Cap 20: Manos nauseabundas parte 6

Estaba seguro de que el demonio de la espada había derrotado a su enemigo.

El dedujo que, al igual que con la explosión del carro de dragones, algo en posesión de Kety lo había causado. Si Kety hubiera sido derrotado por el demonio de la espada, podría haberse explotado para intentar derribar a Wilhelm con él.

Si eso era verdad, solo quedaba un dedo restante, y esa tenía que ser la última pereza.

Kino: solo falta uno... ¡podemos hacerlo!

Finalmente se vio un faro de victoria. Pero ese brillo estaba muy atrás en la mente de Kino.

Para escapar de los ataques de la loca, había tenido que huir profundo dentro del bosque. Estaba lejos del pueblo, donde seguramente la batalla aún estaba en pleno apogeo. Cada segundo que pasaba corriendo cuesta arriba parecía una vida entera.

-¡¿...?! ¡mierda! ¡queda uno todavía!

Kino con furia apretó sus dientes fuertemente, miro a el cielo, gritando con furia nerviosismo. La vista era incluso peor de lo que había esperado.

Una vez las manos negras se estiraron del otro lado del bosque hacia el cielo frente a sus ojos, apuntando hacia el pueblo. Kino aún estaba lejos.

Su grito no podía llegar a las personas a las que apuntaban esos brazos.

Si caían, muchos más morían... caballeros, hombre- bestias y aldeanos.

Vidas serian extinguidas. Vidas conocidas por Kino.

Kino: No ahora ¡NO!

Levantando un grito como si le rogara a el cielo, para que las manos negras y malvadas desaparecieran.

Como si respondiera al lamento de Kino, Katara, maltratada por completo, aumento su velocidad. Prácticamente volaron, sobre todo, cargaron hacia el bosque y corrieron hacia el bosque y corrieron hacia la aldea a punto de ser atacados una vez más.

¡¡Pereza!!

Mientras galopaban, el grito lo suficiente como para desgarrar su garganta.

La aldea tenía grandes vestigios de destrucción: cadáveres humanos estaban esparcidos por todo el lugar; las llamas estaban furiosas, mezclándose con la voz de alguien que lloraba en el aire. Incluso en un mundo lleno del sonido de espadas chocando, al instante supo quién debía ser el loco.

El quinto perezoso era un hombre muy delgado, calvo, de mediana edad, que se rasgaba la cara ensangrentada mientras se reía como un loco.

...

Kino instintivamente supo que ese era el último. El loco se volteo, como si fuera atraído por la certeza de Kino.

Ellos intercambiaron miradas, reconociendo al otro enemigo. Sin embargo, el hombre jugo la más horrible de las jugadas primero.

- ¡Ahh... mi cerebro esta temblaaaando!!

Ya innumerables brazos se alzaron, bloqueando los cielos antes de que se estrellaran junto a un grito enojado y desquiciado. El ataque se convirtió en una cascada de muerte, sin duda tenía la intención de atacar el pueblo hasta sus raíces, aplastando a cualquier y a todos por la simple fuerza de los números.

Kino: ¡¡al diablo mi puerta, el min...!!

Desesperado y dispuesto a luchar incluso aunque le resulte perjudicial Kino casi convoca un hechizo, pero en un momento antes de que el acto de brutalidad del loco procediera a volver a pintar el mundo de negro...

???: Eso es suficiente, villano.

... escucho una voz.

Y esa voz sorprendió a todos.

Parados sin saber que pasaba, miraron hacia el cielo, incapaces de moverse.

???: suficiente. No tolerare más violencia de tu parte.

Por encima de las numeras manos negras, el cielo fue cubierto en un pálido brillo del cero absoluto.

La pálida luz bailaba violentamente cubriendo la aldea arlam, escarlata por la sangre y el fuego, con su brillo.

El frígido aire creaba finos fragmentos de hielo, que reflejaban la luz creada por la fantasiosa vista, un fenómeno conocido como polvo de diamante, robado de su belleza por la realidad de la tragedia debajo de él.

-Suficiente. No tolerare más violencia de tu parte.

La hermosa voz atravesó la surreal escena como una luz a través de un claro pedazo de vidrio.

El campo de batalla fue dominado por esa voz, clara como una campana, y lo ojos de todos fueron robados por la chica que apareció sobre ella.

Su largo y plateado cabello aleteado en un cálido viento. Sus ojos violetas estaban imbuidos con una poderosa determinación. Su belleza era tan grande que nadie que la hubiera visto podría olvidarla. Su apariencia exterior era suficiente para atraer los ojos de otros varias veces.

Sin embargo, en ese instante, su apariencia no era el porque por el cual se había robado las miradas de todos los presentes.

Las miradas de todos habían sido robadas sin ninguna razón más allá del asombro abrumador de su presencia.

...

El sonido del metal, los llantos de ira y tristeza, e incluso las llamas quemando las casas cayeron en silencio como si como si contuvieran la respiración.

En tal mundo, la chica de pelo plateado, Emilia, silenciosamente miro a su enemigo.

Kino: ¿...Emilia?

Con una mirada de duda, Kino miro consternado a Emilia que había llegado de manera repentina el campo de batalla que es el pueblo de arlam en ese mismo instante.

Había una batalla sucediendo en la puerta de la mansión. los aldeanos estaban evacuado a la mansión uno tras otro. Alguien estaba peleando para protegerla. No había forma de que ella se quedara tranquilamente encerrada.

Los ojos de Emilia contenían tristeza y enemistad contra el culto de la bruja que había creado este campo de batalla.

Emilia: retrocede, villano. No te dejare... hacer cosas tan terribles.

-Ahh, ¿Cómo puede ser...?

Identificando al loco parado en la plaza como su enemigo, Emilia le hablo con un tono de voz severo. Sin embargo, el loco difícilmente estaba asustado de esa voz; su cara manchada de sangre registro sorpresa ante de brillar con deleite.

Pereza retorció su cuerpo, estiro sus dos manos hacia Emilia, y continúo sonriendo mientras gritaba.

- ¡Ahh, ahhh! ¡Qué día tan fortuito y maravilloso! ¡Que estupendo destino! ¡pensar que una oportunidad tan maravillosa llegaría a suceder!

¡Verdaderamente, la viva imagen! ¡Nunca, entre estos repetidos juicios, pensé que tendría la oportunidad de encontrarme con un recipiente de tal magnitud...!

Emilia: ¿...Que estás diciendo?

Tan profundamente movido estaba la quinta pereza que dejo salir un torrente de lágrimas de él. Viendo las lagrimas fuera de lugar del loco, Emilia levanto sus cejas, con desconcierto en su rostro.

- ¡Ohh, ohhh, oh bruja... la luz de amor que me guía...!

El loco avanzo torpemente hacia adelante, cerrando la distancia entre el mismo y Emilia. Quizás su reacción era parte de lo que lo había conmovido tan profundamente. Con la distancia entre ellos cerrándose, Emilia giro una palma hacia él.

¡No te muevas! No te lo advertiré de nuevo.

Emilia mantuvo su palma hacia adelante, haciendo la declaración mientras el loco se acercaba, sin embargo, ella diciéndole que se detuviera nunca llego a los oídos del loco. El dio un paso adelante, luego otro, cerrando la distancia...

¡Esta vez! ¡O la próxima! ¡Algún día, algún día, yo...!

Te dije, no te muevas.

Como ella había dicho, esta vez no era otra advertencia. Ella fríamente cambio de un ultimátum a la implementación de fuerza.

La luz bailando salvajemente en el cielo se rompió, y una oleada de mana congelo las gotas de agua de la atmosfera. Esto creo un total de cuatro afiladas lanzas heladas; y estas, ella las lanzo en un instante.

...

El escalofrió era provocado por la muerte abrumadora despiadada. Un único golpe podría cortar el hilo de la vida sin fallar; un ser empalado con un golpe solido tendría su carne pintada de blanco, congelada al punto de que su alma se convertiría en estatua de hielo. Sin embargo...

-Sin dudar, sin lastima, sin misericordia.... ¡Verdaderamente, verdaderamente, verdaderamente una decisión diligente!

Emilia: ¿...no son ellos tus aliados?

El loco se rio energéticamente al lado de los cultistas de la bruja, ahora congelados a su lado, habiéndolo escudado con sus cuerpos. La vista hizo que Emilia frunciera el ceño sin comprender.

Respondiendo a sus dudas, el loco inclino su cabeza en un ángulo de noventa grados, estirando una mano malvada hacia un subordinado congelado, en pedazos

¡ellos son discípulos! ¡además, mis dedos! ¡sin embargo, antes ti, ante el recipiente, estas cosas no tienen significado! ¡es lo mismo incluso para MI! ¡ahora mismo, mismo, mismo, mismo, mismo, mismo, mismo, mismo, mismo! ¡Mi voluntad, mi razón de existir! ¡Toda ella, está en ti!

...

En ti, en ti, en ti... sin embargo, ahí no es donde debe acabar.

Hacia Emilia, aterrada por su locura, el loco abrió mucho sus ojos y levanto un dedo ensangrentado. El apunto el dedo aplastado hacia Emilia, o más precisamente, hacia el hombro izquierdo de Emilia.

Encima de su delgado hombro, un pequeño espíritu gato estaba acurrucándose contra su cabello plateado. Era a este ser a quien pereza mostraba su ira.

¡espíritu, espíritu, espiiiiiiritu! ¡Diminuto en estatura sin conocer ni el amor, ni la justicia! ¡ignorante, en otras palabras, pecador! ¡¡Que blasfemia!!

Pereza expreso rabia excesiva y odio hacia puck. Sin embargo, cuando el loco lo menciono con un torrente de enemistad, Puck lo miro con ojos crueles.

Era una expresión inimaginable del espíritu, quien había sido tan amable y despreocupado diariamente... no, Kino conocía esa mirada, como se lucia puck con una sed de sangre perfeccionada hasta el máximo.

Por carne propia Kino conocía el poder que tenía adentro el gran espíritu, Puck ahora ya no le era sencillo de mirar, puck para él es un Monstruo, un monstruo que lo asesino sin ninguna pisca de piedad ni motivo coherente, solamente con el pretexto de que Emilia murió.

Simplemente no es algo que el pueda aceptar ya, le es siquiera difícil mirarlo.

Puck: Desafortunadamente, estar con ella es la razón de mi existencia. No necesito el permiso de nadie, ni intento buscarlo; además, tu eres el desagradable aquí.

Ambos estaban decididos, haciendo que el odio que se mostraban el uno al otro fuera de lo mas claro. El loco había reprendido a Puck con una emoción feroz; Puck respondió al disgusto del loco con desdén.

A este paso, el mas ligero toque los desencadenaría. Y la lucha entre los dos seres de inmenso poder empezaría verdaderamente.

Kino: ...Puck

Puck: Kinomoto tranquilízate, ahora...

Kino inconscientemente mostraba hostilidad hacia el espíritu gato, y fue repentinamente jalado por el brazo, era ferris quien había aparecido en algún punto, aun vistiendo su manto andrajoso de antes, acaricio a katara severamente herido mientras suspiraba delante de Kino.

Félix: Kinomoto, ella esta terriblemente herida y también lo estas tu.

Necesitas descanso absoluto. Esa es una orden, meow.

Kino: ... demonios...

Félix: fuimos ram y yo quienes decidimos llamar a Lady Emilia, confía en ella un poco, ¿está bien?

Con un alto puesto a sus pies nerviosos, Kino hizo una mueca de desaprobación a las palabras de ferris.

En respuesta al perplejo Kino, ferris cerro un ojo y dijo--: confía en las personas que quieres proteger no son adecuadas solo para quedarse atrás y observar.

Considerando el duro intercambio de hace un momento, la batalla empezó en un silencio misterioso.

...

Las paredes de niebla helada que Emilia había dispersado a su alrededor se rompieron cuando salto pesadamente hacia atrás. Justo entonces, el suelo donde ella había estado hasta un momento exploto; ella parpadeo ante los montones de tierra excavada.

-así que realmente no puedes verlos

-esto necesita atención extra.

Puck murmuro encima del hombro de Emilia. Ella se enderezo a si misma mientras tocaba ligeramente las puntas de sus pies.

Un golpe invisible ejercido por el loco, como ferris había informado de antemano, los ojos de Emilia no pudieron ver los puños. Pero ella tenia manera de defenderse a si misma incluso sin verlos.

Ella se rodeo a si misma con un cuerpo de niebla helada, esquivando cuando ella sentía una intrusión exterior. Puck había sugerido este método, y con sus habilidades, estaba muy lejos de ser imposible de hacerlo.

Emilia: me acercare y entonces golpeare.

Cuando Emilia murmuro, el suelo que tocaban sus pies fue pintado de blanco. Centrado en Emilia, la escarcha cubriendo el suelo se difundió más, convirtiéndolo en tierra congelada en un radio de 20 metros en alrededor en un parpadeo.

Era una sensación familiar bajo sus suelas, influenciada por el bosque en el que había nacido y crecido, deslizándose por el hielo era algo natural para ella.

Mientras que para Kino le parecía como si ella fuera una patinadora profesional de nacionales, la delicadeza y la velocidad de cómo se movía era bastante fluida y se notaba la delicadeza en cada paso que daba y lo mejor no necesitaba patines de hielo para ello.

¡Frente a mi amor, tales movimientos! ¡Trucos! ¡estrategias!

¡Simplemente resistencia inútil!

El hombre grito a Emilia quien se deslizaba, llegando a máxima velocidad del primer paso hacia ella. En el siguiente momento, avanzo con un grito opresor, destrozando la niebla helada alrededor de Emilia. Pero para el momento en que los brazos invisibles atravesaron la niebla, el cuerpo de Emilia no podría ser encontrado por ningún lado.

Deslizándose por el hielo, Emilia estaba corriendo alrededor del hombre para que no pudiera apuntar. El intento perseguirla y ponerse delante de ella, pero nada, pero nada de lo que intento resulto en un acierto. Dispersando libremente hielo sobre el suelo, ella podía escapar a donde sea.

Y antes que los brazos invisibles pudieran golpearla, el confiable protector de Emilia completo su amarre envolvente.

Puck: entiendo que te enamores de mi preciada hija. Estoy muy orgullosa de ella. Pero no se permiten pestes.

¡¿Nn...?!

El instante en que puck hizo su relajado comentario, gruesas paredes de hielo se levantaron, rodeando al hombre por sus cuatro lados. Con sus rutas de escape bloqueadas, los ojos del hombre se abrieron con asombro, dejándolo completamente indefenso.

Inmediatamente, las paredes de hielo dejaron salir un crujido cuando dispararon picos de las superficies inferiores.

No había lugar al que escapar; un ataque letal sin previo aviso.

La presa atrapada seria empalada dentro de las paredes, congelada hasta la ultima gota de sangre, y rota en pedazos.

Era un ataque que encarnaba la inocente crueldad bajo la adorable superficie de puck. Pero...

¡¡... ingenuo!! ¡Ingenuo, ingenuo, ingenuo, ingenuo, ingenuo, s-s-s-si!!

Un bramido se levantó desde del confinamiento helado. En el siguiente instante, las paredes de hielo se rompieron en añicos con un sonido agudo. Los hielos convertidos en fragmentos resonaron mientras el hombre saltaba de ellos, ileso.

En el intente que fue bañado en espinas, creo una pared de fuerza invisible contra el interior de las paredes de hielo. incapaz de soportar la presión inferior, las paredes heladas habían sido rotas en pedazos.

- ¡Que simples trucos puedan derrotarme es absurdo! ¡Una prueba no está fácilmente...!

- ¡Eiiya!

- ¡¿...Kwaa?!

Sin embargo, cuando el hombre orgulloso de su victoria, piso el hielo Emilia se lanzo desde su poderos deslizamiento en una vuelta. La patada de Emilia, entregada sin ningún sonido, cayó en el indefenso plexo solar del hombre. La velocidad y la fuerza de la inesperada patada fueron de suficiente fuerza para sacar volando al hombre.

- ¡¿esta vez... ¡¿eh?!

Emilia procedió a golpear al hombro por donde iba a caer y desplegué su energía mágica, haciendo que flores heladas crecieran, pero el espectáculo que vio hizo que dudara de sus propios ojos.

Trazando un arco, el hombre al que había empujado se detuvo en medio del aire, volando en otra dirección. El movimiento no era natural, como si algo lo hubiera atrapado en el aire antes de lanzarlo en otra dirección.

-Usándolo de esa manera...

- ¡Ahh, el repudio del pensamiento es la esencia de pereza! ¡Aplica!

¡Redirecciónate! ¡Reaprópiate aún más!

Cuando el hombre, bailando en el cielo, estiro un brazo hacia ella, Emilia instantáneamente formo un pilar de hielo, dirigiendo hacia su oponente. Pero cuando el pilar helado voló hacia el hombre, golpeo algo y se rompió, fallando en alcanzarlo.

Al contrario, con la fuerza opresiva viniendo del hombre sin desgastarse, Emilia se deslizo por el suelo, avanzando, y procedió a usar la inercia de sus deslizamientos para saltar en el aire.

...

Con ambos levantadose en el aire, Emilia y el hombre intercambiaron miradas.

La locura se encontró con justa indignación, y una vez más, fue Emilia quien dio el primer golpe. Las siguientes cosas que creo fueron múltiples discos de hielo que lanzo hacia el hombre, enviándolos a través del aire de manera curvada.

Varado en medio del aire, el hombre no podría evadir los discos helados rodeándolo por arriba, abajo, izquierda y derecha.

¡¡SI, si, si, si, si, si, si...!

Sin embargo, el hombre evadió los discos helados voladores, moviéndose antinaturalmente a través del mas absurdo de los métodos. El salto impredeciblemente en el cielo, y aunque estaba dando vueltas incontrolablemente, el hombre escapo de los discos, gritan de júbilo.

¿Qué fue...eso?

- ¡ESTO es amor!

Cuando los espeluznantes movimientos hicieron que Emilia exclamara, el hombre respondió con algo que no era una respuesta. Su feroz deseo de devolver el favor se trasmuto en una sed de sangre tan aguda que hizo que escalofríos pasaran por la pálida piel de Emilia.

La combatividad del hombre era mas que un rival para la cautela de Emilia. El derramo su hostilidad en las manos que junto fuertemente.

- ¡Se bautizada por Su favor, el símbolo de mi amor! ¡¡Prepárate para someterte al juicio!!

¡...!

Cuando Emilia sintió la niebla helada ser destruida, su cara se puso rígida por primera vez en la batalla. Ese era el resultado de detectar la amenaza invisible desatada sobre ella por todos sus lados, negándole cualquier forma de escape.

Ella estaba en el aire, incapaz de moverse libremente. El golpe difícil de evadir era verdaderamente una retribución por el ataque anterior.

...

Y entonces el centro de pecho de Emilia fue empalado, brutalmente atravesándola.

El poder destructivo le atravesó el pecho. Los ojos del hombre se hincharon ante el resultado, la herida era tan profunda que podía ver a través del otro lado.

¡Eiiya!

¡¿...kuwa?!

La declaración de victoria del hombre fue interrumpida por una patada.

El golpe por atrás envió su cuerpo a volar.

Mas allá de la fuerza de la patada en el punto ciego del hombre, completamente inesperada desde su punto de vista, el no tenia idea de lo que había pasado. Frente a el estaba Emilia, con puck en su hombro, juntado sus patas sin ningún tipo de sarcasmo.

En ese instante, la estatua de hielo de Emilia atravesada por el pecho se hizo polvo. Incluso la luz había sido afinada para crear a una falsa Emilia que se veía igual que la verdadera.

-eso no es bueno, distraerte en medio de la pelea, recibirás un puñetazo, ¿sabes?

El hombre que había pateado al cielo, y dando vueltas, no tuvo tiempo para orientarse. Había caído en la trampa de la falsa Emilia de Puck, directamente, exponiendo su desprotegida espalda.

Y con eso preparando el escenario, Emilia no podía fallar.

-no escaparas esta vez,

-¡...!

El hombre estaba cayendo hacia abajo debido a la patada cuando sus brazos y piernas fueron enterrados en esposas de hielo. Ya no era capaz de moverse, ni capaz de resistirse, y el golpe de Emilia ya estaba preparado completamente.

El hombre cayó al suelo; sus miembros congelados clavaron su cuerpo ahí. En medio del aire, Emilia procedió a caer directamente hacia abajo, apuntando justamente al medio del torso de hombre.

Los ojos del hombre de abrieron mientras la distancia se cerraba.

Entonces se rio de Emilia quien se acercaba rápidamente.

-Ahhh. ¡esto es verdaderamente diligente!

-gracias, ¡ahora muere apropiadamente!

Descendiendo directamente hacia abajo, Emilia empujo la palma de la mano en el torso del hombre que reía.

La fuerza hizo que sus huesos crujiesen. El hombre dejo salir un llanto adolorido, aturdido por el golpe. Pero el llanto solo duro un instante.

En el siguiente instante, el lugar tocado por su palma empezó a congelarse. No solo sus miembros, sino el cuerpo completo del hombre empezó a pintarse de blanco, congelándose hasta el núcleo.

...

Incapaz incluso de levantar un grito de muerte, el hombre se convirtió en parte de una flor de hielo completamente florecida y pereció.

Así es como la batalla entre el Emilia y el hombre fue decidida.

Observando el resultado de la batalla, Kino estaba clavado en el sitio, incapaz de hacer un sonido.

...

Abrumador no era suficiente para expresarlo. Desde el inicio hasta el final, Emilia se había enfrentado al enemigo, logrando espléndidamente derribar a la última pereza.

Félix: ¿ves? Es justo como dije, meow.

En lugar del aturdido Kino, ferris, parado a su lado, expreso admiración por la batalla de Emilia. Su magia básica de curación había cerrado las heridas del dragón terrestre; ahora extendió una mano para curar a Kino.

El toque de sus delgados dedos hizo que Kino se hiciera consciente del dolor de sus propias heridas una vez más. Tenia incontables moretones y cortes por todo su cuerpo; en particular, el lado derecho de su cuerpo realmente dolía. Había recibido un golpe duro cunado Katara y el fueron perseguidos por el bosque.

Félix: AH, Kinomoto.... ¿no te duele mucho? Tu tobillo, tu hombro...

Kino: ahh no me lo recuerdes, ai, ai, auh.

Félix: ahh, esto puede ser muy malo. Puede que mueras por esto, meow...

Cuando Kino parecía quejarse por el dolor en su cuerpo, ferris burlonamente pincho sus costillas. Cuando su mano se retiró, Kino suspiro mientras veía una vez mas a Emilia.

No estaba claro lo que Emilia sentía acerca de la muerte del loco. Pero había un goteo en su pálida mejilla; Kino vio una brillante lagrima caer por ella.

Debió haber dolido su espíritu por quitarle la vida a otra persona. Si era así, ese era el pecado de Kino, era su incapacidad la que había juntado a Emilia al culto.

...

Sin embargo, Emilia se vio sorprendida por la lagrima en su cara, rápidamente limpiándola. Quizás el espíritu en su hombro le había dicho algo, Emilia frunció el ceño con una mirada conflictiva.

Ella no sabía por qué había derramado una lagrima. Así es como lo veía Kino.

¿...?

Mientras Kino miraba Emilia, repentinamente noto emociones profundas creciendo en su pecho. Los múltiples pensamientos hacia ella parecían emociones separadas y extrañas.

Por alguna misteriosa razón, tenía la profunda necesidad de rascarse el cerebro. Casi como si...

-vaya, vaya todos son muy apresurados.

Ferris, escuchando gritos de batalla en la distancia ahora por toda la villa puso una sonrisa tensa mientras hablaba. Ahora que Emilia había derrotado a la ultima pereza, la batalla estaba cerca de concluir. Los cultistas de la bruja que peleaban en cada esquina del pueblo habían sido derrotados en gran medida, y gritos de victoria llenaba el cielo.

Los colmillos de hierro eran particularmente ruidosos, pero no fue solo los hombres-bestia que la victoria salió a la superficie. Los caballeros que habían peleado y sobrevivido levantaron sus espaldas, dejando escapar gritos también.

Kino: me duele... me duele...

Se oía como Kino gemía de un intenso dolor, mientras se agarraba la cabeza con un semblante de gran incomodidad. Con la extraña sensación que le era difícil de describir. Como si trataran de apoderarse de su carne.

Para ferris, un sanador, la batalla real había empezado ahora, ya que el numero de heridos, y el numero de heridos que podían ser devueltos a la salud, descansaba en su habilidad.

Por supuesto, echar agua fría sobre sus camaradas cuando ellos hervían de victoria era lo único que no podía hacer, pero...

Ferris.

Si, si, ferris a su servic...er, ¡¿viejo Wil?!

Cuando lo llamaron, ferris se dio la vuelta con un saludo despreocupado, pero fue sorprendido por quien era el que hablaba. Detrás de el estaba Wilhelm, respirando furiosamente mientras arrastraba su cuerpo medio ensangrentado. Las graves quemaduras e incontables cortes en el verdaderamente justifican la palabra medio vivo.

Félix: ¡espera...! ¡No puedes caminar con esas heridas! ¡si no te recuestas y te curo ahora mismo...!

Wilhelm: puedo esperar. Mas importante, hay algo crucial que debo decir.

Félix: ¡puedo que mueras, ¿sabes?! ¡no me digas que es más importante que tu vi...!

Wilhelm: incluso así, debo hablar ahora. ¿Dónde está el señor Kinomoto?

En contraste con su nivel de lesión, la voz de Wilhelm estaba llena de vigor y determinación. El habría caído en el lugar, si no fuera por voluntad pura.

Ambos sorprendidos y exasperados por el hecho, ferris inmediatamente miro hacia atrás y dijo----: ¿Kinomoto? Esta justo aqu...

Él debía estar descansado mientras se recuperaba de sus heridas.

Pero aun así....

¿... Kinomoto?

Cuando ferris miro atrás, Kinomoto Kurosaki no estaba en ninguna parte que sus ojos pudieran ver.

Agarrando su cabeza, atravesó los matorrales, corriendo cada vez mas profundo en el bosque.

Tenia que llegar lo mas lejos que pudiera, lo mas lejos que alcanzara, lo mas humanamente posible; lejos del pueblo, lejos de la plaza, lejos de sus amigos... y lejos de todos los inocentes

¡HAAA, HU, HAAA!

Sin aliento, corrió con miedo y desesperación a través de la pobre base del bosque, el sudor estaba en sus ojos, y le dolía el corazón como si saliera de su boca, pero no podría molestarse en preocuparse.

La imagen de una chica de cabello plateado que se aparto de el fue quemada en la parte posterior de sus parpados. Ella se voltearía, sus ojos se encontrarían y hablarían palabras de reunión, pero ese era un momento que ya no podía aceptar.

No era que le avergonzara encontrarse con su rostro, ni era timidez de ningún tipo. Tenía una razón diferente.

Una razón terrible y abominable.

...

Kinomoto, ¿adónde vas?

¡¿...?!

Kino se había dirigido hacia las profundidades deshabitadas del bosque, y aun así lo habían llamado. Él se detuvo; sus ojos se encontraron, mirando la figura esbelta con asombro.

Era un joven apuesto, con el pelo corto de color purpura claro y una mirada de elegancia y refinamiento: Julius Juukulius.

Julius, limpiando su uniforme manchado de sangre con una manga, puso una mano contra un gran árbol a su lado mientras miraba a Kino.

Julius: me alegra que estés a salvo... pero ¿Qué paso? Escucho gritos de victoria desde el pueblo. Si estás aquí así, esa pereza debe haber sido asesinada. Y, sin embargo, ¿Por qué estás aquí?

...

Si algo te preocupa, por favor, habla de ello. Después de todo eso, somos camaradas entre viento y marea.

Peinándose el cabello desaliñado a mano, Julius hablo prácticamente con el rígido Kino. Tal como había dicho, Kino aún podría escuchar las voces de sus camaradas desde la dirección de la aldea.

Todavía estaban lo suficientemente cerca como para poder oírlos, a pesar de que necesitaba estar más lejos, mucho más lejos...

Después de todo, si no se alejaba más...

¿Kinomoto?

Julius frunció el ceño ante persistente silencio de Kino, pero también escuchaba una fuerte respiración que parecía como si estuviera sufriendo por tratar de respirar, mientras se agarraba dolorosamente su cabeza. Sintiendo que algo estaba mal, el caballero dio un paso adelante, acercándose con preocupación en sus ojos. Era la mirada de preocupación que uno daba a los enfermos o heridos.

Sin embargo, no era su cuerpo el problema. La curación sin lujos de ferris le permitió moverse sin ninguna dificultad.

Por eso estaba usando su cuerpo al máximo.

Kinomo...

¡¡ALEJENSE DE MI!!, ¡¡no se... ACERQUEN!!

Un grito fue soltado al instante que intentaron acercarse al chico en mal estado, su grito expresaba dolor y desesperación no era un grito de enojo si no de advertencia. El comenzó a golpear su pecho como si tratara de quitarse algún parasito tratara de profanar y robar su cuerpo.

Desesperadamente, Kino resistió con todo su cuerpo y alma, logrando restringirlo parcialmente. Pero incluso las fragmentadas y cortadas palabras hicieron que el caballero instantáneamente mantuviera la distancia para evitar el peligro.

"Kinomoto" levanto un brazo, balanceándolo en el aire, e inclino su cabeza insatisfecho, en un Angulo de noventa grados, directamente al lado.

Kino: ¡una fina reacción, si! Aunque esta carne se resista, evadiste BIEN.

¡Eres verdaderamente, verdaderamente, verdaderamente una persona diligente! Cuan mayor es la pena....

-tuve un mal presentimiento cuando fui repentinamente expulsado del cuerpo de Kinomoto.

En una rodilla, con sable de caballería sacado, Julius murmuro con frustración. Emociones complejas se arremolinaban en sus ojos amarillos: ira, arrepentimiento e inagotable hostilidad y vacilación.

Al ver vacilación de sus ojos, "Kinomoto" cuadro los hombros en señal de aprobación.

¡Mas prometedor! ¡la forma en que eres, piensas, vacilas, es una prueba de tu diligencia! Lo único que ensucio fue tu base, alma sucia...

En verdad, es el quine ha sido mancillado por algo bajo y sucio. En otras palabras, tu...

El oído loco y el odio mezclado con la ira justa chocaron cuando Julius y "Kinomoto" se miraron el uno al otro, sus emociones feroces en los polos opuestos. Y entonces...

¡Julius!, ¡Kinomoto!

Con un gran sonido de pies corriendo, una voz aguda intervino, cruzando los árboles. Apareció un dragón terrestre negro azabache, levantando una nube de tierra, y sobre su espalda viajaban ferris y Wilhelm.

Encima del dragón, los ojos de ferris se abrieron cuando vio a Julius y a "Kinomoto" enfrentándose. Wilhelm salto del dragón, parándose al lado de Julius. Luego se volteo hacia "Kinomoto" con una mirada seria en sus ojos.

Wilhelm: señor Kinomoto, señor Kinomoto

Julius: maestro Wilhelm, ese no es Kinomoto.

Escuchando la débil respuesta de Julius, Wilhelm irradio hostilidad, apretando sus dientes lo suficiente para hacerlos sonar.

La atmosfera se tensó. Sus caras se contorsionaron: ferris con preocupación, Julius con ira justa, Wilhelm con feroz emoción, "Kinomoto" era el único que estaba divirtiéndose, aplaudiendo con sus manos cuando una sonrisa loca apareció en él.

Y entonces...

¿Kino?: ahora que están reunidos, permítanme presentarse de nuevo... yo soy el arzobispo de los siete pecados capitales confiado con pereza...

El inclino su cabeza noventa grados, "Kinomoto" abrió la parte delantera de su chaqueta, y el loco se echó a reír a carcajadas.

¡¡Petelguese Romanee-Conti!!

¡¡SIII!!

Así dio su nombre.

Había estado mal. Kinomoto había estado equivocado. Kino había fallado en entender la cosa mas importante de su enemigo.

Él había estado equivocado sobre la parte mas malvada e importante de Petelguese Romanee-Conti.

El arzobispo de la pereza del culto de la bruja no eran múltiples seres llevando el nombre de diez dedos.

Era una entidad espiritual llamada Petelguese, vinculándole a su mismo con el cuerpo de otros.

Petelguese: ¡verdaderamente fino! ¡verdaderamente un cuerpo esplendido! ¡Han pasado décadas desde que la carne se sintió tan cómoda, el recurso perfecto para suplementar mis dedos perdidos!

¿¡Como te atreves...?! ¡sal del cuerpo del señor Kinomoto ahora mismo, hereje!

Petelguese: ¿con que motivo, y con que derecho dices tal cosa? ¡Es debido a que me robaron de mis preciados dedos que tuve que habitar este cuerpo como último recurso!

Wilhelm agarro la cara de Petelguese, doblando hacia atrás mientras le gritaba. Pero el loco respondió con la cara de Kinomoto y la voz de Kinomoto y, por el puro deleite rasco su garganta.

La dolorosa vista de carne y sangre desparramadas mortifico a Julius y a los otros.

Petelguese: sus calificaciones no son de ninguna manera pobres.

Desafortunadamente, has grabado demasiados rituales en exceso en tu caaarne. Esto te hace fundamentalmente inadecuado para ser mi dedo.

...

¡Diligentes huesos viejos! ¡Tu carne tampoco es adecuada para ser dedo! Incluso si debo alabar al espíritu, tu carne es un recipiente inadecuado para el amor... ahh, ¡que trágico!

A ferris, y luego a Wilhelm, Petelguese señalo con el dedo y sacudió la cabeza. No entendieron los detalles mas finos de lo que significaban sus declaraciones. Pero dejando de lado que no podía significar nada bueno, entendieron que no eran adecuadas a sus ojos. Y entonces...

... Y, sobre todo, un usuario de espíritu. Eres el MAS incompatible de todos. Dejando a un lado el obstáculo de tu impureza, te convertirás en un fino dedo mío. ¿Es ESTA una respuesta suficiente?

Julius: desafortunadamente, no arrojaras las flores a un lado, incluso si me abandonaran. Quizá un loco como tu no pueda entender esos sentimientos.

Julius respondió a esa malicia extraordinaria con una respuesta de enemistad extrema. Su contenido hizo que los ojos de Petelguese se abrieran de par en par. Al siguiente momento, se dio una palmada en las rodillas descontrolado por la risa.

Petelguese: ¡Loco! ¡verdaderamente, ese ES el termino apropiado! ¡Si, estoy loco por el amor! Amor, amor, inamovible, recuerdos de amor, amor cariñoso, amor amable, amor cálido, amor benevolente, sed de amor, amor reverente, amor familiar, amor culminante, amor privado, amor puro, amor preciado, amor efusivo, amor filial, amor confiado, amor profundo, amor virtuoso, amor sensual, amor amargo, amor profundo, amor caritativo, amor rencoroso, amor fiel, amor amable, amor humilde, amor parcial, amor delirante, amor fraterno, amor romántico, amor, amor, amor, amor, amor, amor, amor, amor, amor, amor, amor, amor ,amooooor!!

Julius: maldito tonto...

Cuando Petelguese dejo claro su locura, Julius centro su hostilidad hacia el mientras suplicaba al alma de Kino.

¡Kinomoto! Abre tus ojos ¡Eres demasiado bueno para ser tomado por un loco como...!

Petelguese: ¡Es inútil! ¡Esta carne ya esta bajo el control de mi mente! ¡Aunque intenta RESISTIR, es inútil, sin sentido! ¡Este cuerpo ya es mi dedo!

Julius: ¡nadie te está hablando! ¡Kinomoto, piensa! ¿Por qué regresaste? ¿Por qué peleas?! ¡¿no me gritaste esas mismas palabras?!

Mientras menospreciaba a Petelguese, Julius envolvió sus seis espíritus de colores alrededor de su sable de caballería, levantando en alto. La poderosa luz de arcoíris repelió la oscuridad en el bosque, su resplandor deslumbro los ojos por un breve momento.

Esto creo una leve brecha en los pensamientos de Petelguese, quien había asfixiado a Kino completamente hasta ese punto. Y entonces...

¡¿Qu-que es esto?! ¿Qué estas...? ¡como si necesitara deletrearlo, maldito imbécil...!

¡...!

El loco abrió sus ojos con sorpresa, sacudida por el torrente de emociones surgiendo dentro de él. Deteniéndose como estaban, las palabras que se escaparon de su boca fueron un vistazo de la mente del propietario de esa carne.

En poco tiempo, la mirada de sorpresa de Petelguese se vio obligada a retroceder, remplazada desde abajo por la mirada de Kino respirando dolorosamente. La transformación hizo que Julius y los demás alzaran la voz al ver un rayo de esperanza.

-Yo soy... Petelguese Romanee-Conti... ¡LARGO! ¡YO SOY Kinomoto Kurosaki...! ¡LARGO DE MI CUERPO!

(¡expulsar, intenta quitarte el parasito, no puede controlarme!)

(estas simplemente... murmurando en mis oídos... pronto desaparecerás... ¿En serio crees... que puedes vencerme a mí, por fuera de voluntad...?)

Con un engaño, una muestra de pretensión, trato de recuperar, recuperar su propia mente.

Si no lo hacía, estaría a punto de rendirse ante la necesidad de destruirse en ese mismo momento. O tal vez de querer que los brazos destructivos se extiendan desde su sombra y destruyan todo lo que lo rodea.

...

¿era esa urgencia que envolvía a Petelguese durante todo el tiempo?

Si es así, podría en un nivel, comprender y simpatizar con las acciones aberrantes del loco hasta la fecha.

Inmerso en tal locura, se lastimo para mantener la cordura.

Si estaba constantemente cubierto de una locura tan poderosa, no es de extrañar que se volviera mentalmente desequilibrado.

¿era este el mundo como lo vio Petelguese?

- ¡no busco tu compresión!

Esas fueron las primeras palabras que hablo Petelguese cuando supero la resistencia de Kino.

La voz que había pronunciado tanta locura, tanta delicia loca, tanta furia, ahora hablaba con una mente indiferente, inmóvil.

Era una oscuridad que helo a Kino hasta los huesos más de lo que alguna vez lo había hecho su locura.

Y entonces lo entendió, no podía dejar que esta oscuridad saliera a la superficie. Tenía que pagar por su irresponsabilidad.

Kino: como no me di cuenta de que es un espíritu...

Julius mátame

Con la disminución de la resistencia de Petelguese, él lo resolvería mientras aún tenía el control.

Para ese propósito, Kino eligió el único recurso que le quedaba el único el cual le queda no había otra opción, no había tiempo para buscar otra solución solo quedaba esa única alternativa.

Cuando se dirigió, Julius esta horrorizado; sus ojos se abrieron y sus labios temblaron

Julius: ¿Qué estas... diciendo?

Kino: no hay de otra, tienes que detenerme o si no todo estará perdido.

Julius: ¡No! ¡Kinomoto, debes reconsiderarlo! Soy un caballero y un mago, un caballero espiritual que juro ayudarte en tu objetivo. ¡No puedo romper ese juramente ahora!

Kino: Exacto... lo juraste, es bastante drástico y cruel pero no hay de otra.

La respuesta que Kino saco de si mismo hizo que Julius hiciera una mueca de angustia.

Siempre mantuvo su elegancia y compostura. Con ese comportamiento para continuar, Kino estaba un poco sorprendido por la expresión que estaba haciendo, Kino nunca pensaría que llegaría tan lejos de esa forma.

Julius: ... pero tenias que hablar con la señorita Emilia...

Kino: lo sé, yo tampoco quería esto... pero que otra opción tenemos, además no... puedo controlar mi cuerpo, pereza trata de apoderarse de mi cuerpo, no sé qué hacer, y no sé cuánto tiempo podre tener el control de mi cuerpo. Además, eres un caballero, tienes como responsabilidad ver por el bienestar de las personas, yo por otra parte no pude proteger al pueblo, tienes que protegerlo tu.

Julius: pero esto... no, debe haber otra forma...

Kino: eres un caballero, no... eres un caballero de la guardia real, y eso es porque tienes la responsabilidad de proteger a los demás.

...Porque... "un gran poder conlleva una gran responsabilidad", a veces tenemos que hacer sacrificios por hacer lo correcto, sé que es demasiado, pero en el interior sabes que tengo razón, no sé lo que pasara si pereza usa mi cuerpo es probable que solo use para herir a los demás, prefiero morir a matar personas inocentes. Yo falle y tomo mi responsabilidad con mi vida. No me convertiré en un zombi de pereza.

Eres un caballero defiende a las personas que no pude salvar, no dejes que me convierta en un monstruo. Mátame por favor.

El chico con una mirada de dolor dio a suelta a salir muchas lágrimas de su frente, era horrible pero la realidad era más que clara. Su muerte es lo único que salvara a los demás.

El recordó las palabras que dijeron en el instante que se desearon buena suerte en batalla en el apogeo de la pelea contra pereza.

Kino: señor Wilhelm, no se preocupe por mí, ya lo he decido... mejor deja que te sanen por completo en vez de derramar sangre por alguien que ya está perdido.

Wilhelm: me esforcé para llegar a este punto. Absolutamente no aceptare un final como...

Wilhelm estaba herido gravemente, habiendo retrasado el tratamiento de sus heridas para llegar a toda prisa. Kino solo podía alabar al demonio de la espada, forzando un cuerpo que no debería moverse solo a través de fuerza de voluntad, pero esta oscuridad no podía ser vencida por la habilidad de la espada.

Kino: Félix, por favor.... Acaba con mi vida.

No dejes que me use como un sucio títere.

Félix: puedes odiarme por esto, Kinomoto. Yo me odio también

Kino: no te odio, me odio por pedir esto, pero si pudiera hacerlo, lo mas probable es que no lo haría soy cobarde por pedir algo así, losiento...

Félix: ¡Y que pasara con...!

Kino: dile Crush que lo lamento, y que me hubiera gustado trabajar para ella.

Kino: Julius.... Te perdono...

Dejando su tristeza de lado, Kino le dio una sonrisa fingida con el fin de lastimar a los demás con su dolor y miedo, a volver a morir. Pero tenia mas miedo a ser convertido en un monstruo.

Kino: Por favor acaba conmigo...

Ante las palabras de Kino, ferris, la persona que mas odiaba la crueldad de la vida y la muerte, asintió. El parecía de alguna manera haber previsto que seria el quien lo haría. Con lágrimas en sus ojos, apunto un dedo hacia a Kino.

El gesto provoco una anormalidad en el núcleo de Kino, es decir, un dolor ardiente, como si tu sangre estuviera hirviendo, quemando todo su cuerpo con un calor insoportable.

¡¡Ga...aaa...!

Caliente. Caliente. Caliente. Caliente. Caliente. Caliente. Caliente.

Su garganta estaba caliente. Sus ojos estaban calientes. Su cuerpo estaba caliente. Su lengua estaba caliente. Su nariz estaba caliente. Su sangre estaba caliente. Su cerebro estaba caliente. Sus huesos estaban calientes. Su alma estaba caliente. Su vida estaba caliente, caliente, caliente.

Su sangre estaba literalmente hirviendo, sus órganos internos estaban hirviendo lentamente, y el vapor de alta temperatura que emitía su cerebro nublo su visión.

¡¡Aaaaaaaaaaa...?!

Desde otro lugar que no eran sus oídos derritiéndose, escuchándose el eco de grito de muerte que no era el suyo.

Un cuerpo estaba habitado por dos mentes. Naturalmente, quemar el cuerpo significaba quemar la mente del loco con él.

No había escapatoria. A este ritmo, esa alma, atrapada en su recipiente, seria enviada directamente al más allá.

Petelguese podía intentar su doloroso acto de perdedor de nuevo, pero no funcionaria esta vez. Dentro de Kino, sus días estaban acabados.

Julius: ¡Ferris! ¿Por qué...?

Félix: nadie más podía hacerlo, ¿verdad? Esto es lo que Kinomoto quería.

Wilhelm: incluso así, infringir tanto dolor en el señor Kinomoto de esta...

Félix: ¡...! ¡¿crees que yo quería? ¡Usaría mi poder, poder que tengo por el bien de Lady Crush, que prometí que usaría para llevarla al trono, de esta forma...!

Las voces de lamento, arrepentimiento, furia, tristeza... sonaban tan distantes.

Sin la fuerza de siquiera voltear su cabeza, Kino en silencio se disculpó por forzar a ferris a manchar sus manos así. Con Julius dudando, y Wilhelm más allá de su límite, ferris era el único con quien podía contar.

Era el mismo método que había usado para hacer que Kety se desmayara dentro del carruaje dragón que luego exploto. El cuerpo de Kino había sido directamente curado por ferris podía interferir con el mana de Kino sin tocarlo.

El resultado era simple. El poder, y el sufrimiento, estaban más allá de las expectativas de Kino, casi lo suficientes para arrepentirse de su elección.

Pero esos sentimientos fueron eclipsados por la culpa de forzar tal tarea en ferris.

El poder de ferris era de curar a otros. Ese era la fuente del orgullo de ferris, su misión en la vida, y una parte de el mismo lo valoraba sobre todo lo demás. Kino lo había hecho usar ese poder de una manera terrible.

El solo deseaba pronunciar la palabra lo siento.

...

Echado en el suelo, incapaz de moverse, Kino sintió algo tocando su cara. Sus ojos se sentían abrumados, sin mostrar nada. Pero Kino reconoció la sensación dura y granulada de alguna parte.

No era de Julius ni de ferris, ni de Wilhelm, sino de alguien más relacionado con...

...

Con la vida de Kino parpadeando como una pequeña llama en el viento, el sintió a Katara, la dragona negra azabache, acurrucarse cerca para llorar su muerte.

Kinomoto.

Sintió a alguien parándose al otro lado de Katara, hablando con una voz directa. Ni siquiera tenia que pensar quien era. Lleno de determinación, la voz no podía ser de nadie mas sino de "El mas fino de los caballeros".

Después de todo, no había un caballero más caballeroso que él.

Julius: fue mi insuficiencia la que los forzó a ti y a ferris a tomar una decisión tan desagradable. Algún día seguramente pagare por este pecado.

No te preocupes por cosas estúpidas como esta, era exactamente lo que tenía ganas de decir.

Preocúpate más y más, maldición. Nunca lo olvides.

Nunca lo olvidare. Este dolor, esta impotencia...

...

Por un momento, hubo silencio. Sin embargo, eso no rompió la resolución del caballero.

Sintiendo el frio acero en su cuello, Kino dejo salir su aliento ante el aparente hecho de que probablemente pronto seria enviado a partir.

Wilhelm: Señor Kinomoto, lo siento mucho.

Julius: Lady Emilia probablemente llorara.

Las voces sonaban distantes y rotas para él. Todo era vago e incomprensible.

Hubo promesas. Para nunca olvidar. De tomar algo de vuelta. De definidamente venir de nuevo.

Petelguese: (¿Termina aquí? ¡Absurdo! ¡No puedo... no de esta forma! ¡Justo cuando había encontrado un recipiente adecuado! ¡En la víspera de la finalización del juicio! ¡un dedo! ¡si tengo un nuevo recipiente, no puedo ser destrui...!

Kino: (Acaso no sabes cuando cerrar el hocico, no importa nada de lo que hagas, no iba a dejarte que me usaras para tus atrocidades, prefiero ir al infierno

Mas bien "si yo me voy te llevo a infierno conmigo"

Petelguese: (¡¡¡eres pereza!!!)

Kino: (¡No moriré como un monstruo!)

Y las 2 almas comenzaron lentamente a disolverse

Cayo, cayó a un lugar desconocido, muy lejos...

De alguna forma, había muerto de nuevo. Probablemente lo perdió todo de nuevo.

El entrego todo al abismo. Este era el familiar abrazo del fallo después de perder de manera patética.

Mira de vuelta al mundo.

Mira de vuelta a tus errores.

No lo olvides. No lo olvides. No lo olvides.

La voz llena de lágrimas de ferris. El lamento de Wilhelm, temblando de arrepentimiento. La resolución y remordimiento de Julius, tan grande que probablemente rechina los dientes sobre ellos. Nunca lo olvides. No importa que tan bajo caigas, nunca lo olvides.

Así, otra vida llego a su fin.

Sin embargo, no obstante, incluso así.... Kinomoto Kurosaki continuo.

Lo que sea que pasara, sin importar cuanto sufriera lucharía sin cesar, el repetiría y lo haría una y otra vez porque lo juro.

Con un golpe, y un sonido, todo se hundió en la oscuridad.

Y fue así fue interrumpido. Fue cortado. Y entonces...

???: te amo.

Junto con un suave, fugaz y cruel aliento...

Kinomoto Kurosaki perdió su vida y el mundo nació de nuevo una vez más.

Fin del capítulo.