cercano.
Por supuesto lo primero que llegar a su mente fueron los eventos de mayor relevancia;
La aparición del primer príncipe (el ML) que causaría una lucha por el trono contra el segundo príncipe quien era el príncipe heredero en esos momentos.
La invasión de Talis a Sierzant
El asesinato del segundo príncipe y el emperador a manos del ML
La muerte de Azriel
El fin del mundo
Pero claro, no eran en un futuro cercano y no podía decir nada de eso. Quería afectar la historia lo menos posible y era probable que, de todas formas, Azriel no creyera ninguna.
No sabía en qué parte de la historia estaba así que tanteó un poco.
"Mientras dormía vi al emperador caer inconsciente por una enfermedad desconocida y a varios nobles arrodillarse frente al segundo príncipe.
"¡…!"
'¿Era algo que ya sucedió?'
Trató de interpretar la expresión en el rostro de Azriel. Su sonrisa se había borrado. ¿Eso era un no?
"Si me dice de otra cosa que sucederá pensaré lo de perdonarle la vida."
"Deme ocho días."
"Cinco."
"Está bien."
Azriel sacó un pequeño frasco de un cajón en la sala y lo colocó frente a ella quien lo terminó mirando desconcertada.
"La daga está envenenada y este es el antídoto."
"¡...!"